XXIII

Shanovnyy Owen;

¿Has visto? ¡Ya decir querido! (Lo porque fue lo primero que pregunté en las clases).
Tendrías que venir a Lviv. Es precioso. No hay rastro de guerras, y como verás, puedo enviarte cartas libremente.
Y que las recibes.

Siempre tuya,
Chloé.

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