— Mamá nos subimos arriba a estudiar — habló Namjoon levantándose.

— A no jovencitos, ayudan a recoger.

— Pero mamá — protestó SeokJin. — Tenemos que hacer el trabajo y luego nos vamos de fiesta.

— Me da igual la fiesta y que lleguéis tarde se recoge y punto — respondió la mujer.

SeokJin se fue hacia la cocina refunfuñando.

— Te oigo Jin.

Jin volvió de la cocina con una bandeja grande y la puso sobre la mesa, y comenzó a poner cosas sobre esta. El resto nos unimos a ello.

— No la carguéis tanto o se caerán las cosas, cariño — habló su madre tomando algunas cosas y llevándolas a la cocina.

Poco después acabamos de recoger completamente el comedor y nos dirigimos a la habitación de los hermanos.

Cuando entramos a la habitación Kook y Taehyung se tiraron a una gran cama redonda que había en el centro ocupando prácticamente todo el espacio de la habitación.

— ¿Y la mesa de estudio? — pregunte mirando a mi alrededor.

— No nos hace falta — respondió SeokJin sentándose en medio de Kook y Taehyung.

¿Y cómo pensaba hacer el trabajo?

— ¿Y el trabajo? — pregunte.

— Mira ahí hay una mesa, ves haciéndolo — señaló Namjoon.

— ¿Qué? Pero se supone que hay que hacerlo en grupo, eso es lo que dijo el profesor — hable.

— Sí eso dijo, pero estamos en nuestra casa y nosotros mandamos, así que empieza ya — habló SeokJin señalando hacia la pequeña mesa.

Negué con la cabeza y me dirigí hacia la puerta.

— ¡Eh! ¿a dónde vas? — gritaron.

A mi casa que es donde debería de haber ido desde el principio.

Kook se levantó y se acercó a mi lado.

— Haz caso — susurro tomándome de la cintura y pellizcándome.

— ¡Auch! — me queje. — ¡Suéltame me haces daño!— grite.

Intenté abrir la puerta, pero Kook me arrastró de la camiseta hacia el interior de la habitación. Intenté escabullirme de su agarre, rasgándome la camiseta.

Joder era mi camista favorita.

— ¡Oye! Mi camiseta — me queje.

Kook se quedó viéndome y se giró hacia los demás.

— ¿No creéis que va muy vestido?

Taehyung se sentó sobre la cama y se me quedó viendo, y luego miró a Kook.

— A mi no me molesta su reloj, es de abuelo — respondió Taehyung a la pregunta de Kook.

Mire a Taehyung y luego a Kook y tape con mi mano el reloj, pero Kook fue más rápido y agarró mi mano y comenzó a mirar el reloj.

— Quítalo.

Negue.

— Quítalo o te lo quito yo — hablo comenzando a desabrochar el reloj. — No quiero romperlo — susurro en acercandose a mi.

Espera, Kook no quería hacerme daño, bueno dañar lo que era más importante para mi. Hay me derritiera si no estuviera en esta situación.

— No por favor — pedí.

— ¡Hay quitatelo! — me cogió la mano Taehyung comenzando a arrancarmelo de la muñeca arañándome las manos.

Finalmente me lo quito rompiendo una de las correas.

Me agache llorando para recogerlo, pero Taehyung lo chafó con el pie haciendo que este se rompiese.

¿Por qué tenía que hacer eso? ¿Yo que le hice?

— ¿Por qué? ¿por qué? — pregunte llorando mientras recogía lo que quedaba del reloj.

Mientras estaba recogiendo la puerta de la habitación se abrió.

— ¿A qué viene tanto... — la mujer no acabó la frase y se acercó a mi lado agachándose a mi altura.

— ¿Qué ha pasado cariño? — pregunto.

— Haciendo el tonto se me rompio — menti.

No quería luego consecuencias.

— Creo que me voy a ir — hable levantándome.

— Pollito — intentó Kook acercarse a mi, pero me negué.

— ¿Llevas chaqueta? — preguntó la mujer. — Jin prestale una tuya.

Jin se levantó de la cama y sacó del armario una chaqueta tirandomela.

— ¿No puedes darla como toca?

— Perdón.

Finalmente salí de la casa y me dirigí por la carretera hacia la parada de autobús.

Mientras esperaba el autobus aparecio un coche todoterreno negro con las ventanillas tintadas. Este paro y bajo las ventanillas, asomándose Yoongi el chico del autobús.

— ¿Qué haces aquí? — pregunto.

— ¡Ey! ¡ey! — salió del coche. — ¿Qué pasa? ¿porque estas asi llorando? — comenzó a preguntar de un tirón.

Me rei absorbiendo los mocos, no me había dado cuenta de que estaba llorando.

Le enseñé el reloj roto de mi abuelo.