CAPITULO 34

La brisa empezaba a azotar en aquel parque, era bastante nostálgico como un lugar podía llevar tanta importancia por los recuerdos.

--¿Yumi?

La chica se giró para ver al rubio que le llamaba, era mucho más alto que ella por lo que tuvo que alzarse un poco para sonreírle.

-- no te había visto mucho por aquí, Draken-- sonrió ella.

La última vez que se vieron había Sido cuando la llevo a casa después de quedarse casi toda la noche tocando la puerta de Mikey, con gran amabilidad la había llevado en brazos cuando estaba más vulnerable.

-- tomamos caminos separados...

La chica casi bufo ante eso, no era como ella misma lo hubiese deseado así.

--fue en este lugar donde nos conocimos...-- murmuró ella volviendo la vista al parque.

Si se concentraba lo suficiente hasta podría ver cómo espejismos a los chicos que los acompañaban ese día, a Takemichi golpeado y Kiyomasa amenazante frente a ellos.

--parece como si hubiesen pasado siglos-- añadió Draken, parecía igual de nostálgico que ella -- pensar que sucedieron tantas cosas solo por pasar casualmente por este lugar justo en aquel momento.

Yumi lo pensó, ¿Que tanto habría cambiado el futuro si tan solo no los hubiese conocido?

Era una idea tonta, sabía la respuesta, Takemichi le había contado la cantidad de futuros que habían sucedido, la mayoría trágicos.

¿Habría Sido mejor aquel futuro dónde cada quien había tomado su camino?

Si era así... Si estaba destinada a ello, hubiese Sido más fácil no haberse enamorado de Mikey.

--Draken... Tu...-- se mordió el labio antes de formular la pregunta--¿Cómo logras seguir adelante después de Emma?

Draken no se disgusto con la pregunta, conocía muy bien a la chica como para hacerlo.

--Mikey no está muerto, Yumi.

El rubio acaricio el cabello azabache de la chica en un gesto tierno y de tranquilidad.

-- ¿De verdad es así? ¿El está...?

-- está aqui-- señaló el pecho de la chica, justo en el lado del corazon-- mientras recuerdes los buenos momentos que pasaron juntos... El siempre estará contigo, ¿No piensas así?

La chica levemente asintió, aún así, aunque los recuerdos fuesen felices
El anhelo era doloroso.

(...)

Y el ya no estaba ...

Observó en silencio la fotografía que decoraba el altar, estaba vestida de negro y su rostro cansado demostraba que no había dormido nada en toda la noche.

Al retirarse del funeral, casi mecánicamente había caminado hasta la puerta, allí la esperaba alguien conocido, un chico de cabello negro y largo dentado en una moto.

Su semblante serio demostraba que al igual que ella no había pasado las mejores horas.

--Baji...

--no estuve en la riña de anoche, estaba en el lado este de la ciudad en un estúpido mandado de Koko, no pensé que con irme unas horas pasaría todo esto-- refunfuño el chico.

--no es tu culpa...-- murmuró ella, se sentía demasiado cansada -- fue demasiado rápido, pasaron demasiadas cosas en muy poco tiempo, no podíamos saberlo.

--¡Mierda!-- expreso frustrado-- no puedo creer que Draken ya no esté y que el imbécil de Mikey nisiquiera le importa.

La chica suspiro, la sola mencion de Mikey la desestabilizaba.

--¿De verdad no le afecto aunque sea un poco?

Baji nego.

--se que me pediste que siguiera a Mikey a Tokyo Gang para cuidarlo, pero creeme Yumi, ya no hay nada que cuidar, Mikey esta...

-- lo se, le ví anoche -- añadió ella evitando que lo dijese directamente-- fue como ver a un desconocido, dijiste que había estado distante pero esto... Parece alguien completamente diferente.

El pelinegro simplemente se recostó en la moto, era un gesto que hacia cuando intentaba encontrar una solución.

--es extraño, no sé cómo explicarlo pero creo que poco a poco lo estamos perdiendo, no queda mucho del Mikey que conocías.

La chica se abrazo, no supo si el escalofrío que la recorrió fueron por sus palabras o por la brisa insesante.

--estas insinuando que... ¿Nos rindamos?

Al inicio solo le había pedido a Baji que se uniera a aquella pandilla para saber si Mikey estaba bien, era lo único que podía hacer por el momento, después de la llegada del Takemichi del futuro los planes se había expandido a algo más.

--Takemichi se había unido a Brahma para derrotar a Mikey, pero después de la batalla de anoche... Ya no hay pandilla que pueda hacerle frente-- nego el pelinegro-- solo quedan dos opciones, ceder ante el o ser aplastado y ya viste que no le tiembla la mano para la segunda opción.

Yumi lo observó directamente, Baji había Sido su mejor amigo desde hacia unos años, podía ayudarla en los peores momentos pero también era sincero y no tenía tapujos en decirle lo que opinaba o lo que le convenía.

--mientras quede aún un poco de el que salvar, no voy a rendirme.

--no queda nada que salvar-- hablo con frialdad Baji

Encendió la moto y sin decir nada más aceleró.

(...)

Los pasillos del hospital estaban desolados, había Sido atareado traer a Takemichi allí, lo recordó magullado y herido, pensar en Mikey golpeándolo sin piedad le devolvió el estómago.

Había hecho turnos con Hina para cuidarlo por lo que el mantenerse de casa al hospital ya se había convertido en toda una rutina.

--¿Chifuyu? -- el chico paso de largo, se veía molesto y acababa de salir de la habitación de Takemichi.

No fue tras el, todos los chicos habían estado distantes desde la muerte de Draken, entendía que necesitaban su espacio para asimilar todo.

--¿Cómo estás?-- la chica entro lentamente, la habitación estaba iluminada y aunque el ambiente estaba bastante agusto, había algo que no dejaba de cuadrarle.

--estoy bien-- murmuró.

Aún tenía la cara hinchada de golpes y el brazo inmovilizado.

--fui a ver a Mitsuya está mañana, pero sus hermanas me dijeron que estaba encerrado, no le veo desde esa noche...-- se sentía algo culpable, esa misma noche le había mentido para irse -- entiendo que se tome un tiempo...

Obtuvo solo silencio.

La chica lo miro de reojo, lo conocía tan bien, desde siempre una sola mirada era suficiente para entenderlo.

--sabes que no es tu culpa, ¿Verdad?

--¿Cómo estás segura?

Yumi suspiro.

-- no creas que Draken estaba allí solo por ti, el tomo también sus propias decisiones.

--volvi, si tan solo...

--si tan solo no hubieses vuelto yo moriré dentro de unos años, viniste para salvarme...-- se arrodilló a su lado depositando un dulce beso en su mejilla-- nadie puede culparte por ello.

--Nee-san...

Iba a decir algo más pero la puerta sonó, Hina ingreso con su tipica sonrisa y aura amable.

--¿Oh? ¿Interrumpo?

Yumi nego, se levantó y paso al lado de la chica.

-- está bien, ya me iba-- se acercó al oído de la chica -- además, Michi-kun te necesita.

Le dió una última mirada y salió de allí, confiaba en que Hina sería capaz de hacerlo entrar en razón, no se podía culpar por absolutamente todo lo que pasaba.

Después de todo, era solo un chico intentando salvar a sus seres queridos.

(...)

El transcurso a casa era solitario, había empezado a anochecer y el alba empezaba a reflejar destellos dorados.

No podía esperar a llegar a casa y descansar un poco. Saco su teléfono y envío un mensaje a Hina, al parecer la charla que había tenido con su hermano dió resultados.

Algo más tranquila giró hacia la derecha, en ese justo extremo donde la visibilidad no era completa unos brazos la tomaron con fuerza

Soltó el teléfono estrellándose contra el suelo.

Forcejeo al sentir un pañuelo colocarse en su nariz.

Sus sentidos lentamente la abandonaron

Aquellos brazos la tomaron cuando ya no pudo mantenerse en pie.

Solo fue un vistazo, pero lo vio.

--¿Koko...?

El chico sonrió de lado, le dijo algo al tipo que la cargaba, y entonces lo escucho con claridad.

--tratala bien, no podemos dañala antes de que el jefe la tenga.

El jefe?

¿Acaso Mikey...?

No pudo siquiera pensar en ello.

La oscuridad la trago por completo.



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