CAPÍTULO 14: DESCUBRIMIENTOS
CAPÍTULO 14: DESCUBRIMIENTOS
Un mes había pasado desde el cumpleaños de Sophie y Marley había estado evitando la recomendación de su tía para que invitara a Ian a casa. Ella no quería que sus tíos tuvieran que aguantar otro niño correteando por los pasillos cuando deberían estar tranquilos, al menos hasta que Sebastian fuera padre.
Llegó al colegio de la pequeña y esperó hasta que entrara antes de volverse para salir del patio donde los niños pasaban el recreo. Justo cuando estaba a punto de salir se encontró a Blaine que corría con Ian en brazos.
– Blaine. – Ella lo llamó.
– Llegamos tarde, voy a llevarlo a clase.
A pesar de que el encuentro fue muy rápido, Rose se dio cuenta de que el hombre no estaba bien, por lo que decidió esperarlo. Por suerte aun le faltaba una hora para comenzar las clases y por un día podía usar ese tiempo para algo que no fuera estudiar. Cuando Anderson salió del edificio, se encontró con Marley y se sorprendió.
– Pensaba que te habrías ido a la Universidad. – El moreno confesó.
– Estaba preocupada por ti. Nunca sueles llegar tarde y, espero que no te lo tomes mal, pero no tienes buen aspecto. – La castaña comentó.
– No es el mejor momento de mi vida... Pero tampoco el peor. – El ojimiel confesó.
– ¿Tomamos un café y me lo cuentas? Tal vez te sientas mejor si hablas de ello. – La chica intentó animarlo.
Acabaron en una cafetería que estaba a pocos metros de la Universidad donde estudiaba Marley. Pidieron las bebidas, en el caso de Blaine una infusión, y fueron a sentarse en una de las mesas del local. No había mucha gente allí puesto que todos ya estaban trabajando o estudiando.
– ¿Qué es lo que te pasa? – La castaña preguntó mientras agarraba la mano del otro con dulzura.
– Soy idiota, eso es lo que me pasa. Me quedé embarazado del amor de mi vida con 18 años pero para cuando me enteré ya me había dejado. Años después me vuelvo a encontrar con él y no tengo valor para decirle que es padre. Me he acostado varias veces con él y... ¡Adivina! Voy a darle un hermanito o hermanita a Ian. – El moreno dijo a toda velocidad antes de beber de su tila para intentar tranquilizarse.
– Sé que asusta la situación pero tienes tiempo de arreglar todo. Habla con el padre de Ian y sé sincero. Tal vez volváis a estar juntos y... – El discurso de la ojiazul se detuvo porque el otro negaba con la cabeza con fuerza. Se dio cuenta de que estaba llorando y movió su silla para estar más cerca del padre del mejor amigo de su hija. – ¿Por qué no?
– Pasaron demasiadas cosas entre él y yo. Le hice demasiado daño, aunque no quise hacerlo. Me dejé engañar e hice algo que no se puede perdonar. – El prostituto explicó.
– Si te ama te perdonará. – La universitaria insistió. – Y aunque no te perdone, tenéis dos hijos en común y debe ayudarte, es tan culpa suya como tuya.
– Mis padres me engañaron y embaucaron para que me acostara con él por su propio beneficio. Él no lo sabía, sólo se dejó llevar. Pronto se enamoró de mí y yo de él. Iba a contarle toda la verdad pero se enteró antes de que tuviera la oportunidad y me dejó. Hace algo más de un mes lo volví a ver y me acosté con él. Una semana después volvió a verme y desde entonces hemos estado teniendo sexo casi a diario. Tengo un retraso de una semana y me he hecho tres test. – Anderson explicó parte de su historia, aunque no quiso contarle todo porque no quería que ella obligara a Sophie a alejarse de Ian.
– Lo mejor será que vayas al médico... ¿Y si me encargo de recoger esta tarde a Ian? Mi tía quiere que los chicos hagan una Fiesta de Pijamas en casa. Yo te iba a proponer que fuera el fin de semana que viene pero podemos hacerlo este fin de semana. ¿Trabajas hoy? – Ella preguntó.
– Sí, además tengo que pensar en hacer horas extras, tendré muchos gastos. – Él respondió.
– No serán tantos como la vez anterior, habrá muchas cosas que podrás reutilizar... – Rose intentó explicar pero el otro negó.
– No tenía espacio para guardar nada, necesitaba dinero y no planeaba tener más hijos por lo que lo vendí todo. – Blaine bajó la mirada, le avergonzaba reconocer la situación en la que vivía.
– Yo tengo cosas de Sophie. Si es niña podrás usarlo todo pero si es niño habrá cosas que no. Lo que necesites, me tienes a mí... ¡Ya sé lo que vamos a hacer! Si esta tarde trabajas, Sam, Brittany o Brody vendrán a buscar a Ian, ¿verdad? – Marley preguntó.
– Viene Britt. – El moreno aclaró.
– Habla con ella y pídele que le traiga algo de ropa porque Ian estará conmigo hasta el domingo, cuando vengas a buscarlo a casa de mis tíos. Aprovecha estos días para trabajar, hacerte los análisis para saber si estás embarazado y si estás sano, porque si crees que puedes estar embarazado significa que has tenido sexo sin tomar precauciones y puede que hayas contraído alguna enfermedad. El domingo vienes tú o mandas a alguien a por él a última hora de la tarde.
– ¿El domingo? Eso son cuatro días, no puedo pedirte que te hagas cargo... – El ojimiel intentó negarse pero la castaña no le dejó.
– No me lo estás pidiendo, te lo estoy ofreciendo. – La chica sacó papel y bolígrafo y comenzó a escribir. – Esa es mi dirección, el teléfono de la casa, el móvil mío, el de mi tía y el de mi tío. Si necesitas algo mientras Ian esté con nosotros, no dudes en llamarnos. – Cuando Anderson leyó el papel, frunció el ceño. Juraría que esa era la dirección de los Smythe... Pero eso no podía ser, ¿no? Demasiada casualidad... Seguro que después de tantos años no la recordaba bien. – ¿Ocurre algo?
– Conocía a alguien que vivía cerca de tus tíos, sólo eso.
Marley llegó a casa con Sophie e Ian. Estaba cansada porque el día había sido agotador. Había recibido un mensaje de Blaine en el que le había confirmado que estaba embarazado y que le mandarían los resultados de las pruebas para asegurarse de que estaba sano. Brittany le había contado que su hermana era la doctora que habitualmente atendía a Anderson y le había prometido que no dejaría que se descuidara, por lo que ella estaba más tranquila.
Fue a buscar a su tía para decirle que ya habían llegado mientras los niños se fueron a jugar. La encontró en la cocina, terminando de hacer la cena.
– ¿Necesitas ayuda? – Marley ofreció.
– No te preocupes, he recibido el mensaje y lo tengo todo controlado. ¿Has confirmado que no es alérgico? – Julia preguntó.
– No es alérgico y Brittany me ha dicho que come bien y lo que le ponen sin protestar si no está en casa con su padre, así que no tendremos problemas. – La joven le explicó.
– ¿Con su madre come mejor que con su padre? – La mujer miró a su sobrina sorprendida.
– Ian no tiene madre. – Rose miró a su tía con el ceño fruncido.
– ¿Brittany no es su madre? – La señora Smythe se sorprendió.
– ¿Qué? ¡No! Sam y Brittany llevaron a Ian al cumpleaños porque Blaine no podía. El padre de Ian se llama Blaine Anderson y su situación es similar a la mía, se quedó embarazado con dieciocho años y ha tenido que encargarse solo del niño. – Marley sonrió porque le resultaba curioso que su tía hubiera pensado que Ian era un Evans.
– ¿Recuerdas que tu primo tuvo un novio hace cuatro años que le rompió el corazón? – Julia preguntó lentamente mientras se apoyaba en la encimera de la cocina porque pensaba que sus piernas le fallarían porque acababa de darse cuenta de que era abuela. Su intuición nunca le había fallado.
– Sí, el que lo sedujo para que no despidiera a sus padres. – La joven asintió.
– Se llamaba Blaine Anderson.
Marley abrió los ojos sorprendida porque no esperaba esa confesión y entonces recordó dos cosas que había hablado con él esa misma mañana.
Mis padres me engañaron y embaucaron para que me acostara con él por su propio beneficio. Él no lo sabía, sólo se dejó llevar. Pronto se enamoró de mí y yo de él. Iba a contarle toda la verdad pero se enteró antes de que tuviera la oportunidad y me dejó.
Eso significaba que Blaine realmente había amado a Sebastian y que quiso hacer bien las cosas.
Hace algo más de un mes lo volví a ver y me acosté con él. Una semana después volvió a verme y desde entonces hemos estado teniendo sexo casi a diario. Tengo un retraso de una semana y me he hecho tres test.
Sebastian iba a tener otro hijo y todavía no sabía que Ian era suyo y... ¿Había sido infiel?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top