Final Alternativo Más Versión Extendida
Bailé con Logan el resto del baile de graduación, después me hizo una propuesta; desgraciadamente, no fue indecorosa, me pidió que fuera su novio y yo, a pesar de que tenía todos los sentimientos alborotados por el chico de las cartas, le dije que sí. Así fue como comenzó nuestra historia de amor.
Tras enterarme de que Marcus Miller, mi mejor amigo de toda la vida, hasta el último año en Apple White, se había suicidado: la gente no puede imaginarse lo mucho que lloré. Porque él se había ido, pasó a mejor vida y nunca pudo cumplir su sueño de estar con Richard Vallaj, lo extrañé en cada instante que pasé lejos de él. «La vida nos volverá a juntar», pensé y tal vez era verdad, la vida nos volvería a juntar algún día. Lezley fue al funeral, pero estando lejos y con un perfil bajo. No vi a Marie Wilson por ningún lado. Estaban sus primos: Max, Michelle, Hailey y Logan. Se notaba la tristeza en el ambiente. Al igual que varias chicas y chicos de Apple White.
Y, pasados unos días, busqué mi anuario escolar; contenía firmas de todos; Lezley, Candy, Jessie, Ryck, Logan, Richard (qué raro que Richard me haya firmado mi anuario escolar con un corazón dibujado y una pequeña dedicatoria que decía que disfrutara la beca que me regaló por mi cumpleaños; qué egocéntrico era ese muchacho), Katherine, Marie, los imbéciles de Lemus, Graham, Kevin y Sean..Esas personas me firmaron mi anuario escolar y buscaba a alguien que tuviera las letras OHRLS, tras descartar a Ashley Marie Wilson Hiden,
No había nada de nada, ninguna persona tenía esas letras, cansado, busqué ayuda y, tras decirme que dejara de buscar y que nunca iba a encontrar a dicho fan, Lezley me ofreció su ayuda para ir a la biblioteca de Itaville.
-¡Hola, Louis! -Lezley; con su sonrisa radiante, ojos deslumbrantes y una voz de emoción, me saludó en cuanto me vio llegar con ella.
-Mi estimada Lezley -la emoción en mi voz era demasiado grande-. Me siento feliz y pleno siento que al fin, después de tantos meses, podré encontrar a esa persona que me ha estado mandando mensajes.
-Creo que alguien tendrá novio pronto y está feliz por eso o dime si me equivoco -Lezley habló con voz pícara y con una sonrisa tras darne un golpecito con su codo.
-Te equivocas, pero entremos a ver, vamos.
Entramos a la biblioteca; buscamos la sección donde estuvieran los anuarios escolares de una de las mejores escuelas que había en Itaville (había dos, el Colegio Apple White y el Colegio Red Moon; pero Apple White era la mejor y no solo porque estudié ahí) y comenzamos a buscar los anuarios de dos años anteriores.
-¿Tuviste suerte? -le pregunté, con miedo, a Lezley; el miedo se debía a que tenía miedo de que se tratara de algún graduado de más de cinco años.
-No, ¿quieres volver a buscar alguno de años anteriores o te das por vencido?
-¡Louis Gerald Train Brown no es alguien que se dé por vencido tan fácilmente! ¡No, señor! -casi grité esto último por todo el licuado de emociones que sentí en ese momento, estaba agotado-. Simplemente necesitamos pensar y buscar en otros anuarios; si es alguien mayor, lo cual dudo mucho, lo demandaré con todo el gusto del mundo. Sí, señor.
-Entiendo que te lo estés tomando tan personal; pero ¿qué dirás cuando te pregunten por qué no lo demandaste antes y cuál será el cargo?
-Acoso, tal vez generación de miedo. Yo sé que no tengo nada qué perder y si fuera él, estaría preocupado.
-Busquemos.
Estuvimos en la biblioteca de Itaville un buen rato; no encontramos nada (y nos faltaban muchísimos años ya que la biblioteca no contaba con diez generaciones.
-Vayamos a Apple White, allá deben tener más información; pero vamos mañana, ahorita estoy que me muero de hambre y cansancio, ¿sí? -acepté porque, para ser sinceros, no solo se estaba haciendo tarde, no habíamos comido nada, teníamos demasiado calor y ya estaban a punto de cerrar la biblioteca.
Fui a dejar a Lezley hasta su casa, hicimos el típico ritual de despedida y bajó de mi auto, yo conduje directo la mía.
Wow! Oficialmente yo ya era un graduado de Apple White; me gustaba mucho, hice amigos nuevos, me deshice del viejo amigo que tuve básicamente toda mi vida y me encontraba más feliz y mejor de lo que antes estaba porque así debía de ser; la única mala noticia fue que realmente mi mejor amigo de toda la vida estaba muerto. Y fue por Marcus que ne decidí a honrar su memoria buscando al chico de las cartas; mi fan.
Al despertar, me encontré con mamá al pie de mi cama, felicitándome por haber terminado ese capítulo en mi vida; la preparatoria, con excelentes notas y sin dejar que un desconocido me arruinara mis notas; las cuales estaban repletas de A.
-¡Me alegro bastante de que ya estés despierto, Louis Gerald!
-¿Qué sucede, mamá? -me divirtió mucho la emoción que pude percibir en su voz-. ¿Sigues sin creer que haya podido haber terminado la preparatoria o que me hayan dado una beca completa para estudiar en Juilliard?
-Me gusta que lo digas, Louis, tu única misión ahora es terminar de estudiar la carrera; será pan comido, ¿no?
-Sí, seguro que lo será.
-Ahora vístete, mi niño, por favor; vamos a festejar, iremos tu padre, tú y yo -algo olía mal y no era yo recién levantado; pero no me disgustaba ese sentimiento ya que, siendo sinceros, mamá era bastante buena con las sorpresas y los regalos.
Me duché, me vestí para algo del índole casual y bajé a la sala; no pude escuchar las voces que había (las cuales se suponía que eran de mamá y papá), no escuché nada, ni siquiera a mamá apurar a mi papá al decirle que se nos hacía muy tarde o algo; nada.
Cuando estuve en el salón principal, vi la casa muy decorada; globos gigantes, listones de mi color favorito (rojo), letras en forma de globo con la leyenda «¡felicidades!»; me topé con una gran multitud con mis amigos; Lezley, Candy, Ryck, Logan, Richard, Jessie, entre otros, y familiares; primos, tíos y mis abuelos habían viajado desde México solo para festejarme. Al pisar el último peldaño de bajada, me gritaron al unísono varias palabras de apoyo; me felicitaron y muchos de mis familiares y amigos me dieron un fuerte abrazo.
-Estoy orgulloso de ti, hijo -mi abuelo, el señor Thomas Brown, me entregó un fajo de billetes muy grande tras decirme lo orgulloso que estaba de mí-. Ni pienses en devolverlo o en no aceptarlo porque los regalos no pueden rechazarse, ¿me oíste bien, Louis Gerald?
-Es que no puedo aceptarlo -me defendí, eran más o menos mil quinientos dólares en billetes de cien dólares, demasiado dinero-. Sería demasiado cruel.
-¿No crees que es más cruel no aceptar un regalo de tu abuelo? -hizo énfasis en la palabra regalo.
-Los acepto, muchas gracias, abuelo. Aunque insisto en que no era tan necesario, pero gracias de todos modos, abuelito -me acorraló usando la carta de sentir lástima; quizá mi abuelo se esforzó bastante por conseguir ese dinero para dármelo y yo no lo estaba valorando.
Lezley apareció en mi campo de visión junto a Candy, Ryck y Logan; definitivamente sí y sí quería estar con ellos por el resto de mi vida.
-¡Dile a tu mamá que gracias por organizar esta fiesta para todos nosotros, Louis Gerald! -pensaba que la fiesta era para mí.
-¡Vayan y díganselo ustedes mismos! Quiero presentarlos con mi mamá, vengan, chicos -y los direccioné hacia donde estaba mamá junto a papá hablando de lo costosa que iba a salir la fiesta-. Mamá, quiero presentarte a Lezley, Candy, Ryck y Logan; ellos han sido mis amigos desde que me separé de Marcus Miller -tras decir que Marcus era un buen chico y que no debí separarme de él, recibió a los chicos que le presenté.
Pasadas unas horas, mamá sacó un pastel de la nevera, ¡había comprado un pastel para mí! Dios, en serio era mucho para mí y para mis amigos de Apple White; todos nos felicitamos y tomamos muchas fotos para el recuerdo; pronto nos separaríamos y decidiríamos tomar diferentes caminos en diferentes universidades. Cuando la fiesta terminó, le agradecí a mamá por ese detalle tan soberbio y muy convencional; ella solo contestó que no era nada y que me lo merecía. No hubo alcohol ni cigarrillos porque, según mamá, yo no consumía nada de eso y estaba prohibido el consumo de esos productos en su casa.
Al día siguiente: tuve que levantarme muy temprano, darme una ducha, desayunar e irme a Apple White; donde nos citamos Lezley y yo, para acabar con eso de una vez por todas, el chico de las cartas iba a dejar de ser el chico de las cartas e iba a dejar de enviarme cartas.
Solo había una persona trabajando ahí; la misma encargada de preparar el concurso de talentos, ella misma. Nos pidió que no tardáramos tanto en buscar lo que Lezley y yo necesitábamos; no tardamos tanto.
-¡Lo encontré! -Lezley casi me grita, dejé lo que estaba haciendo y di una mirada rápida al anuario escolar que Lezley sostenía en sus manos-. Su nombre era Owen Sebastian... ¡No es cierto! -me preocupé porque no quiso decirme su apellido-. Es que... su apellido es Miller, ¿quién es el único Miller que conocemos?
-Marcus -perplejo, ofrecí mi respuesta porque, eso se volvía más y más aterrador; ¿quién era Owen?, ¿por qué nunca lo conocí? y ¿cómo me enviaba cartas?
-¡Exacto, Marcus Miller es el único Miller que conocemos y dudo muchísimo que en este pueblo haya otra familia con ese apellido! -Lezley gritó.
-Lo que significa que Marcus también tenía un hermano; pero está muerto o no le veo otra explicación a por qué Marcus Miller nunca lo mencionó en vida...
-¡Debe ser muy desgarrador para sus padres tener a sus dos hijos muertos! ¿Verdad? -Lezley me interrumpió y gritó con un tono de... ¿alegría?
-¿Qué dices si vamos a ver a la familia de Marcus e investigamos más acerca de lo que pasó con Owen ya que no lo recuerdo? También sirve que les damos el pésame.
No hizo falta repetirlo dos veces ya que Lezley aceptó y salimos en busca de la familia de Marcus. Al llegar a su casa, golpeamos en repetidas ocasiones la puerta, así como también tocamos el timbre y se encendió la luz de la radio; nos indicaba que habían escuchado nuestra llegada.
-No quiero nada de lo que vendas, por favor; ahorita estoy pasando un mal momento y no creo que sea el lugar indicado, por favor, retírense.
-Señora Miller, soy yo, Louis Gerald; por favor, solo déjenos pasar; le prometo que será rápido -se escuchó un murmullo, acompañado de un sollozo, ella nos dejó pasar a Lezley y a mí.
-¿No pudo ver qué éramos nosotros desde la cámara que tiene afuera? -molesta como siempre, Lezley-. O sea, es lo normal, ¿no? -no contesté, mejor preferí direccionarla hacia el interior de la casa de Marcus. Su mamá nos recibió con un fuerte abrazo (por lo menos a mí; a Lezley no la abrazó, aunque tampoco le hizo malas caras).
-Siento mucho lo de Marcus, señora Miller, no tiene ni idea de lo mucho que lo voy extrañar. A pesar de que no nos llevamos bien en sus últimos días de vida -no supe por qué lo dije; pero ya estaba dicho.
-¿Marcus? Ah, ya entiendo lo que pasa, su muerte, sí... Duele muchísimo -me estaba mintiendo y lo supe; pero Marcus estaba muerto (supuestamente) y no debía hacer ese tipo de comentarios acerca de su pérdida (haya sido real o ficticia)-. ¿Qué se les ofrece, muchachos?
-Queremos saber sobre Owen -Lezley no tuvo ni un poco de consideración con la mamá de Marcus al decir eso.
-¿Owen? -su mirada desprendía una especie de sentimiento que no pude descifrar-. Pensé que venían aquí a hablar sobre Marcus, saben que está muerto, ¿verdad?
-¡Sí, Stephanie! Lo sabemos bien -Lezley perdió los estribos; yo solo me quedé perplejo con la boca y ojos abiertos de par en par-. Solo hemos venido aquí a preguntarte sobre Owen; ¿quién es y por qué le está mandando cartas a Louis Gerald?
-Cálmate o te largas de mi casa, el mensaje también va para ti, Louis Gerald.
-Yo ni siquiera he dicho algo relacionado.
-Pero tu amiga está loca si cree que puede venir a gritarme a mi casa -estaba molesta, bastante furiosa. Obligué a Lezley a qué le pidiera una disculpa a Stephanie Miller por su comportamiento de muy mal gusto-. Acepto tus disculpas; ¿qué quieren saber sobre Owen?
-Yo hablo, Lezley; por favor, déjame esto a mí -le susurré a la chica de piel tan blanca como la porcelana-. Señora Stephanie Miller, a Lezley y a mí nos interesa saber acerca del paradero de Owen porque encontramos, gracias a un anagrama que nos dimos tiempo de hacer, en el anuario escolar en Apple White de su generación, a Owen; quien tiene todas las letras de su nombre, el cual es Owen Sebastian Miller. ¿Qué tiene que decir al respecto?
-De acuerdo, Marcus tampoco conoció a Owen; falleció poco antes de que naciera gracias a una broma que le hicieron sus compañeros de clase -me quedé atónito ante todo lo que nos dijo la señora Miller sobre Owen-. Owen cometió la estupidez de enviarle una pequeña carta que decía que amaba sus ojos y si se podían ver en el laboratorio de Ciencias -¿así que era hereditario? Porque, o sea, Marcus también le envió cartas a Richard Vallaj; pero Marcus nunca le pidió que se vieran en el laboratorio de Ciencias-. Sí llegó a la cita, pero llegó acompañado de todos sus amigos, quienes eran los chicos más populares de su escuela y le hicieron un par de bromas; una de ellas terminó siendo mortal para mi querido Owen.
-¿Qué tipo de broma fue, señora Miller?
-Le cubrieron la cara con una bolsa de plástico; muy bien atada, le preguntaron que si aun con la vista cubierta seguía amando los ojos de Kendall. Owen se asustó bastante, corrió y corrió para que no fuera tanta la humillación que estaba viviendo, al final se asfixió y dejó de respirar; esos idiotas creyeron que estaba fingiendo que no respiraba y fue por eso que no lo quisieron ayudar, ¿qué clase de mente macabra y perversa tenían esos jóvenes para creer que una broma de ese tamaño era divertida y no podía resultar en tener graves consecuencias? Y ahora mi otro hijo también está muerto por suicidarse debido a un hombre que lo estaba engañando -se controló bastante, ya que creía que no debía de llorar por las muertes de Owen y Marcus.
-¿Tenía algún apodo, señora Miller?
-Sí -Lezley y yo nos quedamos en silencio porque de repente hubo un ambiente bastante incómodo-. Le decían "Hulk" porque era su superhéroe favorito y tenía demasiada mercancía de él; hablo en serio, demasiada -Lezley y yo nos miramos un segundo y esa era la última letra que faltaba; era O de Owen, L de MiLLer, R de MilleR, S de Sebastian y, por último, H de Hulk-. Ni siquiera fue al estreno de la película de Los Vengadores.
Entonces..., ¿eso quería decir que recibí cartas de un muerto todo este tiempo?
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