Capítulo 17: Mi error


La época de la guerra no había sido fácil para nadie, mucho menos para México.

Si ya antes ver a sus hijos era algo difícil, ahora con la segunda guerra habían sido imposible. De por sí ya había tensión desde que USA había hecho a México darle a sus hijos porque según el gringo "la economía que tenía no alcanzaba para mantener a sus hijos". Pero bien era claro que lo que USA quería principalmente eran los territorios que pertenecían a ellos (No por nada se produjo la guerra)

México estaba muy enamorado de USA, cosa que le hizo perdonarle cada cosa mala que le hacía. Es decir, darle 3 hijos, su custodia y apoyarle en cada guerra en la que participó no era cualquier cosa. Pero el americano siempre había sido celoso a más no poder; había prohibido al tri-color tener cualquier contacto con las madres de sus hijos (así es, ningún estado de México es de una misma madre); cada vez que a alguna nación se le ocurría visitarlo quería decir que USA dejaría de hablarle un mes completo. Pero por más estupideces que hiciera, allí iba México a sus brazos...

Durante la segunda guerra mundial se suponía que sería neutral, así que solo vendió petróleo a los aliados de su pareja. Pudo ser algo más lucrativo venderles a ambos mandos, pero estaba muy enamorado para pensar en eso.

Pero su situación cambiaría cuando a las fuerzas del eje decidieron darle una advertencia a México, hundieron varios buques petroleros. Entonces tuvo la brillante recomendación de USA de aliarse con él. Le dio hombres que lucharon en sus ejércitos, seguía dándole el petróleo que necesitara...

Pero ese apoyo no repercutió en su relación. Se volvieron distantes, después de todo en medio de una guerra se debía comandar a mucha gente. Las pocas veces que se veían USA era muy frío, no hacía más que hablar de estrategias militares contra el enemigo mientras abrazaba posesivo a México. En todo ese periodo decir que lo hicieron 2 veces era mucho pues los habían interrumpido en esas dos ocasiones.

Pero aún con todo, el de tierra Azteca jamás le había sido infiel, siempre había estado a su lado ¿Y USA? Había tenido dos "ligeros" deslices, uno con la madre de FBI y el otro con la madre de CIA. Todos estaban conscientes de ello, pero México aun con eso perdonó a USA y lo habría seguido perdonando... Pero el de habla inglesa no era como su pareja.

México había tenido una inesperada visita de ni más ni menos que Third Reich cambió las cosas para él.


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-te estoy ofreciendo el mismo trato que mi padre te dio en su época- el nazi sabía perfectamente que México tenía una relación con su enemigo número 1 pero, también que era una relación al borde del desastre.

-Se lo dije a Second Reich y te lo diré a ti, no voy a unirme a ti- le dio la espalda

-¿De verdad?- Reich abrazó por detrás al mexicano -¿Me dirás que prefieres que USA tenga a tus hijos y sus riquezas? Piensa las cosas, luego de la guerra ¿Piensas que va a apoyarte?-

-¡Aléjate!- lo empujó para que lo soltara -Lo que están haciendo es horrible-

-Bitte (por favor en alemán) sabes que tu noviecito no es inocente- también USA estaba involucrado en cosas turbias -Dime ¿cuantas infidelidades más perdonarás? Tú tuviste a tus hijos antes de tener algo con él y le diste tres- le recordó

Eso hizo bajar la guardia, tenía razón en todo lo que decía, pero... Amaba demasiado al norteamericano.

-¿Qué más da si tú tienes un ligero desliz también?- el nazi volvió a acercarse al mexicano, alzó su camisa, disfrutando de la sensación de su piel.

Un ligero gemido salió de sus labios ¿cuánto tiempo había pasado desde que había sido tocado así? -Es que no...-

Sus peros fueron callados por los labios del Nazi sobre los suyos. Ese era un beso muy caliente, le costó corresponderlo. En su mente pasaron miles de recriminaciones y dudas, pero Nazi tenía razón ¿No? Eso se quedaría como un simple "Desliz" sin significado...

Las persianas de la oficina se cerraron, las luces se apagaron y la ropa quedó en el olvido.

En esa mesa que aún tenía un par de papeles México estaba siendo tomado por quien consideraba su enemigo.

-Ahh... E... Espera...- ese era el punto que pocas veces su novio llegaba a tocar

-¿Parar? no lindo... Esto está comenzando-

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Aún no le cabía en la cabeza la idea de que lo habían hecho 3 veces ese día en su oficina... Que vergüenza fue para él tener que limpiar el desastre que había causado con tal de que la persona de limpieza no supiera lo que ahí se había hecho. Third Reich se fue tal como vino, sin firmar ningún trato con México, pero tenía algo mejor, la gloria de saber que había profanado la propiedad de USA.

Todo marchaba sobre ruedas, al menos nada había cambiado, no hasta que unos días antes de acabar la guerra México y USA se reunieron.

-Something you want to tell me? (¿algo que quieras decirme? en inglés)- USA había citado a su pareja en su oficina, cosa rara pues siempre se veían en su habitación

-Que te amo gordito- contestó divertido

USA lejos de reírse, se quitó los anteojos y le dio a México un par de fotos donde se le veía teniendo relaciones con Third Reich -Más te vale que empieces a hablar-

La sangre se le heló ¿Cómo habían tomado esas fotos? -Pues... - no pudo seguir

-¡Te acostaste con Third Reich! ¡¿Pensaste que no me iba a enterar de que conspirabas en mi contra?!- dio un fuerte golpe en el escritorio.

Esta acción hizo saltar un poco a México de su silla -¿Qué? ¡No! yo rechacé el trato de ese Nazi, mi amor... Solo fue un pequeño error, una simple calentura-

-¿Y eso te parece mejor? ¡Eres una puta!- esas palabras fueron seguidas de una buena bofetada por parte de USA hacia México.

Más que el golpe en la cara, al mexicano le dolía el corazón -¡¿Con que derecho me llamas así cuando yo acepté que te acostaste con dos mujeres a las que dejaste embarazadas?!- le recriminó

-¡Esto es diferente! ¡Tú me traicionaste con el peor de mis enemigos!- se levantó de su asiento y le lanzó las fotos en la cara a México -tómalas y lárgate, no quiero volver a verte aquí-

El tri-color con lágrimas en los ojos tomó las fotos y se levantó -Solamente ten en cuenta... Que fuiste tú quien terminó con todo...- Salió de allí

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Después de la guerra México y USA dejaron de tener contacto por cuenta propia, preferían incluso mandar a sus presidentes a ser quienes se vieran en lugar de ellos.

Texas culpaba a su madre de la separación y empezó a odiarla pues a diferencia de México, USA no cayó la infidelidad y se los contó a sus hijos para que así no quisiesen ni ver a su madre. Nuevo México simplemente cortó lazos con su madre a petición de su padre y California decidió pasar del asunto, hablando a veces a escondidas con su madre (y de hecho siendo el único que sabía que USA había sido infiel y no que FBI y CIA eran por inseminaciones, la verdad ese era un pretexto patético).

Pero USA supo tarde el error que había cometido, su amado se había ido y no volvería... A menos que lo hiciera volver.

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Ya sé, no es la continuación que esperaban pero... Es que los quiero hacer sufrir un rato :3 (nah, mentira). Quiero retrasar un poco más el final de esta historia, al menos unos capítulos más y para todos los que me hicieron sus preguntas, no coman ansias, tendrán sus respuestas aún si me quemo los dedos en ello *inserte cara determinada*


Chao, Chao!

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