CAP 56: [OH NO HERMANO]

¿Cuánto tiempo ha pasado ya? ¿Semanas? ¿Meses? ¿Cuánto tiempo lleva inconsciente?

Fueron 2 meses, faltaba poco para el parto de la mayoría, claro, si es que no daban a luz antes de tiempo. 

Lo peor de todo, es que el humano seguía dormido, todos los días iban a visitarlo, pasando gran parte del tiempo con él.

Ellas tenían sus formas para demostrarle que lo amaban, diferentes, pero con la misma intención.

Nicole le hablaba acerca de como las hembras y sus futuros hijos estaban desarrollándose, que estaban bien, deseando que despertara antes de los partos, si no lo hacía...sería un recuerdo difícil para ellas.

Britany suele acomodar la habitación de Dash, ordenando las flores que le dejan, evitando tocar los instrumentos médicos, siendo cariñosa con el chico inconsciente.

Aida le llevaba mapas, imágenes e información, le contaba de los lugares más hermosos que le gustaría visitar a su lado, hablándole acerca de cierta cascada.

Loona...estaba extrañamente tranquila, lo que hacía era limitarse a ponerle unos audífonos y escuchar canciones juntos, de todo tipo, la loba disfrutaba de esto, pero lo haría mucho más si él estuviera despierto.

Jess le habla de sumos que le gustaría que ambos probaran juntos, dietas, ejercicios, quería hacer todo tipo de cosas de ese tipo con él, se las contaba con mucha ilusión.

Momo le cuenta de los platillos que prepara para todas, y que hay algunas que no quieren comer, espera que cuando él despierte esto cambie, también le lleva platos de comida, que obviamente se quedan ahí hasta pudrirse y ser tirados, pero lo hace.

Limema iba con él para revisar su cuerpo, estudiándolo de cierta forma, hablaba sola, y la razón, era porque quería recordar cuando se conocieron, fue algo similar, estaba al pendiente de cualquier señal que le dijera cuanto le faltaba para despertar.

Seissa se acostaba con él, acariciando su cuerpo, sintiendo dolorosamente el daño en él, aún sentía los músculos tensos, aunque con forme pasaban los días, esta tensión se iba.

Cobi se sentaba a su lado, con varios dibujos en pata, quería hablar, pero no podía, quería contarle lo que había dibujado para ayudarlo a imaginar...si es que la escuchaba, no podía, así que se las arregló, tomó su celular y usó una aplicación para que la voz robótica hablara por ella.

Droda había notado que Dash sentía mucha curiosidad por las armas en los videojuegos, en la tecnología y en las máquinas, así que le hablaba de ciertos artefactos a detalle, tanto ficticios como de la realidad, o hablándole de juegos que se lanzarán y espera poder probarlos con él.

Zelly...bueno, ella no sabía que hacer, hacía todo lo que el humano le pedía, así que solo tomaba su mano y la ponía sobre su cabeza, y extrañamente, incluso solo eso la excitaba.

Keru llevaba libros y libros, de todos los géneros, tamaños y estilos, podría decirse que le trajo al menos una vez cada libro en la biblioteca...pasaba buena parte del día con él así que no había muchos problemas.

Shade no hacía mucho, le platicaba de como fue su vida antes y después de aprender Muai Tai, como llegó al torneo y demás asuntos, cuando acabó el contenido, le contaba acerca de como se sentía en estos momentos.

Velvela se quedaba en silencio, sujetando la mano del humano, acariciando su mejilla, recargando su cabeza suavemente en su pecho, besando su frente o cabello, se limitaba a eso.

Veomía limpiaba el cuerpo de Dash, quitaba vendajes y demás cosas, lo hacía con todo cariño.

Mute...ella no la estaba pasando muy bien, así que cuando fue dada de alta, con la triste noticia de que perdió a su hijo, inmediatamente fue con el humano para buscar consuelo, por más mínimo que fuera.

Si, el perder a su cría fue algo demasiado duro para la lagarto, demasiado, aunque sorprendentemente, luego de la noticia, solo se puso de pie, agradeció en silencio la atención brindada y fue a ver al humano.

Incluso con tanto que pensar, al verlo, sonrió, aquellas que estaban en la habitación se vieron entre sí y se fueron, sabían que este momento solo sería de estos 2.

Oh, claro, como pasaban ahí su día, era inevitable toparse 5 o 6 hembras al mismo tiempo, ya se dividían el tiempo para hacer sus cosas.

Lo que importaba era que el cuerpo del humano estaba sano casi en su totalidad, aún estaba ese problema en la tensión de sus músculos, o un par de fisuras en sus huesos nuevamente unidos, pero sanarían pronto.

Básicamente, solo faltaba que despertara, cosa que se había reducido a un par de semanas o menos.





¿Qué demonios pasa aquí?


Esa era la pregunta de Dash, mientras estaba de pie frente a un pequeño niño pelirrojo, que lloraba.

Estaba vestido con una bata blanca desgastada, con una pulsera en su muñeca, adivinó lo que era.

Miró a su alrededor...esa habitación blanca, no le gustaba para nada ese color, regresó su vista al niño, sin saber que debería hacer, le fue difícil sentir lástima, ¿Pero qué más haría?

DASH: Ghum, ¿Por qué lloras? - el niño no le respondió, continuó sollozando, limpiándose las lágrimas - ¿Cómo te llamas? - se hincó en una rodilla, pero fue ignorado de nuevo, cosa que lo hizo fruncir el seño - Oye, mocoso

Acercó su mano a la cabeza del pequeño, que no reaccionó, pero antes de tocarla, escuchó un ruido familiar, que lo puso alerta de inmediato.

En menos de un segundo se puso de pie, adoptando una postura de pelea, aunque él se extrañó, era una pose muy animalística, encorvado hacia adelante, con los puños muy alejados entre sí, y con las piernas como si estuviera por correr una maratón.

¿Cómo se había descuidado tanto? Corrigió su postura a la que siempre usaba para pelear rápidamente, regresando su mirada al frente.

Estaba...ese hombre...un sujeto de bata blanca, diferente a la del niño, más cuidada y con otro diseño, con una máscara de alguna cosa extraña.

???: Veo que ya te sientes mejor, ¿Qué tal si me muestras más? - le apuntó con una pistola extraña, que Dash reconoció al instante -

DASH: ¡ERES TÚ! - su enojo creció, el odio, la ira, su cuerpo se sintió con la necesidad de machacarlo a golpes -

Se dio cuenta que no le apuntaba a él, sino, al niño, pero no le importaba, ahora era suyo.

No perdió tiempo en saltar hacia el tipo, con especial atención en esa arma extraña, en caso de que ese tipo cambiara de objetivo repentinamente.

Un acto imprudente, algo que nunca ha hecho desde que recuerda, pero ahora era especial.

Preparó su brazo derecho para dar un golpe con toda su fuerza, estaba listo, no importaba si el científico loco reaccionaba, no podría contrarrestarlo.

Dash giró su torso para darle aún más impulso al derechazo, y cuando estuvo por conectar, no sintió el cráneo de su víctima, no escuchó ese crujido que se producía siempre que hacía esto, pero lo que lo hizo reaccionar, fue ver como su puño traspasaba al tipo como si fuera un fantasma.

DASH: ¿Qué? - reacomodó su postura, confundido, el científico seguía mirando al niño con una sonrisa maliciosa, apuntándole - ¡ESPERA!

Un sonido leve fue lo que escuchó, mirando como el chico caía al piso, retorciéndose, por alguna razón, Dash se apresuró para ayudarlo.

DASH: ¿¡QUÉ TE PASA!? - le gritó al tipo, para regresar su atención al pequeño, extendiendo sus brazos para ayudarlo - ¡NIÑO! ¡MÍRAM_

Se quedó en un silencio total cuando lo mismo pasó, sus manos atravesaron el cuerpo del muchacho, que seguía retorciéndose y gritando.

Miró sus propias manos, ¿Qué estaba pasando? Por un momento, vio los ojos del chico...eran carmesí...del mismo color que el suyo.

Ahora se quedó completamente en silencio, entrando en razón por sí mismo.


Estaba reviviendo sus recuerdos


Se puso de pie, alejándose un poco, sin darle la espalda a ambos, vio como el pequeño él se retorcía, para luego comenzar a rasgarse y lesionarse así mismo, varios hombres entraron para que no se matara involuntariamente.

Él acarició su antebrazo y luego el cuello, recordaba el infernal dolor que sentía cuando recuperaba sus sentidos.

Su alrededor comenzó a desvanecerse, los hombres, el científico.

DASH: ¿¡QUÉ PASA!? - alterado volteó a ver a todos lados, hasta que vio a su yo joven -



N̶o̶ o̶l̶v̶i̶d̶e̶s̶



La oscuridad consumió al pelirrojo menor, acercándose más y más.

DASH: ¡ALTO! - se cubrió la cabeza instintivamente, cerrando los ojos con fuerza, esperando despertar...o morir -

Pero los segundos pasaban, y nada, así que lentamente miró a su alrededor.

Ahora estaba en algo así como un ring, él estaba abajo, entre las demás personas, notó pequeños fallos en la realidad, pues había manchas negras que se iban haciendo más y más grandes, aunque el ring seguía intacto.

Dash ahora vio a un pelirrojo de ojos carmesí más alto, fornido y con una mirada llena de odio e ira.

El oponente era un sujeto pelón bastante grande y musculoso, con una expresión que no mostraba nada, el apodado por el 'Cabeza de pito'.

Vio el inicio de la pelea, recordó que por esa época él ya estaba trabajando para...'ellos', esto debía ser un entrenamiento.

Por alguna razón los recuerdos estaban borrosos, no recordaba todo lo que pasó.

Las manchas negras crecían, cubriendo a las personas y acercándose al ring.

Mientras lo veía, escuchó un estruendo que lo hizo ver el espectáculo.

Su yo joven estaba en la lona, con la nariz destrozada y sin un diente, respirando agitadamente.

No tardó más que unos segundos en pararse, levantando su guardia, escupiendo sangre y lanzándose con un grito de guerra.

El calvito le tiró un upper cut que fácilmente pudo haberle arrancado la cabeza, pero se agachó y golpeó 3 veces su estómago, no tuvo efecto.

Aquel hombre le tomó la pierna y lo arrojó al otro lado del ring, tenía mucha fuerza, y el no pesaba tanto como para evitar que lo tratara como un trapo.

La pelea continuó por un par de segundos más, él recibió una paliza difícil de olvidar, hasta que finalmente la oscuridad lo rodeó completamente, pero escuchó un susurro.




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Miró detrás de él, y en un parpadeo, ahora estaba él, frente a un hombre amarrado a una silla, con los ojos vendados...recordaba bien esto.

Giró la cabeza a su izquierda, mirando a una mujer, una niña de unos 8 y un niño de 5, los 3 en la misma situación del hombre...su padre.

Ahora, el lugar estaba completamente negro, ellos estaban parados sobre nada, o las sillas en su defecto.

Regresó su mirada al hombre, luego miró sus manos, el sujeto movía la boca, pero Dash no era capaz de escuchar lo que decía, se dio cuenta de que los niños y la mujer lloraban, esta mientras rogaba.

Se quedó parado, viendo como una sombra completamente negra tomaba suavemente el rostro de la niña, paseando sus manos por sus hombros, por sus brazos, hasta llegar a las manos.

La pequeña lloró con más fuerza...seguía sin oírla, aquella sombra sujetó sus muñecas e hizo una presión monstruosa, metiendo los dedos.

Él no cambió su expresión de seriedad e impresión mientras miraba como los dedos de la sombra atravesaban de lado a lado las muñecas de la niña, fue como si los huesos estuvieran hechos de plastilina.

El hombre se revolvió en su silla, sin ser capaz de ver, había comenzado a llorar y 'hablar', era obvio que gritaba, pero Dash seguía sin escuchar nada.

Esa oscuridad ahora creció a partir de esa sombra misteriosa, bañando a la familia y a él mismo, comenzando por los pies...no reaccionó, por alguna razón, no tenía miedo.







o̵͖̝̟̔͑͠l̵͎͖̪͛̽v̸̠̝͇͑͊i̴̺̦͖̽̀̈́d̸̡͎̠́́͝à̵̼̦̠̔̐s̸̟̙̐͋͘t̴̡̠̼͒̈́̓e̵͚̙̝̔͐̕







Dash abrió lentamente los ojos, una luz blanca muy intensa lo cegó por unos segundos hasta que miró a otro lado, lentamente, se sentía de la mierda, la cabeza le dolía mucho y estaba tan débil que siquiera pensar en mover un músculo le dolía.

Se quejó por lo bajo, intentando moverse.

Escaneó su alrededor, mirando que había alguien a su lado, con los brazos cruzados y siendo usados como almohada por su cabeza, vio una melena verdosa, un par pequeño de cuernos que sobresalían, y luego de un poco de vista notó que su cuerpo era muy pequeño, pero grande al mismo tiempo, ósea, con un gran trasero y unos pechos gigantes.

No reaccionó a ello, solo acarició su cabeza, sacándole una sonrisa a la hembra, Seissa, lentamente abría los ojos al sentir un calor tan repentino en su corazón, quería ver que fue lo que lo causó.

Somnolienta, miró a su macho, encontrándolo con los ojos abiertos, sonriéndole ligeramente.

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SEISSA: ¡AMOR! - lo abrazó con fuerza - ¡DESPERTASTE, DESPERTASTE, DESPERTASTE! - gritó mientras lagrimeaba -

El humano correspondió el abrazo, sintiendo un dolor en el estómago y en el pecho por verla llorar de esa forma.

El gritó llamó la atención de las hembras cercanas, y claro, de los médicos encargados.

No pasó mucho tiempo para que Loona, Nicole, Limema y Velvela llegaran corriendo, abriendo la puerta de golpe, mirando al pelirrojo despierto, que les regaló una sonrisa dulce.


¡DASH!


Corrieron a él, abrazándolo, casi empujando a Seissa y bombardeando con preguntas al chico, Nicole y Limema lloraban, Loona se hacía la fuerte pero se le escaparon un par de lágrimas, mientras que Velvela estaba aliviada, contenta, pero se contuvo mejor.

Inmediatamente después llegó un grupo de médicos, junto con el jefe, que alejaron cuidadosamente a las hembras de Dash para acercarse a él y revisarlo.

J. MÉDICO: Parece que todo está en orden - miró su tableta, nada fuera de lo usual, de hecho, estaba bastante sano -

El resto de hembras se juntó en la sala de espera, emocionadas por ver al humano ya despierto, y esperar a que los médicos se fueran para hablar con él 'adecuadamente'.

Era tal la emoción que ni preguntaron como fue el que despertara, cada una estaba sumergida en sus pensamientos, fantaseando con lo que harían ahora.

Fue algo muy importante que haya despertado antes del primer parto, Velvela estaba más cerca de parir, así que estaba más emocionada de lo que aparentaba.





Pasaron horas antes de que por fin, todo el equipo médico saliera de la habitación, dirigiéndose a otros puntos del piso, quedando solo el jefe médico, que les daría respuestas, así que se acercaron un poco.

J. MÉDICO: En efecto, está completamente bien, aún le falta un poco a sus heridas para sanar al 100%, pero con los líquidos Ar, no será mucho tiempo, puede que mañana esté listo, o en unas horas, ¿Algo que quieran saber? - ellas negaron, esto era suficiente - Bien, las dejo con él, me retiro

Apagó su laptop y caminó, siguiendo a su equipo, ellos tenían órdenes de permanecer ahí, como mínimo hasta que las hembras dieran a luz, para ahorrar tiempo y evitar preocupaciones.

Luego de que se fuera, un par de las hembras entraron, las 'Matriarcas', Nicole, Velvela, Loona y Droda, que esta última solo se coló el título.

Cerraron la puerta mientras recibían un par de insultos de sus compañeras.

VELVELA: Me alegra saber que estás bien, amor - le dio un abrazo al chico, que ya estaba sentado en la cama - 

NICOLE: No, no, no, no, tienes que estar ahí hasta que sanes por completo, podrías empeorar tus heridas - preocupada, vio las intenciones del humano de pararse, pero no lo dejó, obligándolo a recostarse -

LOONA: ¿Cómo te sientes, Dash? - le preguntó tomando su mano y acariciándola, con una mirada dulce y suave, cosa muy, pero muy rara en ella -

Pero...él no le respondió, solo ladeó la cabeza ligeramente, luego sonrió y le sujetó las mejillas suavemente, como si un niño estuviera viendo a su madre...

Dash se acercó a su rostro, dándole un beso en los labios, acompañado de una pequeña lamida, lo que la sorprendió, él no hacía ese tipo de cosas.

...oh en este caso, pareja.

VELVELA: ¿Dash? - confundida por la falta de una respuesta, y por la acción, se acercó para verlo a los ojos -

Tenía esa mirada...antes de que comenzara a hablar, una mirada curiosa, inocente, amable y fácil de sorprender.

...Quiso probar algo, lentamente, e intentando no pensar en la idea que se formaba en su mente, levantó su pata, para acariciarle la cabeza, a lo que él hizo un ruido de gusto, sonriendo contento, sujetándola para que continuara.

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NICOLE: ¿Amor? Somos nosotras, háblanos - preocupada, ahora ella se acercó -

La euforia que sentía de que ya estuviera bien se fue desvaneciendo poco a poco, convirtiéndose en preocupación y negación.




Dash ya no podía hablar...y parecía que se había vuelto menos listo de lo que era




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BUENO, PERDÓN POR TANTA TARDANZA, NO C SI SE VAYAN A MOLESTAR, PERO DESDE HACE MUCHOS CAPÍTULOS ATRÁS DI PISTAS DE LO QUE LE ESTABA PASANDO, TAL VEZ EN EL SIGUIENTE LO ABORDE UN POCO, SOLO PARA RASCAR LA SUPERFICIE, PORQUE CREO QUE DEJÉ INFORMACIÓN SUFICIENTE PARA QUE LLEGUEN A UNA CONCLUSIÓN. RECUERDEN USAR CONDÓN, CEPILLARSE SUS DIENTES, OBEDECER A SU GFA Y NO ROBAR. A MI NO ME QUEDA NADA MÁS QUE DECIR MÁS QUE ADIÓS, ASÍ QUE...

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