16. (+16)
Zephyr se encontraba esperando a alguien, bajo el mismo puente de siempre.
Habia hecho ese trabajo por tantos años, que comenzó a tomarlo como una costumbre.
Tenía que arreglar su tiempo para ir a las clases, cuidar de Ink y trabajar.
Una de las reglas de su tio habia sido que si se mudaban, siguiera trabajando dedicadamente, despues de todo, de algún dinero se debia mantener.
Actualmente tenía 17 años.
Sus "parejas" solían ser mayores de 30. Aprendió a ser obediente, lo que lo hizo muy solicitado, logrando ser felicitado por su tio.
Pero un dia, subió al carro de uno de sus nuevos clientes.
Como de costumbre, subió al asiento de copiloto, pero su sorpresa fue grande al ver a alguien joven.
-¿Usted es...?-Zephyr quería estar seguro. Recordaba haber revisado bien la placa del vehiculo y la descripción, todo concordaba.
-Mafia, sí.- Comenzó a manejar, le dió una mirada de reojo para luego concentrarse en la carretera, parecia algo apurado.
-Oh... Entiendo. Yo soy Zephyr. Me dijeron que... Me solicitaste, ¿Deseas algo en especial?-
-Sí. La verdad buscaba a alguien como tú para esto. Superaste mis expectativas, debo decir.-
-¿En?-
-Te ves muy bien.-
-¿Me imaginabas más viejo? Aunque de cualquier manera, no se si sepas mi edad, pero...-
-Lo sé. Es muy raro poder encontrar a alguien de tu edad. Agradezco encontrarte.-
Esas palabras le desconcertaron mucho, ¿Qué se supone era lo que queria?
-Y... ¿Quieres... Un trato especial?-
-Yo... En un rato llegaremos al penhouse de un hotel. Necesitaré que te pongas la ropa que está en una caja atrás. Además... Necesito que te pongas el anillo que hay en otra caja y... Debes fingir ser mi pareja.-
-...¿Qué?-
-Todo tiene una razón. Pagaré bien, lo prometo. No soy un rarito, nisiquiera soy un anciano.-
-¿Puedo saber... su edad?-
-Puede que no lo parezca, pero tengo 19.-
-Y debo... fingir ser tu pareja...?-
-Sí. Pareja. Ya sabes, solo... Se dulce conmigo, puedes darme apodos lindos, lo que sea.-
Se detuvo, habian llegado. Zephyr aún seguia procesando la información. ¿De verdad esa persona que tenia 19 años, lo solicito, además de pedirle fingir ser su pareja?
Bueno, no podia negarse, era su trabajo.
Mafia bajó del carro y agarró las dos cajas que llevaba en el asiento trasero, guió a Zephyr hacia el lugar, y llegados allí, le entregó ambas cajas.
-Vistete. Te esperaré en la habitación.- Luego de eso, le dejó para ir al lugar.
Zephyr solo supuso que tenía algun extraño fetiche.
Hizo caso y abrió la primera caja, tenía una lencería negra, además de un vestido blanco corto y transparente.
Se puso la ropa, para luego abrir la siguiente caja, un anillo de compromiso, el cual se puso justo donde debía ir.
Se miró al espejo y suspiró. Solo tenía que "dar amor".
Salió de allí para ir hacia la cama, donde se encontraba Mafia, con sus pantalones puestos, su camisa medio desabotonada y su corbata aún puesta. Al escucharle acercarse, le miró.
-¿Y bien?... ¿Cuán necesitado de amor estás?-Dijo Zephyr mientras se acercaba a este, subiendose a la cama y colocandose sobre este.
-Te ves demasiado bien... No pensé que te quedaría perfecto.-
-Es casi como si lo compraras especialmente para mi.-
- Puedes quedartelo si te gusta.-
-No es mi estilo...-
Zephyr se iba a acercar para besarlo, pero la puerta del lugar fue abierta bruscamente. Allí entro una mujer, quien al ver la escena parecía como si estuviese presenciando una escena de terror.
-¡NO! ¡DIOS! ¡MIERDA! ¡NO PUEDE SER, JODER!- Gritó la chica, quien parecia querer tirar todo al piso.
-Oh... Chara, que sorpresa verte...-Dijo Mafia, sonriendo.
-¡TÚ! PEDAZO DE MIERDA. ¿¡CÓMO SE TE OCURRE HACERME ESTO A MI?!-
-¿A tí? Mira, no sé porqué estás aquí. Ya olvidame. Terminamos, ¿O qué? ¿Acaso eres una acosadora?- Respondió Mafia.
-¡TÚ TE IBAS A CASAR CONMIGO!-
-Antes, cariño. Ahora...- Tomo asiento en la orilla de la cama, sentando a Zephyr en su regazo, mostrando ahora el anillo que llevaba. -Ya tengo a alguien más en mi vida.-
-TÚ... ¿ME HAS CAMBIADO POR... ÉL? ¡DIOS! ¡SABIA QUE ERAS GAY! JODER. PUTO ASQUEROSO.-
-Solo lárgate.-
-¿Me cambiaste por esta... Zorra barata?- Chara se acercó, mirando a Zephyr, además del anillo. Le miraba muy mal. -Seguro está contigo por dinero.-
-Cállate. Aquí la zorra barata serás tú. ¿No ves que interrumpes nuestro momento especial?- Habló por fin Zephyr, mientras abrazaba por el cuello a Mafia.
-¡Tú! Ugh... ¡VAYANSE A LA MIERDA! ¡LOS DOS! ¡ADIÓS! - Luego de eso, se retiró de allí.
Mafia suspiró aliviado al ver que se habia ido, y optó por acostarse en la cama mirando al techo.-
Zephyr le miró extrañado. La situacion fue muy rara, pero no iba a preguntar de más.
-Esa chica es una loca... Simplemente mis padres quisieron que me casara con ella. Pero luego... Ya no era tan necesario, pero no podia quitarmela de encima. Gracias.-Explicó Mafia.
-...Tú... No eres alguien común... ¿Cierto?-
-¿De qué hablas?- Volvió a sentarse para estar alado de él.
-Ya sabes. Habló de tu dinero.-
-Eso... No es mi dinero, es de mis padres. Puedes llamarme hijo de mafiosos.-
-Eso tiene algo de sentido...-
-Bueno, te llevaré devuelta a tu casa.-
-¿Ya?-
-No tenía algo más planeado realmente...-
Zephyr se subió nuevamente sobre el y lo besó. Claramente Mafia no iba a negar eso.
-Ya me hiciste venir hasta aquí...-Dijo Zephyr.
-Tienes razón. ¿Podría... Pedirte algo más?-
-Sí.-
-Mientras hacemos esto, ¿Podemos fingir ser pareja?-
-¿Quieres que te llame de maneras tiernas?-
-Sí, eso.-
-Entonces eso haré, cariño.-
Mafia acostó a Zephyr para luego besarle otra vez.
Y la noche era joven.
Unas dos horas luego, habian llegado al lugar donde recogió a Zephyr antes. Ahora ambos vestian como antes, como si nada hubiese pasado.
Mafia se detuvo, pues antes iba a hablar.
-Oye...-Dijo Mafia.
-¿Sí?-
-¿Crees que pueda solicitarte más seguido?-
-Claro que puedes, sería un honor.-
-La cantidad la depositaré donde me dijeron, ¿Es el dueño quien administra tu dinero?-
-Algo así...-
-Ya veo.-
-Gracias por traerme.-
-Gracias a tí. Lamento a la loca de mi ex.-
-Fue divertido.-
Zephyr abrió la puerta para irse, pero Mafia sacó rápidamente de la guantera de su carro un rollo de billetes de 100 dolares, para luego extenderselo.
-Esto es solo propina. Él no debe enterarse.-
-Gracias.- Zephyr lo tomó.
Luego de despedirse, Zephyr volvio a caminar para ir a su casa, mientras que Mafia se fue a su casa también.
Y tal como le habia dicho, le comenzó a solicitar siempre que podia.
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