CAP 45: [LOS LAZOS SE FORTALECEN]
SHADE: Umm, tal vez... - la tiburón llevó su pata a su barbilla, viendo la cama tratando de encontrar la solución a un problema -
La cama era tamaño King, así que, ¿Cuál esa el dichoso conflicto?
DASH: ¿Por qué no nos acostamos y ya? - levantó una ceja, sospechando del problema -
Fue completamente ignorado, Shade estaba demasiado comprometida en hallar solución.
SHADE: ¿Cómo podemos dormir de cucharita aquí? - ooh sí, ella no dejaba de pensar en tener momentos horny con el humano, quería más esto que el sexo como tal...cosas de ella -
El pelirrojo ya tenía sueño, hoy fue un día agotador, sus visiones llegaron con más fuerza y tenía un fuerte dolor de cabeza, lo que lo mantuvo con una actitud desinteresada, no tanto, pero si lo suficiente para que las demás lo notasen.
Así que, anhelando dormir ya de una vez, abrazó a la tiburón por atrás, sacándole un pequeño gemido acompañado de un sonrojo.
Él los tiró a ambos a la cama destendida, no se molestó en taparse, aunque el cuerpo de la hembra no tenía pelaje para mantenerlo caliente, era tierno, caluroso y suave...incluso con el músculo.
SHADE: ¿¡D-DASH!? - giró su cabeza para verlo por encima del hombro, ruborizada, algo chocaba con su trasero -
DASH: ~Gmmh~ - cerró los ojos, posando su cara en el cuello de Shade -
La tiburón tan solo trató de relajarse, era una gran artista marcial, así que no tardó demasiado en ello, pero ahora había un nuevo problema a sus ojos.
SHADE: ¿T-Tienes mucho sueño? - preguntó con algo de temor, quería hablar con él, si estaba demasiado cansado...pues no le quedaba de otra más que resignarse y dejarlo descansar -
DASH: ...~¿Necesitas algo?~ -bostezó sin reparo al terminar, con una voz somnolienta, aunque con interés en lo que Shade tenía que decir -
SHADE: Y-Yo...¿P-Puedo ha-hacerte s-sentir b-bi-bien? - se sonrojó a más no poder cuando terminó -
Aquellas palabras hicieron que el humano abriera los ojos, entre cansado y sorprendido, trató de ver el rostro de Shade, pero ella se ocultaba.
DASH: ¿Qué? - la tiburón se revolvió encima de él, sin responder, lo que le sacó un suspiro - Supongo que está bien...necesito sacar estrés, ¿Qué se te ocurre? - aflojó su abrazo para que ella pudiera moverse más libremente -
Realmente no pensaba que ella quería...bueno, no importa, estaba muy cansado como para entender la indirecta, y también bastante interesado en mejorar su ánimo.
SHADE: ...C-Cierra los ojos - se levantó de encima, girándose para verlo, apoyando sus brazos en el colchón, en 4, básicamente -
Dash la vio fijamente con poco interés, luego solo cerró los ojos, esperando que ella trajera algo como un juguete como una bola desestresante o algo así.
El cansancio comenzó a hacer efecto en él, le dio un sueño repentino, así que estaba por quedarse completamente dormido, no obstante, una sensación extraña, pero leve, recorrió su columna.
Se sentía sin fuerzas para hacer algo, no porque su cuerpo no estuviera listo, sino que su mente ya estaba demasiado agotada, por ello, abrió los ojos con esfuerzo.
Por un momento, su percepción del tiempo fue diferente, así que se sorprendió mucho cuando vio a la tiburón, viéndolo sonrojada, la cosa recaía en que tenía su pene dentro del hocico, le estaba dando una mamada.
Sus movimientos de cabeza, arriba y abajo, eran algo fuertes, lo que demostraba que tenía un pequeño rato haciéndolo, aunque no podía llegar a poco menos de la mitad.
SHADE: ~Goh, gespegtastle~ - habló mientras el miembro masculino llenaba su hocico -
No podía llegar más al fondo de su garganta, por más que le gustara la sensación, de ir más hondo, podría dolerle, ella tampoco es un juguete sexual para que le haga lo que quiera.
El humano volvió a cerrar los ojos, poco a poco, la sensación de placer lo invadió con más fuerza, lo que lo hizo sentirse mejor, su estrés se iba lentamente.
SHADE: ~¿T-Tle gushta?~ - pronunciar esas palabras le fue un poco difícil, pero no detuvo su felación - "Qué sabor tan magnífico"
La exitación que sentía en este momento era superior al que sentía cuando peleaba...como una gran practicante de Muay Tai, la violencia suele ser el último camino para tomar, sin embargo, no podía evitar emocionarse por una pelea buena.
DASH: ~Gmm~ ~Supongo que sí...gracias~ - soltó un largo suspiro, con una pequeña sonrisa formándose en su rostro -
El pelirrojo sujetó delicadamente la cabeza de la tiburón, evitando que se alejara de su cosa.
Fue un laaaargo rato de la mamada, Dash se sentía muchísimo mejor, lastimosamente, fue Shade la primera en cansarse, así que dejó de chupársela, respirando con dificultad.
SHADE: ~D-Diablos, n-no pude hacer que so-soltaras tú... - se quedó callada, con vergüenza de continuar -
DASH: Está bien, hiciste más que suficiente, gracias a tí, me siento mejor - se sentó y abrazó a Shade, con su cara entre los senos de la chica, que no se molestó en lo más mínimo -
SHADE: ~¿S-Se sintió bien?~ - acarició su cabeza, con cariño -
DASH: Por su puesto...seguro que podremos hacer algo más...'intenso' la próxima vez - sonrió un poco, encontrando los pechos de la tiburón muy cómodos - ~Mmm, podría dormir aquí~
Sus palabras hicieron que Shade se girara para acostarse, con la cabeza del chico entre sus senos, él no podía estar más cómodo.
SHADE: ~Jm~ ~¿Y qué te detiene?~ - su susurro fue tan dulce -
DASH: Gracias, Shade, eres muy linda - cerró sus ojos, con renovado cansancio, durmiéndose en relativamente poco tiempo -
La hembra se quedó despierta, acariciando su cabeza, usando su pierna, acercó las sábanas y los tapó sin moverse mucho para evitar despertarlo.
A ella se le hacía tan tierno, verlo encima de ella tan 'vulnerable' y a la vez cómodo, era como ver a un recién nacido, se esforzó para no soltar un gritito de fangirl, le parecía demasiado adorable.
Tocó sus labios, recordando el sabor de Dash, le encantó, y de cierta forma, estaba frustrada de no haber logrado que se corriera...no todo se puede tener así que...será para la próxima, como él dijo.
Sin nada más por hacer, más que pensar un poco en el humano, la tiburón finalmente cerró los ojos y se dispuso a dormir, planeando que harían juntos en la mañana.
DASH: Entonces, si tus parientes son de descendencia China...Japonesa o lo que sea, ¿Cómo acabaron aquí? - estaba curioso por las anécdotas que la panda le contaba -
La hembra se asomó por una esquina, destendiendo la cama, con una mirada entre de fastidio y aburrimiento.
MOMO: En primera, es Japonesa, es un insulto que seamos comparados...pero lo dejaré pasar solo porque eres tú Dashy, y en segunda, solo sé que mis antepasados fueron emigrantes, pasaron sus conocimientos y tradiciones de generación en generación...e hicimos un restaurante
Regresó a su labor con la cama, el pelirrojo la vio, tal vez sería buena idea ayudar a destenderla...no es que fuera difícil, más bien que cada una de ellas tenía una forma especial de dormir.
Loona, por ejemplo, era un completo desmadre, igual que Keru, por su parte, Mute, que parece bastante agresiva, tiene perfectamente acomodada su área de sueños.
DASH: Okey...y una disculpa...por...confundir - apenado, se acercó a ella, que giró la cabeza para verlo, regalándole una sonrisa -
MOMO: No te preocupes...a veces a nosotros igual nos cuesta un poquito diferenciar jeje - tapó un poco su hocico con sus dedos para contener una risita -
Ambos hablaron un poco más...ya estaban acostados en la cama, no tenían nada de sueño, pues acababan de cocinar antes de venir a la habitación de Momo, dejaron la cena para el resto, ya se estaban tardando y la panda se iba impacientando.
DASH: ¿Dices que tu madre cocina horrible? ¿Entonces por qué tu comida es tan deliciosa? - se rio un poco, girando su cuerpo para poder verla frente a frente, cosa que ella ya había hecho hace un rato -
MOMO: Jeje, sí, no la dejo acercarse a la cocina, aprendí gracias a mi abuela paterna y a...mi papá...fue gracias a ellos que sé lo que sé - su mirada se entristeció ligeramente, cosa que fue notada por el humano - Pero...gracias a eso también...¡LE ENSEÑÉ A MIS HERMANAS PARA QUE AYUDARAN EN EL RESTAURANTE FAMILIAR! - su semblante fue remplazado por una gran sonrisa animosa -
Adoraba a su padre, siempre le enseñó de todo, e incluso después de muerto, sigue haciéndolo.
DASH: ...Jm, es bueno que compartas lo que sabes con el resto - le sonrió de vuelta, evitando tocar el tema del padre de Momo -
MOMO: Sí...¿Pero qué hay de ti?
.
.
.
.
Dash sintió como si algo se quebrara, no le dolió, más bien, fue una metáfora de como el ambiente agradable que sentía se había ido solo cono una pregunta.
DASH: ¿Q-Qué? - estaba confundido -
MOMO: S-Sí, ¿Tuviste familia o algo? ¿Los conoces? Pe-Perdóname si soy demasiado tosca con lo que pregunto, pero...¿Puedo saber? - se preocupó de haber invadido de más la privacidad del chico...y también de recordarle cosas que posiblemente no eran bonitas -
Él no supo que responder en el momento, así que se puso a pensar un poco, finalmente, aunque no llegó demasiado lejos, tenía algo.
DASH: Supongo que sí...no los recuerdo, imagino que murieron cuando apenas era una cría...o solo se fueron, no lo sé y tal vez nunca lo sepa...vagé por mucho tiempo por mi cuenta, estaba solo...hasta que...lo conocí...me enseñó tantas cosas nuevas...me dio una visión de la vida más positiva...y me hizo querer ser un buen hombre - se quedó viendo a la panda -
MOMO: Woaa...supongo que es el amigo del que nos hablaste, ¿Cierto?
DASH: ...Sí...hablo de él... - no era verdad, Bruce fue alguien importante para él, pero... -
MOMO: Lamento que haya...muerto...solo que es bueno que te haya hecho ser mejor...~aunque para mí ya seas lo mejor que puedes ser~ - susurró eso último, acercándose a él para abrazarlo -
El humano correspondió, no hablaba de su amigo...hablaba de ellas...le enseñaron tantas emociones que no sabía que podía sentir de verdad...cariño, aprecio, amor, placer...y otra cosa que era magnífica...no sabía como explicarlo.
Estuvo tanto tiempo solo cuando era asesino, llegó Bruce y le trajo algo de alegría a su vida, por lo menos dejó de ser un amargado, fue como un hermano.
Pero estas chicas, lo había hecho sentir cosas mucho más intensas, más hermosas e inocentes, ¿Cómo alguien como él podría sentir lo que era sentirse inocente y en paz? Todo lo que su vida debió ser era simple violencia.
Acarició la espalda de la panda, y le dio un beso en el cuello, que le sacó un jadeo de sorpresa, pero no se resistió.
Ambos lo sabían, esta noche...no habría sexo...harían el amor sin realmente hacerlo.
El pelirrojo continuó dándole besos suaves y llenos de su amor, ella recorrió la espalda musculosa del humano con sus patas, conociendo como se siente su amado.
Dash dejó su cuello y se separó para verla a los ojos, se quedaron viendo un buen rato y se dieron un pequeño beso, fue tan pequeño e inocente que parecía como si 2 infantes, llenos de inocencia, se besaran, no siendo esto más que una forma de expresar lo tanto que se aprecian, y como disfrutan al otro.
Solo fue un beso corto, ambos sonrieron sin decir nada, y volvieron a abrazarse, no querían soltarse, Dash ya no tenía ese conflicto de no querer enamorarse de otras hembras, las amaba, ya podía admitirlo y decírselos sin sentir que las engañaba.
El pelirrojo paseó su mano por la espalda baja de la panda, subiendo para llegar a su brazo y recorrerlo hasta el antebrazo, ella hizo lo mismo, finalmente, mano y pata se tocaron, las almohadillas se sentía tan suaves para Dash, y aquella piel tan suave, pero formada con dureza fue un lugar seguro para Momo.
Entrelazaron sus dedos y se juntaron más, la hembra posó su cabeza en el cuello de su amante, él se recargó en su cabeza y se quedaron así, durmiéndose en poco tiempo con una sensación muy agradable de estar cerca el uno con el otro.
Limema...ahh, la zorro tímida que pasó por tanto, conoció a Dash y se enamoró perdidamente de él...solo por prestarle una mínima muestra de interés, ella sabía que tuvo el síndrome de Clerambault, no le importaba, quería estar con él.
Por muy intenso que fuera el sentimiento, y lo era, era mucho más intenso su nerviosismo, ¿Cómo se supone que debe estar con él? Podría decirse que ya eran pareja, pero era nueva en esto...en socializar y en el amor, por amor a Dios, ni siquiera sabía como debía masturbarse.
De cierto modo, la asustó ver la gran cosa de Dash, no puede evitar pensar en que si lo hacen quedará destrozada, porque ella virgen y él con esa anaconda, le da miedo.
Pero aquí estaban, en la misma cama, como si fueran marido y mujer...tal vez el único problema era que Limema estaba en el borde de la cama, viendo hacia la pared, demasiado avergonzada como para hacer contacto visual con el humano.
Estaba combatiendo consigo misma, ¿Cómo no podría tener una buena noche con el que será su esposo? Tenía que intentar decir algo, ¡AL MENOS QUE NO SE SIENTA INCÓMODO CON ELLA!
Pensó en algo que podría decir, finalmente, luego de varias cosas que pasaron por su mente, tuvo una pequeña idea, algo muy sencillo.
LIMEMA: "Solo espero que no esté dormido" - bueno, esto era un 50/50, le daría mucha vergüenza que lo estuviera, aunque si no, dormiría con el pensamiento de que no hizo nada -
Ella se acercó un poco a él, colocando tímidamente su pata en el pecho de Dash, acariciándolo torpemente, lo pectorales se sentía muy duros, ella se sonrojó un poco, no pudo evitarlo.
DASH: Ya te habías tardado - posó su mano encima de la pata de la zorro, al mismo tiempo que abría los ojos para verla -
LIMEMA: ¡D-DASH! - se asustó, tratando de apartar su mano, no lográndolo, estaba tan nerviosa y apenada, en las esquinas de sus ojos ya empezaban a formarse lágrimas, temía haber quedado como una pervertida aprovechada - Y-Yo pu-puedo e-ex-explicarlo...l-lo si-siento - cerró los ojos con fuerza -
DASH: Tranquila, no importa, sé que no eres una pervertida...y aunque lo fueras, no me molestaría - la tomó de la cintura para acercarlo a él y abrazarla -
Lo dicho por el humano la ruborizó con algo de fuerza, se encogió en sí misma, avergonzada, pero con una sensación cálida recorriendo su cuerpo, gracias al abrazo del humano.
Él le acarició el pecho, lo que la hizo girar tímidamente su cabeza hacia él, no dijeron nada, pero parecía buscar aprobación, o algo así, ella solo asintió con pena, ciertamente, le gustaba que la tocara.
Dash no fue brusco, para nada, tuvo mucho cuidado para evitar lastimarla o hacerla sentir incómoda, tampoco fue tanto algo sexual, esos magumbos tan grandes y suaves, le encantaba aquella sensación
LIMEMA: ¿T-Te gustan mis...mhm - no pudo terminar, desvió la mirada, sonrojada, pero con una diminuta sonrisa -
Ante su pregunta sin terminar, el pelirrojo se levantó un poco, poniéndose encima de ella, cosa que le sacó un jadeo de sorpresa, y Dash dejó caer su cara en los grandes senos de la hembra, frotándolos con sus manos y la cabeza
DASH: ~Me encantan~ - una sonrisa apareció en su rostro, se sentían tan suaves, eran la almohada más cómoda que pudo haber tenido, era suave pero no demasiado para su cara, era equilibrado -
Sus palabras sonrojaron aún más a Limema, no le afectaba en nada que la tocara, pero esas palabras la hicieron sentirse rara de ahí abajo.
LIMEMA: "L-Le gusta...algo de mí le gusta...¡NO ES UNA BROMA!" - estaba demasiado avergonzada como para gritar de emoción -
Ella acarició la cabeza del humano, su largo cabello era suave, lacio y ese color rojo carmesí, igual al de los ojos del chico, combinaba perfectamente, lo hacía muy atractivo.
Nuevamente, él le estaba mostrando interés...mucho, su corazón latía con fuerza, sentía que podría hacer todo con tal de que el pelirrojo siguiera con ella...lo que sea que no involucre a otros.
Podría decirse que se estaba volviendo una yandere sumisa, le pusiste solo un poco de atención y está locamente enamorada por eso, era similar, aunque Limema no piensa herir a nadie, para nada, es una buena chica que siempre busca ayudar ante todo, y Dash, quisiera o no, nunca podría cambiar eso.
La hembra comenzaba a sentirse rara, abrazar al humano se sentía fantástico, su corazón sentía que tenía todo el mundo para sí mismo, era una sensación tan liberadora, pero también había un cosquilleo en su intimidad...cosquilleo que le gustaba.
Dash no se detuvo, siguió acariciándola, no pudo evitar ser un poco más brusco con sus caricias, lo que aceleró un poco a la zorro, haciéndola respirar más fuerte.
LIMEMA: ~D-Dash~ ~mmm~ ~n-no seas rudo~ ~ghm~ ~so-soy sensible~
No lo decía porque apenas la tocara se excitara, más bien, porque si no la trataba con cariño, le dolería.
Dash detuvo sus caricias, levantó la mirada, acercándose al rostro de la hembra para plantarle un beso mientras tenía los ojos cerrados, por supuesto, ella los abrió como platos al sentir los labios del chico.
Se quedó en un shock momentáneo, de verdad, ese magnífico ser...¿La estaba besando? ¿A ella? ¿Una cosa insignificante? ¿Cómo?
Sus pensamientos negativos no tardaron mucho en irse, pues correspondió el beso, con una torpeza digna de pasar a la historia, pero correspondió al fin y al cabo.
Los labios del humano fueron tan dulces...tan cálidos, una sensación que nunca sintió antes, era increíble, quería más...solo un poco más.
Ella abrazó el cuello de Dash para apegarlo más y, a su vez, evitar que se zafara de ella.
Se separaron momentáneamente para tomar aire y regresar a besarse, luego de otro rato se separaron definitivamente.
No podían dejar de verse a los ojos, el sonrojo de la hembra desapareció, fue tan extraño pero tan maravilloso a la vez.
Limema acarició la mejilla del humano, lo veía como si fuera la mayor obra de arte que nunca jamás haya podido existir.
LIMEMA: ~Dash~ - un susurro suave, pero lleno de cariño salió de su hocico - ~Eres tan amable y gentil conmigo...gracias por tratarme así...me haces sentir a salvo~
DASH: ~Lo que me importa es que tú estés bien y segura~ - le regaló una sonrisa, tocando la pata posada en su mejilla -
LIMEMA: ~Lo estoy...si es contigo~ - no dudó un solo instante, y continuó, algo pasó en su mente que ya no sentía vergüenza, era como ser uno con él - ~Dash...solo quiero que seas tú...por favor...permíteme que seas tú~ - su mirada de súplica enterneció al humano -
DASH: ~Sí es lo que quieres...sí...claro que sí~ - frotó su mejilla libre con la de ella, lo que hizo que ambos cerraran los ojos -
El cálido pelaje de Limema, y la piel del pelirrojo era una sensación única para ambos.
La zorro no dejaba de verlo a los ojos, Dash tampoco lo hizo, ella abrió un poco las piernas y él se quitó los pantalones.
Limema se quitó la pijama a la par de Dash, quedando ambos solo en ropa interior, que pronto también se fue.
Los 2 estaban tal cual como llegaron al mundo, sin embargo, en ningún momento dejaron de verse a los ojos.
Dash alineó su miembro con la entrada de la hembra, ninguno hizo alguna mueca, entrelazaron sus dedos y unieron sus labios en un corto pero amoroso beso.
Lentamente él insertó su miembro en Limema, no dejaron de mirarse, el pelirrojo sintió una pared carnosa pero delgada, hizo un poco para atrás sus caderas, volviéndolo a meter una y otra vez para lubricarla, y al romper el himen, evitar lastimarla.
La zorro sacaba pequeños suspiros de placer, esto era nuevo, y le gustaba, pero sobre todo, le encantaba que fuera Dash, que no dejara de mirarla a los ojos, y que tampoco se volviera loco y la violara prácticamente.
No hubo necesidad de intercambiar palabras, pues Dash penetró hasta el fondo, rasgando el himen y provocando un gemido en su amante, que hizo lo imposible para no cerrar los ojos y continuar viendo los de él.
Se quedaron así unos momentos, uniendo sus labios en un beso, el pelirrojo se recostó en ella, la cabeza de Limema estaba por el hombro del Dash, por eso de la altura, y eso que él estaba algo encorvado para estar cerca de ella, sin perder contacto visual.
El pelirrojo inició con los movimientos de caderas, suaves y llenos de verdadero amor.
La respiración agitada de ambos inundaron la habitación, acompañada también de los gemidos de Limema.
LIMEMA: ~Ahh~ ~ghm~ ~Dash~ - no podía evitarlo, el nombre de su amado era lo único en su mente, le dio un beso, quería sentir más este calor tan abrazador -
Dash no dijo nada, no fue necesario, simplemente continuó con la unión de sus cuerpos.
Eran uno solo, pensaban exactamente lo mismo, estar con el otro, sus corazones se sentían tan grandes que parecería que iban a estallar.
Ambos se concentraron en su noche llena de pasión y amor, no querían dejar de ser uno.
Un día algo intenso, Dash iba caminando hacia una habitación en específico, según sabe, ella se quedó dormida así que él fue por ella.
Con una mano tomó su cabeza, paseándola por su cabello para intentar aliviar su dolor mental.
Alguien pasó a su lado, lo que lo sacó de sus pensamientos.
DRODA: ¡BUENAS NOCHES DASH! - con una gran sonrisa se despidió, entrando a su cuarto, justo enfrente al cual se dirigía -
DASH: Descansa, Droda - sonrió, la caimán parecía más alegre últimamente, eso lo ponía feliz -
El humano la vio entrar a su pieza, él tan solo suspiró un poco agotado, moviéndose frente a la habitación de Droda.
DASH: "Debería estár abierto" - tomó la perilla y la giró, entrando al cuarto -
Cerró la puerta silenciosamente en dado caso que la hembra siguiera dormida, lo veía poco probable, pero la maña de no dejar nada al aire lo hizo pensar en esto.
Caminó a la zona del dormitorio, se asomó y encontró a Jess dormida boca arriba descuidadamente.
Las cobijas estaban tiradas en la cama, estaba completamente desnuda, con las extremidades extendidas, con única excepción su brazo derecho, descansando sobre su barriga.
El pelirrojo tuvo una gran vista de sus piernas torneadas, abdomen definido y brazos fuertes, además, sus pechos de buen tamaño, sus pezones eran visibles, pues el pelaje no los cubría completamente.
Dash sonrió un poco con cariño, verla así...se veía tan poco femenina, pensaría que era de esperarse de una mujer que se ejercita a este punto, pero sabía que eso era prejuicioso, simplemente era así y ya.
Se acercó lentamente a la cama, tomando cuidadosamente las cobijas y tapándola como se debía, aunque no pudo hacer nada contra aquella pose antinatural y descuidada
Tuvo una idea, así que rápidamente salió de la habitación, dirigiéndose a la cocina de la sala principal, donde él y Momo pasaban la mayor parte de su tiempo juntos.
.
.
.
.
Jess abrió los ojos lentamente, con pesadez, se sentía cansada incluso después de haber dormido ya un par de horas, hoy de verdad no se sintió de humor para hacer absolutamente nada.
Se acomodó un poco en su lugar, bostezando, volvió a cerrar los ojos, pero había una pequeña molestia en su mente, un recuerdo vago que no le permitía volver a dormir, era algo importante.
La molestia continuó, ella permaneció en su posición, su pelaje la mantenía caliente, y como las cobijas eran delgadas y frías, la hacían sentir fresca.
Levemente, escuchó el sonido de la puerta abriéndose, así que 'despertó' un poco, girándose para observar que estaba pasando.
Esperó unos segundos, en el que la puerta se cerró y unos pasos se acercaban sin prisa.
Finalmente, Dash apareció en su rango de visión somnoliento, sosteniendo una charola con una taza de...algo...tal vez té, no sabía, pero echaba algo de vapor, también había un par de tortas de huevo y jamón.
JESS: ¿¡D-DASH!? - exaltada por verlo ahí, exclamó su nombre -
DASH: Oh, ya era hora de que despertaras - le sonrió ampliamente, acercándose para ofrecerle la charola -
JESS: ¿E-Eh? - miró confundida la taza de chocolate caliente, junto a ambos panes preparados -
Desvió la mirada para verlo a él, curiosa pero nerviosa.
DASH: Lo traje para ti, no cenaste, así que pensé que esto sería bueno...me quedé con algo de hambre así que... - tomó una de las tortas, escogió la de huevo, realmente le daba igual, solo quería comer -
La loba se avergonzó mucho, ¿Cuánto había dormido? Con lo que él dijo cayó en cuenta que había olvidado completamente que tenía que ir por él...de no ser porque vino aquí, dormiría sola...igual lo merecía, ¿Para qué mentir?
Dash se acostó junto a ella, aún dándole bocados a su torta, mirando el techo.
Jess tomó la taza de chocolate, sopló un poco de aire frío en ella y le dio un sorbo, haciendo un sonido de gusto.
JESS: Es muy rico - vio la taza, luego las tortas...a sus ojos, eran mucha grasa y como estaba ligeramente obsesionada con la salud física, no le gustó mucho la idea de comerlas...igual eran 2, ¿Por qué demonios se comería 2? -
DASH: ¿Qué pasa? ¿No te gustan las tortas? - terminó de tragar y le preguntó, acercándose a ella para acurrucarse en su hombro - "Tal como pensé, es muy cómoda" - cerró sus ojos, relajándose -
JESS: N-No es eso...so-solo que no me gustan las cosas con muchas...ya sabes...calorías - desvió la mirada, avergonzada -
El humano abrió un poco los ojos, viéndola, luego volvió a cerrarlos con calma.
DASH: Debí prepararte algo más - indagó un poco en sus pensamientos, tratando de pensar en otros platillos más saludables de los que Momo le había enseñado-
Jess se dio cuenta de algo, la había cagado, él había hecho esta comida para ella.
JESS: ¡P-PERO PUEDO DARME EL LUJO DE VEZ EN CUANDO! - arregló rápidamente su error, alterada y un poco sonrojada por la vergüenza -
El pelirrojo la abrazó un poco más fuerte, y con ello, la loba tomó una de las tortas y le dio un bocado, masticó y tragó...fue menos desagradable de lo que pensaba.
JESS: E-Está deliciosa, Dash - le sonrió un poco -
Dash, como ya se le estaba haciendo costumbre aquí, abrió levemente los ojos, mirándola un poco, para volver a cerrarlos poco después.
DASH: No tienes que forzarte a comerlo si no quieres...igual tengo sueño, ¿Te parece si nos recostamos un rato?
JESS: ¿U-Uh? C-Claro - ella dejó la bandeja con comida en la mesita de noche al lado de su cama, algo emocionada de acostarse con él -
El humano se tapó con las sábanas, abrazando un poco a la loba, aunque por la posición, le sujetó con firmeza un seno.
La tomó un poco por sorpresa, pero no tardó más que unos segundos en ignorarlo y enfocarse en él.
Igualmente, lo abrazó, frotando su hocico con el cuello del chico.
JESS: ~Te amo mucho~ - no dudó en susurrar aquello, Dash solo sonrió y le dio un beso en la frente -
DASH: ~Yo igual te amo...a ti...y a las demás~ - aplicó un poco más de fuerza en su agarre -
JESS: Jmjm ~Claro...perdona que tarde tanto en...darte lo que es tuyo~ - se entristeció un poco, sabía que no era la única, pero el sentimiento de que hacía esperar al humano le dolía un poco -
DASH: ~Tranquila, todo llega a su tiempo~ - acarició el abdomen bien formado de la hembra, con tranquilidad -
La loba agradeció que el humano la entendiera, solo cerró los ojos, lista para dormir, tratando de mentalizarse para poder darle su virginidad a este maravilloso ser.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
BIEN, AQUÍ ES DONDE TERMINA EL CAP DE HOY. RECUERDEN USAR CONDÓN, CEPILLARSE SUS DIENTES, OBEDECER A SU GFA Y NO ROBAR. A MI NO ME QUEDA NADA MÁS QUE DECIR MÁS QUE ADIÓS, ASÍ QUE...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top