»Kunikida Doppo«
— Entonces lo doblas así — sus pequeñas manos hacían los movimientos de tal manera que la persona frente a ella pudiera copiarlos. — Lo pasas por atrás y listo! Tienes un hermoso Cisne hecho de papel — finaliza con una sonrisa su explicación mostrando la figura que habían hecho juntos, por su parte la otra persona veía con asombro su propio Cisne, era la primera vez que hacía origami.
— Muchas gracias, ___-san — un brillo en sus ojos se hizo presente.
— No hay de qué, cuando quieras aprender otra figura, me dices y con gusto te enseño — contesta con amabilidad la joven sentada en su escritorio, de pronto un estruendo se escuchó seguido de unos gritos arribando la habitación, nadie volteó sabiendo ya de quienes se trataba.
— Deja de alterar mis horarios, Dazai! — gritó el hombre idealista hacia su compañero, el cual con una sonrisa divertida se dirige a la joven que se encontraba con su subordinado.
— ¿Otra vez haciendo origami? — pregunta el vendado mientras agarra una de las figuritas de papel para verla.
— Así es, Atsushi es muy bueno con esto, realmente es impresionante! — menciona la joven emocionada y orgullosa del menor, por otro lado Atsushi al escucharla decir tales cosas sobre él lo hizo sonrojarse.
— DEJA DE IGNORARME Y PONTE A TRABAJAR! — La presencia de Kunikida rompió aquel ambiente cálido y divertido que mantenían aquellos tres. —Tú, mocoso, deja de perder el tiempo en figuritas y también ponte a trabajar! — Ahora se dirigió hacia el menor asustandolo y haciendo que se fuera rápidamente a su lugar agarrando varias carpetas. — Y tú! — aquel rubio se detuvo de golpe observando la brillante sonrisa de la fémina haciéndolo tragar con dificultad. — Y-ya pasaste los reportes a la computadora..? — preguntó nervioso a lo que ___ asintió con la cabeza y le mostró su computadora con los documentos correspondientes. — Está bien, sigue haciendo lo que hacías... — Sin más se dió la vuelta yéndose a su escritorio. Una vez alejado de allí Dazai se deslizó en su silla directo a la mujer.
— Pasa tip para que Kunikida no te regañe — mencionó de forma burlesca mirando a su compañero que se encontraba escribiendo quien sabe que en su ideal. — Aún me sorprende que haya terminado casado contigo... — la mujer al escuchar eso lo miró ofendida —No me refiero a eso, digo que es increíble que él, siendo tan aferrado a sus ideales, haya dejado eso por hacer algo inesperado, ¿Me vas a decir que no es difícil de creer? — cuestionó el castaño en susurros recibiendo silencio por parte de su compañera, eso lo tomaría como un sí.
— Deja de quemarte las únicas neuronas que tienes, eso solamente pasó y ya, no hay necesidad de encontrarle lógica. — Responde ___ levantándose y agarrando unas cuantas hojas para dirigirse a Kunikida y mientras ellos hablaban del trabajo un Dazai aburrido los observaba detenidamente, de repente una pregunta surgió en su cabeza ¿Kunikida sentiría celos si alguien le coqueteara a ___? Con esta pregunta rondando en su mente ideó un plan para descubrir la respuesta a su duda.
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— ¿Tú te caíste de chiquito, verdad? — dice la mujer viéndolo con aburrimiento a lo que Dazai ignora eso y pasa su brazo por sus hombros.
— Tal vez, no lo sé pero eso no es lo importante, sino más bien la reacción de Kunikida! Admítelo, tú también quieres saber si eso puede ser posible — menciona el vendado viendo a su compañera la cual estaba considerando el absurdo pero tentador plan y es que era cierto, ella también moría de curiosidad por saber si aquel idealista sentiría los famosos celos.
— Te odio — dijo ___ dando a entender que formaría parte del plan de Dazai para ver celoso al rubio. — ¿Cuál es el plan? — preguntó ___ viendo a Dazai el cual dejó salir una sonrisa que daba miedo, sin duda Dazai aburrido era un completo peligro.
— Tú déjamelo a mí y no te resistas — fue la única respuesta que recibió antes de cruzar las puertas de la agencia y al subir a la oficina donde todos hacían los trabajos se podía ver al blanco favorito de las bromas de Dazai pero no se encontraba solo puesto que en la oficina también estaba Kenji, Atsushi, Ranpo y Kyõka, esta última a lado de Atsushi ordenando algunos papeles.
___ avanzó hacia su pareja dejando un café de la cafetería que se encontraba abajo de la agencia y agarraba una silla para estar a su lado y ayudarlo para dividirle un poco su trabajo, en eso el castaño se acercó a ellos con una sonrisa maliciosa.
— Hermosa ___, podrías enseñarme a hacer una figura como las que haces con Atsushi? — dijo en tono meloso e ignorando la presencia de su compañero idealista, ___ por su parte quería reírse pero supo disimularlo bien seguido de ello asintió con la cabeza para levantarse e ir por unas cuantas hojas de papel de su escritorio, todo esto pasaba bajo la mirada sospechosa de Kunikida, obviamente se le hizo raro que Dazai quisiera hacer figuras puesto que el castaño no era fanático de las manualidades.
— ¿Qué te gustaría hacer? ¿Algún animal, una flor o un objeto? — preguntó amable la joven mientras agarraba una hoja dándosela a Dazai quien la tomó rozando sus dedos con los de la fémina misma acción que no fue ignorada por Kunikida quien frunció el entrecejo.
— Las flores son hermosas, aunque no tanto como tú — responde Dazai sentándose frente a ella, ___ por su parte no puede evitar sonrojarse un poco ante el cumplido de su amigo. — Tú dices y yo lo hago — vuelve a hablar dándole la señal para que empezara con la explicación.
— De acuerdo, ehh... Ah sí, primero doblamos la hoja por la mitad para después cortarla — dió inicio a sus instrucciones mientras ambos hacían lo que ___ decía. Cada cierto tiempo Dazai soltaba uno que otro comentario hacia la joven haciéndola poner nerviosa, a este paso Kunikida ya se había dado cuenta de que su compañero suicida le estaba coqueteando a su pareja haciéndolo enojar pero lo que lo hizo estallar de rabia fue el comentario que soltó una vez terminaron de hacer sus flores.
— ¡Wow, eres muy hábil con las manos, ___! Me pregunto qué otras cosas sabrás hacer con ellas~ — aquel comentario hizo sonrojar violentamente a la fémina y enojar a su pareja la cuál se dirigió a paso rápido hacia donde estaban ellos y sin que Dazai se diera cuenta Kunikida lo volteó bruscamente y le dio un puñetazo en su cara. Los únicos presentes en la agencia vieron todo sorprendidos, hasta Ranpo, él supo desde el principio las intenciones de Dazai pero nunca creyó que Kunikida caería en sus provocaciones, lo malo es que no les dió tiempo de grabar el momento.
— ¡¿Pero que mierda crees que haces, maldito desperdicio de vendajes?! — su grito furioso dejó a todos con la boca abierta. — Puedo dejar pasar tu holgazanería y las quejas que recibe la agencia por tu culpa pero si algo que no te voy a permitir es que coquetees con mi esposa en frente de mis narices! ¡NO VUELVAS A HACER TUS ESTUPIDECES! — si que estaba muy molesto y lo peor es que nadie decía nada, todo estaba tornandose incómodo.
— Kunikida yo..— Dazai no pudo terminar porque el rubio lo aventó al piso.
— Respeta a mi esposa, Dazai, es la primera y última vez que te lo digo. — dicho esto se dió media vuelta, tomó la muñeca de ___ y la llevó fuera de la oficina bajo la mirada de los más jóvenes y Ranpo. Una ves abandonaron la oficina, Ranpo soltó una carcajada ganándose la mirada rara de todos, inclusive la de Dazai.
— Eso te pasa por querer verlo celoso, realmente eres idiota Dazai — Dazai solo soltó un suspiro pesado y seguido hizo una sonrisa triunfante.
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___ estaba nerviosa, Kunikida se encontraba frente a ella dándole la espalda, ninguno decía nada y eso preocupaba a la mujer.
— Kunikida, estás..— su oración fue interrumpida por el rubio quien se había volteado rápidamente y la había besado de manera intensa. El beso era necesitado, sus leguas se encontraban acariciándose con sensualidad, por desgracia la falta de oxígeno se hizo presente obligandolos a separarse.
— ¿E-eso por qué fue..? — susurró agitada por el reciente beso, el rubio en lugar de responderle la volvió a besar y cuando se separaron solo expresó lo siguiente.
— Eres mi esposa, todos deberían tenerlo en cuenta antes de que te quieran coquetear... — desvió su mirada dejando ver un sonrojo en sus mejillas causando una risa en ___ quien solo lo abrazó por la cintura siendo correspondido por el idealista.
— No vuelva a hacer eso, Dazai-san — dijo en un susurro Atsushi quien se encontraba espiando a la pareja junto a su superior.
— Nunca pensé que reaccionaría así — respondió de igual manera al menor — Pero fue divertido —
Atsushi solo pudo suspirar con resignación, su superior realmente era un peligro para todos.
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