capítulo 4

— Mira la luz

El chico observó a duras penas la fuerte luz enfrente de él, siguiendo el paso de la estela, hasta que ésta cegó, parpadeó algunas veces para acostumbrar la vista.

— No tienes ninguna herida externa — La anciana sonrío hacia el chico —, pero deberías de tener cuidado, joven.

Himoku bajó de la camilla.

— Lo siento — susurró apenado

— Es la tercera vez que vienes aquí, Himoku. — La anciana puso sus manos sobre su cadera observando apenada al chico... — Eres un imán de torpeza.

— Estaba... — hizo una pausa al sentir como la fuerza de su pie derecho se iba, inmediatamente la anciana lo tomó de los brazos para evitar otra caída.

— Hey, todavía estás mareado. Siéntate — El joven obedeció —... Estarás en la camilla hasta que te sientas mejor. Mientras eso sucede iré a buscar algunos medicamentos para que pare el dolor.

La anciana se sacó los guantes de látex...

Himoku aprovechó a tomar el teléfono que se encontraba en la mesilla a lado de la camilla pero una voz le hizo parar

— Eh... Nada de teléfono, es malo estando de esa manera. — La anciana sin inmutarse a mirar a Himoku se marchó de la habitación.

Himoku se echó para atrás golpeando su nuca contra la almohada.

¿Qué había pasado?...

Pues era educación física, el enemigo mortal de Himoku, el profesor le dio para trotar por toda la cancha, para su desgracia y su mente que se encontraba en las nubes pensando en Jimin no se había dado cuenta que se había salido de la cancha y se dirigía a la otra cancha en donde algunos chicos jugaban fútbol.

No sabe qué sucedió porque ocurrió muy rápido y se había desmayado pero llegó a escuchar que uno de los chicos no observó que estaba Himoku y accidentalmente chocó con él, pero no fue una choque normal... No, ahora él estaba en el Hospital del colegio en una camilla con un dolor de cuerpo y mareos por el golpe.

Unos golpes en la puerta llamó la atención de Himoku...

— ¿Está ocupado?

— Mm.. n-no — la voz de Himoku tembló un poco ante la desconocida voz

La puerta se abrió mostrando primero a un chico con cabello azabache, entró la habitación cabizbajo así que Himoku no podía verle el rostro. Cerró la puerta detrás de él y posó sus manos a delante en su estómago, era delgado, tenía la camiseta del equipo de fútbol de su colegio.

Un extraño silencio se hizo presente hasta que el desconocido chico aclaró su garganta...

— Uh... Y-yo — se rascó la nunca nervioso — Lo siento...

Himoku frunció el ceño, ¿Por qué esa disculpa?

—¡Y-yo fui el que golpeó... N-no te vi, y te desmayaste! — El pobre muchacho estaba hecho un bollo de nerviosismo.

Himoku aún tenía rencor, ese chuchuluco no se quitaría con unas disculpas, pero no podía evitar sentir adorabilidad ante las torpes disculpas del chico.

— Bueno yo...— Himoku rompió de nuevo el hielo que se había formado, el joven desconocido por fin levantó la cabeza; Himoku se sorprendió, era apuesto, no lo negaba

—En serio — Hizo una pausa y pareció concentrarse en algo pegado en la camilla — ...¿Himoku?, ¡Himoku!, Lo siento — era la hoja de apuntes del paciente.

Himoku se concentró en la facciones del azabache, tenía las facciones muy delicadas, demasiado delicadas como para ser natural, ¿Se arreglaba igual que Himoku?, Demonios, después le pediría el nombre de la mascarilla que ponía para tener el cutis igual de divino. Dejó de observarlo cuando sus ojos conectaron, himoku se sonrojó hasta en las orejas, y el chico sintió más nerviosismo.

Esta vez fue Himoku quien aclaró la garganta...

— Bueno — hizo una pausa intentado aclarar su mente con el calor en su rostro —... Con una disculpa no errará  nada

El chico abrió sus ojos...

— Pero — interrumpió rápidamente Himoku — ... También fue mi culpa, debí de ver mi camino — bajó la mirada avergonzando de si mismo, era torpe, claro que lo era.

El chico sonrío y se atrevió a caminar un poco hacia Himoku, el nombrado se dió cuenta de aquello y sintió pánico, observó los pies del chico estar enfrente de él y tomarle del hombro...

¡Boom!, Primer latido, jura que hasta lo había escuchado la enfermera que no sabía en dónde demonios se había metido.

—Entonces es culpa de los dos —Una linda y delicada sonrisa se escuchó a sus alrededores, Himoku se atrevió a levantar la cabeza poco a poco

Y ¡Booom!, Otro latido, jura que casi estalla su corazón, esa maldita sonrisa era la más hermosa que había visto Himoku.

Era la tercera vez se sintió torpe, estaba boqueando peor que un pez.

— Bueno, me pareciste lindo — Himoku sintió un vuelco en su corazón, ¡Qué demonios! — Soy Male

— ¿Male? — preguntó incrédulo...

— Oh — se rió por segunda vez — Soy chica — Mostró sus dientes con emoción... — Apuesto a qué no te lo esperabas

¡Claro que no se lo esperaba!, Era una chica, que vestía como chico y creyó que era chico, qué demonios pasaba y más se lo preguntó cuando la tal Male lo abrazó con fuerza.

Vaya, la contusión sí era más severa de lo que creía la anciana.

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JADKSJKSDKJKDKDKJDKDKS

LO SIENTO POR MI PENDEJEZ, SON LAS 2 A.M Y ME CUESTA SACAR IMAGINACIÓN.

Me imagino a himochu tipo:

FUIMOZ EMBARAJIÑADOS :V

bueno shau, tengo sueño alv

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