Especial Historia de Luther

Pov. Luther

Desde que vi a Samantha por primera vez cuando tenía casi 11 años, me enamoré de ella, para mí era la mujer más hermosa, dulce y buena de la manada, y yo sin saberlo era uno de los mejores amigos de su medio hermano, Paxton, aunque eso no lo supe hasta el día que la desterraron y ella gritó frente a todos quién era realmente, pero eso es adelantar los hechos.

Desde el primer momento que pisó el colegio, todos los estudiantes se metían con ella, y el que más lo hacía era Paxton, al principio no hice nada por miedo, Paxton era uno de mis mejores amigos además de ser el futuro alpha, por eso me mantuve callado y sin hacer nada aunque en el fondo me dolía todo lo que sufría y lloraba.

Fue pasando el tiempo, y las cosas estaban igual, pero según fui creciendo, fui cogiendo valor para intentar conseguir que no la trataran tan mal, aunque no dió resultados, al contrario, cuanto más pasaba el tiempo, más gente se unía a las burlas y la trataban peor, por lo que yo me sentía un inútil al no poder proteger a la chica que me gustaba.

En más de una ocasión le pregunté a Paxton porqué la trataba así, no entendía ese odio que procesaba hacia ella, Samantha nunca le hizo nada, él siempre me respondía lo mismo, es una débil omega que encontró su padre en los límites de la manada, no merece consideración ninguna; a lo cual yo pensaba que una cosa era no tenerla consideración, y otra muy distinta era meterse con ella siempre, pero no dije nada.

Después de mi primera transformación, mis sentimientos por ella no cambiaron en nada, al contrario, a mi lobo también le gustó Samantha, y como no sabíamos si encontraríamos a nuestra mate, ya que hay veces que nunca aparece, pasa toda la vida y no la encuentras, decidimos declararnos, esperando que ella tampoco encontrase a su mate, o que la rechazase, ya que estaba claro que si era de la manada, lo más seguro era que la rechazase.

Así que recogiendo todo el valor que pude, ya que era consciente de que yo pertenecía al grupo que peor la trataba, me acerqué a ella y le confesé mis sentimientos. No me sorprendió que me dijera que no y que no tenía gracia la broma, como ella le llamó a mi declaración, pero eso no quita que me pusiera triste y me doliera, sabía que tendría un camino difícil por delante.

Durante los años siguientes intenté acercarme a ella, sin éxito alguno, más parecía que cuanto más avanzaba el tiempo, más distancia había entre nosotros, lo único bueno que pasó fue que descubrí que su mate era un miembro de la manada y la rechazó, y aunque sabía que no debía alegrarme de ello, no lo pude evitar, me sentía feliz de no tener competencia, me daba esperanza.

Pero entonces llegó el fatídico día, el día en que Paxton la desterró delante de toda la manada acusándola de un crimen que no cometió. No fui el único sorprendido ante las declaraciones de Samantha y al ver su forma lobuna, creo que todos en la manada nos sorprendimos al saber la verdad.

Las cosas cambiaron bastante después de eso, todos se sentían mal por las cosas que le hicieron a Samantha, y muchos le reclamaron al anterior alpha por la ocultación de la verdad, y también se dieron cuenta de que Paxton lo sabía y que el crimen por el cual desterró a su medio hermana no lo cometió ella, lo cual ocasionó una revolución por toda la manada, no querían que Paxton fuera el alpha, no creían en su mandato.

Me costó, pero conseguí convencer a Paxton de ir en busca de Samantha y devolverla a la manada, le hice ver que eso calmaría las cosas en la manada, además le confesé mi amor por su medio hermana y le aseguré que me haría cargo de ella y no provocaría problemas, a lo cual se rió y me dijo que mi amor por ella era muy evidente y que iríamos a por ella.

Nos llevó muchísimo tiempo encontrarla, y sentí que todo fue para nada al verla con ese demonio, con su supuesto agne, todo enamorados, me dió asco, y no fui al único, a Paxton tampoco le gustó nada, por lo que se lanzó contra el demonio, y Samantha luchó contra él para protegerlo; yo intenté ir a separarlos, pero el estúpido demonio me lo impidió.

Todos los licántropos que fuimos con Paxton para encontrar a Samantha nos lanzamos contra el demonio, creí que sería fácil de matar, éramos muchos y él solo uno, pero me equivoqué, el muy maldito acabó con todos, y justo cuando estaba a punto de matarme, ambos pudimos ver como Paxton le clavó una daga de plata a Samantha.

Inmediatamente me soltó y fue corriendo hacia ellos, mató a Paxton, sostuvo en brazos a Samantha, y murió, lo último que vi antes de desmayarme y poco después morir, fue a ese demonio llevándose el cuerpo inerte de la única mujer que amé en toda mi vida, lo único que me alegraba, era saber que la volvería a ver en la otra vida, y aunque no sabía cómo, la separaría de él y la tendría a mi lado.

Cuando estuve en el tránsito al otro lado, lo supe, supe que tanto Samantha como Samael estaban en tránsito, solo que no hacia la muerte, sino a la reencarnación. Al saber eso no crucé, si ellos iban a reencarnar, yo también lo haría, y en esta ocasión sería mía, costase lo que costase, y ya que ella iba a reencarnar en una humana, y prefirió un demonio a mí, decidí que yo reencarnaría en un demonio, la convertiría y estaríamos juntos por la eternidad.

Mientras estaba a la espera de mi reencarnación, me encontré con Paxton, el cual también quería reencarnar, pero no sabía acerca de las intenciones de Samantha y Samael, cuando lo supo tuvo claro que no lo permitiría, así que todo el tiempo que estuvimos en ese lugar nos la pasamos hablando de lo que haríamos una vez reencarnaramos.

La espera se me hizo una eternidad, y no estuvo lejos de serlo, pasaron siglos hasta que los cuatro pudimos reencarnar, aunque una vez que pasó eso, no tuve contacto con Paxton, nuestras vidas eran muy diferentes, él se había reencarnado en el hijo de un alpha, su primogénito, básicamente no cambió de vida, por el contrario, para mí fue todo nuevo, nací en el seno de una familia importante en el mundo demoníaco.

Algo que me llamó más tarde la atención fue que las reencarnaciones de Paxton y yo eran diferentes a las de Samantha y Samael, ellos se habían introducido en el cuerpo de otro, mientras que nosotros nos introducimos en un cuerpo nuevo y deshabitado, por lo que mientras ellos no sabían nada de su vida pasada, Paxton, o mejor dicho, Preston, y yo, éramos completamente conscientes de todo, recordábamos a la perfección nuestra antigua vida, lo cual nos ponía dos pasos por delante.

Cuando Amalia estuvo en el castillo, yo por desgracia no estaba, aún me encontraba entrenando para ocupar un alto cargo en el ejército, si hubiera estado, todo habría sido tan distinto, pero no estuve, y cuando yo conocí a la reina y ella hablaba de su hermana, yo no podía imaginarme que fuera ella a quien buscaba, ni siquiera me molesté en mirar la imagen de su hermana, yo nada tenía que ver con su búsqueda, por lo que ni me preocupé.

No supe que Amalia era Samantha hasta que la vi casándose con ese lobo, y no supe que era la hermana de la reina hasta que ella nos comunicó que no la hiciéramos nada, ni a ella ni al licántropo. Sentí que perdía a mi amor por segunda vez, yo intentando matar al mayor número de licántropos con el veneno de demonio, y aún así ellos se volvieron a encontrar.

Y aunque pronto me di cuenta que ninguno de los dos recordaba su vida pasada, era obvio que ella me odiaba por mi plan de los envenenamientos, lo cual me lo ponía más difícil, pero no por ello iba a darme por vencido, solo tenía que planear cómo separarlos y matar a Amón sin que Amalia muriese.

La noche de la fiesta, me volví a encontrar con Paxton, ahora Preston, y juntos hicimos un plan para separarlos, Rebeca, la prima de Preston, era la exmate de Amón, y jugaríamos con ello para romper el vínculo entre ellos y que Amalia fuera solo mía, ya que buscaríamos a una bruja que rompería la marca, y Rebeca marcaría a Amón; yo habría preferido matarlo, pero me confirmaba con que él estuviera lejos de ella.

Por supuesto no podíamos hacer eso mientras ellos estuvieran a salvo en la manada, por lo que conseguí convencer a muchos para que me ayudasen a atacar su manada, y juntados con los guerreros de Preston, podríamos acabar con todos los guerreros de su manada y hacernos con Amalia y Amón.

Todo habría salido bien si no fuera por la estúpida reina, que en lugar de separarlos desde un principio al ser Amalia medio demonio y Amón licántropo, los ayudó contra el ejército que había formado y evitó que ganáramos. Como último recurso usé el veneno del antiguo rey de los demonios, el cual mi padre tenía por alguna razón que desconozco.

Pensé que él moriría, y con él ella, no me importaba, lo volvería a intentar, no me cansaría de intentarlo, pero no conté con que Amalia extraería el veneno de su cuerpo salvándole la vida, había jugado mi última carta y aún así no había funcionado, y nos llevaron a los tres hasta los calabozos de esa manada.

A Rebeca la torturaron, a Preston me parece que le llevaron frente al consejo de su especie, en cuanto a mí, digamos que su idea era mantenerme encerrado en ese lugar hasta que Amalia y Amón despertaran, cosa que no pudieron, ya que me suicidé, pero no antes de escribir con mi propia sangre un sencillo mensaje: volveré.

Porque esa es la verdad, volveré, lo volveré a intentar, reencarnaré otra vez y buscaré la forma de que Amalia sea mía por toda la eternidad, ella es híbrida y podrá vivir eternamente, por eso no me preocupa si tardo un poco en regresar, porque ella estará ahí y por fin estaremos juntos para siempre.

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Hola, siento haberme tardado con este especial, pero es que no me llegaba la inspiración, además, me planteé dos formas de escribir este especial, y al final opté por la narración en primera persona.

Espero que os haya gustado, y me gustaría saber vuestra opinión sobre Luther ahora que se sabe toda la historia de él.

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