Capítulo 19
—No tiene nada de malo, ¡al menos no cuando no estás casada! —Lezley casi gritó esto último—. Marcus amenazó con decirle a su esposo; ya que lo conoce, ya saben: todos se conocen en Itaville.
—¡Joder! ¿Es en serio? —Jessie y yo preguntamos.
—No tendría por qué mentirles, chicos; y lo peor de todo es que no pudo hacer nada por el rumor de mi falso Teratoma —Lezley hizo cara de decepción.
¿Ahora qué más podía pasar?
—Oye, gracias por defenderme de Graham, las cosas se estaban poniendo muy feas; te debo una muy grande —le agradecí a Jessie su gesto.
—¡Oh, rayos!, ¿sigues creyendo que me debes algo? Ya, olvídalo, no es nada; lo hice porque eres un muy buen muchacho y no mereces que nadie te trate así.
—Tiene razón, no deberías dejar que Abraham te haga nada; eso es algo estúpido.
—Si así se porta cuando están en un lugar público, no me quiero imaginar cómo se porta cuando están a solas o en la intimidad, ya sabes a lo que me refiero, don't you? —fuck!, Jessie estaba pensando que yo ya había tenido sexo con Abraham pero no era así, solo había tenido sexo con Marie, y, para ese momento, ella me odiaba por mentirle todo ese tiempo que estuvimos juntos como pareja.
—No hemos tenido sexo, en lo absoluto; solo he tenido sexo con Marie Wilson —ya habían concluido las clases, así que íbamos dirigidos al estacionamiento de Apple White a continuar nuestra plática.
—Mejor aún, no estés con él en ese sentido más íntimo, no quiero que resulte ser masoquista; como Christian Grey, y te vaya a hacer daño como él a Anastasia.
—Ella se enamoró…
—¿Estás enamorado? —Lezley me interrumpió y no me dejó terminar la idea que estuve a punto de platicarles: que, al final, él cambiaba por no perderla a ella.
Me hicieron la pregunta que yo estaba evadiéndome a mí mismo, ¿qué se supone que tenía que decirles? Bueno, había llegado la hora de la verdad.
—No, Lezley sabe por qué no estoy enamorado de él, cuéntale a Jessica el porqué estoy confundido.
—Bueno, ahí te va… —Lezley comenzó a platicarle a Jessie lo que pasaba con el asunto de O.H.R., se lo contó todo tan detalladamente. Dios mío, Lezley, ¡discreción!-. Y es por eso que Louis Gerald no sabe de quién está enamorado; no es nada, Louis.
—Vaya, yo creo que estaría igual si una persona cambia sus iniciales en cada momento; cada que te envía cartas o mensajes de texto, no sé cómo me sentiría, al menos soy feliz con Richard Vallaj —comentó Jessie.
—¡Al carajo todo esto! Necesitamos ir por un café al Starbucks cerca del parque Orange; ¿qué opinan? —Lezley tomó sus cosas—. Esto hacen los amigos: toman café y se cuentan cosas como estas.
—Las llevo, súbanse a mi auto, no se preocupen por la pintura; no pasa nada, tranquilas —hice una referencia a todas las veces que Marcus Miller me había regañado por haber rayado su auto; ninguna entendió, aun así, nos fuimos de prisa a mi auto.
Llegamos al Starbucks cerca del parque Orange, Lezley pidió un café americano, Jessie pidió un Chocolate blanco y yo pedí un café moca.
Subimos las escaleras y nos sentamos en la segunda mesa a la derecha.
—Oigan, chicos, ¿creen que se pueda fumar aquí dentro? —comentó Jessie.
—¡Oh, por Dios! —Lezley casi dio un brinco de la emoción, aparentemente ella fumaba y jamás me lo había dicho; aunque nunca le pregunté directamente—. ¿También fumas? Porque yo sí lo hago.
Al parecer a Jessie y a Lezley eso las hizo más unidas porque empezaron a platicar más, mucho más, sobre una gran variedad de temas.
Yo estaba pensando incluirme en su plática, pero ¿qué tal si no querían platicar con un no fumador/fumador pasivo? Porque así me llegué a considerar.
—¿Sabes qué, Lezley? —volteé a ver a la chica castaña—. Regálame un cigarrillo.
Vi su cara de confusión.
—¿Por favor? —se lo pedí.
—No es la manera en que lo pidas, es solo que tú no fumas y se me hace raro que solo porque Jessie y yo hablamos del tema, de repente quieras fumar, y no tiene nada de malo. —Lezley comenzó a hacer una pequeña reflexión.
—Solo dame uno, por favor, ¿quieres? Es todo lo que pido, ¿es mucho pedir?
En ese momento me ofrecieron un cigarrillo, lo tomé con la punta de los dedos y lo llevé directamente a la comisura de mis labios.
Ya sabía qué hacer, o sea, no había hecho eso antes (en lo absoluto) pero había visto varias veces a Marcus Miller hacerlo y a mis padres también; algunas veces, así que encendí el cigarrillo, inhalé un poco para terminar de encenderlo, tragué el humo y lo saqué humo formando una «o» entre mis labios.
—¿Seguro que es tu primera vez fumando o ya habías fumado antes? —preguntaron Lezley y Jessie al mismo tiempo.
Empecé a contarles lo de Marcus Miller y que por él había aprendido varias cosas en la vida.
—Ok, no importa. Oye, te quería pedir una disculpa por lo ocurrido el otro día en la escuela, pero sí me molestó un poco que hayas engañado a Marie Wilson con Abraham Adams —Jessie se disculpó, o sea que yo no me esperaba que ella se disculpara conmigo pero me lo debía; tuve que mentirle a mamá ese día sobre cómo se ensució tanto mi uniforme y estaba pegajoso, ella no hizo más preguntas y aparentemente había creído lo que le había dicho; sin embargo, me obligó a lavar mi uniforme… ¡a mano!
—Descuida, está bien, entiendo tu molestia —di otra bocanada a mi cigarrillo.
—¿Sin problemas? —preguntó Jessie.
—No problems —respondí.
—Podemos hablar un rato, ¿o tienen algo más que hacer?, porque yo estoy libre, ya no tengo nada más qué hacer —Lezley tomó su cigarrillo y soltó una bocanada de humo.
—Claro que s… ¡Mierda! Olvidé por completo que hoy tenía que asistir a la práctica de animadoras —Jessie era la capitana de animadoras—. Y Richard iba a pasar por mí para irnos a algún otro lado; como siempre solemos hacer.
—Entonces ¿te vas? —Lezley sonó bastante decepcionada.
—¡No, al carajo, me quedo con mis nuevos amigos! Todos los días es lo mismo, necesitamos un break —¿estaban pasando por un mal rato Jessie y Richard? ¿O por qué de repente se juntaba con los inadaptados sociales (me empecé a denominar así cuando comencé a juntarme con Lezley, Candy, Ryck y Logan)?
Jessie tomó su teléfono y tecleó el número de Richard Vallaj.
—Hola, bombón; escucha, no voy a estar en la práctica del equipo de animadoras porque estoy con mis nuevos dos amigos: Lezley Anderson y Louis Gerald —Jessie comenzó a hablar con Richard por teléfono, se veían tan lindos—. ¡Ah! ¿Ya sabías?
—¿Crees que Richard esté molesto? Porque a mí esto me molestaría un poco; ir hasta el campo de animadoras a buscar a tu novia pero que ella no esté ahí, me parece un poco grosero —yo ya estaba pensando en cómo sería su próxima pelea; aunque ya sabía, por el día que me tiró el café en la cabeza, que ella tenía el control en la relación.
—¿Tú lo crees?
—¡Obviamente no! —le recordé a Lezley lo que había pasado el día que Abraham me besó en frente de Marie.
—¡Listo, chicos! No tengo el permiso de mi novio —se acomodó el cabello con los dedos—. Pero no lo necesito, él me tiene confianza y cuando le dije que estaría con ustedes dos —nos señaló a Lezley y a mí mientras esbozaba una gran sonrisa-. Se puso feliz, más porque no estuviera Graham entre nosotros.
—Seriously? —preguntamos Lezley y yo al mismo tiempo.
—¡Sí, él confía en ustedes, chicos!
—No te sonsacáremos a nada malo o que no quieras, ¿lo sabes, no? —Lezley ya se había terminado su cigarrillo, sabía que podíamos fumar ahí porque no había algún anuncio que dijera «prohibido fumar» y, además, era una terraza al aire libre, en los días de lluvia debía ponerse muy feo.
—Salvo fumar, él sabe que fumas, ¿verdad? —me terminé mi cigarrillo y me levanté a tirar la colilla en el cesto de basura.
—¡Oh, cielos, no! Él no fuma y me mataría si se enterara —pusimos cara de confusión Lezley y yo—; no estoy hablando literalmente, tranquilos, si lo supiera.
—Solo somos tres buenos amigos tomando un café y fumando un cigarrillo mientras platicamos de los chismes actuales que pudiera haber en nuestra escuela, ¿no lo creen, Lezley y Jessie? —sonreí.
Lezley sacó su teléfono y nos tomamos una divertida selfie. La publicó en su perfil de Instagram.
—No soy muy popular, así que no tendré muchos likes pero pondré hashtags diferentes —se detuvo a pensar—. No sé; #friends #coffee #Starbucks #AppleWhite #Itaville y ya, veamos qué tantos likes consigo, no espero mucho, lo máximo han sido treinta likes por chicos de la escuela y mi familia; aunque me da lo mismo ser o no ser popular en redes —sí, la gente solía alejarse de Lezley por su Teratoma, bueno: por su FALSO Teratoma.
No muchos chicos de Apple White la seguían: solo Candy, Abraham, Katherine, Marie (era bastante extraño que Katherine y Marie la siguieran), Ryck y Logan, solo por mencionar algunos que yo conocía; pero en ese momento fue que Jessie se unió a la lista de seguidores de Lezley.
Claro que yo también seguía a Lezley y a varios de la escuela preparatoria Apple White.
—La cantidad de corazones no importan, Lezley, lo importante es compartir un buen rato con tus seguidores y con tu familia; no hagas caso a las críticas negativas, querida amiga —Jessie sacó su teléfono y encendió la cámara—. Mi turno, sonrían.
Sonreímos y tomó la selfie, hizo lo mismo que Lezley y la subió a sus redes sociales, ella la subió a Facebook, Instagram, Twitter, Snapchat (como historia en un lapso de 24 horas).
—Falto yo —saqué mi teléfono para nuestra increíble selfie—. ¡Sonrían!
La subí a Facebook, Instagram, Twitter y Snapchat; same as Jessie, Lezley solo la subió a Instagram, a lo mejor solo la subió porque a ella sí le importaban mucho los likes.
Seguimos platicando un par de horas y subiendo historias a WhatsApp, Facebook, Instagram, Snapchat y publicando posts en Twitter con los hashtags ya mencionados.
Pero la vida no podía ser tan perfecta como lo era en esos momentos, al menos mi vida no podía ser tan perfecta, durante una fracción de segundo creí que de verdad podía ser feliz.
Nuestros teléfonos vibraron, al tiempo que sonaron, por una notificación que recibimos sobre alguien que había comentado mi foto. Lezley y Jessie también revisaron sus teléfonos por la misma notificación.
—No van a creer quién comentó mi foto.
—¿También a ti?
—¿Creen que fue la misma persona? Quiero decir, ¿creen que fue la misma persona desde las otras cuentas?
—Marcus Miller comentó mi foto en Instagram con un mensaje bastante despectivo de su parte —hablé yo.
—A mí fue Marie Wilson —Lezley estaba igual de consternada que yo.
—¿Adivinen quién comentó la mía? Nunca me lo van a creer, ¡por Dios! —soltó Jessie.
—¡Dinos ya! —casi gritamos Lezley y yo.
—Katherine Dankworth.
¿De qué trataba todo esto? No queríamos abrir los comentarios porque sabíamos que era algo malo, queríamos ahorrarnos problemas, pero aun así los abrimos, no al mismo tiempo; aunque sí sucesivamente.
Yo fui el primero en leer el comentario de Marcus Miller.
—«¡Qué desesperación! ¿Tanto me extrañas que tienes que suplantarme; primero con Candy, Lezley, Ryck y Logan, y ahora con Jessie Jones? ¿De verdad? Qué feo, al menos conmigo tenías una amistad estable.». Púdrete, Marcus; esa amistad era muy tóxica para mí —hablé para mí mismo; sin embargo ellas me escucharon.
—¿Qué te comentaron a ti, Lezley? ¿Algo casi tan malo como lo que le comentó Marcus a Louis Gerald? —preguntó Jessie con voz decepcionada.
—«¡Un gusto que estés con alguien que no sean esos perdedores de Ryck, Logan y Candy! ¡Al parecer puedes tener amigos con todo y tu teratoma!». Lo dicen como si todo eso fuera verdad, esto no es verdad, por Dios —Lezley estaba a punto de llorar.
—Es lo que todos creen —le recordé.
—¡Cállate! —Jessie me reprimió.
—No, déjalo, tiene razón; maldito Marcus Miller, ¡lo odio!
—Calma, Lezley, ¿a ti qué te comentaron, Jessie? —pregunté, era el turno de Jessie.
—«¡Qué belleza! La nobleza visitando a sus plebeyos, ciertamente estás haciendo tu buena acción del día, Jessie Jones.». Maldita bruja, esto lo hago justo porque sentí que tenía un vínculo afectivo con ustedes, chicos, no hay que hacerles caso a los comentarios de estos tres tipos.
—¿No les parece extraño que seamos un chico con dos chicas, justamente él también sea un chico con dos chicas y hayan comentado nuestros respectivos posts en Instagram? —estaba intentando armar las piezas del rompecabezas.
—Bastante, ¿y cómo se dieron cuenta?
—Los hashtags —respondió Jessie a la pregunta de Lezley.
—Sí, Jessie tiene razón, Lezley; Marcus no sigue a nadie, pero tiene más de cien mil seguidores; en cambio, sé que Katherine y Marie te siguen a ti, así que quizá vieron tu post en su feed.
—Tienes razón, Louis: Katherine y Marie me siguen a mí, es solo que me sigue pareciendo raro que ellas —Lezley tenía razón, ese detalle era bastante raro.
—O era eso o definitivamente alguien que conozcamos debió haberle dado like a nuestras fotos y tal vez siga a uno de los tres, si no es que a los 3, y les haya aparecido en su feed de Instagram que cierta persona le dio like a la foto de alguno de los tres —yo empezaba a hacer mis teorías locas sobre cómo es que habían encontrado la foto.
—¡Vaya! Sí que pensaste en todo, muy detalladamente —Jessie me volteó a ver con una mirada de pocos amigos—. Casi como si tú mismo le hubieras enviado el link de la publicación a Marcus Miller para que él se las hiciera llegar a Katherine y a Marie.
—¡Esperen!, Katherine y Marie si siguen a una persona, siguen a Lezley, quien no sigue a nadie es Marcus, y ellas solo siguen a Lezley.
—Sí, es lo que acabo de decirte y gracias por hacerme caso. Ahora si me permites, tengo que checar unos asuntos.
Lezley entró a ver el perfil de Katherine Dankworth y Marie Wilson, efectivamente, se dio cuenta de que solo la seguían a ella.
—No sé si sentirme honrada o asqueada por esta situación —hizo cara confundida durante un rato.
—Es muy raro…
—Volviendo al tema, Lezley, ¿no crees que es muy raro que Marcus viera la publicación de Louis, a él le haya comentado primero y luego a nosotras dos esas dos chicas?
Lezley me volteó a ver también con una mirada de decepción.
—¡Ay, por favor! Eso sería como escupir hacía arriba y que me cayera en la boca. Es un mal ejemplo, lo sé; digamos que sería como si el tiro me saliera por la culata —les expliqué—. También me comentó a mí y fue el maldito Marcus Miller.
—Te comentó algo mucho menos doloroso que a nosotras.
—Me hizo ver débil y dependiente de él, como si lo necesitara —respondí—. Es obvio que no lo necesito; las tengo a ustedes, bueno: ahora te tengo a ti, Jessie, con Lezley he estado hace apenas un rato que decidí alejarme de Marcus Miller.
—Sí, y siempre te estoy defendiendo de Abraham Adams, me debes una muy grande, Lou —me alcancé a reír por lo bajo.
—Habías dicho que no te debía nada y que lo olvidara —comencé a reírme—; pero está bien, te debo una muy grande, no hay problema, la pagaré cuando pueda hacerlo, ¿sí? —Lezley también estaba riendo por lo que pasaba—. Tienes razón, te la debo.
-—Oye, claro que no, estaba bromeando! Descuida, amigo —Jessie me dio un pequeño golpe en mi brazo derecho.
—Sólo diré que me alegro de conocerlos, chicos —admitió Lezley.
—Lo sé —dijimos los dos con un toque de modestidad al mismo tiempo.
—¿A dónde vamos, ahora, chicas? ¿Quieren hacer algo? —pregunté justo antes de que sonara mi teléfono, yo ya sabía de quién de trataba—. «Eres tan caliente que creo que voy a desmayarme, parece que mi cumpleaños es hoy o que la navidad está cerca, muévete conmigo. Little Mix - Move,
Siempre tu mayor fan,
L.»
—¡No puede ser! ¿De parte de «O»? ¿Otra vez? —asentí con la cabeza mientras guardaba mi teléfono—. ¡Carajo!
—Bueno, en realidad no; es de parte de "L", hay que pensar, chicas, «O.H.R.L.», ¿quién puede ser? ¿De quién puede tratarse?
O.R.H.L., ¿quién carajos podía ser?
No tenía la menor idea, pero ahora tenía una nueva letra, ¿un nombre? ¿El nombre y el apellido? ¿Dos nombres y un apellido? I felt so annoying. Me sentía tan enojado y molesto. ORLH... ¿Y por qué yo? ¿Ahora me decía que era muy caliente?
—Ahora dice que eres muy caliente, que podría desmayarse y eso es un poco incómodo, ¿no lo crees? —comenzó a hablar Lezley.
—Estoy de acuerdo con ella, es un poco incómodo —concluyó Jessie Jones.
—Sí, ¿pero no ven lo que yo veo? Quiero decir, esto sí que es excitante hasta cierto punto —estaba soñando despierto, quería hacerlo con un chico, me había encantado tener sexo con Marie Wilson pero ¿con un chico?, Dios, eso era tan excitante.
—Sí, si así lo quieres ver, ¡estupendo! Nosotras sí que estamos muy felices por ti; demasiado —hablaron al mismo tiempo Jessie y Lezley. Yo solo reí por lo bajo.
—¿Nos vamos? —ya era muy tarde para seguir ahí, fumando y tomando un café que ya habíamos terminado. El ambiente empezaba a ponerse algo aburrido y muy tenso debido al mensaje tan caliente que recibí por parte de mi admirador secreto; ¿por qué de repente yo era muy caliente y me daban ganas de tener sexo con un chico?
—Espero que nuestra siguiente cita sea con Lemus, ¿no lo crees, Lezley? —Jessie Jones guardó sus cosas; ¿quién carajos era Lemus? ¿Un amigo de Sean?
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