Dia Cuatro //AU\\

Oscuridad...

Era lo único que veía

Lo único que podía ver

Lo único que tenía permitido ver

Él no era más que un Monstruo y sus extremidades sobrantes lo decían.

— ¡Y ahora nuestro increíble Domador les dará un gran espectáculo junto con nuestro León! — Se escuchó una voz algo gruesa, no podía ver, pero sabía que estaba en escena.

Sintió como ese frío piso de metal se movía y después frenaba, podía oír a los espectadores gritar y chillar... Odiaba esos ruidos.

Escucho como la puerta de su celda de abría, ya empezó el Show.

— Hola, Towntrap. — Escucho esa voz siniestra otra vez, lo que hizo que se estremeciera y se pegara a los barrotes de una de las esquinas de su celda. — Si te comportas, no dolerá mucho. — Hablo otra vez... Odiaba esa voz.

No hizo nada, no dijo nada, solo se quedó ahí, esperando lo que ya sabía que venía.

¡Plah!

Resonó por todo el lugar y un ardor intenso apareció en su hombro, lo que provocó que gruñera... Odiaba eso.

Las personas gritaban esperando que el "León" atacara y empezarán el verdadero Show.

¡Plah!

Otra vez se escucho y se repetía diversas veces, su cuerpo temblaba y podía sentir un líquido recorrer por sus brazos, cachetes y piernas lentamente, era sangre, lo sabía muy bien, y eso junto con el dolor y ardor era horrible... Odiaba sentir.

Estaba enojado, no quería seguir así y no tuvo otra opción más que seguir ese torpe espectáculo.

— Oh vamos Towntrap ¿te vas a quedar ahí? ¿Cómo un perrito asustado? — Se burlo esa voz.

Y eso, solo hizo que su enojo aumentará, corrió hacia ese hombre, pero terminó chocando con otros barrotes de esa celda y escucho como los espectadores se reían.

— Tontos ignorantes. — Pensó el "León" de cabellera naranja mientras se daba la vuelta.

¡Plah!

Otra vez sintió como su cachete ardía más, se acómodo y no tardó en gruñir, empezó a correr otra vez siguiendo el aroma de su contrario, pero otra vez choco con los barrotes, ya se estaba hartando.

— Que lento, Towntrap. — Se burlo otra vez esa conocida voz.

Y así siguió ese espectáculo, entre latigazos, burlas y golpes, Towntrap no podía hacer mucho, no tenía lo que la mayoría de los humanos tienen, La Vista, y era una desventaja muy grande pues a pesar de tener muy activado sus otros sentidos, sin la vista no podía hacer mucho. Cuando callo noqueado al piso solo fingió estar desmayado, los aplausos se empezaron a escuchar halagando al domador y la celda empezó a moverse, se sentía un poco aliviado, pues ese Show había terminado, [Rime prros >:v] no hizo ningún movimiento y esperaba ansioso poder hablar con su compañero más cercano, le agradaba su compañía, pero lo que le disgustaba es que no seguía las reglas y se metía mucho en problemas, ya era una costumbre que lo llevaran a esa sala oscura donde les dan su regaño a cualquiera que no siga órdenes.

Towntrap lo odiaba y le tenía pavor a esa sala.

La celda dejó de moverse y pasos empezaron a escucharse mientras se alejaban cada vez más, Towntrap esperó unos minutos para luego suspirar fatigado, pero aliviado a la vez.

— ¿Towntrap? ¿Estas Despierto? — Pregunto una voz conocido y aguda, pero dulce; se notaba preocupada.

— Si. — Respondió relajado, él ya le tenia cierta confianza a esa voz. — ¿Porque estas preocupada, Joy?

— ¿E-Eh? B-Bueno... — Tartamudeo la chica, estaba dudosa si decirle lo que ocurría, a pesar de que era muy seguido, sabia que a su contrario le enojaba y preocupaba.

— ¿Joy?. — Pregunto alargando la "O" en un tono neutro esperando la respuesta de su amiga, que ya lo estaba preocupando.

— ¡Eak otra vez esta en la sala! — Exclamo la rubia, no podía ver sus expresiones, pero, conociéndola, de seguro estaba algo aliviada por no tener que aguantar ese pequeño secreto.

— ¿¡Otra vez?!

— Si, fue muy raro, estaba muy tranquilo hasta cuando entraste a escena, pero cuando... — Paro y agacho su cabeza, sentía un dolor al mencionar esa palabras que todos los participantes de ese circo odian. — Empezó el show, comenzó a actuar extraño, la jefa Maggie le decía que se quedara quieto pero hacia caso omiso, el jefe Onnie llego junto a el jefe Oxy, pero Eak se descontrolo más y rasguño a el jefe Onnie, así que lo llevaron a la sala y hasta ahora no han... vuelto. — Explico todo el relato de lo sucedido, por supuesto respetando a sus jefes como debe hacer, mas bien, como le ordenaron.

— ¿¡Q-Que!? — Grito sorprendido, jamás, nadie jamas había durado tanto tiempo dentro de ese lugar de cuatro paredes. — ¿Porque lo hizo? — pensó.

— Y-Yo iré a ver...

— No, no hagas nada, no te metas en problemas. — Le interrumpió preocupado por lo que le pudiera pasar si lo hacia.

La chica suspiró.

— Yo... — Otra vez, la chica fue interrumpida, pero esta vez no fue Towntrap quien lo hizo, sino, una persona a quien se debe temer.

— ¿Joy? — Pregunto esa voz fría y gruesa.

— ¿J-Jefe De-Deuz? — Tartamudeo empezando a temblar, tenía mucho miedo a los jefes pero más al mencionado y al Jefe de los Jefes.

Towntrap solo se quedo sin hablar y sin hacer ningún movimiento.

— Creí que te habíamos dicho que no puedes hablar con nadie más que no sea tu compañero. — Hablo sin cambiar el habla, pero con una mirada enojada y algo fastidiada.

— Si, lo sé y l-lo siento mucho, p-pero B-BonBon me pidió que curara a Townt-trap, per-ro el no se me acercaba y me e-está co-costando algo. — Mintió sin parar de tartamudear, estaba nerviosa y con mucho miedo por esa temible presencia ante ella.

— Esta Bien. — Cerro los ojos y en unos 10 segundos volvió a abrirlos, luego miro a quien se encontraba dentro de la celda por unos momentos y regresó la mirada a la chica rubia. — pero eso es trabajo de BonBon, no tuyo, así que lárgate y yo iré a hablar con ella sobre esto, más tarde.

Joy solo asintió y salió corriendo de ahí con la misión de hablar con su amiga metida al lío que formó.

— Oxy, Onnie, Traigan a esa basura ahora. — Ordenó mientras se daba la vuelta.

El rechinado de las ruedas de otra celda empezó a sonar, se trataba de esos mencionados moviendo una jaula hacia su lugar correspondiente.

— Listo, vámonos.

No escuchaba nada, estaba pendiente por otro sonido en esa zona, pero nada.

— T-Town. — Escucho esa voz, esa voz que lo hacía feliz, que lo animaba y lo acompañaba siempre, pero estaba entrecortada y algo apagada, lo que lo alarmó.

— ¿Eak? — Pregunto preocupado, rápidamente se sentó de rodillas poniéndose en frente del mencionado, no podía ver, pero sentía el olor de su amigo y eso lo guiaba.

— Hola, Town. — Escucho otra vez esa voz, esta vez está más animada.

Towntrap paso su mano a través de los barrotes intentando encontrar a su amigo, cuando sintió su cabello noto que estaba acostado, siguió estirándo el brazo y llego al cachete contrario, pero sintió esa parte más dura, más seca, y no era una parte pequeña, era todo el cachete hasta la frente, el "León" se estaba asustando.

— E-Eak...

— No es nada, Town, relájate. — Hablo tranquilo el menor, acto seguido agarro la mano del contrario y se levanto, dificultosamente, para quedar frente a frente con su amigo sin soltar su mano, empezando a jugar con esta. — No fue nada.

El mayor no dijo nada, las manos de Eak estaban rasposas, intentaba identificar esa textura, era una venda, las manos de su amigo estaban vendadas.

— ¿Porque? — Pregunto esperando muy ansioso la respuesta.

Silencio, el menor no dijo nada y solo siguió jugando con la mano de su amigo, hasta que paro.

— No me gustaba que te trataran así, No me gusta cómo te trata Springtrap, como te tratan los jefes, No me gusta. — Respondió sincero con un tono fresa en sus mejillas, pero, lamentablemente, el mayor no podía ver esa cara colorada. — Solo quería ir y defenderte.

— Eak... — Towntrap no sabia que decir, ese chico siempre estaba ahí para él, siempre lo ayudaba e intentaba protegerlo, y ahora que lo piensa ¿Porque lo hace? Él no ha echo nada por Eak, casi siempre se molesta por los problemas que comete su contrario, no lo ayuda por temor al dicho castigo, era solo un cobarde. — ¿Porque lo haces?

— ¿Eh? — Ahora estaba confundido, ya le había dicho todas esas palabras vergonzosas pero sinceras y no quería repetirlo.

— ¿Porque estás siempre conmigo? ¿Porque me tratas como un tesoro, un hermano, algo importante? ¿Porque lo haces? Si yo no he echo nada por ti. — Sollozo el mayor, jamás había pensado en ese tema antes y, ahora, se sentía un hipócrita.

— Tu has echo mucho por mi. — Dijo el menor. — y... Es porque yo... — Hizo una pausa, sus manos empezaron a temblar, su garganta empezaba a dolerle, quería llorar por temor a las consecuencias de lo que le diría, estaba dudoso y muy nervioso. — Olvida eso, s-solo... Olvídalo.

El "Águila" estaba sonrojado de sobremanera y agradecía que su amigo no pudiera ver.

— ¿Town? ¿Tus ojos funcionan? — Pregunto curioso, quería volver a ver esos ojos que había olvidado cómo eran y cambiar de tema.

— Si, supongo, pero no me puedo quitar la venda, solo cuando me la van a cambiar, pero no los he abierto ¿Porque preguntas?

Eak no dijo nada, soltó la mano de Town y dirigió las suyas, pasándolas a travez de los barrotes, hacia los cabellos del contrario.

— ¿Eak?

Fue llevando sus manos hasta las vendas, que el cabello naranja cubría, donde pudo sentir un nudo, poco a poco lo fue quitando.

— Eak, no lo hagas, pod...

— No hay nadie, ya es de noche y todos están durmiendo, tranquilízate.

Apartó las vendas de su cara y observó ese rostro completo que ya había olvidado.

— Town... Abre los ojos. — Le ordenó con una voz suave y dulce, ya quería ver esos orbes y quería que su amigo pudiera ver al menos unos momentos.

Y poco a poco Towntrap abría los ojos, le costaba pues tenía ya como 15 años sin abrirlos. Cuando estaban completamente abiertos, se sorprendió, miro a todas partes observando que su lugar estaba cerca de la tarima, miraba los colores de la carpa: Azul rey, Negro y Rojo. Todo estaba iluminado por la luna. Volteo su vista hacia su izquierda y observó que en ese lado la carpa estaba abierta como una cortina, se podía ver todo el paisaje y no tardo en admirarla. Town parecía como un niño al abrir los ojos por primera vez.

— Town... — Balbuceo Eak, quien observaba a su amigo mientras este miraba todo a su alrededor con un brillo en los ojos, él no pudo evitar quedarse observando los ojos del mayor, eran hermosos, como dos soles en pleno Mediodía, no podía dejar de verlos.

— ¡Eak! — Volteo a ver a su amigo, pero la sonrisa que tenía se desvaneció por completo. — Eak. — Susurro preocupado. Estaba feliz por ver a su amigo, pero esas flores, que hacían para tapar las quemaduras y heridas, que estaban por la mitad del lado izquierdo de su rostro, por todo un brazo y por su pecho; sus manos todas vendadas como si fueran un decorativo, más no lo eran; sus ropas estaban rasgadas, sucias y en algunas partes quemadas; lo que más le disgusto es que ¡él estaba sonriendo! — ¿Como puedes sonreír estando así?

— No, tranquilo, ya es costumbre.

Esas palabras...

Esas palabras se repetían una y otra vez ¿En serio así de malo eran las cosas? ¿Así dejaban a su amigo? ¿Así eran todos los días para él? Vaya que era un ignorante ¿pero que podía hacer? No podía ver nada.

— Lo siento. — Dijo el mayor sorprendiendo al contrario.

— ¿Porque?

— Por no ayudarte, por no saber la gravedad de lo que te hacían, era un idiota, lo siento tanto. — Hablo con los ojos aguados.

— No tienes porque hacerlo. — Dijo Eak, acto seguido agarro la mano izquierda de Towntrap haciendo que esta pase por los barrotes acercándola a su pecho y empezando a jugar con ella. — Con que tú estés conmigo... Yo siempre estaré bien. — Sonrío levemente con un sonrojo muy notable, que esta vez no pasó desapercibido por el mayor, quien quedó sorprendido.

— Eak... — Murmuró llamando la atención del menor, haciendo que sus miradas se conectaran, no podía dejar de ver esos ojos ámbar con un brillo muy hermoso, estaba hipnotizado al igual que su contrario, Sonrío y agarro la mano derecha de Eak para luego besarla, los dos poseían ese tono fresa, pero Eak lo tenía más de sobremanera.

— T-Town... Prométeme que estaremos juntos siempre. — Hablo el menor algo avergonzado desviando la mirada.

El mayor lo miro y sonrío mostrando los dientes y cerrando los ojos.

— Por supuesto que sí, siempre.

Los dos sonrieron.

Estaban felices, pero sus mentalidades eran diferentes...

Towntrap lo veía como una unión de amistad.

Eak lo veía como una unió de amor, pero como es él, no se rendirá hasta cambiar el sentimiento de su amigo.

Pero por ahora, solo quería ser feliz, aunque sea por un momento.








Otro One-Short más!!
El más largo (hasta ahora) de este libro!! 2192 palabras!!

En verdad me encanto y amo este AU

Nombre del AU:
#FNAFHSFREAKSHOW

Creadora del AU:
LususCapricorn

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top