Capítulo 03 | Nuevas amistades.
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Había pasado media hora desde que Catherine se había tomado el filtro de memoria. Desde aquel momento ninguno de los presentes había pronunciado una palabra.
—¿Me consideráis vuestra amiga? —susurró dudosa la chica.
—Claro que sí, Cath. —respondió inmediatamente James.
—Cómo una hermana pequeña, se podría decir —completó Remus sonriendo.
—Exacto —afirmó James mirando al ojimiel— Aunque nos hayamos conocido hace poco, se que puedo confiar en ti.
Catherine sonrió insconscientemente. Se armó de fuerzas y trató de explicar lo ocurrido.
—No quiero parecer estúpida... —comenzó a decir con las manos tapando su rostro —Lo que pasó la noche del accidente fue que perdí la memoria. Me lo explicaron más tarde, cuando desperté en un hospital... ¿muggle? —cuestionó dudosa— Es raro no recordar nada. Ni siquiera a tu propia familia o amigos...
—Por perder la memoria no eres ni pareces estúpida -contestó Sirius acercándose a la chica —Nosotros podemos intentar ayudarte a recuperar tu memoria, puedes confiar en nosotros, tiene que haber alguna forma...
—¡Te voy a proteger como que me llamo James Potter! —gritó el moreno con el puño en alto. El resto de chicos imitaron su gesto sonriendo.
La pequeña rompió a llorar, esta vez de alegría. Sabía que podía confiar en este grupo alocado de chicos y que iban a estar con ella, quisiera o no.
—¡No llores! -exclamó Remus abrazándola.
—Es de alegría, tonto -respondió Catherine limpiándose las lágrimas y sonriendo —Me alegra teneros aquí conmigo, sois geniales chicos.
—Por Merlín, calla... —comenzó a dramatizar Sirius con una mano en la frente —Me vas a hacer llorar con tus bellas palabras, señorita.
Todos comenzaron a reírse sonoramente, haciendo que Madam Promfrey saliera a regañarlos.
—¡Como sigáis haciendo ruido os voy a echar de aquí inmediatamente!
Así transcurrió la noche. Entre pequeñas bromas que hacían reír a la chica o tonterías que James y Sirius no dejaban de hacer. Llegó un momento dónde Catherine no aguantó más y quedó profundamente dormida.
—Es demasiado adorable, ¿no creéis? — susurró Sirius mirando a la morena y sonriendo -Es como una necesidad de protegerla de cualquier cosa que pudiera pasarle...
James y Peter estaban dormidos y el único que escuchó el comentario del chico fue Remus que sonrió negando con la cabeza, divertido. Estaba seguro de que Sirius veía a la pequeña de una manera totalmente distinta al resto del grupo, aún así el castaño no diría nada sobre aquel tema.
. . .
Catherine despertó por culpa de los gritos que había en la sala.
—¡Suelta, me haces daño! —se quejaba James mientras Dylen le agarraba fuertemente del brazo, para echarlo de allí.
—¿Que estás haciendo, Dylen? —preguntó sorprendida la morena somnolienta.
—Quitar del medio a estos idiotas...
—¡Déjalos en paz, son mis amigos!
Dylen miró dudoso a la pequeña, pero soltó a James rápidamente. Se acercó a ella con cansancio. Tenía grandes ojeras debajo de sus ojos. Se notaba que no había podido dormir mucho aquella noche.
—Ya me encuentro bien, no necesito más vendas ni nada. Lo malo es que el filtro no parece haber funcionado... —comentó Catherine algo triste. Tenía esperanzas de que aquello le iba a servir, pero parecía que se equivocaba.
—Aquí no somos nosotros los idiotas... —susurró James tocándose el brazo dolorido.
—¿Que has dicho? Repítemelo a la cara —contraatacó Dylen enfadado.
—Había dicho que...
—¡Basta ya, iros todos de aquí y no digáis ni una sola palabra! —gritó enfadada la morena —Estoy harta de peleas...
—Ya habéis oído -ordenó Remus con las manos en los bolsillos —Vamos a dejarla tranquila.
—Gracias —agradeció la pequeña.
—¡Nos vemos en el desayuno! —exclamó Sirius saliendo de la sala.
. . .
Catherine iba por el pasillo, camino al Gran Comedor, cuando chocó con una chica castaña.
—Yo.. Lo siento -se disculpó Catherine algo preocupada —¿Estás bien?
—Si, no te preocupes a sido culpa mía —respondió la chica colocándose bien el uniforme —Por cierto, soy Marlene McKinnon. Tu eres la chica nueva, Catherine ¿no? Espero que te encuentres mejor de aquel accidente.
La morena abrió los ojos sorprendida de que esa chica se acordara de su nombre. Asintió con una leve sonrisa mientras recogía un libro que había tirado al suelo al chocarse con Marlene y se lo entregó.
—Irás al Gran Comedor, puedo acompañarte si quieres —comentó Marlene volviendo a sonreír.
Ahora entendía a su madre cuando le decía que Hogwarts le iba a encantar y que había gente muy simpática dispuesta a ayudar. Sin duda, Marlene era una de aquellas personas al igual que los chicos.
—Vale —susurró dulcemente. Las dos chicas comenzaron a andar.
Marlene charlaba alegremente mientras Catherine escuchaba divertida. La castaña era muy amable con ella, a pesar de haberla conocido hacia apenas diez minutos.
—Nos veremos por el castillo, ya que estamos en el mismo curso —comentó alegre Marlene mientras buscaban asientos libres en la mesa de Gryffindor— además, lo más seguro es que estés en mi habitación y me emociona mucho ya que me has caído muy bien.
Catherine sonrió sinceramente y asintió.
—¡Eh, Cath! —gritó James mientras ellas se acercaban.
—¿Los conoces? —preguntó la morena mirando a Marlene— Son muy amables y graciosos.
—Umh, me suenan sus caras -respondió ella dudosa— ¡Ah, ya sé! Son los que se tiraron en el lago mientras íbamos en las barcas —añadió riendo.
Catherine le miró sorprendida. Aquellos chicos estaban algo locos, ¿no? Marlene le devolvió la mirada y sonrió.
Los chicos les miraron e hicieron un hueco a su lado para que se sentarán. Catherine se sentó al lado de Remus.
—¿Como estás? —preguntó el castaño con una sonrisa amable.
—Algo mejor... —murmuró cabizbaja recordando que la poción de memoria no había dado el resultado que ella tanto deseaba.
Remus pasó su brazo por los hombros de la chica, intentando reconfortarla mientras Sirius miraba la situación con el ceño fruncido.
—Hoy tenemos... —comenzó a decir James mirando su horario— ¡Pociones a primera! Y encantamientos a segunda... —apoyó su cabeza contra la mesa de manera dramática— Nos espera una larga mañana...
Catherine y Marlene sonrieron levemente por el drama del chico y asistieron. Tenía razón, iba a ser larga, pero Cath tenía unas ganas enormes de comenzar las clases.
Definitivamente, le había encantado Hogwarts.
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¡Siento tanta tardanza! Con las clases no he podido actualizar nada de nada, espero poder escribir algo antes de que termine el curso.
¿Os ha gustado el capitulo?
Os quiere, Gambii ♡
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