El tema de los vampiros no es lo mio, y con un solo escrito no estoy satisfecha así que... Me motive eh hice esta parte enlazada a "Al abrir la ventana"  esperó les guste 💕

Historia para la tercera etapa del concurso "#YoEscriboenCasa

.
.
.
.
.
.
.
.
.

Lo primero que recordaba era despertar en medio de un gran jardín de rosas, tan rojas como el mar de sangre donde dormía, una mano pálida era tendida para ayudarla y en ese momento conoció a Liara, la "ama" y a Nathan, el sirviente vampiro.

No recordaba nada mas, no sabia quien era o como se llamaba, por lo que aceptó el nombre de "Cecyl", nombre que le gustaba mas al ser pronunciado por la cálida voz del Señor Nathan.

Poco a poco entendió que su aldea había sido devorada por diferentes especies, entre ellos los vampiros pero nunca tuvo miedo, pues el señor Nathan era un hombre diferente al resto de vampiros.

Ella no vivía con ellos, como humana le dejaron viviendo sola en una pequeña granja a las afueras, y en cuanto decidió hacerla su hogar la lleno de rosas rojas.

Cada mañana, siempre regaba y recortaba con cariño cada flor, así cuando la Ama y el Señor venían a verla, podía entregarles bellas flores, de dulce perfume y color profundo.

Fue un accidente la primera vez que tinto las rosas con su propia sangre, se había cortado sin querer con las tijeras mientras acomodaba el ramo y al entregarlo el señor Nathan había comentado:

"Huelen mas dulces de lo usual, están mas bellas"

Su corazón bombeo con fuerza, y después de forma constante realizaba aquel acto solo para hacer sonreír al Señor Nathan.

Ya era una señorita cuando conoció a Beth, un licántropo que se metió entre sus cosechas sin permiso pero que quedo enamorado de ella a la primera, ella no entendía bien que era "amar" por lo que aceptó pero no se sentía especial con él.

El día en que le pidió matrimonio fue el día que se puso a pensarlo seriamente ¿Que era amar? ¿Era dulce? ¿Era amargo? Todos tienen diferentes conceptos y eso a ella no le servía.

Esa noche se quedó en el jardín, recortando las rosas mientras algunas espinas se le clavaban y leves manchas rojas se formaban en ese lugar, las rosas siempre le daban respuesta a sus preguntas.

Cuando sintió la presencia ajena atrás de ella no tuvo miedo, le conocía y dedico una dulce sonrisa mientras este le estrechaba entre sus brazos.

Nathan no la soltó hasta el momento donde decidió despedirse, si ella se casaba con el licántropo, él nunca mas volvería a verla.

Fue la primera vez que Cecyl sintió que iba a llorar y se aferro a él, pidiendo que no la dejara, que no quería dejarle y el sonrió.

— Tu vida es corta humana, se feliz y vive la como desees —

Cecyl recordó que era humana, que el un vampiro y cuando muriera Nathan estaría solo... O buscaría a alguien mas, y eso le molesto.

— Pero yo no quiero ser humana, quiero esperarte por la eternidad aquí, en este jardín de rosas—

Nathan le miro frio y le tomo de los hombros algo brusco mientras abría los labios para hablar.

— Para hacer eso deberás dejar que te tome humana y ni siquiera sabes a que me refiero —

— Si lo haces ahora mismo ¿Puedo ser la única que te espere por siempre? —

Nathan sonrió, y asintió causando que ella volviera a sonreír alegre y lo siguiente que sintió fue dolor.

Recostada sobre las rosas, sintiendo su cuello quemar y escurrir mientras su cuerpo era tomado con gentileza obtuvo su respuesta.

Amar era como cortar rosas quizá, era lento, duele y puede matar pero el resultado es hermoso y colorido, la única diferencia es que no era efímero.

Por que entendía que su amor seria eterno.
.
.
.
.
.
[600 palabras]