OO2; molesto

Eunmi estaba sentada en la mesa de la cocina, con la laptop abierta frente a ella mientras sus dedos tecleaban rápidamente. El aroma cálido de un croissant recién hecho flotaba a su alrededor, y de vez en cuando daba pequeños mordiscos mientras mantenía un ojo en lo que ocurría en la sala.

Era una tarde tranquila, como tantas otras desde que Taehyung había entrado a sus vidas. 

En el sofá, Taehyung y Jimin estaban inmersos en una partida de videojuegos. La risa fácil y contagiosa de Taehyung llenaba el apartamento, creando un ambiente cálido y familiar. Jungkook, por otro lado, estaba aferrado al cuello del castaño, con sus pequeños brazos rodeándolo mientras hablaba sin parar sobre cualquier cosa que se le ocurría. 

—¡Hyung! ¿Por qué tu cabello siempre huele tan bien? —preguntó Jungkook, con la cabeza apoyada en el hombro de Taehyung. 

Taehyung soltó una carcajada mientras esquivaba hábilmente en el juego. 

—Es un secreto, Kookie. Solo los que tienen cabello bonito lo saben —respondió en tono de broma, girando un poco la cabeza para mirarlo. 

—¡Yo también quiero saber el secreto! —protestó Jungkook, apretando aún más el abrazo y hundiendo su nariz en el cabello castaño de Taehyung. 

Jimin, que estaba sentado junto a ellos, suspiró pesadamente, con los ojos fijos en la pantalla del televisor mientras apretaba los botones del control. 

—Jungkook, suéltalo ya. ¿No ves que estamos jugando? —dijo con un tono severo, aunque no despegaba la mirada del juego. 

—Pero quiero estar con él… —murmuró el niño, aferrándose aún más a Taehyung como si alguien pudiera arrebatárselo en cualquier momento. 

Taehyung, paciente, detuvo momentáneamente el control y usó una mano para acariciar el cabello de Jungkook con suavidad. 

—Está bien, Jimin. No me molesta. Jungkook es como mi mini entrenador personal, ¿verdad, Kookie? —dijo, guiñándole un ojo al niño. 

Jungkook asintió rápidamente, mirando a Jimin con una sonrisa triunfante. Pero el mayor no estaba tan convencido. 

—No, Tae. Si sigues dejándolo hacer lo que quiera, nunca entenderá que tiene que respetar el espacio de los demás —replicó Jimin, poniendo pausa al juego para girarse hacia su hermano menor—. Jungkook, no puedes estar todo el tiempo pegado a él. Déjalo jugar tranquilo. 

El rostro de Jungkook se cayó al escuchar el regaño. Soltó a Taehyung y bajó la mirada, jugando con los bordes de su suéter. Eunmi, desde la cocina, levantó la vista al escuchar el cambio de tono en la sala, pero decidió no intervenir por el momento. 

—No pasa nada, Jiminie. En serio —Taehyung intentó calmarlo mientras apoyaba una mano en el hombro de su amigo—. Jungkook solo quiere compañía. Además, ¡mira su carita! No puedo decirle que no. 

Jungkook levantó la cabeza, sus ojos brillando con esperanza y emoción.

—Lo ves, hyung, a Taehyungie hyung no le molesta… 

Jimin cruzó los brazos, claramente frustrado. 

—Eso es porque Tae es demasiado bueno contigo, pero deberías aprender a dejarlo respirar un poco. No siempre va a estar aquí para soportarte. 

—¡Eso no es cierto! —exclamó Jungkook, sus ojos llenándose de lágrimas al instante—. ¡Tae siempre va a estar conmigo! 

—Jungkook… —Eunmi finalmente intervino desde la cocina, su voz tranquila pero firme—. Jimin solo está tratando de enseñarte algo importante. No tienes que llorar por todo, hijo. 

Taehyung se inclinó hacia Jungkook, limpiando con cuidado las lágrimas que comenzaban a rodar por sus mejillas con el borde de su pulgar. 

—Ey, no llores. Estoy aquí, ¿no? —le dijo en un tono suave, casi susurrante—. Y mientras esté aquí, siempre podrás contar conmigo. 

Jungkook parpadeó un par de veces, intentando detener el llanto, y luego asintió lentamente con la cabeza. Taehyung sonrió ampliamente y le ofreció un abrazo, que el niño aceptó de inmediato, enterrando su rostro en el pecho del castaño. 

Jimin, al ver la escena, bufó pero no pudo evitar una pequeña sonrisa. 

—Eres demasiado blando con él, Tae. 

—Y tú demasiado estricto, Jiminie —respondió Taehyung, volviendo a tomar el control de la consola—. Vamos, deja de pelear con tu hermano y sigue jugando. Te prometo que esta vez voy a ganarte. 

—Ni en tus sueños —respondió Jimin con una sonrisa desafiante mientras retomaba la partida. 

Eunmi, observando todo desde la cocina, dejó escapar un suspiro de alivio.

Era increíble cómo Taehyung lograba equilibrar las emociones de todos en esa casa. Mientras daba otro mordisco a su croissant, pensó que quizá la vida en Seúl no sería tan mala después de todo. 

cinco meses después...

El ambiente en el apartamento se sentía extraño esa tarde. Jungkook había estado jugando solo en la sala, sus juguetes esparcidos por el suelo mientras un dibujo animado sonaba de fondo. De vez en cuando, miraba hacia el pasillo que conducía a las habitaciones, donde sabía que estaban Jimin y su hyung bonito.

Al principio no pensó demasiado en el silencio que provenía del cuarto de su hermano mayor, pero pronto las voces comenzaron a alzarse. 

Curioso, dejó sus juguetes a un lado y se acercó lentamente, sus pequeños pies apenas haciendo ruido sobre el suelo de madera. La puerta de la habitación estaba entreabierta, y pudo escuchar claramente la voz de Jimin, exasperada y llena de frustración. 

—¡Taehyung, no puedes seguir así! —decía su hermano, su tono más alto de lo habitual—. ¿Por qué no me lo dijiste antes? 

—Porque no es realmente un problema, Jimin —respondió Taehyung, con la voz temblorosa, casi como si estuviera a punto de romperse. 

Jungkook frunció el ceño, tratando de entender lo que estaba pasando. Dio un paso más hacia la puerta, asomándose apenas para ver a Taehyung sentado en la cama, con las manos en las rodillas y la mirada clavada en el suelo. Jimin estaba frente a él, moviendo las manos mientras hablaba, claramente molesto. 

—¿No es un problema? —replicó Jimin, señalando con un dedo hacia los moretones visibles en las muñecas y brazo de Taehyung—. ¿De verdad crees que voy a quedarme de brazos cruzados cuando acabo de ver esto? 

Taehyung levantó la mirada hacia su amigo, y fue entonces que Jungkook pudo ver las lágrimas acumulándose en sus ojos antes de que comenzaran a caer sin control por sus mejillas. 

—No quiero hablar de esto, Jimin. Ya te lo dije, estoy bien. 

—¡No, no estás bien! —exclamó Jimin, alzando las manos al aire en señal de frustración—. ¿Por qué tienes que ser tan terco? 

Las lágrimas de Taehyung parecían no tener fin, y el corazón de Jungkook se apretó en su pecho al verlo así. Sin pensarlo ni un segundo, empujó la puerta, abriéndola por completo y no dudó en correr hacia el castaño.

—¡Hyung bonito! —exclamó Jungkook, rodeando a Taehyung con sus pequeños brazos y abrazándolo con toda la fuerza que podía reunir. 

Taehyung se sorprendió por el gesto, pero pronto apoyó una mano temblorosa en la espalda del niño, intentando calmarlo. 

—Jungkook, no pasa nada… estoy bien, de verdad —murmuró con una sonrisa forzada, aunque sus lágrimas seguían cayendo. 

—No, no estás bien, hyung bonito… —respondió Jungkook con la voz temblorosa, mirando el rostro de Taehyung mientras usaba sus manos para intentar limpiar las lágrimas que resbalaban por sus mejillas—. ¿Por qué estás llorando? 

Jimin soltó un bufido detrás de ellos, llevándose una mano al cabello y tirando de él en frustración. 

—Jungkook, esto no tiene nada que ver contigo. Ve a jugar y déjanos hablar. Lárgate.

—¡No quiero! —gritó Jungkook, apretando más su abrazo alrededor de Taehyung—. ¡No voy a dejar solo a mi hyung bonito si tú lo haces llorar! 

—¡No estoy haciéndolo llorar! —exclamó Jimin, dando un paso hacia ellos—. Esto no es algo que tú puedas entender, Jungkook. 

—¡Claro que sí! —gritó Jungkook, mirando a su hermano mayor con furia en los ojos—. ¡Es tu culpa que hyung bonito esté llorando! 

Taehyung se separó suavemente de Jungkook, colocando las manos en sus hombros, mirándolo con una tristeza que parecía infinita. 

—Jungkookie, escucha… no es culpa de Jimin, ¿sí? Estoy bien, lo prometo. 

—No… no estás bien… —susurró el niño, su labio inferior temblando. 

Taehyung se levantó lentamente, tomando su mochila del suelo. 

—Gracias por preocuparte por mí, pequeño. Pero necesito irme ahora, ¿de acuerdo? —dijo, su voz quebrada mientras evitaba mirar a Jimin. 

Jungkook intentó detenerlo, pero Taehyung ya estaba caminando hacia la puerta del apartamento. Jimin no dijo nada, solo observó mientras su amigo salía, cerrando la puerta detrás de él. 

El silencio en la habitación fue interrumpido por el sollozo de Jungkook, que rápidamente se transformó en un grito de enojo. 

—¡Es tu culpa! —gritó, señalando a Jimin con un dedo acusador—. ¡Hiciste que mi hyung bonito esté triste! 

Jimin se giró hacia él, su rostro endurecido por la molestia. 

—Tú no entiendes nada, Jungkook. Esto no es algo que un niño pueda entender.

—¡Que no soy un niño! —gritó Jungkook, con lágrimas corriendo por su rostro—. ¡Tú fuiste malo con él y por eso se fue! 

—¡Deja de decir tonterías! —replicó Jimin, levantando la voz también—. No tienes idea de lo que está pasando. Esto es complicado, y no es algo que puedas resolver con tus abrazos o tus lloriqueos de niño caprichoso. 

—¡No me importa! —respondió Jungkook con furia, cruzando los brazos. 

Los minutos y las horas pasaron lento hasta que finalmente el sonido de la llave en la puerta anunció la llegada de Eunmi.

Jungkook corrió hacia ella, recibiéndola con palabras atropelladas y llenas de sollozos mientras trataba de explicarle lo que había sucedido. Eunmi lo abrazó de inmediato, acariciando su cabello mientras miraba a Jimin entre confundida y preocupada. 

—¿Qué está pasando aquí? —preguntó, su tono serio mientras intentaba calmar al pequeño en sus brazos. 

Jimin evitó la mirada de su madre, pero no dijo nada.

Eunmi, sin embargo, supo que tendría que sacar las respuestas a sus dudas más tarde. Por ahora, su prioridad era consolar a Jungkook, quien no dejaba de murmurar entre sollozos.

—H-Hyung bonito s-se fue… y, y estaba muy triste… 

Eunmi suspiró, abrazándolo con más fuerza. 

—Shh, cariño. Todo estará bien… mamá está aquí. 

en unos capítulos narraré la actualidad en la historia, esto es para que comprendan
un poco a los personajes :)

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