Capítulo 25
Ya faltaban menos días para el baile de Graduación que tendría una temática muy especial y era de «Cuentos de Hadas», me emocionaba esa idea porque ya estaba a punto de dar un paso más adelante en mi vida y porque yo estaba bastante seguro de que todos pensábamos en los cuentos de hadas de Disney; o al menos todos fueron con características de personajes de películas de Disney.
El lunes siete de mayo volví a la escuela con una sonrisa en mi cara; no podía creer que usé a Richard Vallaj para emborracharme en un día de clases, ese día llegamos a la escuela y nadie preguntó nada pero todos sabían lo que hicimos Richard y yo el viernes cuatro de mayo, solo podía sentir las miradas de todo el mundo (en especial la de Marcus Miller porque él me veía con sus ojos de víbora venenosa y tóxica; yo sabía cuánto odiaba que no pudiera ser él la persona que se fue con Richard Vallan a emborracharse al parque Orange).
No les conté en ese instante a mis inseparables amigos, los «inadaptados sociales»; raramente los chicos de Apple White dejaron de llamarlos así después de que yo empecé a estar en su círculo social, ya teníamos un apodo que a todos nos gustaba y Marcus odiaba que nos gustara porque ya no era divertido para él molestarnos con eso; al menos podíamos ser libres de tener ese peso por encima de nosotros. Pero me moría de ganas por contárselos, sabía quién sería la primera: obviamente tenía que ser a Lezley Anderson, después Candy y dejé al último al par de tórtolos; les contaría a Ryck y a Logan para que se animaran a contar su secreto que ya no era tan secreto porque sabía que Marcus Miller lo había difundido por todos lados.
—Oye, galán, ¿por qué tan feliz? ¿Qué pasó, guapo? —Lezley fue la más atenta en recibirme el lunes en la mañana en la clase de Álgebra.
—¡Ay, querida Lezley!, es un chisme que tengo pendiente contigo, va a estar muy bueno... —hablé con cierta modestia y soberbia en mi voz, sabían que tenía un chisme; pero no se los iba a contar a todos de inmediato, tendrían que esperar si realmente querían saber.
—¿Y nosotros qué? —habló Logan, tuve que levantar la vista porque, para empezar él estaba de pie y, literalmente, era mucho más alto que yo (y que todos), todos tenían que voltear hacia arriba al verlo para hablar con él, no me quería imaginar cómo es que se besaba con Ryck, si Ryck se paraba de puntitas o si mejor Logan se agachaba un poco, no sabía qué mierda hacían ellos dos para besarse.
—Shhh —puse mi dedo índice derecho justo en medio de sus labios, hasta que mi dedo pareció casi chocar con su nariz, Ryck me miró con cara de odio, pero sabía que no estaba listo para confesar su relación con Logan—. Es un chisme que les voy a contar a todos pero que tendrá que esperar un poquitín para que se los cuente a todos, primero se lo contaré a mi amiga más personal, Lezley Anderson, y luego a ustedes, chicos. No pueden enterarse ahorita de lo que pasó porque, para ser honestos, no son tan importantes para mí.
—¿Por qué carajos nos hablas como si fuéramos tus criados, Marcus? —Ryck se veía molesto por la soberbia en mi voz; bien, tal vez sí me había pasado, pero me sentía importante de que el chico bueno se volvió malo.
—No se te ocurra volver a llamarme así, Hummels —lo llamé por su apellido y él odiaba; en verdad detestaba, que la gente se refiriera a él por su apellido.
—¿O qué? —¿estaba retándome? De acuerdo, tengo que admitir que yo me había pasado esa vez.
—El profesor aún no llega, ¿se van a pelear? —Lezley y Logan estaban como espectadores, esperando a que hiciéramos algo para que Lezley defendiera a su amigo; a mí, en caso de que no haya quedado claro, y Logan a su novio.
—¿Qué quieres realmente, Train? Dímelo ahora; come on and speak now —Ryck me empujó.
Volteé a ver a Logan.
—Él empezó —lo señalé con mi dedo índice porque ya todos sabían que algo malo iba a pasar si no controlaban a Ryck—. Si te das cuenta yo ni quiero pelear.
—Train, ya déjalo en paz —las voces de Lezley y Logan se escuchaban agotadas, y tal vez tenían razón, yo no tenía por qué comportarme así con ellos.
—Tienes razón, Logan, no lo golpearé porque quizás lo deje más idiota de lo que ya está.
Al decir esto, no supe por qué lo hice, pero le asesté un puñetazo directo en la mandíbula. Logan me empujó y mi cabeza chocó contra la pared, choqué contra la pared y me desmayé debido a una conmoción cerebral; no fue tan grave, apenas y perdí el conocimiento.
Literalmente no supe qué carajos había pasado, solo sabía que me había golpeado la cabeza, había «coqueteado» con Logan Queen, había golpeado a Ryck y, por último pero no menos importante, este me había llamado «idiota», ¡ah, claro, casi lo olvidaba!, Logan me empujó y choqué contra la pared tan fuerte que había caído inconscientemente por una conmoción cerebral; no fue tan grave como para haberlo llamado «traumatismo craneoencefálico». ¿Así que así se sentía tener una pelea con tus amigos? Debo admitir que me lo busqué yo solito y las leyes de la ciencia estaban en lo correcto, «a cada acción le ocurre una reacción», creo que es una frase que tiene todo el significado correcto del mundo. De repente, no recordaba nada y todo estaba tan confuso y el pido me daba vueltas; también veía las cosas de otro color, solo sé que desperté bastante rápido y, al hacerlo, me mareé de una manera muy horrible.
—Tranquilo —habló la joven enfermera que me estaba cuidando para que no me pasara nada—, toma un poco de agua —al decir esto, me dio un vaso de cristal con agua; clara, pura y cristalina agua.
—Gracias —miré a mi alrededor, solo para encontrarme con la mayoría de las personas que conocía en Apple White; ahí dentro de la enfermería; ¡ay, no! ¿Se repetiría lo que pasó con anterioridad en la oficina de la señorita Alice Lerman acaso?—. ¿Pero qué carajos pasó con todos ustedes, chicos?
Estaban Abraham y Logan con hielos en sus manos y en su ojo, respectivamente, Katherine y Marie con el maquillaje arruinado, con varios rasguños en la cara y en los brazos.
Candy y Lezley estaban igual, guau, al parecer había sido una mañana muy dura para la enfermera, solo estaba ella, miré el reloj colgado en la pared, ¡11:45! Debí haber estado en Ciencias, pero ya no nos quedaba mucho por ver, podíamos hacer lo que queríamos si queríamos, fue la primera vez que me había perdido mi clase de Álgebra y de Ciencias. Damn!
—¿Saben quién falta aquí? ¿Todos están pensando lo mismo que yo estoy pensando ahora? —todos me miraron esperando que no respondiera y que for once in my lifetime me quedara callado, pero no lo hice y hablé; hablé porque Dios me dio boca y me encantaba usarla para hablar—, sí, pienso lo mismo que ustedes: falta Miller.
—Estoy aquí —carajo, recién entraba Marcus a la enfermería y no porque lo hayan golpeado, fue a ayudar a Katherine Dankworth y a Marie Wilson—. Mira lo que provocaste, ya estarás contento.
—Ustedes ni siquiera están conmigo en la clase de Álgebra ni en la de Ciencias, ¿cómo carajos se enteraron? Tengo una mejor, ¿por qué demonios están aquí ustedes dos?
—Te contaré después —habló Lezley mientras sostenía un pedazo de hielo en su labio que estaba golpeado y sangrando.
—No, yo quiero saber —hablé de nuevo, ¿en serio no pude callarme?—. ¡En este momento!
—Louis por...
—¡Merezco saber, exijo saber qué carajos pasó conmigo y con el resto de ustedes, chicos! —comencé a gritar tan fuerte como pude hasta que escuché el crujido de la puerta de la enfermería abrirse de par en par.
—¡Están aquí por ti, idiota!
—Ryck, cálmate.
—¡No! Quiero decir…, ¿qué? ¿Se supone que Louis es un santo ahora? ¿Deberíamos estar preocupados por lo que le pasa? ¿Ahora nosotros no importamos?
—No, cielos, tal vez no soy un santo o algo por el estilo, pe…
—Cierra la boca —Lezley se apresuró a interrumpirme y a callarme.
—Solo intento defender...
—¡Cállate!
—Me callo.
—Sí, así nos gusta a...
—¡Bueno, tú también, cállate, ¿quieres, Hummels?! —Lezley poco a poco recobraba la postura—. Si estamos aquí es culpa de ambos, Louis por creerse el último litro de agua del desierto y Ryck por ofender a Louis.
—Él me golpeó prim…
—¡Cállate!, no he terminado.
—Continúa, Lezley —hablé con una voz bastante segura y confundido de mí mismo y de lo que pasaba a mi alrededor.
—Golpeaste a Ryck al decirte «idiota», lo que provocó que Logan te empujara; ya sabemos el porqué, te desmayaste, Candy y yo golpeamos a Logan, yo le di una cachetada y ella le dio una fuerte patada en las bolas. Estas dos chicas que ves aquí a tu lado —señaló a Kate y a Marie, quienes no hicieron nada, excepto saludarme con actitud positiva—, se metieron en la pelea y nos atacaron a Candy y a mí por defenderte y golpear a Logan, él ya estaba bien pero las cosas siempre pueden empeorar, so, Abraham y Richard Vallaj empezaron a golpearse entre ellos, Richard salió ileso; sorpresivamente, pero Logan y Abraham no, ¿ves el ojo morado? Fue obra de Richard. Lo sé, es una total mierda todo esto.
—Y aquí estamos.
—Y aquí estamos —repitió Lezley.
—¿Ves lo que provocas, imbécil? Creo que estás contento —¡oh, sorpresa! Marcus Miller me dio la cara al fin.
—Señor Miller si está aquí para insultar a su mejor amigo, le voy a pedir que por favor se retire —Marcus comenzó a reír tras escuchar que la enfermera se refirió a mí como su «mejor amigo».
—Este bodrio —me señaló, un segundo, ¿me había llamado «bodrio»?—, no es mi mejor amigo.
—Sonaba mejor decirme «bazofia, perdedor, inútil, idiota, pedazo de mierda o hasta animal», Marcus —todos me miraron.
—«Bazofia y bodrio» son sinónimos, por si no sabes —al decir esto puso los ojos en blanco—. Y creo que nunca te llamé así.
—Lo sé, también estudié Español, pero «bazofia» se escucha menos ofensivo todavía que llamarme «bodrio», esa palabra hasta suena que es algo podrido.
—¡Ya dejen de insultarse ustedes dos, por el amor de Dios! —Lezley y la enfermera hablaron al mismo tiempo.
—No estoy in...
—¡Cállate! —gritó Lezley.
—¿La directora sabe algo de todo esto? ¿Alguien fue tan miserable que le contó para que no participara en el show de talentos y tampoco pueda asistir al baile de graduación? —pude preguntar con una ligera voz.
—No, yo me encargué que no pasara nada, tus amigas me lo pidieron ya que tú de verdad quieres participar en el show de talentos.
—¿En serio? —estaba asombrado por las palabras de la enfermera.
—Claro, al menos Lezley y Candy fueron las que dieron la cara por ti, Logan dijo que no diría nada al respecto y Ryck solo se dedicó a insultarte.
El hecho de que Candy hubiera dado la cara por mí estuvo dando vueltas por mi cabeza, entonces ¿ya estábamos en paz ella y yo?
Pero en ese momento la sangre me hervía por dentro, me disgustaba saber que Ryck y Logan ni siquiera habían visto por mi bienestar, claro, tal vez los insulté o solo a Ryck y a Logan le estaba «coqueteando», pero eso me había molestado mucho.
—¿Por qué te molestaste, Ryck?
—No lo hagas, Louis.
—Shut your mouth! —callé como pude a Lezley Anderson; me arrepentí de ello después—. Anda, cuéntanos por qué me llamaste «idiota».
—Louis, en serio cállate —ahora era el turno de hablar de Logan—, es culpa de todos que estemos aquí, por favor no hagas más grande este desastre.
Me acerqué a Logan y puse mi dedo índice derecho justo en medio de sus labios; como había hecho hacía un instante, hasta que casi mi dedo chocó con su nariz, antes de que todo eso pasara.
—Me golpeaste porque hice esto, ¿no es cierto? —ahora de verdad Ryck estaba muy molesto conmigo, me gustaba verlo así y eso era un problema—. ¿Acaso miento?
—Louis, de verdad, ¡CÁLLATE! ¿No entiendes a la primera o cómo? —sí, tal vez necesitaba calmarme un poco ya que todos estaban haciendo un alboroto por ver a Ryck tan molesto y a mí fastidiándolo.
—Ryck, cuenta hasta el uno empezando por el diez, por el amor de Dios —¡oh, sorpresa! Logan sabía cómo calmarlo, era obvio que su novio tenía que saber calmar a un bebé que no aguantaba que le dijeran la verdad de los hechos—. Repite después de mí: 10…
—10…
—9…
—9…
—8… —de verdad ya estaba harto de la situación tan embarazosa que estaban pasando Logan y Ryck.
—8…
—7…
—7…
—6…
—6…
—¡Ay, por favor! Cuenten hasta uno y ya, se acabó todo esto —me harté, exploté y les grité porque eso era algo tan estúpido.
—¡Louis! —Candy habló esta vez para reprenderme—. ¿Quieres callarte por el amor de Dios?
—Yo solo...
—¡Cállate! —Lezley, Candy, Ryck, Logan, Abraham, la enfermera; Dios, incluso ella estaba cansada de mí, Katherine, Marie y Marcus hablaron al mismo tiempo.
—Nadie te quiere, ya entiéndelo, no eres ni serás nadie en mucho tiempo; tal vez para toda tu vida —remató Marcus.
Yo no supe cómo tomar ese comentario, así que decidí no hacerle caso; aunque la verdad sí había dolido un poquito.
—Me callo.
—Así me gusta —Marcus habló entre dientes.
—¡Tú también cállate, Miller! ¡Por el amor de Dios! —esta vez hablaron las chicas; Lezley, Candy, Katherine, Marie y la enfermera; pobrecita, la estaba pasando fatal y ese ni siquiera era su problema, callaron a Marcus, los chicos (Abraham, Logan, Ryck y yo) no dijimos nada al respecto.
—Debe ser un gran día para usted, ¿no es cierto, señorita Johnson? —esta vez hablé con delicadeza con la enfermera.
—¿Me creerás si te digo que no? He visto discutir a otras personas, peor que como ustedes están discutiendo; estoy estudiando una carrera en Psicología para dejar de ser enfermera o para tener ambos trabajos, así podré dedicarme a ambas cosas; estoy haciendo mis prácticas profesionales y he escuchado discutir a tantos amigos, padres e hijos, novios, novias, incluso hasta jefes con sus empleados, ¿puedes creerlo? —una mujer ocupada y multifacética! el sueño de cualquier hombre.
—¡Dios! Usted sí que está bajo mucha presión.
—Lo sé, ¡así que tengo que decir que esto no es nada!
—Lo sé.
—¿Cómo te sientes, pequeño Louis?
—Mejor, gracias.
—Te sentirás mareado, se supone que no tenías que sentirte presionado por nada, y creo que te presionaste un poco por la pelea que tuvieron tú y tus compañeros, amigos, novio o lo que sean —habló, señalando a todos con el dedo.
—De hecho, no me sentí enojado, presionado, ofendido o afligido; me siento bien para poder tener una «discusión normal» con todos ellos —levanté los dedos de mis dos manos simulando unas comillas al decir la palabra discusión.
Sabía que tanto Lezley, como Ryck y Logan estaban muy molestos conmigo, la única que se mostró imparcial fue Candy.
Nos quedamos en la enfermería un rato más, salimos a las 12:45 pm, una hora más desde que había visto la hora.
Salimos, Lezley, Candy, Ryck, Logan y Abraham estaban conmigo en todas las clases; solo Marcus estaba conmigo en un par de clases, Katherine Dankworth y Marie Wilson no estaban conmigo en ninguna clase, junto con Richard Vallaj. Vi que Lezley, Candy, Ryck, Logan y Abraham estaban platicando entre ellos, al llegar yo, Abraham se fue, dejándome con mis otros cuatro amigos.
—¡Chicos, esperen! —les grité al ver que pusieron los ojos en blanco y se dieron la vuelta directo a irse a la clase de Lengua con la señorita Brooke.
—¿Qué quieres? —no sabía si Lezley estaba actuando o no, al parecer todos habían estado en el equipo de actuación.
—Solo quiero disculparme, no seas tan mala, Lezley —bajé la mirada hasta ver sus pies.
—¿Por qué te estás disculpando, realmente, Louis? —Logan me miró a los ojos.
—Por ser un idiota...
—¿Y? —Ryck se notaba bastante interesado en mi disculpa.
—Por coquetearle a tu novio, dos veces y una vez lo hice a propósito, tengo que admitir lo —mi cara estaba roja por vergüenza.
—¿Y? —Lezley otra vez me dirigía la palabra, pareciera que tenía que disculparme por muchas cosas y ser un idiota también era una de ellas.
—Por no hacerte caso al decirme que me callara, por presionar a Ryck para que saliera del clóset y revelara que ustedes dos —señalé a Logan y a Ryck—, son novios, por mí impertinencia, mi imprudencia, mi negligencia; por todo, yo los quiero mucho, chicos, además ya estamos a punto de graduarnos y no tengo amigos, excepto ustedes; pasé años y años siendo el segundo en todo; porque el primero tenía que ser él, que no pude hacer más amigos en la escuela y ustedes son mi única salvación. You're like my family!
—Te pasaste —Candy me miró de arriba a abajo.
—Nunca dije que no me haya pasado o que yo haya sido muy listo, además, ¿ya me hablas de nuevo? —encogí un poco los hombros y apreté los labios.
—No entiendo por qué lo hiciste, ¿con qué finalidad? —Ryck desvió su mirada al darse cuenta que lo miraba al hacerme la pregunta.
—Molestarte, Richard tenía razón cuando citó a Gloria Trevi diciendo «creo que ya es tiempo de ir con el Psiquiatra».
—¿Cómo sabes que fue Gloria Trevi quien dijo edo? —Ryck volvió a mirarme a los ojos al preguntarme esto.
—Tengo familia en México, pero eso no importa —sí y tenía razón, necesitaba ir al psiquiatra—. Tal vez sí necesito ir con el psiquiatra.
—No digas locuras.
—Saben que es la verdad, amigos, vean lo que hice, estropeé mi amistad con Logan, Ryck y al parecer Abraham y yo ya no somos novios.
—No te preocupes por eso, lamento haber hecho que te desmayaras, Louis.
—¿No has hablado con él? Creo que necesitan una charla urgente ustedes dos para dejar todo claro; la comunicación es lo esencial en una relación, ¿no cree que estoy en lo correcto? —Lezley hacía referencia a Abraham.
—No desde que te conté que estaba «ocupado» con los entrenamientos de fútbol. ¡Ah, no, espera!, como un par de semanas, quizá un mes, antes de eso.
—¡Qué mierda! —habló, por fin, Candy.
—Ryck, siento haberte golpeado en la mandíbula —esperaba una disculpa de su parte.
—Descuida, todo en orden, ¿ok?
—Perfecto, ¿entonces podemos volver a ser mejores amigos?
—¡Claro! —hablaron todos.
—¿O sea que sí dejamos de ser amigos tras el altercado? —arrugué un poco la expresión y todos comenzaron a reír ante mi pregunta.
—¡Nunca dejamos de ser amigos, Louis Gerald! —aunque Lezley habló con mucha seguridad de sí misma, yo sentía que algo había cambiado ese día en nuestra amistad, podía sentir que algo estaba mal.
—De acuerdo... —hablé con voz entrecortada.
—Oye, ¡tranquilo!, te perdono por haber golpeado a mi novio.
—¡Y yo te perdono por coquetearle al mío!
—Por última vez, y espero que lo entiendan de una vez por todas: ¡yo no le estaba coqueteando! Díselo, Logan —casi grité esto último porque estaba harto de que pensaran que estaba coqueteando con Logan, era como mi hermano, no estaba tan demente. Logan y Ryck no se consideraban hermanos entre ellos, así que no hubo problema alguno, realmente.
—No me estabas coqueteando, pero pusiste el dedo en mis labios con una postura de coqueteo. Tengo que admitir eso, Louis —Logan miró nervioso a Ryck y a mí me miró con una mirada de coqueteo, también me guiñó el ojo.
—Y eso fue lo que me molestó, pero ok, si dices que no, pues no y ya. Puedes estar tranquilo ahora, ¿de acuerdo, Louis? Ahora todo está en orden —Ryck nos ofreció un abrazo grupal a Candy, Logan, Lezley y a mí; el cual le correspondimos y dijimos que nos queríamos a pesar de todo.
Sin darnos cuenta ya era demasiado tarde para entrar a nuestra última clase (Lengua con la profesora Brooke), solo nos sentamos en el gimnasio (el cual estaba vacío) a que ya llegara la hora de marcharnos cada quien a su respectiva casa (desde que llegué a la vida de esos chicos; o ellos a la mía, comenzaba a faltar a clases por los problemas que se originaban; cuando estaba con Marcus Miller, no pasaban cosas de esa índole; solo me aseguraba de estar siguiéndolo y, básicamente, era toda mi tarea).
—¿Y bien? —Lezley se acercó a mí.
—¿Qué? —vi que ya no había nada de odio en su mirada, aunque igual podía estar actuando; ella siempre fue una excelente actriz.
—Hablo del viernes, ¿qué pasó con Vallaj?
—Nada —Lezley me vio con esa mirada que sabía que yo estaba mintiendo y no me podía ocultar para siempre de mi destino.
Tuve que contarles lo que había pasado el viernes, les conté todo, hasta cómo casi nos descubría el trabajador de la escuela al encontrarnos en la licorería, les conté sobre la chica pelirroja de nombre Ashley y cómo me sentí un poco incómodo (celoso) de que se estuvieran coqueteando el uno al otro, les conté sobre el Never Have I Ever y cómo me venció con suma facilidad.
—Eso no es justo —habló Lezley cuando terminé de haber hablado—. Quiero decir, él sabe algo sobre ti y tú no sabías nada sobre él.
—Exacto, y me salió el tiro por la culata en dos o quizá tres ocasiones —bajé la mirada.
—Sí; aunque, tampoco es como que Jessie Jones abuse de él, ¿sabes? Quizá lo malinterpretamos todo, pudimos haberlo hecho de miles de formas diferentes y eso era todo; pero no pensamos con claridad y fue más fácil decir que Jessie tenía cierto tipo de abuso sobre él.
—Se me ocurre una —hablé; un poco encorvado, con la mano en mi mandíbula y mi pierna sobre la otra.
—¿Cuál? —todos me preguntaron al mismo tiempo.
—Es una tontería, olvidémoslo, ¿sí?
—No es una tontería si es importante para ti —de nuevo Logan me miraba como si él estuviera soltero y su novio no estuviera justo a un lado de él, ¡por Dios! ¿En serio creí que le gustaba? ¿A él? ¿No se suponía que estaba saliendo con el chico que estaba justo a su derecha? Si Logan de verdad sentía alguna especie de atracción hacia mí, me habría metido en un gran problema.
Consideraba a Ryck como un mejor amigo (incluso mejor que Logan), creo que era por el hecho de que yo le atraía y él me había dicho que pensó en haberme enviado cartas; algunas, aunque solo Dios sabe cuáles eran.
Bueno, quizá solo Dios, él y Christopher.
No quería meterme con el novio de mi mejor amigo; por muy retorcido que sonara, eso estaba mal desde cualquier punto en que uno lo haya visto.
Después yo sería el imbécil (y fácil, no olvidemos fácil) que se metió con el novio de su mejor amigo; no necesitaba más drama en mi vida, ya estaba feliz con el drama que estaba viviendo por todo lo de Christopher Alexander Lemus; él me tenía vuelto loco, no sabía ni por dónde empezar a ver: que estaba enviándome cartas anónimas para llamar mi atención. Aunque a Richard igual le llegaban, tal vez no de Jessie Jones pero también le llegaban cartas de muchos; o muchas, fans que tenía (agrego ambos sexos porque Richard Vallaj era el chico más top en toda Apple White High School, chicos y chicas estaban enamorados y enamoradas de él; solo dos ejemplos que se me ocurrieron eran Marcus Miller y Scott Robinson).
—No es nada, Logan, pueden estar tranquilos, ¿sí? —me quité, como pude, a Logan de encima, pero él no sería el problema.
—¿Ni siquiera a mí me vas a contar lo que pasa, Louis? —perfecto, Lezley empezaba de manipuladora, ya sabía esos trucos, Miller me había enseñado muy bien, había aprendido bien del maestro de la manipulación y la actuación: Marcus Miller.
—Ahí les va: estoy bastante seguro de que Richard Vallaj piensa que estoy enamorado de él; pero solo véanlo; ¡es un chico tan soberbio, egoísta, pedante y altanero! Yo jamás podría estar enamorado de alguien como él; ¡nunca en mi vida!
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