»Ranpo Edogawa«

El gran detective Ranpo Edogawa. Querido por algunos, odiado por muchos, y es que este hombre de gran intelecto y amante de los dulces tenía el ego por las nubes, no había nadie que lo hiciera poner los pies sobre la tierra, o eso era lo que creían sus compañeros de la Agencia Armada.

Lo que ellos no sabían era que hace mucho tiempo, en sus años de adolescencia conoció a una chica muy linda y que era todo lo opuesto a él, su nombre era ___ Yoshigawa....

Hace diez años ~

En aquel tiempo donde Ranpo pasó a estar bajo el cuidado de Fukuzawa, este le dijo que aunque sea un "gran detective" debía seguir estudiando, lo cual disgustaba al menor. ¡El gran detective Ranpo Edogawa no necesitaba la escuela!

Pero después de unos cuantos regaños y explicaciones del adulto a cargo, aquel niño de ojos esmeraldas no tuvo otra opción que hacer lo que el mayor le dijo, comenzando así su nueva etapa de estudiante de preparatoria. No hace falta decir que nuestro querido detective estaba muy disgustado con la sola idea de pasar tres años estudiando, le parecía una perdida de tiempo pero si no quería otro regaño, tendría que seguir órdenes.

Las primeras dos semanas en la escuela fueron tranquilas, Ranpo miraba todo con aburrimiento, hacía los trabajos con aburrimiento, lo único que le gustaba de ir era que cada vez que algún profesor hablaba de cierto tema él aprovechaba para dejar como idiotas a sus compañeros respondiendo todo correcto, incluso a veces corregía a sus profesores haciendo que algunos lo vieran con orgullo por su aprendizaje y otros con molestia ¿Cómo un niño se atrevía a corregirlos? Era insultante! A pesar de su odio por la escuela, Ranpo mantenía excelentes notas, cosa que en el fondo enorgullecía a Fukuzawa. Para cuando cursaba su segundo año ya no le gustaba saberlo todo, era aburrido corregir a la gente, era aburrido saberse todas las respuestas de los exámenes, era aburrida la monotonía de su día a día, no fue hasta que conoció a una estudiante de la clase de a lado que su interés volvió a despertar gracias a ella. Su nombre era ___ Yoshigawa, una estudiante promedio, casi podría pasar desapercibida, si no fuera por Ranpo que él lo sabe todo. Nadie sabe cómo pasó, un día solo los encontraron juntos platicando, parecía que el joven detective había recuperado la emoción de ir a la escuela, Fukuzawa no tenía idea de la causa de su emoción pero estaba feliz porque haya descubierto algo que lo entretuviera lo suficiente. Aquellos jóvenes parecían uña y mugre puesto que siempre estaban en el mismo lado, inclusive Ranpo convenció a los profesores de ponerla en las mismas clases que él. Por el lado de ___, la capacidad de Ranpo de deducir y averiguar cada cosa le era fascinante, siempre trataba de darle acertijos complicados de resolver pero todos y cada uno de ellos terminaba resolviendolos en menos de un minuto, simplemente era maravilloso su intelecto.

Y todo lo que empieza debe de acabar, el día de la graduación de la preparatoria llegó, muchos creían que Ranpo y ___ irían a la misma universidad pero la realidad era que Ranpo dejaría los estudios hasta allí para dedicarse al 100% en su trabajo como detective en la nueva Agencia Armada, por el contrario de ___, ella sí iba a continuar sus estudios, siendo así que sus caminos se separarían ...

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Ranpo se encontraba caminando directo a la Agencia siendo seguido por Atsushi que era el encargado de llevarlo para evitar que se perdiera. Mientras ambos iban en su mundo una chica pasó corriendo y al estar observando a sus espaldas no se dió cuenta que había alguien frente a ella, no fue hasta que ambos cayeron que lo supo, cuando la chica se levantó para ayudar a levantarlo Ranpo se sorprendió al ver de quién se trataba.

— ¿___? — su nombre saliendo de aquellos labios provocó una corriente por todo su cuerpo, tenía mucho tiempo que no sentía algo así, exactamente desde la preparatoria, ___ observó mejor al sujeto frente a ella y al reconocerlo abrió sus ojos sorprendida, ¿Realmente era él, era Ranpo?  Una vez se encontraban levantados la joven volteó nuevamente viendo como su acosador venía a su dirección.

— Ahí estás, por qué corres bonita? Me hiciste perseguirte mucho camino — dijo aquel sujeto llegando hacia ellos mientras la chica lo veía algo asustada e incómoda.

— Te daré dos segundos para que te vayas o sino Atsushi llamará a la policía — mencionó en tono serio Ranpo, viendo fijamente al sujeto, este por su parte lo ignoró y siguió viendo a la chica. — Atsushi, muerde lo — habló de nuevo el detective de ojos esmeraldas haciendo que los presentes lo vieran raro.

— ¿Eh? Q-qué fue lo que dijo, Ranpo-san? — preguntó nervioso el joven tigre viendo a su superior.


— Lo que oíste, conviértete en Tigre y muerde lo — respondió simple Ranpo, ___ pasó de estar asustada a confundida y ni se diga de los otros dos.

— P-pero Ranpo-san, no puedo hacer eso... Va en contra de las reglas de la Agencia... — dijo Atsushi nervioso por la respuesta del mayor, tenía miedo a que él hiciera un berrinche por negarle algo.

— Esperen, ¿Son parte de la Agencia Armada? — habló el sujeto viéndolos con asco a lo que Atsushi formuló un "Sí" de manera audible — Malditos raros, no quiero nada que ver con alguien que se junta con locos — dicho esto el acosador se fue haciendo suspirar de alivio a la chica.

— Muchas gracias por ayudarme, si no los hubiera visto tal vez me hubiera seguido hasta mi casa — mencionó ___ con una cara de desagrado. — En fin, tanto tiempo sin verte, ¿Cómo has estado, Ranpo o debería llamarte... Señor detective? — preguntó la mujer dándole una sonrisa, sonrisa que hizo latir fuertemente el corazón de nuestro detective, aquella sensación fue rara pero cálida, sin duda quería sentirla otra vez.

— ¡No soy solamente un detective! Soy El mejor detective del mundo, ya deberías saberlo, ___! — gritó el joven haciendo un puchero en su cara y sacándole una risa a su vieja amiga.

— Discúlpeme, gran detective — dijo ___ con un tono de respeto fingido, en eso checa su reloj viendo la hora. — No puede ser, voy tarde, Ranpo fue muy agradable volver a verte pero tengo que irme, espero que podamos coincidir una vez más. Cuídate — dijo la chica de manera rápida para después girarse al pequeño albino que solo se encontraba de mal tercio entre los dos adultos — No recuerdo tu nombre pero también gracias por lo de hoy, espero lleguen con bien, adiós! — luego de esto la chica se fue corriendo hacia su destino.

— Disculpe... ¿Quién era ella, Ranpo-san? — preguntó el albino una vez continuaron su camino hacia la agencia.

— Eso no te interesa, joven tigre — respondió Ranpo para después aventarse bruscamente a la espalda del menor haciéndolo tambalearse en su lugar. — Ya me cansé de caminar, llévame cargando! — ordenó con voz infantil y cambiando de tema.

Al día siguiente todos se encontraban en la Agencia, era uno de esos días en donde no había ningún caso para ellos, dedicándose solamente a llenar reportes. Todos estaban ocupados exceptuando a Ranpo y Dazai. Había un silencio satisfactorio pero fue interrumpido por unos leves toques a la puerta, Kenji al estar más cerca se levantó para abrirle a la persona detrás.

— Esto.. Buen día, de casualidad se encontrará el detective Ranpo Edogawa? — preguntó ___ al niño frente a ella.

— Buen día, señorita — saludó feliz el rubio para luego voltear a ver al pelinegro, este mismo viendo hacia la ventana y dándole la espalda a la puerta. — Si, aquí está! ¿Gusta que lo llame? — preguntó regalándole una sonrisa a la joven frente a él, ___ moría de ternura al verlo, era muy amable.

— Si no es molestia, por favor — respondió viéndolo nerviosa.

— Para nada. ¡Ranpo-san, lo busca una bella señorita! — gritó avisándole al mayor para después dejarla pasar y que fuera hacia él. Mientras ella se acercaba a su viejo amigo los demás de la Agencia los veían disimuladamente, sentían mucha curiosidad por la joven, nunca la habían visto y la forma tan tranquila con la que se dirigía al detective era sorprendente.

— ¡Ranpo!— ___ gritó feliz por volver a ver a su antiguo amigo del bachillerato. — Lamento no haberme quedado más tiempo ayer, tenía que volver pronto a casa. En fin, el motivo de mi visita fue para agradecerte formalmente por lo de ayer. Toma, esto es para ti — de su bolsa sacó una caja de tamaño mediano y se la extendió con una sonrisa, Ranpo sin decir nada la tomó rápidamente y al abrirla en sus ojos se lograron ver dos destellos. El contenido de la caja eran dulces pero no dulces cualquiera, más bien eran los favoritos de Ranpo desde la preparatoria, mismos dulces que llegó a compartir con la fémina a pesar de ser muy especial con ello.

— No..no era necesario — susurró Ranpo comenzando a sentir su corazón acelerarse por el gesto de la mujer.

—¿Bromeas? ¡Si son tus favoritos! Además ya te lo dije, es un agradecimiento por lo de ayer — volvió a decir la mujer cerrando sus ojos al sonreír y mientras ellos estaban en su mundo, atrás de ellos se encontraban los demás de la Agencia observando todo sin decir nada, la forma tan fácil de hablar entre ellos causaba un poco de miedo en los presentes, nunca creyeron llegar a ver como Ranpo hablaba con alguien más sin sentirse superior a la otra persona y si los veías con detenimiento, el detective parecía verse ligeramente ruborizado y con un brillo especial en su mirada, mirada que estaba puesta sobre ___.

— Ya tengo que irme, me gustó platicar contigo una vez más, espero vernos en otra ocasión y cuando no estés trabajando — habló ___ levantándose de la silla que Kenji le había prestado para platicar más a gusto con Ranpo. — Muchas gracias a todos por permitirme estar aquí, espero no les haya causado ningún problema mi presencia. — hizo una reverenda — Oh, casi lo olvido, les traje galletas, espero las disfruten— mencionó a los demás mientras le entregaba las cajas a Kunikida y este murmura un "Gracias" — Por último también quiero agradecerte una vez más por lo de ayer, gracias a ti y a Ranpo ese sujeto dejó de seguirme, ojalá sea de tu agrado — ___ se dirigió a Atsushi dándole una bolsita, en ella había un suéter amarillo y unos dulces de cereza.

— G-Gracias esto... — hizo una pausa para que la mujer le dijera su nombre.

— Lo siento jeje, ___ Yoshigawa — se presentó la fémina con una sonrisa.

— Atsushi Nakajima — dijo presentándose también — Gracias, Yoshigawa-san — completó el menor después.

—Ahora sí me voy, adiós a todos! — se despidió de los compañeros de Ranpo — Ya tienes mi número, llámame cuando quieras, señor detective — dijo la mujer abrazando al de ojos esmeraldas dejando sorprendidos a todos los presentes, incluyendo al mismísimo Ranpo. Después de esto se fue dejando la habitación en silencio, nadie sabía qué decir.

— Quién diría que Ranpo tendría una novia muy linda — la voz de Dazai rompió aquel ambiente incómodo para dar paso al de la curiosidad.

— Cállate Dazai — gruñó Ranpo sentándose en su escritorio al tiempo que sacaba uno de los dulces regalados por ___ y se lo metía a la boca.

— Que bello es el amor, no lo crees Atsushi? — volvió a hablar el vendado dirigiéndose a su subordinado el cual solo lo veía incómodo.

— Yosano... Creo que me siento mal.. — susurró el pelinegro ignorando las tonterías que decía Dazai, Yosano se acercó a su amigo para revisarlo.

— ¿Qué es lo que sientes? — preguntó la mujer tocando su frente con cuidado.

— Siento mi corazón latiendo con fuerza, mis manos sudan y siento algo raro en mi estómago... — volvió a susurrarle de tal manera que solo ella pueda escucharlo y Yosano al procesar todo solo pudo decirle dos palabras.

Estás enamorado

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Este One Shot se dividirá en dos partes, la segunda parte se subirá apenas se termine de escribir.
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