El fin de una epica y desastrosa batalla que determinó el rumbo de una guerra que se ganó a base de esfuerzo y dedicación por parte de los santos, Pero todo fue con un alto precio. En el suelo yace Seiya con su armadura dorada destrozada con su corazón perforado y este estaba siendo sostenido por una chica quien rezaba para que el castaño viviese... Pero no siempre termina en un final feliz... ¿Verdad?

???: ¡Por favor no me dejes! ¡No quiero perderte otra vez! ¡Yo te amo! ¡Por favor no me hagas esto! —Decía una chica peli plateada que sostenía el cuerpo de un moribundo Seiya.

Seiya: —con una sonrisa agonica— yo lo siento mucho, por lo menos puedo irme en paz sabiendo que estás bien... —dijo para después empezar a toser sangre— yo también te amo... Alya...

Alya: —Con lágrimas en los ojos— ¡Eres un idiota! ¿Por qué esperaste tanto en decirme eso?... ¿Por qué en esta situación?... No es justo...  Yo siempre estuve enamorada de ti...

Nos movemos tiempo atrás, aproximadamente un año y medio antes de esta tragedia, el día que comenzó todo. Alya llegó al salón y se encontró con un dormido Seiya en su pupitre.

Alya: hola, buenos días Seiya... —Al no obtener una respuesta, está le golpea la butaca— dije hola buenos días Seiya.

Seiya: —tallando se los ojos— buenos días a ti también Alya —lanza un gran bostezo—

Alya: ¿Desvelado por ver animé?.

Seiya: —Rascandose la nuca— Si algo así —En sus pensamientos— (si supieras que estuve investigando la zona por avistamiento de un enemigo cerca).

Alya: no aprendes nunca, ¿Eh? No duermes bien por ver animes y luego te duermes en clase ¿Que sentido tiene?.

Seiya: Bueno, no lo hago muy seguido, Pero debo de admitir que el animé terminó de emitirse a la una.

Alya: —Da un suspiro— deberías de cuidarte más.

Seiya: trataré... —Despues se estría un poco y se encierra en sus pensamientos— (Ya tengo meses investigando está zona, los bersekers son buenos escondiéndose, el día de ayer pareciera que lo encontré, Pero el resultado fue el mismo, no se encontró a nadie, si esto sigue así, correré el riesgo de que me atrapen... Necesito pistas y respuestas rápido)... —Diablos...

Alya: ¿Sucede algo?.

Seiya: olvide mi libro de Química... ¿Podrías dejarme ver el tuyo? —Dijo rascándose la nuca con una sonrisa nerviosa—

Alya: ¿Otra vez?... No tienes remedio...

Seiya: Te lo agradezco mucho —Dijo dando una sonrisa que sonrojo levemente a la peli-plateada—

Alya: какой ты очаровательный (Que adorable eres)

Seiya: —levanto una ceja y solo rio nerviosamente— jeje ¿Que dijiste —En sus pensamientos— (si no fuera por Hyoga, no le entendería nada... ¿Porque de repente me dice eso?)

Alya: dije que eres un niño rata, de los videojuegos

Seiya: eso ofende Alya —dijo soltando un suspiro— (lo que más me preocupa es que no haya tenido una pista de dónde se puedan encontrar los bersekers, odio esto en las misiones, fingir alguien que no soy, amistades falsas... Al final, no quiero lastimar a nadie)

Alya: bueno como sea, entonces dime, ¿Te unirás al consejo estudiantil?.

Seiya: no, eso quita mucho tiempo y además tengo deberes pendientes en mi casa.

Alya: es cierto, tu hermana es alguien estricta.

Seiya: mi que lo digas... (Marin con el papel de mi hermana ya se hizo una fama... Si supiera que le dicen la bestia los despedazaria a todos... Uff todo sea por la misión)

Alya: es feo...

Seiya: ¿Que cosa?.

Alya: que le hayan puesto ese apodo a tu hermana.

Seiya: bueno, ella se lo busco.

Alya: eres un tonto, deberías de detener eso.

Seiya: puede ser, tampoco quiero tener problemas ¿Sabes?... Eso llamaría mucho la atención.

Alya: tu reputación debería de estar por debajo del cariño que le tienes a tu hermana.

Seiya: eso mismo debería de decir yo, deberías de ser más abierta con Masha.

Alya: —pone una cara de vergüenza y le reclama— no estamos hablado de mi, si no de ti idiota.

Seiya: sabía que dirías eso —dijo con una sonrisa— (Siento un cosmos pequeño... Cerca del gimnasio, debería de ir) —levanta la mano— profe puedo ir al baño.

Maestro: en Inglish please.

Seiya: (odio esta materia) —pone cara de póquer, mientras que Alya reía para si misma—

Fin del prólogo.