Especial Historia de Samantha

Pov. Samantha

Hasta donde recuerdo, mi vida siempre ha sido una mierda, llena de humillaciones e insultos, donde nadie sentía ni una pizca de amor por mí, ni siquiera mi padre, mi madre no lo sé, ella murió al darme a luz, o al menos es eso lo que me dijeron, aunque tampoco me extrañaría si fuera mentira.

Duele saber que eres un error, que nunca debiste existir, y que tu propia familia te lo diga. Yo soy el fruto de una infidelidad, mi padre, si es que lo puedo llamar así, se emborrachó y se acostó con una prostituta, con mi madre, y de ese encuentro salí yo, ya que mi madre no abortó, y hasta que lo conocí a él, no supe si eso fue bueno o malo.

Cuando la mate de mi padre se enteró de que había tenido una hija con otra mujer, montó en cólera, y con toda la razón, ¿a quién le gustaría saber que su mate, amor de su vida y padre de su hijo, te fue infiel y de esa infidelidad tuvo una hija?, creo que nadie de nadie, y aunque en cierta forma la tengo lástima, por otro lado la detesto.

Por supuesto, el alpha no iba a decir que había tenido una hija con una mujer que no era su luna, porque así es, mi padre es el maldito alpha de la manada Blue Moon, o bueno, era, ya que cedió su puesto a su hijo cuando tuvo la edad suficiente, a su primogénito y mi medio hermano, el cual me odia con toda su alma, algo que no entiendo, ya que yo nunca le hice nada, pero bueno, no voy a adelantar acontecimientos.

El alpha en lugar de decir la verdad, dijo que me había encontrado en los límites de la manada, eso era cierto, y había decidido acogerme en su casa, hasta ahí, me acogió, no me adoptó, para la manada ni siquiera era su hija adoptiva, sino una recogida, a la cual no daban ni una pizca de cariño, ni siquiera supe que era su hija hasta mi primera transformación.

Mis primeros años de vida no fueron del todo malos, me tenían casi todo el día encerrada en mi habitación, pero al menos me la pasaba leyendo, no tenía que trabajar, y me alimentaban bien, me hubiese gustado poder jugar con otros niños, o al menos salir a la calle, pero a parte de eso, mi vida no fue mala.

Fue a partir de los 8 años que empecé a vivir un infierno, ellos no querían que fuera al colegio, sinceramente, todo lo que sabía me lo habían enseñado las sirvientas de la casa principal, pues solo podía salir del cuarto para comer, y siempre comía con ellas en la cocina, nunca en el comedor con el alpha y el resto de su familia.

Como decía, a esa edad empecé a ir al colegio, los niños se metían conmigo por ser la chica rara que no había ido nunca al colegio, además de Paxton, mi medio hermano, era el chico más popular de la escuela, y se las arregló para que todo el mundo me viera como una omega débil e inútil, por lo que todos me insultaban y nadie quería ser mi amigo.

Y eso en el colegio, la misma tarde que empecé a ir a ese sitio, el alpha y su luna consideraron que ya tenía edad suficiente para empezar a hacer tareas en la casa, es decir, ser una sirvienta, salvo que a mí no me pagaban, me trataban peor que al resto, me castigaban si hacía mal las cosas, y tenía prohibido salir salvo para ir a la escuela.

Los años fueron pasando, y siempre era lo mismo, la misma maldita rutina, levantarme pronto, preparar el desayuno para el alpha y su familia, ir al colegio o al instituto más adelante, recibir insultos, bromas pesadas e incluso algunos golpes, generalmente del grupo de amigos de Paxton, volver a la casa principal, hacer todas mis tareas, darme una ducha e ir a dormir, siempre era así.

Pero todo cambió la noche de mi decimosexto cumpleaños, mi primera transformación. La tradición es que tu familia y amigos te acompañen en ese momento, pero como yo no conocía a mi familia, o eso pensaba, y no tenía ni un solo amigo, pues tuve mi primera transformación sola.

Cuando me transformé, lo primero que hice, después de hablar con Maica, mi loba, fue verme en un lago que había en el territorio de la manada. No podéis imaginar mi sorpresa al darme cuenta de mi tamaño, todos decían que era una omega, hasta yo creía que lo era, pero mi tamaño no era de omega, sino un poco más pequeño que un alpha, pero mayor que un beta.

A la mañana siguiente quise hablar con el alpha, y aunque él no quería hablar conmigo, le conté lo del tamaño de mi loba, a lo cual hizo una mueca, yo no lo entendí en ese instante, pero él me ordenó que me sentara y me contó la verdad de mi origen, eso sí, en lugar de decir que era su hija, me dijo que era fruto de un desliz que tuvo.

Yo en ese momento me quedé en shock, no podía creer lo que el alpha me estaba diciendo, y lo peor de todo es que me prohibió decir a nadie que era su hija y que mi loba era casi un alpha, debía decir que era omega, como todo el mundo creía eso era seguro que me creyeran, eso fue lo que me dijo.

Minutos después de salir del despacho del alpha y haber entrado en mi habitación, el cual era un cuarto pequeño como los del servicio, la ira empezó a embargarme, no me parecía justo que por un error suyo, yo tuviera que pagar las consecuencias y sufrir todos los días de mi vida, pero también sabía que no podía hacer nada, no si quería seguir siendo parte de la manada, y la verdad es que no quería ser roguer.

No pasó mucho tiempo antes de que Paxton cumpliera los 21 y obtuviera el puesto de alpha, y en cuanto yo cumplí los 18 años, ese mismo día él me desterró de la manada, no sé exactamente qué ocurrió, pero sé que alguien atacó a un miembro de la manada por la noche mientras dormía, y Paxton aseguró que fui yo aunque en realidad no lo era, por lo que me desterró.

No me siento muy orgullosa de lo que hice después, pero tal era mi coraje, que le di un puñetazo a Paxton en la cara, ocasionando que cayera al suelo estrepitosamente, y después le grité en la cara las cuatro verdades que me había callado por dos años, además de convertirme en loba delante de todos antes de salir de la manada sin llevarme nada, no me interesa nada de aquel lugar.

Pude ver la cara de sorpresa de cada miembro de la manada que presenció eso, que fue toda la manada, ya que Paxton los había mandado a reunir junto al bosque para darles la noticia de que había encontrado a quien atacó a ese chico por la noche, estoy segura que no pensaba que saldrían así las cosas, que yo le pegaría y humillaría delante de todo el mundo, pero también me di cuenta de que él no estaba sorprendido por mis declaraciones, sabía que era su medio hermana, y nunca le importó.

Me fui de esa manada lo más rápido que mi forma lobuna me permitió, que fue muy rápido para ser justos, y no paré hasta llegar a un pueblo humano, el cual me recibió con los brazos abiertos, no recibían muchas personas, y las mujeres no abundaban precisamente, por lo que conseguí un trabajo y una casa sin ningún problema, fue la primera vez en toda mi vida que me sentí acogida.

Pasé varios años en ese pueblo en los cuales trabajaba por la mañana y parte de la tarde, y por la noche antes de dormir solía ir al bosque para que Maica pudiera correr un poco, eso era lo bueno de vivir en la casa más cercana al bosque, ya que esa fue la casa que me asignaron, era la única casa vacía de todo el pueblo.

Lo mismo viví en otros cinco pueblos, salvo que no fueron tan acogedores como el primero, cada algunos años tenía que mudarme para que nadie se diera cuenta de mi envejecimiento extra lento, ya que los licántropos podemos vivir varios siglos sin problemas, al menos que alguien te mate claro.

Una tarde que tenía libre, decidí salir a dar un paseo, a ratos iba en forma lobuna dejando que Maica tuviera el control, y en otros andaba en forma humana, así ambas podíamos disfrutar de la tarde, era raro que tuviera días o tardes libres, normalmente trabajaba de lunes a domingo, necesitaba todo el dinero posible para no pasar carencias y ahorrar para cuando me tocara ir a otro pueblo.

Fue ese mismo día cuando conocí a Samael, mi agne, lo supe desde el primer momento que lo vi a los ojos, esos ojos ámbar que luchaban por no cerrarse, no voy a mentir, me preocupé muchísimo, mi mate me había rechazado hacía mucho tiempo, y él era mi segunda pareja destinada, y aunque era demonio, lo amé desde el primer instante.

Creo que no dije anteriormente que mi mate me rechazó, la verdad es que no tiene mucha importancia, era un capullo que me rechazó por ser la omega débil e inútil de la manada, y a pesar de la tentación de decirle quién era en realidad, decidí callar, mejor sola que mal acompañada, no me iba a arriesgar a ser desterrara por un idiota, aunque al final sí que acabé desterrada.

En fin, me lo llevé a casa, lo curé y cuando despertó, me intentó matar, pero bueno, supongo que es comprensible cuando eres un demonio y te despiertas en un lugar desconocido, aunque no discuto que me asusté mucho, en verdad pensé que moriría ahogada por la presión que ejerció en mi cuello.

¿Quién me iba a decir que tendría un agne demonio y sería feliz con él?, pero como todo en mi vida, eso duró poco, el estúpido de mi medio hermano nos encontró besándonos y quiso matarlo, pero yo se lo impedí y él lo maté, desgraciadamente también acabé muerta, y con mi muerte, Samael también murió, ya que si muere un agne, mueren los dos.

Pasé varios siglos en un estado de limbo, hasta que un día pude introducirme en la bebé que llevaba una mujer en su vientre, y gracias a eso nació Amalia, pues esa odiosa mujer intentó matarla antes de nacer varias veces, pero tanto Maica como yo la salvamos.

Sí, no fui la única en introducirse en ese pequeño embrión, también lo hizo mi loba, la cual me había prometido que estaría conmigo siempre, y me lo demostró al introducirse en Amalia igual que yo, aunque por desgracia, yo quedé dormida con el nacimiento de la pequeña, y perdí el lazo con ella, ni siquiera a día de hoy puedo comunicarme con ella, lo cual me tiene triste, pero me alegra que Maica pueda hablar con Amalia.

No fue hasta el accidente que ocasionó la muerte de sus abuelos, hasta que desperté, pues ella al igual que yo, nuestras vidas se convirtieron en un infierno con 8 años, y gracias a ello pude introducirme en sus sueños para mostrar mi vida con Samael, pues sabía que él también había reencarnado, y quería que esta vez pudiéramos estar juntos, o bueno, las personas en las que reencarnamos.

Tengo que reconocer que fue duro ver por lo que pasó Amalia antes de conocer a Amón, el portador del alma de Samael, aunque él a diferencia de mí, parecía que no podía tener contacto con su portador, aunque tengo que reconocer que a mí me costaba bastante solamente el enviar mis recuerdos mediante sueños, no se diga cuando conseguí contactar con ella por primera vez.

Pero al final mereció la pena, Amalia y Amón están juntos y felices, tienen aquello que Samael y yo no pudimos tener, me alegro por ellos, pero eso no quita que a veces tenga envidia, no pensé que reencarnar significaría estar dentro de otro y no poder controlar el cuerpo en el que estás, pero bueno, el círculo se ha cerrado, cuando ellos mueran, que espero sea dentro de mucho tiempo, Samael y yo nos encontraremos en el más allá, y quién sabe, tal vez me encuentre con Maica también.

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Hola, espero que os haya gustado el especial, la verdad es que mi idea inicial era que el especial fuera en tercera persona, pero no se me ocurría cómo hacerlo de esa manera, así que al final decidí que fuera en primera persona, en verdad espero que os haya gustado.

Sé que he dejado un gran vacío en la historia, pero tened en cuenta que su relación con Samael es otro especial, el cual intentaré subir mañana, aunque no prometo nada, en verdad me he encontrado floja a la hora de escribir estos últimos días.

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