—¡Ámbar!—exclamó Nina cuando vio a su amiga mirando fijamente el cerezo.

—¡Nina! Me asustaste—dijo ella con la mano en el corazón debido al susto.

— ¿Qué haces? ¿Ahora hablas con los árboles?—preguntó divertida la pelinegra.

—No...Eh yo vine a ver si ya habían cerezas para comer—trató de explicar la rubia.

— ¿Y hay?—preguntó Nina acercándose al árbol.

— ¿Qué? No... Oye no deberíamos ir a clases—dijo Ámbar arrastrando a su amiga.

—Ya Ámbar déjame—pidió Nina.

—Lo siento—se disculpó Ámbar.

—¿Ustedes entraran o se quedaran afuera?—preguntó el director.

—Si quiere me quedo afuera—dijo Ámbar en tono desafiante.

—Es mejor que entre la nueva maestra de Historia y Geografía llegará en cualquier momento—dijo el hombre.

—¿Qué pasó con el maestro?—preguntó Nina.

—Renunció—dijo escuetamente el director.

Las chicas se sentaron en sus respectivos asientos el director dio una pequeña charla sobre el respeto hacia la nueva maestra, y ese tipo de cosas que no eran tan relevantes de explicar, un golpe delicado se escuchó desde la puerta, los alumnos estaban nerviosos se preguntaban como sería esta nueva profesora, el director abrió la puerta y una silueta esbelta se dejó ver, estaba vestida formalmente con un traje de dos piezas, llevaba el cabello recogido y aparentaba unos 50 años de edad.

—Ella es la nueva maestra Sharon Milder—la señaló el director—Bien la dejo para que conozca a sus alumnos—dijo el director y salió de la sala.

—Como digo el director mi nombre es Sharon Milder—se quitó su chaqueta y la dejó en el respaldo de la silla—Soy maestra de Historia y Geografía tengo bastante experiencia con alumnos de todo tipo desde problemáticos hasta tranquilos, mi método de trabajo es donde todos aprendemos de todos, es decir, realizaremos un aprendizaje en grupo todos al mismo tiempo—explicó la mujer—dicho esto quiero conocerlos a ustedes ahora—tomó la lista y comenzó a leer los nombres.

—Nina Simonetti—dijo extrañada por el nombre de la chica.

—Si, me llamo Nina—dijo la pelinegra algo fastidiada.

—Ámbar S...—fue interrumpida.

—Smith ¿Acaso nunca lo había escuchado?—interrumpió la rubia, Sharon levantó la vista hacia ella sin dudas la chica era igual a su hermana ¿Pero era posible? SU cuñado había dicho que tanto Catherine como Ámbar habían muerto en un accidente— ¿Está sorda maestra?—Ámbar interrumpió los pensamientos de Sharon.

—No, señorita Smith escucho bastante bien—le brindó una sonrisa y prosiguió con la presentación de los demás alumnos.

*****

La clase de química era de los más aburrida que existía en el mundo, pero elegir con quien hacer un experimento era otra cosa, y eso a Simón lo entusiasmaba mucho.

—El experimento para esta unidad es libre ustedes elegirán lo que quieren realizar—indicó el maestro.

—Simón, Tenemos que hacer algo fácil—dijo Pedro.

—Pedro...Amigo...Compañero del alma—dijo Simón nervioso.

— ¿Qué pasa?—preguntó Pedro.

—Quiero trabajar con Emilia—soltó con una sonrisa inocente el mexicano.

—No, tú no quieres trabajar con ella, quieres estar al lado de ella—dijo Pedro algo molesto.

—Por favor Pedro, prometo recompensártelo—suplicó Simón.

—Regálame tu disco de Bon Jovi el New Jersey—dijo Pedro.

— ¿Qué estás loco? Es original y me costó conseguirlo—se quejó Simón.

—Bien entonces ¿Qué experimento haremos?—preguntó Pedro, Simón miró hacia donde estaba Emilia y al verla no lo dudó dos veces, y accedió a la propuesta de su amigo, al fin y al cabo un disco valía menos que pasar tiempo junto a la chica rubia.

—Ahora reúnanse con sus parejas, Emilia si puedes trabajar sola—dijo el profesor.

—Yo haré equipo con Emilia—interrumpió Simón, provocando la risa de sus compañeros.

—No es graciosa tu broma—dijo la mexicana—Tú pareja es Pedro ¿acaso lo dejarás solo?—preguntó.

—No, yo trabajaré con Fede—dijo señalando al chico.

—Bien, pero nada de preguntas—le advirtió Emilia a Simón.

*****

—Nicolás te estoy hablando—dijo la rubia.

—Lo siento, no te estaba poniendo atención—dijo él.

—¿Cómo es eso que estas de novio con Jimena?—dijo en tono despectivo.

—Si, y Yam te pido por favor que lo que sea que tengamos desde ahora mantendremos la distancia—dijo y se fue.

—Vaya parece que tu novio no está de humor—se burló Benicio.

—Benicio ¿Qué quieres?—preguntó fastidiada.

—Leíste mi propuesta—preguntó Benicio.

—Sí, ¿Una nueva versión de Hamlet? Suena interesante pero creo que debemos hacerle algunos arreglos—dijo la rubia relajando su expresión.

—Bien trabajemos en eso—dijo el italiano entusiasmado.

*****

—Hola hermosa—susurró Alonso en el oído de Delfi.

—Déjame en paz—gritó ella empujándolo.

—¿Qué pasa ahí señorita Alzamendi?—preguntó la profesora.

—Nada ya sabe siempre hay chicas que se hacen las difíciles—dijo el chico provocando la indignación de Delfi, y de Ramiro que se salió radicalmente de sus casillas.

—Me tienes chato*— dijo dándole un golpe en el estómago.

—Esta sí que no te la dejo pasar—gritó Alonso empujando a Ramiro este cayó en una de las mesas.

—Ponce, Ramírez y Alzamendi a dirección—ordenó.

— ¿Y ella por qué?—gritó Ramiro.

—Por provocar esta situación—explicó la maestra.

—Ella no ocasionó fue este idiota el que anda acosándola a cada rato y usted lo vio y no hizo nada—encaró a la profesora.

—Vayan a dirección—volvió a repetir.

—Bien vamos—dijo Ramiro.

—Es injusto que tengamos que ir a dirección—se quejó Delfi.

—¿Quién dijo que iríamos a dirección?—respondió Ramiro.

—Pero Alonso nos acusará y será peor todo—dijo la pelinegra preocupada.

—Alonso no pisará la dirección está condicional una más y se va expulsado—agarró la mano de la chica, y la condujo hasta el patio trasero.

—¿Qué hacemos acá?—rio ella.

—Quiero cantar contigo a solas—dijo Ramiro.

Ramiro Eres mi flor favorita en un cuento de hadas

Eres la frase mas bella, jamás escuchada

Delfi Eres el frio, el calor

           Eres el miedo, el valorEres la sombra que sale cuando quema el sol

Ambos Eres un confidente de todas mis emociones

La causa, la razón de mis canciones

Los sueños, la verdad y mucho más

Mucho más...

Los dos chicos se conectaban increíblemente a través de la música sentían algo muy fuerte el uno por el otro, ¿Ya era hora de confesarlo?

*****

—Matteo ¿te volviste a salir de clases?—dijo Felipe.

—Ya sabes vengo a entregar la droga, y de paso prostituirme—soltó Matteo sin ánimos.

— ¿De dónde sacaste eso?—preguntó su amigo preocupado.

—Es lo que dicen en el Instituto, y los peor es que todos creen que es verdad—explicó Matteo.

— ¿Desde cuándo te importa lo que los demás digan de ti?—interrogó el chico.

—Desde que una chica lo dijo—suspiró Matteo.

— ¿Esa chica te importa?—preguntó Felipe intrigado.

— ¿Cómo va la terapia?—contra preguntó Matteo.

—Vamos Matteo sabes que puedes confiar en mi—su amigo sonó comprensivo.

—Me importa más de lo que debería—confesó Matteo.

*****

Ramiro: Eres la sombra que sale cuando quema el sol

Eres un confidente de todas mis emociones

La causa, la razón de mis canciones

Los sueños, la verdad y mucho mas

Y mucho más

Eso eres

Delfi: Un mar donde navegan emociones

El cielo en que flotan corazones

Mi cómplice, mi guía y mucho mas

mucho mas

Ramiro: Eso eres...

Al finalizar la canción los dos chicos se quedaron mirando Delfi sonrió y Ramiro soltó un eso eres entre susurros, ella volvió a sonreír, y sin esperar más el chico la besó dulcemente se separaron lentamente sin saber que decir.

—Delfi me gustas—confesó Ramiro.

—No—dijo ella.

—¿Por qué no?—preguntó el chileno.

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Capítulo nuevo!!

Muchas cosas! ¿Qué pasará ahora?

Las Amo!