Pov. Amalia

Desde después del inmenso alboroto que montaron los tres por mi embarazo, Amón no se ha despegado de mí en ningún momento, igual que Carson no se ha separado de Mazikeen, solo que yo diría que Amón en más pegajoso que Carson, al menos él deja respirar a Mazikeen, mientras que Amón a mí no.

Ahora mismo no le tengo pegado como chicle porque ha tenido que irse a ocuparse de un asunto de la manada, aunque yo creo que solo es un montaje para alejar a Amón de mí, todos en la manada son conscientes de la presión que tengo siempre por su parte, así que me ayudan creando falsos problemas para que se aleje de mí un rato, y no os imagináis lo mucho que lo agradezco.

Ya he pasado el noveno mes de embarazo, por lo que en cualquier momento podría ponerme de parto, igual que Mazikeen, ya que las dos tenemos un tiempo de embarazo similar, y ella sueña con que demos a luz el mismo día, solo de recordar esa conversación me entran escalofríos, para mí no fue nada cómodo.

Además, parece que desde que estoy embarazada, los embarazos han aumentado, más de la mitad de las mujeres de la manada que tienen ya a su mate están embarazadas, aunque por lo que dicen es normal, al parecer cuando la luna está embarazada el resto de mujeres son más susceptibles a quedarse en cinta, en mi vida lo había oído, pero al parecer es verdad.

Isabella es una de las mujeres que se han quedado embarazada, y Mara está emocionada de tener un hermano pequeño, porque sí, ya se sabe que va a ser niño, ella tiene al rededor de 7 meses de embarazo, y aún no se ponen de acuerdo con el nombre del niño, pero la pequeña Mara está obsesionada con que su hermanito tiene que llamarse Oscar, no sé porqué la verdad.

Durante estos 8 meses, Mazikeen se ha dedicado a crear la habitación perfecta para su hija, y otra igual de perfecta al lado de la de su hija para la mía, sí, voy a tener una niña, y Mazikeen tiene claro que se llevarán como hermanas, aunque realmente serán primas, ya que Mazikeen y yo nos seguimos considerando hermanas.

Aún me acuerdo cuando me hicieron una ecografía para saber el sexo del bebé, Amón quería que fuera niño, y yo quería que fuera niña, al final yo tuve razón y Amón hizo un puchero adorable en modo de queja, no pude evitar reírme y darle un beso para que se animara, además de que se notaba que la doctora quería reírse por la actitud de Amón, porque sí, Amón fue muy explícito en que debía ser una doctora, lo celoso no se le quita, es más, con el embarazo es peor.

-¿Cómo está la futura mamá más preciosa del mundo? - me pregunta y me besa - te echaba de menos.

-Pero si no ha sido ni media hora lo que has estado fuera, ¿cómo es que habéis tardado tan poco? - le pregunto a Tony.

-Digamos que Amón los amenazó para que dejaran de discutir, era eso o acabar en el calabozo una semana.

-Amón - le regaño.

-Chivato - murmura hacia Tony - en mi defensa diré que no quería perder el tiempo en tonterías y volver contigo lo antes posible.

-Por el amor del cielo, Amón, tu deber como alpha es asegurarte de que todos estén bien, no puedes dejarlo de lado o no hacerlo bien solo para verme, no es escusa.

-Últimamente ha habido muchos problemas en la manada, sobre todo gente discutiendo, es normal que esté cansado de ello.

-Ah, y yo estoy cansada de que estés todo el día como lapa, te aguantas, como todos - le digo y puedo apreciar como Tony intenta no reírse.

-Mi luna, entiende que quiero estar en todo momento de tu embarazo.

-Y tú entiende que tu actitud me está asfixiando.

-Amón, ella tiene razón, te pasas - le dice Tony defendiéndome.

Amón gruñe y se pone a discutir con Tony, a lo cual yo suspiro, ya quiero que se acabe mi embarazo, con un poco de suerte, Amón volverá a la normalidad después de que nuestra hija nazca, aunque tampoco puedo asegurarlo, con él todo es incierto, no sé cómo sería en la otra vida, pero en ésta es un paranoico.

-Ya estoy aquí - oigo y me giro rápidamente.

-Hermana, no te esperaba.

-Lo sé, quise darte una sorpresa, los guardias de la manada ya me conocen, por lo que no tuve ningún problema.

-Me alegro de verte - le digo con una sonrisa.

-Y yo - me dice con una gran sonrisa - lobito, ve a hablar con Amón, yo me quedo aquí hablando con mi hermana.

-Eso - digo rápidamente y con gran ilusión - Amón, ve a hablar con Carson, mi hermana y yo queremos hablar a solas.

Ni a Amón ni a Carson se les veía muy contentos, pero ambos se fueron a regañadientes, sobre todo el primero, y Tony también se fue con ellos, por lo que Mazikeen y yo pudimos estar solas y hablar tranquilamente sin la presencia de ese par, tanto ella como yo estamos agobiadas, el hecho de engordar en el embarazo es el menor de nuestras quejas, con ellos no dan ganas de volver a quedarse embarazada.

-Au - me quejo de un dolor en el vientre.

-¿Estás bien? - me pregunta Mazikeen preocupada.

-Sí, solo es un pequeño dolor, au - otro dolor.

-Au - se queja también Mazikeen.

-No me digas que vamos a ponernos de parto a un mismo tiempo.

-Sí, lo sabía, au.

Los chicos aparecen rápidamente en la sala, imagino que oyeron nuestros quejidos de dolor con su súper audición. Los tres se miran y parece que se dan cuenta de lo que está pasando, ya que Carson coge a Mazikeen, Amón me coge a mí, y los cinco nos dirigimos rápidamente al hospital de la manada.

Llegamos en nada de tiempo, y al instante ya nos estaban atendiendo, aunque creo que los gritos y amenazas de este par de energúmenos tuvo algo que ver. Cada una fue llevada a una habitación, por lo que ya no puedo verla, sin embargo no me libro de Amón, el cual me está volviendo loca diciéndome todo el rato que respire.

-Doctora, una pregunta, ¿pueden sacar a Amón del cuarto? - pregunto y Amón me mira mal - lo siento, pero lo que menos necesito ahora es a alguien rayándome.

La doctora parece querer reírse, mientras que Amón me sigue mirando mal, pero otra contracción y quejido de dolor lo detienen de hacer algún comentario, aunque no se aleja de mi lado, todo lo contrario, empieza apabullar a la doctora sobre si estoy bien o si es normal mis dolores, cosa que sí son normales, pero él es un maldito exagerado que lo tiene que llevar todo al extremo.

Media hora después, doy a luz por fin a nuestra pequeña hija, la cual no pude ver inmediatamente porque primero tenían que limpiarla, y aunque le insistí, Amón no se separó de mí ni para asegurarse que no le pasase nada a nuestra hija, aunque también tengo que reconocer que fue una escusa como cualquier otra para alejarlo, no porque realmente tuviera miedo de que le pasase algo.

-Es preciosa, igual que su madre - dice Amón sosteniendo a nuestra hija.

-Déjame verla - le digo y me la tiende - es hermosa.

-¿Cómo quieres llamarla? - me pregunta Amón, sí, aún no hemos decidido su nombre.

-Estaba pensando en Amatista.

-¿Amatista?

-Sí - digo en un suspiro - mi hermana está obsesionada con que los nombres de nuestras hijas tienen que tener relación, y dado que su hija se llama Ágata, una ágata es una piedra preciosa, pues mi hija igual.

-Amatista - vuelve a decir - es bonito, además sé que es la piedra que te define, me gusta - me dice con una sonrisa.

-Mazikeen, para - oímos gritar a Carson, y al segundo tenemos a mi hermana en mi habitación con la bebé en brazos.

-Quería que mi hija conociera a su tía y prima - dice encogiéndose de hombros - ¿a qué hora nació?

-A las 18:37 - le digo y ella chilla.

-Ágata también nació a las 18:37.

-No me fastidies - me quejo.

Genial, mi hermana quería que sus nombres tuvieran similitud, lo tienen, también quería que nacieran el mismo día, y eso ha pasado, es más, han nacido a la misma hora, ni un minuto más ni un minuto menos, definitivamente ésto es muy raro, algo me dice que sus vidas estarán más conectadas que solo ser primas y mejores amigas.