CAP 42: [PROBLEMAS]

El humano estaba sentado en una banca, esperando, Jess y Britany estaban haciendo su rutina diaria.

Ambas pasaron hora y cacho con el humano, aunque este parecía distraído, por mucho que intentaron, no consiguieron llamar completamente su atención, así que, faltando 10 minutos, decidieron dejarlo tranquilo y en paz un rato.

DASH: ...~Diablos~ - se tomó la cara, otra vez, comenzó a oír gritos de dolor y odio -

Permaneció sujetándose la cara con cierta calma, hasta que los recuerdos se fueron y lo dejaron pensando.

DASH: ...~Quería dejar el pasado atrás y enfocarme en mejorar...será más difícil de lo que creí~ - se rascó el entrecejo, algo frustrado -

La mayoría de nosotros pasa mucho tiempo pensando en lo que queremos, dejando de lado lo que ya tenemos, en el caso del pelirrojo, era algo al revés, inconscientemente pensó demasiado en lo que tuvo.

Desde luego, no era un buen hombre, pero...

DASH: ...~¿Hay tiempo para serlo?~ - tal vez en su otra vida no lo hubo, murió, después de todo, pero, ¿Aquí? ¿Aún puede reformarse? -

Siempre hay segundas oportunidades para todos, así que...puede ser.

Desvió la mirada hacia ambas hembras tratando de correr la pista de obstáculos, cuando llegaban a donde él terminó, ya estaban muy cansadas y se volvían algo torpes en sus movimientos.

DASH: ...~Pero es mejor intentarlo~ - respiró hondo y dio un largo suspiro -

Era un asesino formidable, y aunque eso es malo de cierto modo, sin duda le ayudaba a no rendirse con facilidad, así que haría el intento.

Confía en sus habilidades mentales, por ello, no considera que este 'estrés postraumático' le afecte demasiado, claro, una cosa es pensar y otra pasar por ello, algo que él sabía perfectamente.

Era por este conocimiento, que Dash tenía en cuenta que lo más probable es que termine por vivir con ello antes de superarlo...eso podría ser útil, del mismo modo que podría no serlo.

Puede que en una pelea intensa, su mente lo ponga en una situación de vida o muerte y por ello mejore su habilidad de pelea, era una posibilidad y también es para poner un ejemplo.

El humano continuó pensando un poco, no podía evitarlo, era un sujeto que controlaba casi a la perfección sus pensamientos, pero seguía siendo humano.

DASH: ~Solo espero no necesitar un psicólogo~ - con su mano hizo para atrás su cabello, con un pequeño dolor de cabeza -

Una vez más, escuchó el sonido de disparos, explosiones y gemidos de dolor, su expresión no cambió pero el dolor de cabeza aumentó un poco.

No se dio cuenta de que Jess y Britany lo observaban, jadeando mucho y con botellas de agua.

BRITANY: ¿Q-Qué crees que t-tenga? - habló entrecortadamente, dándole un sorbo a su agua -

JESS: A-Algo lo preocupa - imitó la acción de la hembra, lo que dijo fue una afirmación, estaba casi completamente segura que era esto -

BRITANY: Pero, ¿Qué? - volvió a preguntar, ahora con el aliento recuperado -

Jess no tenía ni la más mínima idea, ¿Cómo debería saberlo? Ella pensaba que el chico debió pasar por mucho, al fin y al cabo, la casa en la que estaban estaba muy alejada de la sociedad, y él llegó ahí, la cantidad de cosas que seguramente le pasaron era extensa.

Los humanos, claramente eran capaces de sobrevivir por su cuenta, sin necesidad de intervención furry, por ello, estaban los conocidos como 'Humanos salvajes', que no se diferenciaban mucho de los que son conocidos por los furrys.

En resumen, las únicas diferencias es que son un poco más agresivos y claro, son más energéticos sexualmente hablando, por ello había muchos videos porno en que las furras trataban de acercarse a los humanos alfa, los líderes de la manada.

Lo que hacían era desnudarse y aproximarse como una humana más, claro, de baja estatura, y como los humanos no solían juzgar a los suyos por sus diferencias, entonces no había mayor complicación.

Con ésto hecho, las furras seducían al alfa, a veces obtenían su atención, otras no, pero cuando conseguían tener sexo con ellos...bueno, era mejor que estuvieran listas para no caminar cómodamente por unos días.

Jess tenía esto en cuenta, y podría decirse que Dash era un humano salvaje, pues no está domesticado, y aunque no estaba segura que fuera un alfa, definitivamente reunía las características.

Un humano grande, fuerte, atractivo, ágil e independiente, pero sobre todo, un sentimiento de protección a los que lo rodean de cualquier amenaza, esto no pasó nada desapercibido por las hembras.

Voluntaria o involuntariamente, el pelirrojo las protegía de ciertas cosas, por decirlo de alguna manera.

Justamente, la alarma de la tiburón interrumpió aquellos pensamientos, ya eran las 6:00 pm, faltaba una hora para anochecer.

Al gimnasio llegó cierta cabra, que saludó vagamente a ambas furras, pero se detuvo antes de ir con Dash, no tardó nada en darse cuenta de su estado.

SEISSA: ¿Uhm? ¿Qué le pasa? - les preguntó con curiosidad y cierta preocupación -

Ambas solo se encogieron de hombros, no sabiendo qué deberían decirle, ella suspiró y fue hacia el humano.

Él estaba algo perdido en su cabeza, tratando de ignorar el dolor de cabeza y todos los recuerdos, ahora, también comenzó a oler la sangre, ese aroma a hierro no era fácil de olvidar.

La mente le daba vueltas, pero lentamente, acomodó sus pensamientos.

Se puso bruscamente de pie, con los ojos bien abiertos..

DASH: ~¿Q-Qué?~ - retrocedió, con temor en su mirada -

La habitación era blanca...era en la que estuvo casi 2 años, donde...le inyectaron toda esa mierda para que no pudiera usar sus sentidos, eran tan solo un niño, ¿Cómo debería reaccionar un niñato a algo como eso?

Fue un trauma tan intenso, los recuerdos de ello eran muy confusos, a pesar de haberlo pasado muchas veces, no sabía como debería describirlo.


¿Listo para tu prueba diaria?


...Esa voz...esa maldita voz

El pelirrojo giró su cabeza lentamente, aterrado, vio a ese hombre nuevamente, con aquella sonrisa engreída, acompañado de esa maldita pistola.

Quería arrojarse a él para matarlo a golpes, aunque le fue fiel a la Asociación, quería matar a este hijo de puta.

Pero esto era una ilusión, lo sabía perfectamente, así que relajó su expresión, se dio vuelta completamente y caminó hacia el hombre.

Ahora, Dash era más alto, más fuerte, ¿Cómo es qué aún tenía miedo de este tipo? 



~¿Dash?~





~Dash~





Otra vez, alguien lo llamaba, seguramente era una de las hembras.

DASH: ¿Qué sucede? - aunque seguía viendo el suelo para relajar su dolor de cabeza, sonrió un poco, disimulando un poco -

SEISSA: ¿Estás bien? ¿Qué te sucede? - el pelirrojo reconoció esa voz -

El humano abrió los ojos y la miró, tenía aquella expresión preocupada.

DASH: No es nada tan importante - sonrió un poco, se sintió algo mal de que Jess y Britany tuvieran que cargar con sus problemas -

SEISSA: ¿Seguro? - entrecerró los ojos, no le creía una mierda -

DASH: ¡CLARO! - puso una sonrisa, cosa que fue extraña para todas las presentes -

SEISSA: ...¿Okey? ¡VAMOS A MI HABITACIÓN! - le gritó, casi coquetamente, tomándolo de la mano y llevándolo a las escaleras, ignorando a las hembras, con su propia sonrisa fingida -

JESS: Adiós, Dash - se despidió, algo preocupada por el chico -

BRITANY: ...Mejórate - no supo que debería decir más que desearle suerte -

Él no dijo nada, tan solo se limitó a seguirla.





Una vez ambos estuvieron en la habitación de Seissa, entraron y ella cerró la puerta, luego lo vio algo seria, cruzando los brazos.

SEISSA: ¿Y bien? ¿Me dirás que tienes? - su tono coqueto se había ido, ahora solo dejó esa voz seria y preocupada -

DASH: ...No es nada - repitió lo de antes, tratando de ignorarla viendo las cosas de la habitación, hasta que vio una foto de Seissa, que se veía más pequeña y otra furra, una ya adulta, con esa sonrisa agotada pero amorosa - ¿Esa es tu madre?

SEISSA: Sí, lo es, pero no me cambies el tema - se acercó a él, para nada dispuesta a dejarlo zafarse de esto -

El humano suspiró, y tomó la foto, viéndola un poco.

Seissa estuvo atenta a sus expresiones, tal vez podría saber que tenía con base a ellas, desafortunadamente, no sería tan sencillo, pues Dash sabía ocultar sus emociones, y por ende, las caras que ponía.

DASH: ¿Y cómo es ella? - volvió a preguntar, ignorando lo anterior -

SEISSA: ...Es la hembra...más pura que he conocido, puedo decir sin pena alguna que me siento honrada de que ella sea mi madre - relajó su expresión, el comportamiento que solía tener se fue no solo con lo de Dash, sino también cuando hablaba de su madre -

DASH: Mjm, suena bien - sonrió muy levemente de lado, continuando viendo la foto - Pero parece que ha visto mejores días - no pensó demasiado y no fue tan empático con esa furra -

SEISSA: Eso creo...aunque lo que hace es algo que odia, se esforzó mucho para poder darme una vida cómoda y buena, sé que es injusto, pero pedí dinero a Droda, y se lo mandé...ella lo necesita más que yo, además, se lo merece, tal vez mañana vaya a visitarla, lo hago casi todos los días, pero últimamente no puedo - su voz...ese tono de voz fue como un abrazo para Dash, aunque no fuera dirigido a él -

DASH: La admiras mucho - la vio por el rabillo del ojo -

SEISSA: La amo, la respeto, la admiro, siento muchas cosas como esas, es mi madre después de todo, aunque terminé haciendo casi lo mismo que ella por puro placer, por lo menos hice algo bien y la ayudé a obtener un trabajo más honrado - la decepción por sí misma se notaba, pero no era muy grande -

El pelirrojo se mantuvo al margen en esta situación, de cierta forma, estaba agradecido con esa hembra por traerle a Seissa, ella le parecía una buena chica, aún con todo lo demás.

SEISSA: Ella sí que sabría como hacer que hablaras - desvió su mirada a él -

DASH: ¿Cómo exactamente? - levantó una ceja, curioso -

SEISSA: Es muy buena tratando con los demás, no es una controladora, pero sí que puede hacer que te abras con ella y ayudarte - le sonrió un poco más ampliamente, estaba tan orgullosa de esa hembra que era su madre-

DASH: ...Dudo que me pueda ayudar, al menos lo suficiente - dejó la foto enmarcada en su lugar, y soltó un largo suspiro -

A la cabra se le hizo muy extraño, antes tenía una expresión curiosa e inocente, inexpresiva de cierto modo, poco después, sonreía mucho, se mostraba carismático y amable, pero ahora...tiene una mirada seria y cansada, su voz incluso suena más grave.

Seissa fue a su cama, se sentó sobre ella y extendió las patas, vio a Dash, que igualmente la miró, y luego ella palmeó sus muslos.

DASH: ¿Qué? - fue un tanto grosero, cosa que él notó y solo desvió la mirada, algo apenado -

Por su parte, a la cabra no le prestó atención a ello y continuó palmeando sus muslos.

SEISSA: Ven, cariño, deja que te mime un poco - sonrió con calma, ¿Cuántas veces su madre hizo esto? Por su puesto, lo decía de una forma más coqueta por así decirlo, en lugar de con el amor de una madre, eso lo guardaría para sus crías -

El pelirrojo no entendió el concepto, pero hizo caso y fue con ella, dirigiéndose al otro lado de la cama, se dejó caer de espaldas y se arrastró hacia los muslos de la hembra, recargando su cabeza en ellos, como si fueran almohadas.

No pasó mucho para que Seissa le acariciara la cabeza, con cariño.

Dash vio hacia arriba, y aunque veía parcialmente el rostro dulce de la cabra, eran más notables esos senos que casi se posaban en su cara, igual, se enfocó más en la cara de Seissa.

SEISSA: ~Tranquilo, todo estará bien, no estás solo~

.

.

.

.

Esas palabras, el humano abrió un poco más los ojos, fueron palabras sencillas, pero nadie nunca le había dicho algo así...ahora, no sabía como debería sentirse.

Cerró sus ojos, dejando que Seissa le acariciara la cabeza, mientras que se movía un poco para que su rostro apuntara a ella, hundiendo su cara en la barriga algo regordeta de la cabra, se sentía tan esponjoso y cálido.

Seissa se sonrojó en respuesta, el tener la cara del humano hundida en su estómago era algo que le daba cosquillas.

Continuó acariciando la cabeza del chico, con un lindo rubor en su rostro.

Nunca antes se había sentido así, siempre era lujuria y deseo...y aunque ahora también había deseo, existía algo que le evitaba pensar en Dash de esa forma, no sabía que era, pero no le molestaba, le encantaba.

Gracias a este sentimiento, podía ir mucho más allá de cosas banales como el 'Me gustas', era mucho más profundo, por decirlo de alguna manera, era como hacer el amor, una sensación tan increíble y complicada que atraía a Seissa.

Dash continuó abrazándola como si fuera un oso de peluche, estaba vulnerable, pero esas palabras de verdad le llegaron, tal vez más de lo que debieron.

SEISSA: ~¿Quieres hablarlo?~ - le preguntó en un susurro, tan cálido y dulce como una madre -

La cabra sacó su lado protector y materno, aunque seguramente Dash era mayor que ella, daba igual, quería ayudarlo como fuese.

DASH: ...~Hice muchas cosas~... - susurró aquella oración, se sentía caliente, para nada de la forma sexual, era como estar en un fuerte invierno y luego pararse frente a una fogata, o recibir los rayos del Sol -

Ella no dijo nada, y lo dejó continuar.

DASH: ~En su momento...no me arrepentí...pero ahora...comienzo a...recordarlo~ - se abrió un poco, la presencia de Seissa le resultaba gratificante y cómoda - ...~Cometí tantos errores~ 

SEISSA: ~Cariño...todos nos equivocamos, como dice mi madre, lo que importa es que aprendamos de los errores y encontremos la forma de mejorar y continuar~ - le dijo esas palabras, de una forma tan dulce que fue inevitable ganarse cierta parte del Dash -

DASH: ~P-Pero...fueron cosas...malas~ - no pensó tanto en lo que quería decir, ahora estaba vulnerable como para hacerlo, su mente simplemente tomó lo que sentía y lo expresó con palabras -

SEISSA: ...~Eso no importa, ahora estás a salvo, no tienes que preocuparte por que te hagan daño~ - pensó que el pelirrojo fue una víctima de algún ataque de animales salvajes, o pasó por alguna otra cosa similar -

DASH: ~Y-Yo...lastimé mucho...~ - quiso continuar con un 'Lastimé mucho a varias personas', pero entró en razón de cierta forma, y solo se cortó en un buen momento -

SEISSA: ...~Ahora estás aquí, ¿No? Siempre hay alguna u otra manera de seguir adelante~ - no podía consolarlo demasiado, se guiaba con la forma en que su madre hablaba con ella -

DASH: ...~Tengo miedo~ - desvió la mirada para tratar de ver el rostro de Seissa, y aunque no lo consiguió completamente, ella notó su expresión -

Aquella voz temblorosa que venía del humano, ese pequeño puchero de temor, y esa mirada, era como un niño que cometió un error y se disculpa con su madre, casi llorando.

Esa expresión apretó el corazón de la cabra, se sentía tan mal de verlo de esa forma, pero ahora lo sabía, lo que le preocupaba a Dash era algo grave.

SEISSA: ... - se quedó callada un rato, pensando en qué decir, recopiló todo lo que sabía, podría decirse que el pelirrojo estaba asustado de sí mismo y del destino que le espera - ~No hay nada que temer, Dash, cambia, y haz algo por amor~ - no conocía que era lo que realmente sucedía, pero eso debía funcionar para calmarlo -

Y no se equivocó, pues el humano volvió a cambiar la dirección de su mirada, quedándose pensando, entendió la confusión de Dash, se veía confundido, pero más tranquilo.

SEISSA: ~Jeje, a veces las preguntas más complejas, tienen respuestas muy simples~ - esa frase era de internet, aunque igual estaba influenciada por su madre -

DASH: ~Su-Supongo que sí~ - la vio a los ojos, en ningún momento ella dejó de acariciar su cabeza -

Este día fue confuso y un dolor de cabeza en ciertos momentos, al principio, estaba frío, luego, fue más o menos activo, pero no de una manera significativa, después tuvo un problema existencial algo ligero, continuó con una actitud positiva y muy empática con las hembras, ahora...estaba, ¿Triste? ¿Frustrado? ¿Confundido? No estaba seguro.

Ese 'Trastorno de Estrés Postraumático' era un problema mayor que esto, si bien hablar con Seissa aclaró completamente su mente, definitivamente no era suficiente para que este asunto se fuera.

DASH: ..."Lidiaré con eso después" - continuó con su plan ahora...mejorar para sus hembras...¿Desde cuándo piensa en ellas así? - Y bueno, cuéntame un poco más de tu historia - le sonrió un poco, con sinceridad, su humor mejoró lentamente, empezando con esa sonrisa -

SEISSA: ... - lo vio fijamente, notó esa calma, parece que lo ayudó - "Me alegra verte mejor ahora" ¿Alguien está de buenas? - una pequeña risita salió de su hocico, tapándola con su pata libre -

DASH: ...Algo - amplió un poco su sonrisa -

SEISSA: Y en cuanto a lo que dices...uhm, ¿Dónde debería empezar? - pensó un poco, con un dedo en sus labios, viendo a otro lado, indagando en sus recuerdos -

El pelirrojo se sentó al lado de ella, cosa que la sacó un poco de su trance, mirándolo con confusión, pero un sonrojo apareció en su rostro cuando Dash la abrazó y la obligó a recostarse encima de él.

Ahora, era el humano quien acariciaba su cabeza.

SEISSA: P-Pues, desde que t-tengo memoria, madre siempre ha cuidado mucho de mí, me enseñó todo tipo de valores y enseñanzas, como no acompañar a los extraños, alejarse de las peleas, respetar a todos y no creerme superior - enumeró unas cuantas de aquellas cosas -

DASH: Mmm, supongo que era de esperarse - aquello que Seissa dijo sin duda fue algo que se le pasó por la mente -

SEISSA: Sí, siempre parecía cansada y triste, podía notarlo, y aun así, siempre sonreía cuando estaba conmigo, o me veía jugar...recuerdo, que una vez le pregunté por mi padre...sinceramente, aunque en ese momento tenía 9 años, esperaba que él nos haya abandonado

La cabra sonrió algo avergonzada, usando sus patas para acariciar los fuertes antebrazos del chico, que la rodeaba con sus brazos por la cintura.

SEISSA: Mamá y papá se conocieron cuando eran apenas niños, ella desarrolló sentimientos por él, muy rápido según me dijo, casi a la semana de estar con papá, jmjm, siempre suelta una risita cuando llega a esta parte - esas veces fueron de las pocas que su madre había reído tan dulcemente -

DASH: ...Mmm, ¿Qué más pasó? - recostó su cabeza encima de la de Seissa -

SEISSA: Hasta donde sé, mamá y papá tuvieron una relación formal a los 12 años...edad corta sinceramente, pero eran muy felices - sonrió ampliamente, cuando su madre le mostraba las fotos de aquella época, ambos siempre tenían una gran sonrisa - Pasaron los años y se casaron...y yo nací después - su sonrisa se volvió algo triste -

El humano esperaba que algo malo estuviera por ser contado.

SEISSA: Cuando apenas era una bebé, mientras paseábamos por una plaza, hubo un terremoto, fue tan repentino, según mamá, había llegado en menos de un parpadeo...ella nunca me quiere contar más, solo dice que papá dio su último aliento por nosotras - miró con tristeza el techo -

Su padre, sin duda, fue un gran macho, pero ella no lo conoció bien, casi no lo recuerda, por ello, no es tan sensible a este asunto, no puede negar que lo extraña de cierta forma, solo que no es lo mismo.

No obstante, ver la reacción de su madre al hablar de ello, era suficiente para que se pusiera triste por obligar a esa pobre hembra a abrirse con ese asunto.

SEISSA: ...Mamá la pasó fatal por varios años, se tuvo que volver...'dama de compañía' para tener lo suficiente y cuidarme, no la aceptaron en absolutamente ningún lado, incluso aún en ese mundo, seguía intentando con algún trabajo mejor, hasta hace unos años lo logró con mi ayuda - el respeto y admiración no le permitieron decirle a su propia madre 'prostituta', era muy ofensivo para esa bella hembra -

DASH: ...Me alegra que ahora ella esté mejor - sonrió un poco, demostrándole su compasión -

SEISSA: Sí, a mi también me alegra, mañana le daré una visita, está muy sola, y aunque le he dicho, no está en sus planes conocer a algún otro macho...en serio que amaba, y sigue amando a quien fue mi papá - desvió la mirada, para poder ver fijamente a Dash - ...Y creo que sé como se siente

DASH: ¿De verdad? - preguntó, algo curioso, finalmente, volvió a sonreír ampliamente -

SEISSA: Sí... - se frotó contra él - ...Y se siente genial - cerró sus ojos - Por primera vez, siento que realmente estoy enamorada, y no es solo deseo, me gusta esto 

El pelirrojo no dijo nada, limitándose a, igualmente, cerrar sus ojos para descansar de sus problemas, encontró a la cabra sumamente cómoda y cálida.

No hubo necesidad de decir nada más.





Dash estaba esperando, afuera de la habitación de Seissa, resulta que la cabra se quedó dormida, estaba tan cómoda en él que fue inevitable, estaba esperando a cierta hembra mecánica, hasta donde sabe, era su turno.

Finalmente y luego de una espera no muy larga, llegó la hora '7:00 pm', ya había anochecido, el humano estaba recargado en la puerta, hasta que el grito de cierta furra conocida llamó su atención.

KERU: ¡DASH! - lo saludó, corriendo hacia el humano, levantando un brazo - ¿Qué haces fuera de la habitación de Seissa? - preguntó, con una sonrisa, pero curiosa por la respuesta -

DASH: Se quedó dormida, y ya faltaba poco, así que mejor te esperé - se puso de pie -

KERU: Oh, mmm - puso un dedo en sus labios, parecía pensar en algo - No importa - volvió en sí - ¡VEN, VOY A MOSTRARTE ALGO GENIAL! - corrió hacia las escaleras -

DASH: Está bien - Keru no lo alcanzó a oír, mientras él apresuró el paso, aunque no al punto de correr -

Ambos fueron a la salida, en la que la lémur sacó su tarjeta de acceso recién otorgada y abrió la puerta, corriendo por el pasillo y dirigiéndose al elevador.

DASH: ¿Vamos a salir? ¿No se supone que la loba nos había dicho que no lo hiciéramos? - preguntó confundido, realmente sin ganas de desobedecer, principalmente para evitarse problemas -

KERU: No saldremos, pero hay algo que me da curiosidad, pensé que te interesaría verlo - le sonrió, apegándose un poco a él -

DASH: ¿Y tu hermano? Nilteo, ¿O me equivoco? - ahora preguntó por el zorro, desde que se enteró que ayudó a las hembras, se ganó un poco de su preocupación y respeto -

KERU: Él regresó a su departamento, no viene a casa desde...unos incidentes - se rascó la cabeza, tratando de no sonar molesta -

DASH: ¿No te llevas bien con él? - continuó preguntando mientras bajaban por el elevador -

KERU: ...Lo quiero, pero pasaron cosas y...ya no es lo mismo - se rascó el brazo -

Lo recuerda bien, despertó durante su 'abuso sexual' por parte de su hermano, lo odió por varios meses, y cuando su trauma había sido superado, pues, tenía ganas de masturbarse, hacía mucho no lo hacía, lo extrañaba a decir verdad.

Se topó con la sorpresa de que su himen seguía intacto, además, seguía exactamente igual a la última vez que metió sus dedos, cosas de mujeres.

Con esto, pensó en ese día con más claridad, su hermano estaba completamente vestido, es decir, no estaba en pelotas como para habérsela cogido, su interior no se sentía raro, y las patas de Nilteo estaban limpias, por lo que era casi imposible que las haya usado para tocarla.

En pocas palabras, ella estaba bien.

DASH: ¿Por qué no intentas arreglarlo? - alzó una ceja, interesado en la respuesta - La familia es importante - Pff, ¿Con qué derecho lo dice él? -

KERU: Lo intenté...pero me da miedo - se encogió un poco en sí misma, no era solo el temor que le generó aquello hacia su hermano, sino que también era miedo a ser odiada por él, era entendible que se enojara, fue una confusión después de todo -

El pelirrojo se limitó a abrazarla con un brazo, a modo de consuelo, cosa que funcionó e hizo que la lémur se calmara, poniendo una sonrisa.

Finalmente, llegaron un par de pisos abajo de la zona que fue definida como su hogar.

KERU: ¡BIENVENIDO AL PARAÍSO! - abrió los brazos de lado a lado, mostrando el gran garaje lleno de autos que fácilmente podrían costar millones -

KERU: Oh, me equivoqué, en fin, iremos por las escaleras - se encogió de hombros, caminando hacia el fondo de la habitación, echándole un vistazo rápido a los autos estacionados, ya no se veía tan emocionada -

Dash estaba sorprendido, ¿Para qué querían darles tantos coches? ¿Qué era una para cada quién? ¿Por qué Keru dejó de estar tan emocionada? Es mecánica, esto debería emocionarle, como lo hizo el mustang, ¿No?

Se limitó a seguir a la lémur mecánica que se veía apresurada por llegar a las dichosas escaleras, casi al final del garaje, decidió tampoco pensar el como sacarían los autos si estaban en un 5to piso, los furros siempre lo sorprenden, así que se espera de todo.

Luego de llegar a las escaleras, que eran del tipo caracol, valla que a los furros les gusta este tipo de arquitectura, ¿No?

Ambos bajaron, la hembra más apresurada que el humano, cuando la luz iluminó el rostro de Keru, sus ojos brillaron, poniendo una amplia sonrisa.

KERU: ¡ESTE SÍ ES EL PARAÍSO! - volvió a abrir los brazos, alegre -

El pelirrojo solamente pudo ver una gran y hermosa biblioteca.

DASH: ¿Te gustan los libros? - fue estúpido, era obvio que sí, al fin y al cabo, la simple reacción de Keru era más que suficiente para darle una respuesta -

KERU: ¡LOS ADORO! - sus ojos brillaron más de emoción si es que eso era posible, corriendo a cierta parte de la gran biblioteca -

DASH: ¡ESPERA! - la siguió con prisa, esperando una persecución, no obstante, se detuvo al ver a la hembra parada frente a la estantería derecha, con un libro en sus manos, apreciando la portada - ¿Keru? 

KERU: ¡MIRA! - le mostró el libro, llena de energía - ¡ES 'LA LLAMADA DE CTHULHU'! - gritó el título plasmado en la portada, junto a lo que parecía ser un pulpo de ojos rojos y mirada amenazante, era un buen dibujo -

DASH: ¿La llamada de Cu_ qué? - ni se molestó en pronunciar esa última palabra, supuso que ese era el nombre del ser en la portada -

KERU: ¡CTHULHU! - volvió a gritar, energizada - ¡HE ESTADO BUSCANDO ESTE LIBRO POR MUCHO TIEMPO! - siempre fue fan de lecturas como esta, aunque en general, le gustaba leer de todo -

DASH: Uhm, ¿Me explicas un poco? - sonrió algo nervioso, le gustaría seguirle el ritmo a la lémur en este aspecto -

Los únicos libros que él conoció en su vida, fueron aquellos de anatomía, funcionamiento de las armas de fuergo y demás cosas relacionadas.

KERU: ¿Eh? Oh sí, claro, claro - lo tomó de la mano y caminó a la zona principal, luego, se recostó en uno de los asientos acolchonados, curiosamente, Dash también cabía en él - Realmente no sé mucho de la historia, sí es que la hay, hasta donde sé, el autor suele escribir más inclinado a la poesía, aunque eso depende de la editorial...creo 

Era una gran fan de la literatura, pero no estaba tan familiarizada con los procesos para que sus libros favoritos salieran a la luz.

DASH: ¿Quién es el autor? - paseó su vista por la portada, buscando el nombre del autor, y lo encontró 'H. T. Lovecraft' - "Mmm, me suena" - el apellido le sonaba, pero ese 'H. T.' sentía que estaba mal -

KERU: Es Howard Torret Lovecraft, o abreviando, H. T. Lovecraft, podría decirse que él inventó una nueva forma de horror, el horror cósmico, un gran género que está plagado de misterios y cosas extrañas

Ahora Dash entendió, llegó a oír de un tal Howard Phillip Lovecraft, parece que también existió en este mundo, claro, versión furro y con un ligero cambio en su nombre.

DASH: Oh, háblame un poco más de su...uhm, ¿Cómo se dice? ¿Biblioteca? No...eh, ¡REPERTORIO! ¡ESO ES! - fingió, como siempre, no conocer ciertos términos y se equivocó a propósito -

KERU: Eh, es más bibliografía, pero claro, pues, unas de sus obras son esta - mostró el libro en sus manos - Otra, 'En las montañas de la locura', así fue como conocí a este autor

DASH: ¿De qué trata? - no conocía las obras de ese hombre, inconscientemente, abrazó por la cintura a Keru, aún recostados, cosa que la puso un tanto nerviosa - 

KERU: D-Digamos qué... - pensó en un mini resumen del libro, sin dar demasiados detalles y evitar contar los giros de trama, para que Dash pudiera leerlo...sí es que sabía, aunque suponía que sí - Trata de un grupo de investigadores que hacen un viaje por la Antártida, la zona más fría de nuestro planeta, donde se encuentran con cosas...muy aterradoras

DASH: Oh, suena como algo interesante - ladeó la cabeza adorablemente, con una pequeña sonrisa en su rostro -

KERU: Sí...¿Te gustaría leerlo? - dejó un poco de lado el tema del que hablaban -

DASH: Por supuesto - sonrió un poco más, ahora que tenía más tiempo 'libre', podría abrir su mente a otras cosas...de paso distraerse -

KERU: Jeje, me encantaría leerlo contigo - se acurrucó en el pecho del humano, viéndolo, lo cual se le hizo lindo a Dash -

DASH: Tal vez la próxima vez, jeje, no tengo una hora solo para mí, pero pasar tiempo con ustedes es mejor a mi parecer - sonrió un poco, abrazando un poco más a la lémur - ¿Qué más hay de este Lovecraft?

KERU: Jhum - nuevamente, llevó un dedo a sus labios, mirando hacia arriba, pensando, hasta que algo le llegó a la cabeza - Él padecía de terrores nocturnos, ósea que soñaba cosas extrañas, de ahí sacó todas las ideas para escribir sus libros, eso, y la ayuda de sus colegas...pero... - hizo una pequeña pausa, para agregar dramatismo -

DASH: ¿Pero, qué? - repitió la palabra, convirtiéndola en una pregunta -

KERU: Dio un testimonio, le tenía algo de miedo a los humanos, a pesar de que tenía a una humana de mascota, llamada...uhm, bueno, digamos que Lovecraft no era muy fan de los extranjeros - rió un poco, recordando lo racista que ese hombre fue -

Dash ladeó la cabeza, fingiendo no entender y continuó escuchando a Keru.

KERU: La razón de su miedo, se debía a estos sueños, o más bien, pesadillas, donde los humanos estaban distorsionados y convertidos en monstruos cósmicos, responsables de incontables horrores, según él, soñó con humanos esclavizando a los furrys, sometiéndonos a tantos horrores que la mente era incapaz de comprender...jeje, muchos masoquistas pensaron que era buena idea - fue una broma - Claro qué, él también se reía de esto

DASH: ...Sí, debió de ser gracioso - puso una sonrisa, entendiendo que ese Lovecraft no estaba muy equivocado, los humanos y las bestias no son tan diferentes -

KERU: Como sea, ¿Te gustaría leerlo conmigo? - mostró el libro, algo tímida -

DASH: Jeje, por supu_ - una alarma sonó, en el teléfono de la lémur, que frunció el seño y sacó su móvil -

Ella apagó la alarma '8:00 pm', no tardaron demasiado en escuchar unos pasos lentos pero fuertes bajar por las escaleras.

Ambos se pusieron de pie y miraron a la recién llegada.

VEOMÍA: Hola Dashy - lo saludó con la mano, con una sonrisa un tanto tétrica, mientras que giró un poco para ver con algo de molestia a Keru - ...Me toca - entrecerró los ojos -

KERU: Lo sé - desvió la mirada, intimidada - ~Él no es un objeto~ - susurró con temor pero molestia al mismo tiempo -

VEOMÍA: ¿Dijiste algo? - la escuchó susurrar algo, aunque no pudo oírlo bien -

KERU: ¡NADA! ¡NADA! - gritó eufóricamente negando con la cabeza y las patas, alejándose un poco -

DASH: Adiós, Keru, nos veremos mañana, y ahora sí que podremos leer juntos - le guiñó un ojo, palmeándole la cabeza y caminó hacia la loba de pelaje oscuro -

KERU: A-Adiós - igualmente se despidió algo sonrojada -

VEOMÍA: ...Hasta la próxima...lémur - por ahora, a las únicas que llamaba por su nombre eran sus amigas peleadoras -

Ambos se fueron dejando sola a Keru, que se volvió a recostar en el sofá, sujetando el libro y sancándo un respiro.

KERU: Ella da miedo - no pudo decir otra cosa más que esa, le parecía aterradora - 

Ella vio la portada del libro, pensó en Dash y sus palabras, así que decidió dejarlo cuidadosamente en el sofá donde ambos estuvieron para 'marcar territorio' y fue a buscar otro libro.





DASH: ¿Qué planeas exactamente? - alzó una ceja, parado en el ring, en una esquina, mientras que Veomía estaba en la otra, vestida únicamente con un top y shorts ajustados -

VEOMÍA: Los humanos son fuertes, y nos pidieron a nosotras ser tus guardaespaldas, no me gusta la idea de pelear contigo, pero quiero saber a qué altura tengo que estar para ser capaz de cuidarte, ¿No creen? - dijo todo eso mientras hacía estiramientos, y con la pregunta, desvió la mirada hacia Velvela, Mute y Shade -

VELVELA: Sí lo lastimas, juro qu_ - antes de completar su amenaza, la loba en el ring habló -

VEOMÍA: No le haré nada, sé lo que hago - continuó estirando un poco más -

SHADE: Emm, ¿Seguras que es buena idea? Digo, ya es noche, creo que mejor deberías hacer esto cuando tu turno con Dash sea en el medio día...o por ahí - supuso eso, ya que esta noche, Droda sería quien dormiría con el humano, después Cobi, luego sería Zelly, Loona, Nicole y así hasta llegar a Veomía...sí que tenía mala suerte -

VEOMÍA: No puedo esperar una semana para eso, ¿Y sí alguien nos ataca? No pienso dejar a Dash a su suerte...~o dado caso, serle un estorbo~ - susurró esa última oración -

VELVELA: Creo que estás muy paranoica, ¿Quién, en su sano juicio, querría atacarnos sabiendo que tenemos cobertura de todo el puto mundo? - le parecía ilógico que alguien los atacara...a no ser que fuera un país entero -

El humano vio a Veomía, que pareció pensar en una respuesta, cosa que él esperaba.

VEOMÍA/DASH: Mejor prevenir que lamentar - ambos dijeron al unísono, Dash en un susurro y Veomía con un tono elevado -

VEOMÍA: ~Ahh~ - soltó un largo suspiro, sintiendo sus músculos relajados pasar a estar en tensión, esa sensación le gustaba - ¿Listo? - dio unos saltitos, similares a los que se dan en boxeo -

DASH: Solo si tú lo estás - sonrió un poco -

Su respuesta llegó cuando Veomía se lanzó a él, dando un salto y una patada directo a la cabeza, no era su estilo atacar primero, pero prefería hacer una excepción en el caso del pelirrojo.

Dash la esquivó agachando un poco la cabeza, un error según la opinión de Shade y Velvela, Mute entrecerró los ojos, tratando de deducir lo que el humano planeaba hacer.

Veomía, aprovechando la posición desventajosa del humano, tiró un uppercut con la derecha, la lagarto acababa de entender qué era lo que él iba a hacerle a la loba, y solo esperó el resultado.

Nuevamente, el chico esquivó el golpe, esta vez, hizo su torso un poco a la izquierda, y con el brazo de ese mismo lado, soltó un gancho fatal un poco por debajo de las costillas.

La loba reaccionó demasiado tarde y recibió el golpe.

VEOMÍA: ~PGHUAHG~ - soltó algo de saliva, sujetándose fuertemente el área golpeada, tratando de mantenerse de pie, finalmente, cayó sobre su trasero encima del ring, luego se acostó, aún sujetando la zona -

Esto las dejó impresionadas, Mute esperaba esto, pero no se esperó un resultado así, si bien los golpes fuertes al hígado resultan en caídas o incluso nocaut, no eran para nada algo para lidiar con Veomía, ella era demasiado fuerte, y aunque un golpe de esos la afectaría, ella podría recomponerse rápido, por su gran tolerancia y espíritu.

VELVELA: E-Ese fue un gancho devastador - con los ojos bien abiertos, acercó un poco más la cabeza para ver más de cerca - 

La loba de pelaje oscuro continuó sujetándose la zona golpeada, soltando varios quejidos, Dash se acercó a ella para asegurarse que estaba bien y que no se le había pasado la mano, afortunadamente, no fue así, solo fue un golpe duro e inesperado.

VEOMÍA: ~Agh~ ~D-Diablos, eso fue como ser arrollada~ - extendió los brazos y las piernas, con el humano hincado en una rodilla a su lado -

DASH: Tranquila, ¿Estás mejor? - más aliviado, acarició su cabeza -

VEOMÍA: Sí...pero no pude hacer nada, solo un golpe y estoy tendida en la lona - bajó las orejas y miró a otro lado, ya no se sentía digna de cuidar al humano, ¿Cómo lo haría si este era más fuerte que ella? -

A modo de 'consuelo', Dash acaricia el pelaje axilar del brazo derecho de la loba, sabía que, de cierta forma, esto le subía el autoestima, pero era raro, sin duda.

VEOMÍA: ¿¡EHP!? - un lindo chillido salió de su hocico, sonrojándose fuertemente al mismo tiempo que sus labios se ponían temblorosos - ¿¡Q-QUÉ HA-HACES!? - gritó sonrojada, pero no resistiéndose al toque suave que le daba cosquillas -

DASH: Esto te medio acompleja, ¿No? Solo quiero demostrarte que así estás bien para mí - le sonrió, sabía que las mujeres no son perfectas del todo, ellas también tienen que depilarse de vez en cuando, en su caso, a Veomía parecía no importarle eso, al menos no mucho -

Ahora que lo pensaba, ¿Cómo funcionaba el depilarse con furros que poseían pelaje? 

DASH: Ven aquí - dejó de tocar el pelaje axilar de la hembra, y la levantó, el tacto del pelirrojo le pareció muy agradable a la loba - Lo siento, no quería herirte - la abrazó con algo de fuerza, culpable por haberla visto retorcerse de esa forma, aunque ya estaba algo acostumbrado -

VEOMÍA: N-No pasa nada, yo me lo busqué con esta pelea, necesito mejorar, jej_ ~ghh~ - trató de reír, pero se volvió a sujetar el área del hígado, soltando una risita, lo que inevitablemente generó más dolor - V-Vaya que pegas duro, cariño - contuvo otra risa para que no le doliera -

DASH: Em, ¿Gracias? - sonrió nerviosamente, no sabiendo si era un halago -

VELVELA: Mejor bajen de ahí, hay que ir a cenar - se dio la vuelta y caminó hacia las escaleras en forma de caracol para ir a la sala principal -

SHADE: Ya era hora - oh sí, ella estaba hambrienta -

Mute se quedó viendo como Veomía era bajada del ring cuidadosamente por Dash, debatiendo sí pedir una pelea amistosa con él, era muy fuerte, sin duda, podría dejarla noqueada...por raro que fuese, eso la excitaba.

No tanto porque fuera masoquista, sino que ningún macho la había hecho sentir algo, ni en conversaciones, mucho menos en peleas, y las hembras no le llamaban la atención de esa forma, de ser el caso, hubiera intentado algo con Velvela.

Fue ver la fuerza de Dash, que se sintió más atraída de lo que ya estaba, aunque sonara extraño, quería que la golpeara tan fuerte como lo hizo con Veomía y dejarla tirada en la lona, derrotada con un solo golpe.

Mientras pensaba eso se dio la vuelta para ir tras las otras 2 furras, a pasos grandes, no se inmutó en lo más mínimo cuando un líquido transparente y algo espeso comenzó a gotear de su entrepierna.


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BUENO, AQUÍ TERMINA ESTE CAP, ESPERO Y LES HAYA GUSTADO, Y DE UNA AVISO ALGO, NO HARÉ LAS 3 SEMANAS NARRANDO TODO EL DÍA CON CADA CHICA, SERÍA DEMASIADO, Y ESTA HISTORIA FÁCILMENTE PODRÍA DURAR UNOS 2 AÑOS, COSA QUE NO QUIERO PORQUE TENGO OTRAS HISTORIAS EN MENTE, ASÍ QUE SOLO SERÁ DASH DURMIENDO CON CADA UNA, PARA QUE SE VALLAN PREPARANDO.

IGUAL, QUIERO AVISAR DE ANTEMANO QUE POSIBLEMENTE ESTÉ AUSENTE UNA SEMANA ENTERA, PORQUE MI EXAMEN SE ACERCA, Y NO ES TANTO POR ÉL, SINO POR EL CURSO QUE ME VA A TRAER OCUPADO TODO EL DÍA, OBVIAMENTE, NO CANCELARÉ LA HISTORIA, ME ENCANTA Y LA PIENSO SEGUIR ESCRIBIENDO.

RECUERDEN USAR CONDÓN, CEPILLARSE SUS DIENTES, OBEDECER A SU GFA Y NO ROBAR. A MI NO ME QUEDA NADA MÁS QUE DECIR MÁS QUE ADIÓS, ASÍ QUE...

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