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Tn

Estaba en mi cuarto sentada en mi cama pensando aún en lo que había pasado hace rato. No he vuelto a ver a Slender ni a Zalgo desde entonces, y lo agradezco, por que necesito estar sola por ahora.

Me va a dar diabetes.

Salgo de mi cama para colocarme las botas que siempre me han gustado mucho y salgo de mi habitación dirigiéndome hacia la cocina, de pronto me vino el hambre, por suerte ayer Splendor hizo pastel y quedaron algunos pedazos, voy a buscar una porcelana y pasando cerca de la ventana miro algo que casi hace que bote el plato. Slender y slenderwoman besándose apasionadamente, siento un dolor en el pecho y frunzo el ceño.

¿Que me pasa?

¿Por que me duele? y a demás ¿porque me importa?. Tratando de ignorarlo tomó un pedazo de pastel y sacó una lata de cocacola del refrigerador y me dirijo hacia mi habitación. Paso por la puerta de Sam y escuchó música de feria, de seguro esta con Splendor, sonrió sin poder evitarlo y camino de vuelta a mi habitación ignorando el dolor en mi pecho.

No me importa, no me importa.

Me repito esa frase a la cabeza una y otra vez.

Slender.

Separo a Slenderwoman de mi enojado, no tiene rostro pero puedo darme cuenta que tiene una sonrisa triunfante en ella, parece estar satisfecha con lo que hizo.

¿Por que?

Slenderwoman: Pero mira, te estás revelando

Yo:¿Que es lo que te pasa?— le pregunto aún enojado.

Slenderwoman: Hay vamos Slendy— se acerca a mi y pone sus manos en mi pecho, las apartó de inmediato, ella bufa — No importa, ya logre mi cometido— Se da la vuelta y desaparece por el bosque dejándome confundido

¿Cometido? ¿Que cometido?

Me paso las manos por el cuello soltando un largo suspiró.

Me doy la vuelta y empiezo a caminar hacia la creepyhouse para irme a mi habitación, cuando voy subiendo por las escaleras siento una mirada pesada en mi.

Nina: ¿Se puede saber qué pasa contigo?— la observó confundido.

Yo:¿Que? ¿A que te.....?—

Nina: Tn te vio con esa perra — me sorprendo por completo.

Yo: ¿Que? este...

Nina: Tch ni siquiera te molestas en negar lo, eres un......—

Yo: Esto no tiene por qué importarte Nina — me ve con una gran irá

Nina: ¿Qué no debe importarme? — se ríe — Es mi amiga Slender y si llegas a lastimar la otra vez te juro que te mató — aprieto mi mandíbula

Yo: A ver, intentalo — ella gruñe y camina hacia mi con su cuchillo en mano yo solo la espero parado ahí mismo sin moverme. De pronto Masky se aparece en mi campo de visión y al ver nuestra situación no duda en ponerse enfrente de mi defendiendo me.

Masky: Nina ¿Que crees que haces?

Nina: ¡Voy a matar a ese hijo de puta!—  hago zumbidos en su cabeza haciendo que caiga de rodillas y se tome de la cabeza hasta que se desmaya de tanto dolor.

Yo: Masky llévala a su habitación — le ordeno a mi proxy

Masky: Si operador — con agilidad la levanta y la coloca como un costal de papas en su hombro, me restriego el entrecejo cuando los pierdo de vista.

Yo: Cuando salgo de un problema me sale otro — un grito desgarrador hace que me ponga en alerta, salgo de la casa y lo que veo me paraliza el corazón.

¡SAM!

Sam

Mi tío Splendor se despide de mi dándome unos dulces que me encantan. ¡Vaya que me encantan los dulces!, me llevo una paleta a la boca mientras salgo de mi habitación para dirigirme al patio, afuera esta cálido y dan ganas de salir a jugar.

Mi bicicleta.

Recuerdo que mi mamá se la llevó aquel día que mi papá me la compro, ¿Donde la habrá dejado?. ¿En el patio? Lo dudo mucho ¿En el bosque? no lo creo ¿En una habitación vieja? No ¡Ah ya se, en la terraza! Una sonrisa de alegria aparece en mi rostro y me encaminó hacia allá para ir por ella, con algo de cansancio subo las escaleras de la casa, después de un rato al fin llegó a la terraza, abro la puerta encontrado en una esquina mi bicicleta, sonrió sin poder evitarlo. Camino hacia ella y la acarició emocionado.

Yo: Bien, creo que no está mal si la pruebo antes de salir — paso mi piernita por la bici Hasta sentarme en ella, me tambaleó un poco pero logró estabilizarme, suspiró un poco asustado de caerme pero me doy apoyo yo mismo, muevo la bicicleta para adelante y pedaleo un poco; paro de inmediato y lo vuelvo a hacer como unas cinco veces, vuelvo a pedalear pero no contaba que estaba cerca de la orilla y sin embargo no pude frenar, la bicicleta dio vuelta y  con ella yo caí soltando un grito, antes de tocar el suelo pensé en mis padres, en las veces que me imagine juntos de nuevo, amándose como salían hacerlo

Ahora no sabre si eso será posible.

Luego del golpe ya no volví a ver nada, solo la completa oscuridad y mi ultimo latir.

Mamá, Papá, los amo.

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