CAP 59: [QUE ALOCADO DÍA]

Dash no entendía que estaba sucediendo, y eso hacía que su expresión de confusión fuera aún más tierna para sus hembras, era como un niño pequeño en su primer cumpleaños.

SEISSA: Fu~ fu~, aww cariño - tomó su silla y la puso al lado derecho del humano, luego lo abrazó, acariciando su mejilla - ~Hicimos esto para ti, cuando por fin llegaste a nuestras vidas, cuando encontramos nuestra alegría, solo sonríe~ - le regaló una sonrisa -

No era la clásica coqueta y seductora, no, era una sonrisa dulce y amable, pero también, muy agradecida.

Él no entendía, pero se sentía tranquilo de cierta forma, de una forma en la que no lo había estado en un rato.

Una leve sonrisa de la que no se dio cuenta escapó de sus labios, regresando la mirada al gran pastel frente a él.

Sus niños corrían por la sala, gritando y jugando, mientras algunas de las hembras los regañaban, o en algunos casos, como Loona, los perseguía furiosa/jugando con ellos.

Dash se quedó mirando el pastel, ignorando todo eso, todos estaban a salvo y felices, no había necesidad de hacer algo.

Se perdió en sus...'pensamientos', realmente solo se quedó viendo fijamente un punto en específico, sin ninguna palabra en mente, solo ideas e imágenes que le agradaban.




¿Dashy?




El pelirrojo reaccionó, girando la cabeza para poder ver a Jess, que le sonrió levemente, lo notó volar, metafóricamente, y solo pudo limitarse a intentar imaginar que es lo que pasaba por su mente.

JESS: ¿No quieres un poco? - le preguntó, mientras sostenía un plato con una rebanada de pastel, que ya estaba siendo cortado para repartirlo -

El humano, algo confundido, lo tomó, pero no hizo nada, solo lo sostuvo, viéndolo unos segundos, luego levantó la mirada y vio a su gran familia.

Una pequeña sonrisa escapó de sus labios, cosa que amplió la de Jess, quien volvió a repartir pastel.

Dash sentía algo raro, el estómago le picaba, pero no era un picor desagradable o molesto, solo era algo un tanto extraño, tal vez solo necesitaba comer un poco, así que de un solo bocado terminó su plato.

Sintió como alguien jalaba su manga derecha, así que desvió la mirada, para ver a una pequeña niña humana, ladeando su cabeza.

Él la cargó, frotando su nariz con la de la niña, que comenzó a reír, ella tenía algo en sus manos, y se lo ofreció a Dash, quien lo vio fijamente.

No era otra cosa que un peluche de dinosaurio, así que, confundido, volvió a verla.

Como era de esperarse, ninguno dijo nada, solo se quedaron mirando entre sí, hasta que el pelirrojo dejó a la pequeña en el suelo, levantando ampliamente los brazos.



¡¡ROARH!!



Fue el intento de rugido del humano, la niña se rió y comenzó a correr, con Dash persiguiéndola, soltando alguno que otro gruñido entre pequeñas risas.

Algunos de los niños presentes observaban, no pudiendo evitar sentir envidia y celos, así que rápidamente corriendo a unirse a su padre y hermana.

Las hembras del chico pelirrojo estaban sentadas, degustando el pastel, y en algunos casos, también el de sus hijos, pues 'Se los guardarían'.

NICOLE: Jhm, mi Eleonor sabe animar a su padre - la tiburón sonrió, sacando su teléfono para tomar una fotografía de la bonita escena frente a ella -

VEOMÍA: ¡JA! ¡TODAS SABEMOS QUE MI CAMPEÓN, BEORE, ES EL QUE MÁS SE ANIMA! - la loba sonrió con orgullo y arrogancia, cosa que hizo reír a algunas -

SEISSA: ~Owww~ ~Mira como mi Ussi juega con Dashy~ - enternecida, vio como su pequeña humana, y no solo ella, si no que las otras 2 que le pertenecían estaban con un par de lanzas de papel -

Aunque de lanzas tenían poco o nada, pues solo eran hojas de papel, traídas por Mute para sus origamis, enrolladas y con algo de punta, hechas rápidamente en el momento.

Las 3 pequeñas hermanas picaban al pelirrojo con estas, riendo, mientras que la mencionada Ussi se subía a su espalda, picando su cabeza.

El humano tuvo una idea, así que se dejó caer y dejó de mover los músculos, lo que hizo que las risas pararan de golpe.

LIMEMA: ~Mmmm~ ~Amor~ - susurró para sí misma la zorro, que estaba entre enternecida y molesta por la broma que el pelirrojo le haría a sus hijos -

Ella estaba algo sorprendida de que aún siguiera teniendo sentido del humor, y no solo fuera un padre que se pasea junto a sus hijos de vez en cuando, sino que también juega con ellos y es capaz de gastar bromas sencillas...aunque a veces crueles a su parecer.





FLASH BACK





LIMEMA: C-Cariño, ¿No cr-crees que engordé? - ruborizada, se miró en un espejo, sosteniendo sus lonjas...que de lonjas no eran nada, pues solo estaba pellizcando su piel casi completamente libre de grasa -

Bueno, cuando empiezas a crecer tu cerebro comienza a hacerte pasar malos ratos emocionales, ella estaba con su figura esbelta de siempre, pero se notaba insegura.

DASH: Preciosa, ya te dije que no estás gorda - sonrió con algo de cansancio

LIMEMA: P-Pero... - no continuó, limitándose a volver a ver el espejo -

Quizá debió prepararse un poco mejor, y no comprar esa lencería negra para seducirlo, o mejor aún, evitar ponérselo en pleno acto, pues fue por verse que se desmotivó.

Dash se acercó a ella, y acarició su barriga.

La zorro cerró los ojos, y dejó caer su cabeza hacia atrás, sintiendo los duros pectorales del chico.

LIMEMA: ~Mmm~ ~Me sigue pareciendo extraño que sean tan duros... - se dio la vuelta, paseando su pata por el pecho del pelirrojo - ...Y tan suaves al mismo tiempo~ - le sonrió 'coquetamente' -

A pesar de los meses, y ya casi el año juntos, seguía siendo tímida y reservada, ahora mismo estaba sonriendo de forma nerviosa, con un toque de algo que el humano no pudo identificar, se veía extraña con esa sonrisa.

LIMEMA: Bu-Bueno, h-hay que empezar, ¿N-No cre-crees, cariño? - miró hacia otro lado avergonzada -

Sin darle oportunidad al humano de hacer algo, lo tiró suavemente a la cama, mientras que él la miraba, ella fue por una pequeña toalla, y volvió con Dash.

LIMEMA: L-Lo siento cariño, ne-necesito un juego pre-previo - 'tímidamente', le puso la toalla alrededor de la cabeza, cubriendo sus ojos, él hecho de no tener que verlo directamente le dio algo más de confianza - ~A-Aquí voy~ - más que un aviso, fueron palabras de aliento para sí misma -

Por el tipo de ropa que tenía, su intimidad estaba completamente libre, así que ella se sentó en la cara del chico, más específicamente, chocó sus labios inferiores con la boca del chico, de forma suave.

DASH: Oye, espera - la detuvo, antes de que terminara de conectar su vagina con la boca del pelirrojo para el sexo oral - ¿Por qué me pones una peluca en la boca? - con algo de dificultad, preguntó -

https://youtu.be/YsHIBiMymc0





LIMEMA: ¿Q-Qué? - asustada y muy avergonzada, preguntó, incrédula -

Rápidamente se puso de pie,  tapando su intimidad con una pata, y usando su brazo libre para ocultar sus pezones.

LIMEMA: Y-Yo, lo si-siento, n-no me he...mmm, p-perdóname - sonrojada, corrió al baño de su habitación, casi llorando -

Dash no alcanzó a decir nada, y solo se quedó ahí, confundido.

La zorro no se había depilado ahí abajo ya hace un buen rato, y pues, el pelaje creció mucho más de la cuenta, no era como el de el resto de su cuerpo, que tenía un largo de al menos medio centímetro, mientras que el de su intimidad ya llegaba casi a los 5, ósea que era más cabello que pelaje.

LIMEMA: ~Di-Diablos, que vergüenza, ¿A-Ahora qué pensará de mí?~ - tomó el rodillo, y se puso algo de su crema especial, para evitar quitarse más de la cuenta -





FIN FLASH BACK





...Bueno, ahora que lo pensaba no fue una broma como tal, solo un comentario, pero aun así, fue doloroso para su casi inexistente orgullo femenino.

Negó con la cabeza, volviendo a la realidad, continuando con la escena.

Dash seguía tirada en el piso, con los ojos cerrados y aguantando la respiración...o respirando muy lento.

Sus crías se le acercaron lentamente, moviéndolo levemente.


¿Papi?


Fue una pregunta que soltaron al unísono, algunos comenzaron a lagrimear, mientras que otros seguían intentando despertarlo.

Ussi, la 'responsable de matar a su padre' lloraba a mares, culpándose por lo que hizo.

Esto ya estaba cruzando la línea, al parecer de algunas de las hembras, y estaban a punto de gritarle a Dash para que dejara esta broma.

El pelirrojo se levantó rápidamente, lanzándose sobre la pequeña Ussi, que se sorprendió por esto, y luego recibió una oleada de cosquillas que la hicieron reír hasta casi mearse.

Los demás también rieron, dejando completamente de lado lo de hace rato, aunque solo se limpiaron las lágrimas, inhalaron sus mocos y continuaron jugando.

Mientras Ussi reía, abrazó la cara de su padre, como un pequeño koala, la cabeza del humano estaba en la barriga de la niña.

Él se levantó, aún siendo abrazado por su hija humana.

Rápidamente, el resto de niños treparon por sus piernas, o las abrazaron, dejando inmóvil al chico.

A lo lejos, las hembras tomaban fotografías, muy enternecidas.

VELVELA: Tal vez fue una broma algo traumática, pero no hay que negar que el final es entretenido - recargó su mejilla en su puño, suavizando su mirada, ver a su pequeña Ike jugando con su padre le llenaba el corazón -

AIDA: ...Todas sabemos - las demás la miraron, la chita albina no dejaba de mirar al pelirrojo - ...Qué así se ve el cielo - sonrió, realmente, no le importaba nada, solo con ver a ese grupo, era la hembra más feliz del mundo -

Nadie fue en contra de eso, y solo sonrieron, regresando la mirada, ahora Dash y sus hijos continuaron jugando, nada ni nadie podía interrumpir su alegría.



...Nada ni nadie...







¡¡SON UN MONTÓN DE INÚTILES!!



La voz resonó con un eco que la hizo más aterradora.

Un grupo de furrys estaba en el centro de la sala, en una rodilla cada uno, y mirando al suelo, algunos temblaban por el pánico.

Entre todos, Vusse, que fue la única que levantó la mirada.

VUSSE: E-Están demasiado protegidos, madre, mucho más que la última v_

Fue callada por un sonido...



Era como el siseo de una serpiente, o el sonido que un gato hace cuando está listo para atacar, solo que era mucho más grave, y muy, muy lento.

Tan solo eso hizo que la loba bajara rápidamente la cabeza, asustada, odiaba ese ruido, vinieron recuerdos del pasado...mucha oscuridad, un olor asqueroso...y ese maldito sonido.

Ni siquiera sabía si debía llamarlo un siseo, los oídos de ninguna criatura viva deberían escucharlo nunca, no puede imaginar como es que alguien gustaría de escucharlo.

Luego de varios segundos que se sintieron como una eternidad, el 'siseo' se detuvo, pero después, continuó un laaaargo silencio.

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No quería recurrir a estos extremos, pero viendo su
ineficacia...no me queda de otra



Vusse lo sabía, su 'madre' no era ninguna estúpida, la única razón por la que, aprovechando sus habilidades, no ha ido personalmente por ese humano, es por los ejércitos que lo protegen tienen armas lo suficientemente fuertes para que se lo piense bien.

Ella quería preguntar, de verdad, quería saber cuáles eran esos extremos de los que su madre hablaba, pero tenía demasiado miedo como para preguntar, por lo que solo se quedó con la cabeza agachada.



Vusse, quiero que reúnas a la legión...yo me haré cargo
ahora...fuera de mi vista, insectos...porque me está 

comenzando a dar hambre.



Rápidamente el grupo de furrys se levantó y comenzó a correr a la puerta abierta atrás de ellos, Vusse no tardó mucho en ponerse a la cabeza, corriendo mucho más rápido, producto de la adrenalina recorriendo sus venas.

Una chica ave se quedó atrás, corría tan rápido como la herida en su muslo se lo permitía, estaba aterrada, lagrimeando, no la esperarían, no la ayudarían.



~Pensándolo bien~



Al oír eso, la hembra se agachó, y usó sus 4 extremidades para moverse más rápido, se veía patética, y lo sabía, pero no quería morir.

Su compañero delante de ella cruzó la puerta, sin mirar atrás, y antes de que ella hiciera lo mismo, una pared blanca llena de escamas cayó del cielo frente a ello.

La furry volvió a pararse en 2 extremidades, retrocediendo, quería suplicar, pero el miedo hacía que su mandíbula temblara sin control alguno, imposibilitando el habla.

Aquella pared de carne se lanzó a ella, enrollándola y apretando su cuerpo, la ave pudo ver el fin de aquella cola escosa enroscando sus piernas.

Tan solo el trozo de cola escamosa que apretaba su abdomen ya era 2 o 3 veces más ancha de lo que ella era de alto.

Y como no podía ser de otra forma, por esta monstruosa diferencia, ella fue aplastada en solo un par de segundos.

La sangre cayó a mares, fue tan repentino, era como si una bomba estuviera dentro de la hembra, y haya explotado justo en ese momento.

Incluso con la cantidad de sangre, órganos y huesos, la cola blanca era tan grande que la mancha de rojo carmesí apenas había teñido su color, seguía siendo de un color pálido y frío.

Mientras la sangre seguía cayendo, la cola se movió de tal forma que el licuado de carne y sangre quedara en posición vertical, la cola se enrolló en sí misma para que nada se derramara, más allá de unas cuantas gotas del líquido rojo.

El apéndice gigante se desvaneció en la oscuridad, con el sonido de algo goteando haciendo eco.



...Falta poco, solo debo esperar, y podré saborearte a ti...



La cabeza llena de escamas blancas, ahora sin cicatrices, miró hacia arriba, el ventanal del techo, la única fuente de luz de la sala, la luna estaba llena.

Su boca estaba manchada de sangre, pero sacó su larga lengua de reptil para limpiar sus 'labios'.

Ella ya había planeado esto hace unos años, se aseguró de pulir los detalles y pensar en escenarios hipotéticos para que su plan fuera aprueba de fallas.

El único problema, como ella dijo, recaía en que era llevarlo demasiado al extremo.



Pero si es necesario que haya una guerra para

poder tenerte a mi lado...una guerra habrá.



Sonrió, sus ojos amarillos brillando furiosamente.

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AQUÍ ACABO ESTE CAPÍTULO, PARA QUE EL SIGUIENTE SEA LARGO Y SIN CORTES. RECUERDEN USAR CONDÓN, CEPILLARSE SUS DIENTES, OBEDECER A SU GFA Y NO ROBAR. A MI NO ME QUEDA NADA MÁS QUE DECIR MÁS QUE ADIÓS, ASÍ QUE...

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