13.
Luego de que Error e Ink pasaron esa tarde juntos, Error llegó un momento donde tuvo que irse. Despues de todo fue sin avisar allí, probablemente Geno lo mate cuando se de cuenta de que no le pasó nada y su preocupación fue en vano.
Sin embargo, cuando quisieron buscar a Zephyr, no estaba. Ink supuso que salió por trabajo. Gracias a Error, se dió cuenta de un par de cosas, como por ejemplo, de qué trabajaba su hermano. Eso explicaba sus horarios variados.
Trató de esperarlo despierto, pero prefirió esperar hasta mañana.
Aún no iria a la escuela, no habia muchos problemas con eso tampoco. Gracias a Error se podía poner al dia, y Zephyr dijo que faltara el tiempo que necesite.
Al dia siguiente, cuando Ink despertó, se lavó los dientes para luego bajar a la cocina, lugar donde encontró a Zephyr, haciendo unos panqueques.
-¿Zephyr?-
-Oh, buenos dias, Ink.- Sonrió.
-Ayer saliste muy temprano...-
-Sí, ya sabes, cosas del trabajo... ¿Cómo te fue con Error?-
-Bueno, gracias a él me siento mejor.-
-Eso es bueno. Me preocupaba que no volvieran a hablarse, siempre pareció un buen chico.-
-¿Eso crees?-
-¡Claro! Es... Todo lo que necesitas. Estabilidad, alguien que te quiera y se preocupe por tí. Que sea... Capaz de darte la ayuda necesaria.- Lo último lo dijo con cierto tono bajo, ¿O quizás era tristeza?
-Zephyr...-
-Cierto. Este año sales e iras a la universidad, ¿No? Podrías ir a la misma con Error y alquilar una habitación juntos. Hay buenas universidades más lejos. Por ejemplo, la que un día me dijiste que te interesaba... No te preocupes por el dinero, yo puedo--
-Zephyr.- Lo interrumpió, volviendo a llamarlo.
-¿No te gusta la idea?-
-Me gusta la idea. Pero... No es eso de lo que quiero hablarte.-
-Sí es por el dinero...-
-¡No es por el dinero! Solo... Quiero hablarte.-
-Bien... Escucho.-
-Tú... ¿Puedes dejar de trabajar allí?-
-¿Qué?-
-Es... Un mal lugar. Él... Nos mintio y...-
-Lo sé.-
-¿Qué?-
-Yo... Sin querer escuché su conversación.-
-¡Entonces listo! Solo debes salir de eso y--
-No es tan fácil, Ink. Yo... Este es... El tipo de vida que tengo. Ya estoy en esto. Tú, en cambio, necesitas pensar en tu futuro.-
-Ya me has cuidado suficiente.-
-Estaré bien.-
Ink le abrazó. Zephyr tembló antes de corresponder, dudó, o más bien, habia intentado volver a retener las lagrimas y no pudo más, pues dejó salir todo.
-Lo siento, Ink...-
-No, no, no te disculpes...-
-Debí hacer más, debí...-
-Hiciste suficiente.-
-¿A dónde vamos?...-Preguntó el pequeño Zephyr, viendo a su tio conducir.
Hace unos 10 minutos salieron de casa, le iba a ayudar en el trabajo como le habia dicho.
-Ya casi llegamos, Zephyr.-
-¿Enserio?-
-Sí.-
-¿Y qué tengo que hacer?-
-Solo... Ser muy cariñoso con todos.-
-¡Puedo hacer eso!-Sonrió Zephyr.
-No dudo de tus capacidades, pequeño.-
No tardó en detenerse. Apagó el motor del carro y salió con Zephyr. Entró a un local, el cual se podia escuchar música de fuesta de fondo. Pasó por otras puertas y pasillos, hasta llegar a una habitación, donde habia una cama y en una esquina una cámara de pie sobre su tripode.
Habian cuatro hombres más, los cuales sonrieron al ver a los recien llegados.
-Era hora que llegaras... Veo que no mentías con el niño.- Dijo uno de estos.
-Tal cual como prometí. ¿Tienen el dinero?-
-Lo tenemos, pero... Ya sabes como funcionamos.-
-¿Por turnos?-
-No estaría mal por turnos, ¿Pero porqué no divertirnos todos juntos? Pagaremos el doble.-
-Trato hecho.-
No fue la primera, ni la última vez.
Y un día, por primera vez, Zephyr habló frente a su tio. Parecía que lo iba a confrontar, pero...
-Tio.-
-¿Sí, Zephyr?-
-Esto... ¿Lo va a hacer Ink?-
-¿Ayudarme en el trabajo? Bueno, estoy seguro que a algunos les gustaría ver a los hermanos.-
-No.-
-¿Qué?-
-Yo... Yo puedo con el trabajo solo... Quiero... Ser el único que te ayude.-
Zephyr no sabia tampoco lo que estaba mal. Solo sabía que aquello dolía, se sentía mal. A pesar de que decia que "era amor", no lo parecía. Y no quería que su hermano pasara por eso.
-¿Estás seguro de lo que dices?-
-Lo estoy. Yo... Puedo ser lo suficientemente bueno.-
-Hm...- Lo pensó, luego acarició el cabello de Zephyr, para luego pasar a su mejilla. -Eres tan parecido a tu madre... -
-...¿Entonces?...-
-Sí, tienes razón. Eres muy capaz Zephyr, te van a amar. Te amaran tanto como a tu madre.-
-¿Amarme?...-
-Sí, Zephyr. Amarte.-
Oir que sería amado, parecia sonar lindo.
Lastimosamente, no lo fue.
Pero, de alguna manera, parecía valer la pena todo. Pues Ink sonaba tan feliz.
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