CAPÍTULO 1
Elizabeth
Suena la alarma, abro los ojos y lo primero que veo es mi techo blanco, encima de mi cara habían unos cabellos negros lisos los que cuya propietaria era yo, doy la vuelta en la cama y acerco mi brazo hasta mi teléfono para apagar mi alarma con la canción "Come as you are" de Nirvana, mi favorita, sonando en toda la habitación.
Después de unos segundos lamentándome con los brazos cruzados encima de la cara escucho unos toquecitos en la puerta.
—¿Estás despierta?— dice Selene, mi madre adoptiva, desde el pasillo.
—No— respondo de forma sarcástica, tenia la alarma puesta a todo volumen, ¿como esperaba que no me despertará?
Se escuchan sus pasos alejándose de mi puerta y consigo dejar la pereza en la cama y poner los pies en el suelo para poder levantarme y dirigirme al baño que por suerte tengo dentro de mi habitación, voy con un paso tan cansado que nisiquiera levanto las persianas, entro en el baño y dejó a mi habitación sumida en la oscuridad.
Enciendo la luz y acerco mi cabeza al espejo, mi piel no es muy pálida pero aún así las ojeras se me notan muchísimo, me lavo la cara y echo mi larga cabellera negra hacia un lado y queda una ola encima de mi cabeza, deshago unos enredos fácilmente con los dedos, me aseo y me visto. Ahora sí levanto las persianas y dejó que el sol de la mañana de septiembre alumbre mi habitación, cojo mi móvil el cual indica que son las 7:47, mierda debería haber salido hace 7 minutos por la puerta de casa, pongo mi mochila en los hombros y salgo a toda leche por la puerta bajo las escaleras rápido pero con cuidado para no llevarme una ostia contra el suelo, las cadenas colgantes de mi cinturón suenan contra mi pantalón negro.
—Buenos días cariño— dice mi padre Alan cuando me ve entrar al salón, tiene una taza de café en la mano derecha y con la izquierda cojé la mano de Selene la cual está sentada en la mesa a su lado.
Saludo a los dos con un gesto con la cabeza y sigo mi camino hacia la la puerta.
—¿No desayunas?
—Nah, llegó tarde, ya comeré algo de camino— abro la puerta dispuesta a irme de una vez.
—Vale, ten cuidado— dice Selene mientras pone su pelo castaño detrás de su oreja.
—Adiós— digo y salgo disparada de la casa hacia el instituto, mi paso es bastante rápido para no llegar tarde, voy andando porque no está lo bastante lejos como para necesitar ir en el coche de Alan, dejaré de ir andando cuando me compré la moto por la que llevo ahorrando todo el año, respiro profundamente y la brisa hace que mi pelo se eche hacia atrás. Sigo andando rápido hasta que veo la puerta del instituto cerca y unos cuantos estudiantes alrededor, miro la pantalla de mi móvil, marca las 8:00, justo toca el timbre y cruzó la carretera corriendo entro por la puerta detrás de la masa de estudiantes que empiezan a empujarse entre sí, intento pasar entre todos ellos apartando con los codos. Alguien me empuja la espalda hacia delante haciendo que casi tropiece, me giro dispuesta a gritarle.
—¿¡Pero que coño haces!?— digo con la voz un poco elevada, veo a una chica rubia tirada en el suelo incorporándose.
—Lo siento, te juro que ah sido sin querer— dice con una voz nerviosa mientras se quita el polvo del jean azul de la parte de las rodillas.
Veo una hoja en el suelo q pone "horario" en letras grandes, al parecer se le ah caído, me agachó en cuclillas y lo cojo el papel.
—No pasa nada, toma— digo mientras le acerco el papel a sus manos casi cubiertas por su chaqueta beige, al dárselo me doy la vuelta para entrar a los pasillos.
—Oye, soy nueva, ¿tu sabes dónde está el aula 14?
—No— digo y prosigo con mi camino, odio las interrupciones y esta mañana ya llevo muchas.
No vuelvo a escuchar su voz así que ya en los pasillos entro a la clase 2, me toca ciencia. Entro y tienen las luces apagadas y un proyector al final del aula que proyecta unas diapositivas en la pizarra, paso en silencio hasta las mesas del fondo al lado de la pared, veo a Axel en la silla de al lado de la pared donde tiene el hombro apoyado, las mesas están puestas por parejas, Axel y yo nos sentamos juntos en la mayoría de las clases que nos tocan juntos, yo soy la que me cojo la silla de al lado de la pared para apoyarme en ella cuando me aburro pero ahora el está en ese sitio apoyando su pelo rizado y castaño en mi preciada pared, cuando pongo mi mochila encima de la mesa para sentarme me mira con una sonrisa pícara sabiendo que está en mi sitio, le encanta joderme.
—Cabrón— le digo cuando ya estoy sentada en la silla.
—Cabrona y encima tardona— dice mientras pone su mano en mi cabeza revolviendo me el pelo, me lo vuelvo a peinar con la mano hacia el lado.
—Que te den, odio a los nuevos— contesto, recordando lo que a pasado hace unos minutos, aunque para ser sincera la chica de la entrada no estaba nada mal pero parecía muy mojigata. Pongo los brazos encima de la mesa y mi cabeza encima, estoy reventada, ayer casi no pude dormir. Axel apoya la cabeza encima de su mano, pretendiendo que atiende a la clase que está dando la profesora, yo nisiquiera me molesto en pretender que atiendo la verdad no me interesa esta clase ya la di el año pasado, estoy repitiendo el último año de bachillerato.
Miro mi móvil por debajo de la mesa, solo han pasado 15 minutos, está clase es una eternidad, me llega un mensaje de Alex, el hermano gemelo de Axel los conozco a los dos desde 1°. Desbloqueo el móvil y es una foto suya tirado en su cama con el pelo revuelto y ojeras como las mías.
—Mira— le acerco el móvil a Axel para que vea la foto.
—Ah si, esque ayer se pasó la noche hablando con el tío ese que le gusta.
—Será capullo, le dije que se olvidará del gilipollas ese— digo mientras le escribo "Capullo".
—Pfft jujujs— se ríe Axel que al mismo tiempo su hermano me escribe un "Jsjsj, jodete solterona".
Las clases terminan con lentitud como normalmente, las 6 horas se vuelven una eternidad pero al terminar la última clase del viernes, literatura se me pasó rápido porque es la única asignatura que me gusta. Después de pasarme por la cafetería a comprar una bolsa de Doritos me dirijo al baño para mear y mirar si se me pasaron un poco las ojeras. Cuando entro al baño no hay nadie, me acerco a los espejos y apartó el pelo de mi cara, las ojeras se han ido un poco pero está mañana nisiquiera me eh maquillado, mis ojos acaramelados se ven más oscuros que de costumbre tanto que parecen marrones, me doy la vuelta y me dirijo hacia los váteres y cuando me hacerco a unas de las puertas se escucha los sollozos de una chica dentro de uno de los baños, por debajo de la puerta se logra ver un bolso lleno de libros y hojas, un bolso negro que me resulta familiar... Ni de coña, sería demasiada coincidencia, salgo del baño y ...
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