CAPÍTULO 32: EL PRESENTE Y EL FUTURO

N/A: Muchas gracias a todos por leer y comentar... Último capítulo... Cuando comencé a escribir esta historia, tenía mis dudas porque es, de lejos, la más dura con Blaine. Los que me conocéis sabéis que siempre hago sufrir a Blaine, pero en esta historia es aun más sufrimiento... A pesar de todo, creo que es uno de mis mejores Seblaine... Agradezco todo el éxito que ha tenido, habéis sido maravillosos... Siento no haber podido satisfacer las peticiones de maratón, pero no he tenido tiempo... Pronto volveré con algo Seblaine...

CAPÍTULO 32: EL PRESENTE Y EL FUTURO

Blaine se había mudado a casa de Sebastian y la convivencia había traído nuevos problemas a la pareja, aunque ninguno había sido lo suficientemente grave como para provocar su ruptura. Era complicado convivir en pareja, más si había dos hijos a los que tenían que educar. No era fácil tomar decisiones juntos, acostumbrados como estaban a hacerlo solos, pero sabían que los dos tenían que ceder para encontrar una solución.

Un día, Smythe llegó a casa tras un largo día de trabajo. Sabía que su pareja había estado con su instructor, preparándose para arrasar en Broadway. Además, había estado cuidando de los niños. Julia estaba triste porque sólo tenía que cuidar a sus nietos cuando Anderson estaba en clase, pero sabía que era por el bien de todos.

Cuando Sebastian entró en el salón, se encontró a su amado sentado en el sofá, limpiándose las lágrimas en un intento de que él no las viera.

–¿Qué ocurre? –El castaño acarició su cara y lo besó en la frente.

–Tengo un retraso. –Los ojos color avellana buscaron los de su novio, desesperado por encontrar consuelo.

–Está bien, cariño. –El empresario lo abrazó con fuerza. –No es lo que habíamos planeado, pero haremos frente a todo. No estás solo, esta vez no.

–Lo siento. No quería ponerte en esta situación. –El más joven se disculpó.

–Una cosa... Si es verdad que estás embarazado, no es tu culpa, por lo que no tienes que pedir perdón. Hemos tenido cuidado, pero a veces estas cosas pasan. El preservativo no es 100% efectivo. Y aunque no hubiéramos tenido cuidado, sería culpa de los dos por ser descuidados. –Smythe lo abrazó para consolarlo.

–¿Qué vamos a hacer? –Anderson preguntó.

–Vamos a llamar a Taylor para que te hagan unos análisis. Después, esperaremos a ver qué pasa. Si estás embarazado, tendremos que adaptarnos. No te preocupes, esta vez voy a estar a tu lado a cada paso. –Sebastian besó a su pareja con intensidad durante un rato y cuando se separaron, miró a su alrededor. –¿Dónde están los monstruitos?

–Se los ha llevado tu madre, supongo que me ha notado nervioso porque no ha hecho preguntas.

Blaine y Sebastian estaban esperando los resultados de los análisis. Sus manos estaban entrelazadas cuando la doctora Pierce entró en la sala. La mujer les sonrió a ambos, no había podido verlos antes porque, al ser un test de embarazo, primero les había recibido una enfermera para extraer la sangre.

–Traigo los resultados, aunque antes quiero hablar con vosotros. ¿No habéis aprendido nada con lo que os ha pasado? –Ella se cruzó de brazos y frunció el ceño. Vio como el moreno se encogía un poco, volviendo a ser el chico inseguro que había conocido. Se arrepintió de haber dicho eso, pero el castaño se adelantó.

–Hemos sido cuidadosos, pero los preservativos no son 100% efectivos. –Smythe le explicó mientras pasaba el brazo por el hombro de su amado, en un apoyo silencioso.

–En realidad, en vuestro caso de momento son efectivos. Blaine, no estás embarazado y me alegra muchísimo saber que estás cuidándote. ¿Cómo va tu autoestima? ¿Has podido escribir mucho en tu cuaderno? –Ella quiso saber. Era la doctora Wilde la que llevaba el aspecto psiquiátrico de su paciente.

–Ya he dejado de escribir. Estaba repitiendo las mismas cosas una y otra vez. Estoy bastante mejor, ya sólo tengo una cita cada dos semanas. –Anderson le informó con una sonrisa, sabía que se preocupaba por él.

–Me alegro mucho, te mereces ser feliz... Espero no veros en una temporada, aunque no me importaría que vinierais a unos nuevos análisis cuando queráis darle otro hermanito a Ian y Emily. –Ella sonrió con picardía.

–Danos unos añitos, todavía es pronto. –Blaine le guiñó un ojo a su novio, que lo miró sorprendido porque no habían hablado de esa posibilidad. –¿Olvidas que sé que siempre has querido tener tres hijos?

–Te amo. –Smythe estaba sin palabras, por lo que se acercó y lo besó con dulzura, no podía creer que lo hiciera tan feliz.

Blaine no estaba en casa cuando Sebastian llegó, algo que le extrañó. Intentó llamarlo, pero no obtuvo respuesta. Decidió llamar a su madre, que le contó que le había dejado a los niños para hacer algo, pero que no le había querido decir qué tenía que hacer. Eso no tranquilizó nada al empresario, que comenzó a preocuparse.

Sin embargo, diez minutos después, escuchó que alguien entraba por la puerta. Anderson sonrió al ver a su pareja y corrió hacia él para abrazarlo y besarlo con intensidad. El alivio que sentía Smythe por saber que él estaba bien fue inmenso, por eso no le costó nada corresponder las muestras de cariño.

–¿Has ido a por los niños? –El moreno preguntó cuando terminaron de besarse, aunque seguían abrazados.

–No, he hablado con mi madre, pero siguen con ella... ¿Por qué? –El castaño preguntó.

–Porque quiero que salgamos a cenar para celebrar algo. –La sonrisa del joven era capaz de iluminar el lugar.

–¿Qué tenemos que celebrar? –Sebastian preguntó sorprendido.

–Que Blaine Anderson ha obtenido un papel protagonista en un teatro de Broadway.

El día del debut de Blaine en Broadway llegó y, como era de esperar, todos habían ido a ayudarlo. Habían conseguido una niñera para que cuidara de Ian, Emily, Sophie y Anne, la hija de Cooper y Simon. Gracias a eso, hasta Marley había podido ir al teatro.

Sebastian estaba muy nervioso, quería que su pareja tuviera un gran éxito porque se lo merecía. Los demás intentaban tranquilizarlo, aunque en el fondo sabían que sólo había una manera de conseguirlo.

El nerviosismo se transformó en orgullo cuando vio a Blaine sobre el escenario, mostrando todo su talento y dejando a toda la audiencia enamorada de lo que estaban viendo. Desde luego estaba siendo algo maravilloso, la obra era increíble y el actor estaba totalmente metido en el personaje.

Smythe sabía que la perfección no existía, pero su pareja no había desafinado ni una sola vez, no había fallado en ninguno de los pasos de la coreografía, el diálogo había sido creíble... Lo más cerca posible de la perfección.

Al finalizar. Blaine volvió a su camerino y se encontró un enorme ramo de rosas esperándolo. Lo olió antes de leer la tarjeta.

"Para el mejor actor que Broadway ha visto jamás. Felicidades.

Ian, Emily y Sebastian"

Se cambió de ropa rápidamente para salir de allí y reunirse con su familia para ir a celebrar el éxito. Se sorprendió al ver a varias personas esperando que firmara autógrafos y Julia corrió hacia él para sostener el ramo mientras atendía a sus fans. Después se acercó a su hermano y lo abrazó, recibiendo sus felicitaciones. El resto esperaron pacientemente su turno para comentarle lo maravilloso que había estado mientras le demostraban su cariño.

Sebastian fue el último y no dijo nada, simplemente lo besó esperando que eso fuera suficiente para mostrarle sus sentimientos. Después de eso fueron a la fiesta que la productora celebraba por el estreno.

Todos disfrutaron del éxito y de todo lo que el joven había conseguido. Había un gran futuro para todos y estaban deseando vivirlo. Sabían que tenían pendiente una boda, cuando Blaine estuviera preparado, otro niño para cada hermano Anderson, que llegaría en un futuro no muy lejano... Pero en ese momento, sólo tenían que disfrutar de lo que tenían, que ya era mucho...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top