-Kea despierta. –Dice una suave voz –No te hagas el dormido. –es una voz que lo llena de paz y tranquilidad, tiene la impresión que ya la había escuchado antes. Muchas veces.

Él abre los ojos lentamente y se encuentra con un cielo muy celeste con cometas volando y haciendo piruetas en el aire, está acostado en el césped de un parque a la sombra de un gran árbol.

-Kea… -escucha de nuevo la voz, mira a su derecha y se trata de una muchacha, de ojos marrones y risos castaños claros. Él ya había visto ese rostro, y lo había vivido.

Ella sonríe y le da un beso en los labios, en ese momento despierta rápidamente, era un sueño, no, un recuerdo.

Su reparación esta agitada y hay un poco de sudor en su frente, Kea mira sus alas y la que estaba rota se encuentra vendada. Él no puede dejar de pensar en ese recuerdo, en esa voz, en ese rostro, en esa sonrisa ni en ese beso.

-Kea, despertaste. –dice Ariel entrando por la puerta, se encuentra en una gran habitación con muchos lujos y todo.

-¿Qué pasó? –le pregunta frotando su sien un poco aturdido.

-¿Qué te pasa a ti? Dormiste casi 5 horas. –dice preocupado.

-¡¿5 horas?! –repite sorprendido,  los ángeles no duermen, no se cansan… no sueñan.

-Un viejo te trajo, el mismo que atropello a Dylan, pidió disculpas y se fue. –le explica lo que pasó.

-Fue Marie, quiso cortarme mis alas. –murmura Kea teniendo los ojos en la nada.

-Te lo advertí pero ¿Alguna vez me escuchas? –Dice Ariel serio –Me alegra que estés bien. –sonríe tomando la cabeza de su amigo con su brazo y revolviéndole el cabello.

-¡Ah, duele! –grita empujándolo para que se aleje.

-Lo siento. –ríe Ariel.

-¿Dónde estamos? –pregunta mirando a su alrededor.

-En la casa de Lauren. –responde rodando los ojos –Y eso no es lo peor, sus hermanas organizaron una fiesta de disfraces por la noche de bruja que es hoy.

-¡¿Qué cosa?!

-Mi disfraz es de cadáver. –dice acomodando la corbata de su elegante traje.

-¡Kea! –Lauren entra por la puerta saltando de alegría –Vamos a la fiesta. –sonríe tomándolo de las manos.

-No, todos me verán. –se niega, al tener su ala rota no puede ocultarla.

-Todos pensaran que es un disfraz, vamos. –ella insiste y lo saca al pasillo, mientras caminan hacia el salón principal nota que Lauren no tiene disfraz.

-¿Y tú? –le pregunta.

-Al final de la noche lo verás como todos. –responde sonriendo, está un poco más alta de lo usual y evita mirar a Kea a los ojos.

-Wau… -dice él sorprendido al ver a mucha gente disfrazada, hay de todo tipos, algunos espeluznantes y otros ridículos.

-Hola ¿Me recuerdas? –lo saluda Loran sonriendo –Ya sé lo que es tu disfraz, un ángel caído y por eso la venda en el ala ¿No?

Kea mira a Lauren quien tiene una mirada diciendo <Te lo dije>, él asiente en silencio.

-Ven conmigo. –le dice Loran a Kearrents.

-No, él es mío. –Lauren hizo lo que nunca pudo hacer antes, desafiar a su hermana.

-¿Olvidaste tu lugar peste? –Loran avanza para jalarle el cabello pero ella sostiene su brazo –No vuelvas a tocarme. –dice seria apretándola con fuerza.

-Me lastimas. –murmura su hermana, entonces Lauren la suelta lentamente, ella y Kea se alejan dejando a Loran confundida.

-Quiso lastimarte. –habla él serio.

-Sí, las tres hacen eso desde que éramos niñas. –le cuenta tocando su cabello.

Todos en la fiesta tienen su mirada puesta en Lauren ya que es la única que no tiene disfraz, pero un poco de la atención es robada por Zariam quien entra por la puerta, tampoco lleva disfraz.

-Ahí esta ella. –Lauren camina hacia ella para darle la bienvenida pero en un momento se tambalea al tener ese tacos altos negros –Viniste sarnosa.

-Claro, sar… digo cucaracha rubia. –la saluda muy descortésmente -¿Dónde está la comida? –pregunta cruzándose de brazos.

-Lo siento, no hay pizza con hongos para ti. –se lamenta haciendo una mueca.

-Ja ja que graciosa.

A Kea le aparece extraño todo este asunto, ¿Por qué no llevan disfraces?  Se pregunta.

Zariam se pone sus audífonos para no escuchar la música que Dj coloca y se sienta en un rincón apartado con sus pies levantados sobre una mesa.

 -No quiero ver a esa en mi fiesta. –refunfuña Lauren molesta volviendo con Kea.

Mientras ella toma un refresco y él devora discretamente unas rosas, alguien inesperado entra por la puerta…

Entra una persona vestida con una túnica negra y desgarrada, una capucha cubre su rostro y en su mano derecha lleva una gran hoz parecida a la de Dan, todos los presentes lo aplauden por el excelente disfraz, esa persona camina hacia Lauren y a cada paso una neblina densa cubre el piso.

-Ja, es un tipo disfrazado de la muerte. –dice Lauren sin miedo. En ese momento Kea se da cuenta de algo que estuvo frente a él todo el tiempo –Tú no eres Lauren.

 -No. –responde sonriendo.

-Y ese es… -balbucea teniendo a la muerte frente a ellos.

-No, Dan nunca vendría aquí. –dice la falsa Lauren.

-¿Quién dice que no? –habla Dan quitándose la capucha, sí es él.

-¿Qué haces aquí? –le pregunta Kea estando algo tenso.

-Es una fiesta ¿Acaso no puedo divertirme?

-No buscas diversión. –dice él desconfiado.

-Tienes razón, cuando la fiesta se termina algunos mueren atropellados o por sobredosis. Pero no vine solo a eso. –Dan dirige su mirada hacia la joven que acompaña a Kea y se muerde el labio. –Me encanta tu disfraz de muñeca, te vez muy sexy. –sonríe de costado.

En ese momento Zariam busca a Ariel entre la multitud hasta verlo en la barra, ella cruza la pista y se sienta a su lado.

-Hola Ariel. –Zariam lo saluda.

-Hola. –responde tomando un vaso de agua. Ella lo mira de pies a cabeza y sonríe –Que guapo te ves con trajecito.

-Ah. –Él se atraganta con el agua y tose un poco –Tú no eres Zariam. –dice serio.

-No, no lo soy.

Unos minutos después, Lauren toma un micrófono y llama la atención de todos los presentes estando en medio de la pista.

-Quiero agradecerle a todos por venir a mi fiesta. –anuncia ella.

-¡Un asco de fiesta! –interrumpe Zariam teniendo un vaso de cerveza.

-Soy la más popular de la escuela gracias a ustedes. –continua tratando de no hacer caso a la provocación pero Zariam insiste -¡Solo porque te pudres en plata!

-¡Zariam! –Se la acaba la paciencia –Ven aquí y arreglaremos nuestros problemas. –la reta molesta.

Zariam termina de tomar la cerveza y suelta un eructo –Me parece bien. –acepta levantándose y caminando hacia la pista.

Todos hacen un círculo alrededor de ambas esperando que la pelea inicie. Se encuentra frente a frente desafiándose con la mirada… entonces Zariam toma con fuerza el cabello de Lauren quien copia su acción y ambas jalan con fuerza quitándose las pelucas que llevaban, en ese momento todos quedaron sorprendidos al ver que cambiaron lugares, esos eran sus disfraces y cada una estaba imitando a la otra.

-Eso fue una sorpresa para todos ustedes ¿No? –habla Zariam.

-Gracias por venir a mi fiesta. –dice Lauren arrebatándole le micrófono –Disfruten.  –sonríe.

-Wau… esos fueron los disfraces más originales que vi. –habla Ariel.

-Engañamos a ambos. –presume Zariam.

-Al principio. –admite Kearrents rascándose la nuca.

-A mí no, nadie puede engañarme. –interrumpe Dan, cuando la verdadera Lauren lo ve se asusta y se esconde detrás de Kea.

-Ahora sí pareces la muerte. –habla la verdadera Zariam.

-No me gusta, esta pasado de moda. –Dice y su ropa cambia por completo, tiene los mismo jeans roto de antes con un buzo negro con capucha pero conserva la hoz –Así está mejor ¿Te gusta Zariam? –sonríe engreídamente. Ella roda los ojos cruzándose de brazos.