Ya se había hecho muy de noche, por lo que nuestras antojables furras y nuestro pendejo prota fueron a dormir.

Claramente, el pelirrojo pasó la noche con Velvela, 'descansando', lo cierto, era que no podía conciliar el sueño, y eran muchas razones por las que no era posible para él.

Una de las principales, se debía a que pensaba mucho en el futuro, teóricamente, ya está comprometido con la mayoría de hembras, e incluso si no las conoce perfectamente a todas, está más que seguro que tarde o temprano se enamorará aún más de ellas.

Por lo que sucedería luego era una situación que lo mantenía alerta de cierto modo, ¿Cuántos hijos tendría exactamente? ¿Todos estarán sanos? ¿Estarán destinados a ser mascotas u objetos sexuales? ¿Serán tan amados como él?...¿Sería un buen padre?

Esta última duda, era la que realmente le pesaba más que el resto, nunca tuvo un padre o madre, lo más similar a eso, fue ese maldito hijo de perra que lo torturó psicológicamente hasta volverlo un hombre sin corazón...hasta que apareció Bruce, que actuó como un hermano, la voz de la razón y sabiduría, aunque estaba medio idiota.

Dash no sabía si él sería un buen padre parar sus futuros hijos que sí o sí tendrá, ¿Qué debería hacer para empezar? Tan solo...¿Pasar el rato con ellos? ¿De qué manera? Tal vez estaba poniéndose paranoico, analizando demás, sin embargo, esto era importante.

No podía ser tan sencillo como 'Oye hijo, te quiero mucho', las relaciones personales son muy confusas para Dash, y una padre e hijo...para alguien como él, es como tratar de imaginar un nuevo color inexistente, que nunca has visto.

Y además, ¿Cómo se supone que desempeñaría su papel de progenitor luego de haber sido un asesino? No importa su nivel, o la intención con la que lo hacía, era un asesino al fin y al cabo.

Ahora que lo pensaba, mató a muchos hombres con familias...algunos de ellos ni siquiera eran malos, se vieron obligados a hacer cosas para sobrevivir, o para proteger a los que más amaban sacrificando a otros.

Nunca empatizó con alguno de ellos, ahora que podía sentir la paternidad algo cerca, comenzaba a enter a medias, si lo pensaba detenidamente, si fuera padre, haría todo para proteger a sus hijos.

Este asunto tan complejo para Dash era una de las razones, la otra, era como tal, él.

¿Podría volver a hacer lo que hacía cuando era asesino? Obviamente, no al mismo grado, pero algo similar de alguna manera.

El detalle no se le escapó, esa mañana, cuando golpeó el costal, aquella sensación familiar le agradó...golpear casi con intención de matar.

Tuvo tantas peleas en su vida, muchas más de lo que es sano, incluso para un profesional, ahora mismo él debería estar sufriendo algún daño cerebral o algo así.

El chiste...es que le gustaron, tal vez en el momento no lo haya aceptado, pero después, sabía que lo volvería a hacer...y la idea le agradaba.

Entrenar era una idea buena a su gusto, volver a tener la fuerza que tenía, e incluso aumentarla...pero había un detallito, y es que también quería hacerse fuerte para...

Dash desvió la mirada del techo hacia su pecho, viendo a Velvela, con el hocico abierto, soltando baba, acostada en sus pectorales, podía sentir sus grandes senos chocando con sus oblicuos...lo entendió perfectamente.

DASH: ... "Hacerme más fuerte..." - vio la puerta de la habitación, pensando en el resto de su harem - "...Para protegerlas" - sonrió un poco, volviendo a ver el techo -

Era patético usar su fuerza para cuidar a un montón de insectos a comparación de él...pero, ¿Por qué se sentía tan determinado a hacerlo?

Igual, ¿Qué sentido tiene? Naturalmente, ningún furro podría darle batalla, aunque estuviera en su peor momento, ¿Cuál era el punto de hacerse más fuerte si en su nivel actual ya podría cogerse a medio mundo? De todas las formas y términos posibles.

La respuesta, estaba en un rincón muy oscuro de su cerebro, un mal recuerdo...'Más vale prevenir que lamentar'

Instintivamente abrazó con su brazo izquierdo a la loba, acariciando su cintura.

El último asunto significativo...era su cuerpo, había algo raro, por algún motivo, tiene más ganas de tener relaciones sexuales de lo usual, al principio, pensó que era por su cambio de espacio...que es verdad de cierta forma.

La realidad, era que, al enterarse que es el último de los suyos, su instinto reproductivo y de preservación le pedía a gritos tener tanta descendencia fuera posible, no por lujuria o placer, sino, para que su raza no muera, cosa entendible.

De ser alguien más, probablemente tendría un gran dolor de cabeza, pero era Dash, 'La mano justa de Dios', 'Mata sistemas', 'Sombra de Satanás', 'Carnival' conocido por diferentes nombres en distintos idiomas, así que esto no era más que algo que piensa por un rato antes de dejarlo de lado, su mente había pasado por mucho, más de lo que cualquier humano debería pasar.

Una laaaarga noche.

https://youtu.be/4vf_j9vz4Mo

VELVELA: ~Mmm~ - hizo un ruido de ligera molestia, bostezando sin reparo alguno, no planeando levantarse aunque la alarma sonaba a todo volumen -

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LOONA: ¡APAGA TU MIERDA PEDAZO DE PUTA CON ESTEROIDES! - la loba gótica gritó desde su habitación, obligando a Velvela a ponerse de pie y tomar su celular para apagar la alarma '5:50 am' -

VELVELA: ~Mmm~ ~ghh~ - se estiró un poco - Bien, hora de trabajar

Como toda persona chambeadora, volvió a recostarse con Dash, abrazándolo con un brazo y una pierna...ahhh perra, conoces la llave, eh.

Como sea, había una ligera molestia para la boxeadora, una cosita insignificante, similar a cuando tienes una palabra en la punta de la lengua, pero no puedes completarla.

La molestia desapareció al cabo de unos segundos, convirtiéndose en un golpe de razón, debido a ello, Velvela abrió los ojos de golpe, ampliamente.

VELVELA: ¡TENGO 1 HORA CON DASH! - gritó, recordando toda mierda del día anterior -

Volvió a ver la hora, '6:12 am'...¿A quién no le ha pasado?

Inmediatamente volvió a ver al humano, esperando que estuviera despierto...y sí, estaba con los ojos bien abiertos, con unas ojeras que no eran tan grandes, pero notables.

VELVELA: ¿Eh? ¿Dash? - se acercó a su rostro, preocupada, sujetándole suavemente las mejillas -

DASH: ...No es nada...solo me perdí en mis pensamientos - tomó las muñecas de la hembra, firmemente pero con ternura, asegurándose de no lastimarla -

Velvela suspiró un poco, ahora que el humano podía hablar, cualquiera pensaría que sería más fácil tratar con él, no podrían estar más equivocados.

Con Dash pudiendo actuar más como una persona, lo volvía un tanto más complejo para la sociedad furra, pues normalmente, son mascotas y ya, no hay mayor misterio a un perrito salvaje (Así se les conoce a los animales comunes que nosotros conocemos en este mundo)

El pelirrojo se sentó en la cama, lentamente, abrazando el cuerpo desnudo de la boxeadora.

DASH: Es bueno despertar contigo a mi lado - recargó su cara entre los senos de la loba, frotándose un poco para acomodarse -

Con ternura, Velvela acarició la cabeza de su amante, no le interesaba realmente si él la tocaba tan descuidadamente, era suya, en todos los aspectos posibles, tan solo quería seguir estando con él.

DASH: ~Eres maravillosa linda~ - le dio una pequeña mordida al pezón de la hembra, sacándole un pequeño gemido -

Pero por supuesto, eso no quitaba las ganas de tener sexo solo por placer, al menos de vez en cuando.

VELVELA: ~S-Sí quieres pasar el tiempo así~ ~mmm~ ~Te-Tenemos una h-hora~ ~ohh~ - levantó la cabeza, soltando otro gemido erótico que causó una leve erección en Dash -

Por su puesto que quería pasar el tiempo así, tenían poco menos de una hora.

El pelirrojo, en un rápido movimiento, acostó a Velvela y él se posicionó encima de ella, manoseándole suavemente el pecho derecho, y con su mano izquierda, acarició su vagina, completamente expuesta.

Ninguno de los 2 pudo resistirse, y unieron sus bocas en un largo beso, iniciando con una batalla de lenguas que fue sencilla de ganar para el humano, quitándole el aliento a la boxeadora.

Velvela usó su pata derecha para masajear el bulto de gran tamaño formándose en los pantalones de Dash, y con su otra pata lo abrazaba del cuello, viéndose fijamente.

El humano dormía con toda su ropa puesta, ya necesitaba un baño, curiosamente, no parecía molestarle a nadie, ni siquiera a sí mismo, igual se daría una ducha.

Dash insertó un dedo en la vagina de la loba, sacándole otro gemido y obligándola a arquear un poco la espalda, no solo sentía la piel del humano dentro de ella, el chico masajeaba la zona superior, cerca del clítoris, por lo que la estimulación era mayor.

No se quedó ahí, pues también usó su pulgar para frotar su clítoris directamente.

VELVELA: ~AHH~ ~¡D-DASH!~ ~OHH~ ~GHMM~ ~!GHIAAAAAHAA!~ - arqueó violentamente su espalda, teniendo un orgasmo muy rápido, vaciando su 'tanque de agua', expulsándola con algo de fuerza, mojando al pelirrojo y a la cama -

Después de varios segundos de orgasmo para Velvela, dejó su postura encorvada, respirando agitadamente, con leves contracciones en la ingle, se sentía jodidamente bien.

VELVELA: ~O-Ohh~ ~ah~ ~ahahh~ ~Da-Dash~ ~mmg~ - sonrió de forma estúpida, el chico siempre la hacía sentir increíble -

DASH: ~Lo siento Velvela...yo aún no estoy satisfecho~ - le susurró en la oreja, dándole una leve mordida -

VELVELA: ~¿E-Eh?~ ~hgg~ ~po-por favor, e-espera~ ~ahh~ - nuevamente gimió, sintiendo el miembro del pelirrojo rozando con su entrada -

Sus propios labios exteriores parecían estar deseando que Dash metiera su pene de una maldita vez, apesar de que la boxeadora estaba totalmente agotada.

DASH: ~Aquí voy...por favor linda...no te enojes~ - volvió a susurrarle -

Velvela no entendió aquello, ¿De qué diablos estaba hablando?

Volvió a gritar en éxtasis, mientras que el humano metía su miembro en su vagina, apuntando hacia arriba, dando en la zona sensible, gracias al clítoris.

Era la primera vez que Dash hacía esto con ella, sin embargo, él continuó embistiendo, sin parar y con bastante fuerza.

VELVELA: ~AHG~ ~GHH~ ~AHH~ ~¡DA-DASH!~ ~AHHH~ ~OUHHH~ ~AHAAHAAAA~ - no podía dejar de gemir -

El pelirrojo tocaba una y otra vez el cuello uterino, no había metido todo su pene, pues, de entrar completamente al útero, lo más probable era que Velvela sintiera dolor, aunque no sabía como funcionaba el interior de una furra, pero prefería no arriesgarse.

Velvela apretó los dientes, no podía soltar más gemidos, solo gruñidos, se había quedado sin aliento.

La loba estaba siendo totalmente dominada, no podía hacer nada, y curiosamente, no es como que quisiera resistirse.

Dash gruñía un poco conforme al tiempo, penetrando aún más fuerte y rápido.

VELVELA: ~OAAHH~ ~AHH~ ~¡TAN GRANDE!~ ~GHAAHH~ ~AAHAAA~ ~¡DASH!~ ~HUAAG~ ~¡DAAASH!~ - gritó con mucha más fuerza su nombre -

Que la boxeadora gimiera de esa forma tan erótica y sumisa su nombre, fue como haber roto una línea que le permitía mantenerse controlado, y por un momento, detuvo sus estocadas.

VELVELA: ~Ahh~ ~ghmm~ ~D-Dash~ ~ghmm~ ~n-no_~ ~ahahh~ ~pares~ ~uhhh~ ~más~ ~ah~ ~ca-cariño~ ~sigue~ ~¡SIGUE!~ - suplicó, lo necesitaba, lo necesitaba más que otra cosa, Dash tenía que seguir follándola hasta que ella no soportara más -

DASH: ...~Vel...~ - dijo su sobrenombre cariñoso -

Velvela movió sus caderas lentamente, intentando simular las estocadas del humano.

El corazón de Dash se aceleró, su cerebro se apagó, y no le importó en lo más mínimo lo que sucedería ahora mismo.

VELVELA: ~D-Dash~ ~ahh~ ~Da_ ~IAHAGGAGHH~ - aunque su grito fue demasiado intenso, una sonrisa apareció en su rostro, quebrada, pero en éxtasis -

El pelirrojo ya no aguantó más, le dio un fuerte empujón, mentiendo todo su pene, había atravesado la entrada al útero, ahora chocaba con esas paredes 10 veces más sensibles, y era debido a esta sensibilidad, que a las mujeres les duele.

Pero a Velvela...

DASH: ~¿Eh?~ ~uhg~ - gruñó un poco, viendo la expresión de alegría de la loba, perdida en el placer -

VELVELA: ~AHH~ ~GHIAAAA~ - otro orgasmo, sus jugos de amor salieron nuevamente, deslizándose en las piernas del humano -

Dash no entendía que carajos pasaba, ¿Por qué no le duele? Igual, era mejor, se sentía aliviado.

La razón era sencilla...la humanidad, de nuevo.

Los humanos tenían un pene más grande que el furro, mucho más, por lo que la profundidad en la vagina de las hembras no era suficiente para meter todo, debido a ello, terminaban cogiéndoles el interior del útero, incluso expandiéndolo un poco.

Fue por esto que el cuerpo femenino de las furras se adaptó a ello, luego de tantas generaciones, ahora las hembras sentían placer cuando llegaban a ese lugar...y también porque, como ya dije una y otra vez, parece que las furras están hechas para los humanos.

En el caso de las humanas...pues, la distancia que había de la entrada de su vagina al útero era más larga de lo que un pene furro era, y si bien fue por esto que crecieron un poco, solo fue lo necesario como para poder embarazar a la humana, casi sin dar placer.

Dash sonrió, no pudo evitarlo, y comenzó con estocadas el doble de fuertes y el doble de rápidas.

Los gemidos de la loba no se hicieron esperar, más fuertes y rotos, se sentía demasiado bien, tanto que ni podía pensar.

Fue media hora de estocadas brutales, Velvela se corría una y otra vez, claro, no al mismo tiempo, pero si en un periodo más o menos corto, lo suficiente para no lastimarla.

Su interior abrazaba con fuerza el pene de Dash, no dejando que lograra resistirse más.

DASH: ~Grr~ ~V-Velvela~ ~ghm~ ~lo haré dentro~ ~¿Lista?~ - le preguntó, aumentando el ritmo, si es que eso era posible -

VELVELA: ~GHAAGAAHHHHH~ ~¡S-SÍ~ ~¡GHIAIAGHAHAAAA!~ - un último gemido bestial llegó con el orgasmo -

Ella soltó otro, pero más agudo, sintiendo como el líquido espeso salía del miembro del humano, parecía que no pararía de salir jamás, llenó su útero completamente, incluso lo expandió un poco, y terminó saliendo de su vagina.

Sin embargo, la corrida del pelirrojo no se detenía, fue así durante casi un minuto entero.

Cuando finalmente Dash sacó su miembro, la barriga de Velvela estaba más llenita, con semen saliendo a mares de su entrada.

DASH: ~P-Perdón preciosa~ - acarició su cabeza, viendo con algo de culpa la expresión de ahegado de la boxeadora, no reaccionando a sus palabras, había quedado noqueada por el placer -

El pelirrojo miró el celular de Velvela, nuevamente, una alarma sonó, '7:00 am'

Exactamente después de apagarla, alguien tocó la puerta

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PUES, AQUÍ TERMINA EL CAP, ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO XD. RECUERDEN USAR CONDÓN, CEPILLARSE SUS DIENTES, OBEDECER A SU GFA Y NO ROBAR. A MI NO ME QUEDA NADA MÁS QUE DECIR MÁS QUE ADIÓS, ASÍ QUE...