Capítulo 3: Mejor negro será

—Hola Quinny, bienvenida a mi baticueva

Baek y Ruth tomaron asiento en los cómodos cojines amontonados en el suelo del acogedor lugar de Denzel. La chica quedó sorprendida de manera positiva al ver la decoración del sitio. Estaba ubicado junto a las vías del tren con un aspecto que pasaba desapercibido para todos y por dentro estaba iluminado con luces de colores, adornado con guirnaldas y graffiti. Apartados en una esquina se encontraban un sofá-cama y una nevera, mientras que en el centro habían cojines por el alrededor de una pequeña mesa circular de madera.

Denzel Fox era lo más cercano a ser considerado el mejor amigo de Baek —o sea, en masculino—. El chico tenía diecisiete años y estudiaba en el Instituto público de Pennston, aunque a pesar de ser mayor él cursaba segundo año al igual que el peliblanco ya que se retrasó un año escolar, ¿la razón? nadie la sabe.

Denzel vivía en Pennston hacía ya tres años y desde el inicio ambos chicos entablaron una amistad muy unida, él y Ruth ya habían tenido la oportunidad de conocerse desde tiempo atrás y a ella le parecía buen chico. Él daba la impresión de estar siempre abstracto a la realidad, su compañía se asemejaba a los efectos alucinógenos de las drogas, te hacía ver las cosas desde otro punto de vista, uno definitivamente mucho más fresco y relajado. Solía patinar diariamente por todo el pueblo y bañarse en la cascada.

A los ojos de la mayoría de las personas, Denzel se veía como un vago social dedicado al libertinaje y los vicios, fracasado en los estudios y las relaciones, no mostraba ninguna importancia hacia las responsabilidades. Pero si le mirabas más de cerca, veías algo más que alguien desocupado y desvergonzado, se podrían observar los verdaderos motivos detrás de su mal obrar. En ciertos momentos Denzel lucía como... roto.

Físicamente no lograba impresionar mucho la verdad pero de una manera u otra resultaba agradable su aspecto. Toda su existencia gritaba: rebeldía. Era tan delgado con una cintura estrecha como la de una mujer. De baja estatura, trigueño de piel y con un espeso cabello oscuro enmarañado que relucía una raíz teñida de azul. Sus ojos marrones eran grandes al igual que sus labios. Su torso, ausente de cualquier tipo de musculatura, presumía unos interesantes tatuajes, tenía varios pero los más notables eran: una artística serpiente en el centro del abdomen, la palabra «Hellboy» en forma de U por toda la extensión de la V de su pelvis, y las hojas de una planta debajo de sus clavículas.

Sus atuendos comunes le favorecían en su imagen. Siempre vestía con pantalones y chándal, suéteres y poleras holgadas. Sus clásicos Vans negros con los cuales se solía calzar. Además de el peculiar collar de cuentesitas verdes y negras que jamás desprendía de su cuello.

Denzel se acercó hacia la nevera y sacó de esta tres botellas de cerveza. Una se la entregó a Baek y la otra la colocó frente a Ruth esperando a que se decidiera a tomarla. Estaba indecisa, ella nunca había bebido, a excepción de uno que otro trago que le haya dado a probar su propio padre.

¿Qué malo podría ocurrir si bebía su primera cerveza sin la supervisión de sus padres?

Estaba tan adaptada a su vida de hija ridículamente obediente que en verdad creía que si tomaba aquella botella terminaría ebria, provocando algún desastre del que luego se arrepentiría, y por ende los Quinn's la iban a atrapar más rápido de lo que se atrapaba a un cojo. Volteó a ver a su mejor amigo y se encontró con la mirada de este que procedió a regalarle un guiño para que ella sintiera la misma despreocupación que sentía él. No había ninguna mala consecuencia después de beber una cerveza, era algo tan normal como tomar agua, y él quería transmitirle esa sensación de confianza a ella.

Por fin se decidió a extender su brazo y agarrar aquella botella. Llevó el primer trago a su boca y al pasar por su garganta le resultó desagradable al punto de hacer un mohín con el rostro.

—Solo bebe lentamente —aconsejó Baek—, te terminarás acostumbrando al sabor.

Denzel se dio un buche de su bebida— Qué cosa tan extraña que Quinny haya venido a visitarme esta vez. —Él y la chica sonrieron ante el comentario.

—Pues como ves, estoy tratando de sacarla un poco de su burbuja.

—Ah ¿si? Me parece una muy buena acción de tu parte Baek —Ambos rieron—. Resulta que yo soy buenísimo rompiendo burbujas.

Ruth entornó los ojos sin poder entender ese comentario pero que a la vez no le sonaba a nada sano.

—No la asustes Denzel.

—No lo hago, creo que sus padres asustan más. —emitieron una risita mientras seguían bebiendo.

—En eso no te equivocas. —corroboró la chica igual de divertida.

Baek sacó una caja de cigarrillos del interior del bolsillo del pantalón de su uniforme y le ofreció un cigarrillo a su amigo. Ambos prendieron y comenzaron a fumar mientras que Ruth solo les observaba bebiendo tranquilamente de su cerveza. El susodicho extendió su cigarrillo hacia ella invitándola a dar una calada de este pero la chica lo miró con cierta confusión, abrió y cerró su boca repetidas veces intentando decir algo.

—Baek, dentro de mi «cambio» no incluyo vicios. —se rehusó.

—¿Pero...? —agregó en un tono meloso el pelinegro.

Ruth miró una y otra vez a ambos chicos que mantenían sus ojos fijos sobre ella con sonrisas ladinas, queriéndola tentar a dar un nuevo paso. Se debatió mentalmente respecto a lo que quería hacer, y lo que debía hacer, dos polos opuestos.

Pero... ¿por qué no convertir tus deseos en tus principales deberes?

—... pero lo quiero probar de igual forma.

Baek y Denzel chocaron las palmas y procedieron a entregarle el cigarrillo a la pelirroja para luego indicarle cómo fumar.

—Ahora, solo ponlo entre tus labios y aspira suave —Ruth obedeció y luego se quedó inmóvil sin saber cómo proceder—. Hincha los pulmones y sostén unos segundos —hizo como indicó Baek—. Suéltalo despacio.

Ruth curvó sus labios para expulsar el humo de sus pulmones pero fue fuertemente interrumpida por un ataque de tos que casi la dejó ronca y su amigo le sobó la espalda.

Denzel se carcajeó divertido— Eso es lo que más me gusta de hacer fumar a un principiante, la tos.

—N-no... es di-vertido. —refutó la chica tosiendo con dificultad y sonriendo.

—Sí claro, y me lo dices con esa cara de risa —Ambos rieron al unísono.

—Denzel, agarra la guitarra bro.

—Eso sí me encanta bro.

El susodicho se levantó de su asiento y fue en busca de una vieja guitarra que yacía sobre el sofá. La tomó y regresó a su asiento para comenzar a tocar con pasión, muy inspirado. Denzel y Baek siempre disfrutaban de esos encuentros en los que se sientan a pasar el rato mientras uno toca y el otro canta. El peliblanco comenzó a cantar una canción con una letra interesante e incluso contagiosa que de inmediato dejó embelesada a Ruth, la cual se sintió muy atraída por dicha letra.

«Mi cabeza atormentada solo piensa en ti
Tan inexistente, como presente es tu presencia
Somos dos olas en el mar esperando chocar

No te veo pero te busco
Ya no hay marcha atrás
Tu mirada ya me abraza
Y mi sonrisa dice más

No sé si hacerlo azul o rosa
Mejor negro será
Hagamos algo tóxico
Hagámonos brillar

Y aunque mi dolor te lastime promete que te quedarás

Y espero hacerte enredar tu dedos en mi cabello, así sin darme cuenta de que quien me enreda en su juego eres tú
Y espero algún día poder seguirte el juego, estoy esperando a que a mi vida llegues ya
Prometo de nadie ser a no ser que sea de ti
Hasta que mis huesos sean cenizas y mi corazón deje de latir
Pero espero a que antes de eso
Poder mirarte a los ojos y decir que mía eres ya

Poder mirarte a los ojos y mientras te tengo en mi brazo decirte que mía eres ya»

•••

Baek tras cerrar su casillero caminó por los pasillos del colegio en dirección a la cafetería para encontrarse con los chicos. Los ubicó reunidos en una de las mesas del fondo y no tardó en acercarse a ellos.

—Baek ya era hora de que llegaras. —se aquejó Keanu sin apartar la mirada de su móvil.

—Tampoco hay que quejarse por eso ¿eh? —refutó el susodicho.

—El problema es que tenemos que hablar. —anunció Ezra.

—¿Pasó algo? ¿Es sobre la fiesta?

—Nop... hay reunión esta tarde. —proclamó Elijah jugando con su Cubo Rubik.

—¿Por qué reunión? Acaben de decirme ¿cuál es el tema? ¿Por qué la intriga?

—Yo no sé, pregúntale a Don Misterio. —El rubio chasqueó la lengua refiriéndose a su compañero Elijah.

—Un chico tonto se me acercó esta mañana hablando estupideces. En resumen de toda la mierda que dijo: quiere hablar con nosotros. —completó la cara azul del Cubo.

—¿Por qué siempre que alguien externo tiene asuntos con El Clan se dirige a ti como si fueses el jefe de nosotros? —inquirió Ezra.

—Eso mismo pregunto yo —Keanu cerró su móvil y posó su atención sobre la comida en su bandeja—. Cuando todos saben que el líder del Clan soy yo.

—Ñeñeñe... engreído. —Elijah le propinó un codazo a su amigo.

Baek observó los alrededores y unas cuantas mesas después vislumbró a Ruth. Resulta que la chica venía acompañada. Su amiga corría de la mano con un chico que andaba sobre su patineta y este entornó los ojos al analizar semejante escena. Ella con una persona del sexo opuesto compartiendo risas, divirtiéndose juntos, y para colmo de la mano. Su amiga nunca se relacionaba con más hombres aparte de él, por tanto lo que estaba ocurriendo era algo totalmente nuevo e inquietante. Aquel chico de cabello azul le resultaba conocido, de seguro ya lo había visto en varias ocasiones dentro del colegio. En cierto modo le producía celos.

Joder, pasar diez años juntos sin ver que ningún otro compartiese con ella es suficiente tiempo como para crear un sentimiento posesivo en su persona.

Y como él es Baek Demon, su obligación era arruinar ese momento empalagoso de su mejor amiga.

—¡Cosa Quinn!

De inmediato la pelirroja volteó y se encontró con el semblante cínico que le dedicaba su amigo y esta le miró con recelo porque ya conocía la mala intención detrás de ese rostro suyo. Le indicó a Colum que aguardase un momento y así ella se acercó hacia el peliblanco. Se posicionó frente suyo de brazos cruzados y sin un saludo previo ni nada soltó:

—¿Qué tramas?

—Qué agresividad Dios. —Este se expresó de manera sobreactuada— ¿Qué onda con el tal...? —observaba al chico de lejos sin poder recordar su nombre.

—Colum —completó ella—. Ataque ofensivo en 3...2...1

—Ajá, Colum, ¿es tu primera víctima cosa? —se mofó con su típica sonrisa ladina.

—Obvio que no —zanjó—, solo es un amigo. Además ¿por qué le llamas víctima como si fuese a sufrir de algo estando conmigo?

—Estar con una virgen inexperta y mojigata, ¿le puede pasar algo peor?

—¡Imbécil! —le propinó varios puñetazos flojos en su hombro y este solo se carcajeó en respuesta—: ¡No soy mojigata!

—No quieras que te de una respuesta delante de estos tres seres.

—Hola Ruth, ¿cómo estás? Nosotros bien. —interrumpió Ezra con una notoria ironía dentro de su saludo.

—Oh lo siento chicos, disculpen mi mala educación, es culpa de este idiota —le pegó una vez más—: ¿Cómo están? —sonrió ampliamente para todos.

—¿Yo? Divino, y veo que tú también muñequita. —Keanu le guiñó un ojo al concluir.

—Tranquila pelirroja, no tienes que disculparte, estaban tan entretenidos en sus cursilerías de mejores amigos que ni cuenta me di de que no saludaste —se encogió de hombros totalmente desinteresado el pelinegro y colocó el Cubo con todas las caras completadas en el centro de su campo de visón—. Vez décimo quinta.

Resopló Ezra y se acomodó los anteojos— No le hagas caso a Elijah, Ruth, es un odioso.

—Estos se alborotan cuando te ven, así que cosa ya vete con tu patinador víctima.

—¿Me estás echando Baek Demon? —cuestionó con una nota fingida de indignación.

—Sí.

—Te salvas porque te quiero. —dejó un casto beso sobre su mejilla y corriendo regresó con Colum.

—¿Ven a ese tonto de la patineta que anda con Ruth? —Elijah señaló con el dedo índice al susodicho y todos asintieron—: Es el mismo tonto que quiere hablar con nosotros más tarde...

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Agradecimientos a mi amigo Jin Reynol (Sh_jin04 en Wattpad les recomiendo que pasen) que compuso la canción que canta Baek

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