"Deja que mis dedos corran por los caminos de tu cuerpo"

—Pablo Neruda.

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El par de chicos justo en ese momento se habían desvelado para terminar un proyecto de química.

La verdad era que ninguna serpiente lo había hecho, por eso se dividieron de a dos para terminarlo.

Este trabajo era uno de los último antes del campamento de último año, así que era uno de los finales para poder ir.

—Ya ni se lo que estoy poniendo— suspiro Jughead.

Betty negó con una mueca.

—Y ya son las tres de la mañana— suspiro la rubia —Somos unos idiotas al no hacerlo antes— confesó con ironía.

—Si bueno, no es como si fuera tan divertido hacerlo.

—Pero acá nos tenemos, tres de la mañana haciendo un puto trabajo de química para ir a un campamento donde seguramente todo termine mal— se encogió de hombros y soltó la lapicera sobre el libro —Necesito café— se levantó para ir hacia la alacena y tomar dos tazas. Miro a Jughead y este asintio.

Al este hacerlo puso el café en la cafetera para esperar a que se haga.

Puso sus manos sobre la mesada suspirando, estaba cansada y estresada, nada bueno si ella tenía esos sentimientos juntos.

Sintió el aliento caliente de Jughead pegar sobre su cuello. Betty miro de reojo sin decir nada, mientras que el, apoyo una mano en la mesada.

Paso unos segundos así hasta que se dio la vuelta y ella ya no lo sintió cerca.

O bueno, eso creía.

Sino que llevo su mirada hacia abajo cuando los brazos de el le rodearon la cintura.

—Jughead— murmuró ella pero la respuesta a eso fue sentir los labios de el en su cuello.

Tomo aire tirando su cabeza hacia atrás levemente. Jughead sonrió mientras besaba su cuello.

Betty se dio media vuelta para mirarlo. Puso sus manos sobre el pecho de el y sin decir más unió sus labios con los de el.

Jughead llevo sus manos hacia la espalda de ella. Betty llevaba una remera musculosa que le quedaba corta, por eso dejaba expuesta parte de su piel a lo largo de su espalda.

Fue bajando sus manos lentamente, recorriendo cada parte de ella.

Al final de este la levantó para dejarla sobre la mesada mientras aún la besaba.

Le tomo las mejillas para seguir besándola con desesperación. Betty inclino hacia un lado su cabeza para profundizar el beso aún más.

Le retiró la musculosa que llevaba para bajar sus besos lentamente hacia su cuello.

Mordía su piel de vez en cuando escuchando los suspiros por parte de ella.

Betty lo tomo de las mejillas para que la mirase. Aprovecho ese momento donde sus miradas se conectaron para bajar sus manos lentamente por todo el pecho del pelinegro.

Llegó hacia el borde de la camiseta para retirarla lanzandola por algún lugar.

Los besos siguieron y siguieron, cada vez más intensos. Una más rebuscado que el otro.

Y lo cierto era que ambos necesitaban una noche para despejarse de la escuela y todo lo relacionado a ese estupido campamento.

La cafetera hizo ruido indicando que el café ya estaba listo, pero ni le tomaron importancia a aquel aparato, tan solo se dedicaban a besarse.

Betty enrollo sus piernas al rededor de la cintura del chico. Este la levantó para llevarla hasta la habitación.

Una vez ahí la dejo caer sobre la cama. Sin dudarlo volvió a recostarse sobre ella besándola.

Abandono nuevamente sus labios para que los de el fueron hacia el cuello.

Beso cada parte de su cuello mientras enredaba sus dedos en el largo cabello rubio de ella.

Cada vez esos besos se fueron yendo más abajo.

Inició desde el cuello dejando un largo camino hasta el vientre de ella. Acaricio su cintura y bajo sus manos.

Llegó hacia el botón del shorts que tenía puesto. Lo desabrochó quitandoselo todo.

—Jug...— jadeó ella. Este la miro —Solo tenemos tres horas, no podemos faltar.

El sonrió de lado —¿Quien dijo que en tres horas no se puede hacer mucho?

Dicho esto capturo sus labios nuevamente.

Con una mano acariciaba su cabello y con la otra bajaba por todo su cuerpo mientras ella tenía ambas manos en el cabello del pelinegro.

Cuando se separó de ella está se quejo.

Pero tomo aire sin soltarlo cuando Jughead bajaba sus caricias hasta los muslos de ella. Suspiro sintiendo como frotaba sus dedos sobre las bragas de ella.

Sin aguantarse llevo sus manos hacia el pantalón del chico para retirarlo de una sola vez. Jughead medio río mirandola.

Pero lo que consiguió en respuesta a ello fue que Betty lo dejara bajo ella para besarle los labios.

Se separó mordiéndole el labio inferior mientras sus manos bajaban por todo el torso de el.

Se sentó en su regazo mientras esté se levantaba para rodearla por la espalda mientras se besaban.

Estuvieron así un buen rato, hasta el momento donde sus cuerpos se unieron con el otro.

La rubia enrollo sus piernas en la cadera de el miéntras alzaba su cintura haciendo más profundas las embestidas.

Respiraba entrecortado. Ninguna palabra salía de su boca más que suspiros o jadeos.

Esto a él le encantaba y le volvía loco cada vez más. Cada noche se perdía en su cuerpo, amaba besarla y tenerla para el, y saber que el no era el único que la tenía bajo su cuerpo, le hacía odiarse a sí mismo por no admitir lo que siente por ella.

Aunque no puede quejarse de nada porque el es totalmente igual, o peor incluso.

Betty tenía sus manos en la espalda de el mientras hundía su cabeza en el cuello de el, besándolo. Besando cada parte del chico.

Aquel que tantas noches lo tuvo para si misma. Quería que siempre fuera así, pero ambos están confundidos. Aunque si siguen así, nunca podrán resolver sus problemas.

Cuando llegaron al orgasmo, ella no se movió de dónde estaba. Al contrario, hundió su cabeza en el hueco de su cuello, absorbiendo su olor tan característico.

Jughead suspiro en el oído de ella e inconscientemente llevo su mano hacia el cabello de Betty para enredar sus dedos en este.

Y sin haberlo querido, se quedaron durmiendo así, abrazados al otro. Tratando de descifrar que mierda sucedía entre ellos.

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Como que iría necesitando un Jughead en mí vida y acabar un proyecto de esta forma... Solo digo.

Soo, acabo de escribir el final de esta historia y todavía no llegue al drama, solo digo...

DO NOT KILL ME.