CAPITULO 27

Pasado.

Había empezado a nevar.

Principalmente había Sido el frío aquello que la despertó.

--¿Uh?-- no sentía sus extremidades.

--¿Despertaste? Ya casi llegamos.

Reconoció la voz de inmediato, era Baji.

El chico le cargaba en su espalda, no recordaba mucho, solo la sangre y la mirada perdida de Izana.

--te desmayaste después de lo que paso-- explico Baji-- Takemichi, Draken y Mikey fueron a perseguir a Kisaki.

La chica no dijo nada, supuso que el estado de su cuerpo y la tensión del momento la habían hecho desfallecer.

Se sentía tan cansada...

--esto me recuerda--Baji sonrió nostalgico-- la vez que me llevaste al hospital, me alegra devolvertelo.

La chica se acurrucó más en su espalda, en ese instante lo único que quería era dormir.

Descansar...

(...)

Aquel fatídico día había finalizado con 5 detenidos pertenecientes a Tenjiku y tres muertes, Sano Emma, Kurokawa Izana y Kisaki Tetta.

Yumi había Sido hospitalizada unos dias, el desmayo se debía a una contucion grave en la cabeza, además de hipotermia.

Aún así, rápidamente iba mejorando. Todos le visitaron excepto una persona.

--¿Uh? ¿Tu?-- el de la cicatriz le miro extrañado.

--lo siento, tengo la mala costumbre de visitar a mis vecinos cuando me siento sola -- indico ella algo avergonzada.

--esta bien, no me molesta -- el chico volvió la mirada a la ventana--¿Porque te sientes sola? ¿Tus amigos no han venido?

--si lo han hecho...-- murmuró ella-- el único que no ha venido, es Mikey. Estoy algo preocupada por el.

Por culpa de Kisaki tampoco tenía teléfono por lo que no podría contactarlo, aún si lo tuviera dudaba mucho que fuese lo suficiente valiente para llamarlo, quería darle su espacio por el momento.

--siempre te preocupas por quienes están a tu alrededor-- expreso Kakucho.

Sentía cierta curiosidad con ella.

--tu te preocupaste por mi-- indico ella con una sonrisa --¿Porque me protegiste de Kisaki?

No había pasado por alto que el chico se había colocado frente a ella literalmente recibiendo un balazo.

Kakucho casi rio.

--aunque te parezca extraño, lo hice por Izana.

--¿Eh?

--los espíe aquella vez que hablaron, y también le indique cuando Kisaki te secuestro-- una ligera sonrisa apareció en el-- después de mucho tiempo, volví a ver humanidad en el...gracias por eso.

La chica nego.

--soy yo quien debe agradecerte, estoy viva por ti-- le realizó una reverencia-- espero verte después en otras circunstancias.

--ya lo creo.

Con una sonrisa la chica al fin abandono la habitación, en medio del pasillo escuchó el escándalo que su hermano armaba, incluso en un hospitalnera ruidoso.

--¡Nee-san! ¡De nuevo te escapaste!

--lo siento-- sonrió ella-- me aburro fácil en esa habitación.

--de cualquier forma ya te dieron de alta, podemos volver a casa.

La chica asintio.

Era un alivio el poder salir de allí, cuando estaban saliendo del hospital Yumi le tomo de la mano.

--Michi-kun... Me podrías...-- se mordió el labio-- me dirías... ¿Que paso en el futuro?

(...)

Se tomó su tiempo, le contó uno a uno los futuros que había pasado.

Hasta el futuro dónde estaba muerta.

Un futuro que ya no se repetiria.

--asi que debía morir...-- murmuró ella-- Kisaki iba a matarme.

--si-- asintio Takemichi-- pero eso no pasó y ahora Kisaki está muerto.

--volviste a cambiar el futuro-- añadió ella -- ¿Sabes? Lo dude por varias ocasiones, los escuché a Chifuyu y a ti hablar en una ocasión.

Takemichi sudo ligeramente, no le parecía raro, era muy descuidado.

--no quería involucrarlos... Creí que podía hacerlo solo.

--¡Tonto! No pienses así de ahora en adelante-- le sonrió ella-- tienes personas que te apoyaran siempre, que no senté olvide.

Takemichi asintio.

Siguieron su caminata a casa, cuando estaban a pocos metros de su hogar Yumi lo noto.

El chico rubio esperaba en la puerta, su mirada fija en el cielo.

Había aguantado la respiración de solo verlo.

--Mikey...

Este al fin bajo la mirada, notando que ambos hermanos se acercaban.

--deben hablar-- expreso Takemichi. -- no huir más.

La chica asintio, no estaba lista para enfrentarlo, pero ya que estaba aquí... No podía ser una cobarde.

(...)

El recorrido en la moto fue en silencio, la chica se había abrazado a la espalda del chico durante todo el camino, intentando disfrutar de su calidez.

Cuando llegaron Yumi ya sabía dónde estaban, lo sabía incluso antes de llegar.

--este lugar es especial-- murmuró Mikey-- es donde empezó todo.

El prado donde iban a ver el amanecer, el lugar donde se habían besado por primera vez... Aquel lugar que era tan especial para ambos.

La chica se acercó a el para abrazarle por la espalda.

Había algo en el ambiente alrededor del chico que no le agrado, que la mantuvo inquieta

Mikey por su lado, se tomó el tiempo en sentir los brazos de la chica a su alrededor, seguían siendo tan cálidos.

-- y también será el lugar donde todo terminara.

La chica al escucharlo retrocedió de inmediato.

--¿Que?

--como dije, se acabó. -- expreso el chico-- no podemos seguir juntos. Esto es lo mejor.

Paralizada Yumi no supo que decir.

--¿Lo mejor...?

Mikey no sé atrevió a mirarla fijamente, seguía dándole la espalda.

--gracias por el tiempo juntos.

Sin más, el chico empezó a caminar alejándose de ella.

No lo proceso hasta que escucho el motor de la motocicleta.

Abrió los ojos de par en par y grito.

--¡Mikey!

El chico se había marchado sin mirar atrás.

(...)

No se dió por vencida, aún con la insistente lluvia que había empezando, corrió a casa de los Sano sin detenerse.

Se plantó frente al garaje que servía de cuarto.

La moto estaba fuera por lo que sabía que Mikey ya estaba en casa.

--¡Mikey! -- grito enojada--¡Abre!

No obtuvo respuesta.

--¡Se que estás ahí! ¡Si vas a terminar conmigo al menos mirame a los ojos! --cayo de rodillas sintiendo las lágrimas amenazar con caer -- ¿Es esto lo que de verdad quieres?

Al otro lado de la puerta Mikey cerraba los puños con fuerza, quería abrir la puerta estrecharla en sus brazos y disculparse. Rogarle que lo perdonará y que todo volviera a ser como antes, pero no podía, no debía.

Se lo había prometido a Takemichi, el... Salvaría a todos.

--¡Manjiro!-- se estremecio al escucharla pronunciar su nombre--abre... Por favor... Solo abreme. 

No lo hizo.

Permaneció allí en medio de la habitación escuchandola suplicar, pero no abrió la puerta, sabía que si lo hacía no se resistiría... Había decidido esto, ya no había vuelta atrás.

Cuando las súplicas de la chica cesaron camino hacia la cama, allí lo vio en la esquina del cuarto.

No había dormido en su cuarto desde aquel día, por lo que todo había estado intacto, no se había fijado en el cuaderno que había quedado allí.

Era su cuaderno.

"Dibujo lo que mas amo"-- le había dicho ella aquella mañana antes de que todo fuese el infierno.

Las lágrimas empezaron a caer sin que pudiese detenerlas.

Era el.

Era su maldito retrato.

Se llevó la mano a sus labios para evitar que un sollozo saliera.

Era un idiota.

(...)

Futuro.

Todo era perfecto, así lo veía Takemichi.

Sus amigos seguían vivos, estaba a punto de casarse con Hina... Todo parecía ir en orden menos....

Mikey y Yumi no estaban por ningún lado.

-- Draken-kun, por favor, se sincero, ¿Que paso con mi hermana?

Draken bajo la mirada.

Después de todo lo que había pasado Takemichi, no quería decirle las malas noticias.

--lo siento mucho.

--¿Ella está...?

--no lo sabemos, lleva varios años desaparecida.

Palideció, había cambiado el futuro pero... ¿A qué costo? ¿Porque estaba desaparecida? ¿Dónde estaba? ¿Porque...?

--¿Y Mikey? El no está en el extranjero verdad?

Draken evadio su mirada

Allí estaba su respuesta.

(...)

En un lugar remoto de Tokyo, varios hombres atados temblaban ante la mirada siniestra de un pelirrosa.

--¡Que caiga el martillo del juicio de Boten sobre los traidores!-- se regocijo.

El lugar era un desastre, la sangre salpicaba las paredes dando muestras de reciente actividad.

Los sollozos de los hombres eran amortiguados por los pañuelos en sus bocas.

--shhhh-- el pelirrosa les miro desdeñoso --presta atención a las palabras de Mikey.

El pelirrosa miro de reojo hacia donde el chico de cabellos plateados estaba sentado degustando un dulce.

Después de una pausa al fin hablo.

--matalos.

--¡Mmmh!

--callate-- levanto la pistola a la altura de la cabeza del hombre

El sonido del arma resonó en el lugar.

El cuerpo de los hombres cayó de costado.

--aquellos que no encajan en Boten, son desperdicios -- expreso Sanzu con una sonrisa.

--asegurate de limpiar cuidadosamente los cadáveres, muelle y congelalo. Convierte lo en carnada para peces-- expreso Kanji, uno de los ejecutivos.

--tenganlo presente, incluso entre nosotros quien traicione se convertirá también el desecho-- continuo Kokonoi. --asi es como trabaja Boten.

Sanzu rio en voz alta, caminando hacia el chico de cabello plata.

--¿Ahora que sigue?

--limpien todo, ella volverá hoy-- expreso Mikey sin mirar a nadie en particular.

--oh, así que la princesita vuelve a su castillo-- se mofo Rindou.

Aún así, todos se movilizaron, conocían lo suficiente a Mikey para saber que no sería de su agrado si "su princesita" llegara a visualizar su matanza.

(...)

En una habitación apartada.

Una chica de cabellos negros y de mirada centrada susurraba una canción.

Su vestido blanco estaba manchado de rojo.

--¿Señorita Yumiko?

La chica no se volteo, seguía su mirada fija en el lienzo que estaba pintando, la pintura roja había salpicado su vestido y le daba un aire de misterio.

--¿Si?

--el jefe la solicita en la sede, ya todo está arreglado.

"Así que atraparon a los traidores" pensó, aparto aquello de su mente al imaginar lo que les había ocurrido al ser descubierto. Sabía que Boten no era piadoso.

--¿Y Baji?

--el señor Baji está ocupado en otros asuntos, Kakucho-sama la escoltara.

La chica asintio levantándose de la silla, majestuosamente camino a la salida.

Volvería ¿Eh?

A su cielo en el infierno.

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