Capítulo 3: El secreto

Kim abrió bruscamente la puerta de la habitación de Shelly.

Kim: ¡AAAAAA!

De la cama la miraban asombrados Shelly y un chico guapo. La posición de sus cuerpos y la ausencia de ropa no dejaban mucho espacio a la imaginación.

Kim: -Entendió por qué Shelly gemía- (Ups...)

Shelly: ¡Oh!

Muchacho: -Se enderezó con arrogancia y se volvió de cara a la puerta- ¡Bueno, hola!

Kim: Yo...creo que me voy. (¡¡Dios mío, que incómodo!!)

Shelly: ¡Sí! ¡Y cierra la puerta!

Muchacho: Anda, no hay que ser tan grosera. ¿Oye, bonita, no quieres juntarte a nosotros?

Kim: -Se congeló en el umbral y dijo en voz baja- Esto no me interesa.

Muchacho: ¿Por qué eres tan aburrida? Vamos a divertirnos.

Kim: No quiero. Shelly, estaré en la habitación. Si pasa algo, llámame -salió y cerró la puerta detrás de sí- (me gustaría saber si continuarán)

La chica arrimó la fregona a la pared y se tumbó en el sofá.

Kim: (Que cansada estoy)

Desde el cuarto se oía una discusión incomprensible. ¡BAM! Algo cayó al suelo con ruido.

Muchacho: ¡Au!

Kim: (Han pasado a la artillería pesada)

Shelly: ¡Basta ya!

Kim: ( Ooo, no la vi tan irritada desde hace mucho)

Shelly: ¡Tú! ¡Lárgate!

Muchacho: ¿Por qué yo?

Shelly: ¡Vete!

El chico cogió enfadado sus cosas y salió. ¡BAM! La puerta se clavó en el marco con un estrépito horroroso.

Shelly: ¡Tengo que beber algo! -mira a Kim- ¡Prepárate, vamos al bar!

Kim: ¿Ahora?

Shelly: ¡Sí! ¡Te digo, prepárate!

Kim: (Okeeeey...)

Shelly: ¡¡¡¡Ooooo!!!! ¿de dónde has sacado este vestido?

Kim: Lo compré hace poco.

Más tarde en el bar Shelly comía enfadada una bruschetta. Su cara mostraba todavía enfado.

Shelly: ¡Eh!

Kim: Shelly, ¿Por qué suspiras?

Shelly: ¡Por la tarde estropeada! ¡¿Para qué has irrumpido en mi habitación?!

Kim: Yo...me he puesto nerviosa. Me has llamado tantas veces, y después no contestabas.

Shelly: ¡Te quería advertir sobre mi invitado!

Kim: No sabía qué pensar. Y después he entrado en el piso y he oído como gimes.

Shelly: ¡Y bien, ya sabes, cómo es esto! ¡Aquí-allá, todo eso!

Kim: ¡He pensado que había un ladrón en el piso!

Shelly: ¡No, solo era Remi! -se volvió de repente seria- lo que me interesa... ¿es dónde estuviste? ¿Más bien, con qué estabas ocupada, que no contestabas al móvil? ¡Pensaba que te habías quedado en casa, porque te sentías mal!

Kim: (Que hacer...Shelly es mi amiga, vivimos juntas. ¿Cuánto tiempo podré mentirla? ¿Y lo más importante, merece la pena?) Yo...me asignaron a una tarea.

Shelly: ¡¿QUEEEEEE?!

La gente de las mesitas vecinas miró con desaprobación a las muchachas...

Kim: No grites así.

Shelly: ¡En qué sentido, no grites! ¡¿Y cuándo te la han asignado?!

Kim: Hace poco.

Shelly: ¡Hace poco! ¿O es que has venido aquí especialmente para esto? ¡No es asombroso que pasamos tan poco tiempo juntas! ¡Tu tiempo simplemente no es para mí! ¡Y no contestas al teléfono, porque a ti simplemente te da igual mi persona!

Kim: Shelly...Eso no es así. He venido a visitarte y no sabía que resultaría así.

Shelly: ...

Kim: Sí-sí, lo sé...No suena conveniente, pero es la verdad.

Shelly: ¡¿Y ahora qué?!

Kim: Prometo que cada minuto libre que tenga será tuyo.

Shelly: ¡¿Y qué tarea es?!

Kim: (¿Puedo contarlo todo? ¿Mas bien, cuánto daño puede hacer lo que Shelly sabe?) Bueno, estoy investigando un asunto bajo cubrimiento.

Shelly: ¡¿Qué asunto?!

Kim: No puedo contar a nadie los detalles.

Shelly: ¡Nooooo! ¡Cuéntame, tengo curiosidad!

Kim: Shelly, la confidencialidad no es porque sí. Ya he dicho más de lo que podía. Sí, y si me ves por la ciudad no te acerques a saludarme. Esto puede dañar mi misión.

Shelly: ¡¡¡Sabes que!!!!

Kim: No te ofendas. No quiero que corras peligro.

Shelly: Estoy cansada. ¡Vamos a casa!

Kim apretó los hombros y se levantó de la mesa...Las chicas entraron en el piso y se separaron por sus habitaciones.

Kim: (Mañana es mi primer día en el papel de socorrista. Tengo que prepararme) -escribió en el buscador "Cuales son las obligaciones de los socorristas"- (Bueeeno...Sé nadar y cuidar de los que se bañan no debe de ser muy difícil. ¿Pero cómo puedo prevenir a los nadadores sobre el peligro? ¿Gritarles, o qué?)

Tras algunos minutos de búsqueda, la chica encontró la información necesaria.

Kim: (Ajá, así que esto se hace por medio de las banderas de las torres. Cuando el peligro es muy grande, para los que se bañan suspenden una bandera roja con un nadador tachado. Y después como el semáforo, rojo, amarillo y verde. Verde para las condiciones más favorables y también hay el violeta para cuando en el agua hay animales marítimos peligrosos...)

La chica se quedó dormida sin darse cuenta, al día siguiente Kim entró corriendo en el Estado mayor de la patrulla de playa.

Kim: (Casi las ocho. ¡No hay que llegar tarde! ¿Y dónde tengo que ir ahora? ¡Zoe no me ha dicho dónde exactamente pasa la reunión de trabajo! Será mejor esperar aquí que deambular por el edificio, Zoe me encontrará seguramente) -esperó un poco y después un poco más y más- (Sí...Parece que se han olvidado de mí) -se dirigió dentro del edificio-

Zoe: ¡Oye! ¿Qué haces aquí?

Kim: Busco la oficina donde pasa la reunión de trabajo.

Zoe: ¡Oh! No te lo he dicho, ¿verdad? Perdona. Eso, de echo, está en otra parte –abre una puerta- pasa.

Kim entró en una habitación espaciosa. En la habitación había cuatro personas. Dos chavales desconocidos, una chica frágil y Jake.

Kim: Hola a todos.

Chico: ¡Ooooo, vaya pajarito que ha entrado volando a visitarnos!

Chico pelirrojo: ¡Hola!

Chica frágil: ¡Hum!

Chico pelirrojo: ¡Jesús, Chloe!

Chloe: Yo no estornudé.

Jake: -A Kim- Has llegado tarde.

Kim: Lo sé.

Jake: -Se volvió hacia los presentes- bueno, Ryan está hoy en la tercera torre.

Ryan: ¿Por qué? ¡Estoy siempre en la primera!

Jake: Hoy allí estarán Zoe y Kim.

Por la habitación pasó rápidamente un susurro de asombro.

Zoe: Pero... ¡Es el sitio más peligroso!

Jake: Y bien, te has ofrecido sola a cuidar a esta chavala –apunto con desprecio a Kim- como perfectamente sabéis, el viento nos ha traído recientemente a unas medusas portugueses. Por suerte, la corriente ha solucionado casi este problema. Aun así, tenemos que recordar los métodos de prestar los primeros auxilios en caso de quemaduras. ¡Ryan!

Kim: (Es curioso, qué peligro tan grande hay sobre aquella primera torre...)

Ryan: ¿Qué?

Jake: Tú eres el que más sabe sobre las quemaduras, cuéntanos sobre esto.

Ryan: Y bien, el vinagre no ayuda. Hay que lavar la quemadura con agua marina caliente. Así que tengan la tetera a mano.

Kim: -Se inclinó ligeramente hacia a Zoe y le hizo en voz baja la pregunta, que le interesa- ¿Qué es tan peligroso en la primera torre?

Zoe: -Le contesta en voz baja- Entiendes, allí hay un muelle.

Kim: No entiendo. ¿Le pasa algo al muelle?

Zoe: No, no le pasa nada. Él protege el paso al puerto, pero por su culpa en la playa apareció una corriente de vuelta.

Jake: ¡Zoe!

Zoe: -Se estremeció- ¿De verdad?

Jake: ¿Qué bandera debemos suspender, cuando tenemos invitados?

Zoe: La violeta.

Jake: -Apenas sonrío, con aprobación- ¡Kim! Dime en orden correcta las otras banderas de advertencia.

Kim: ¿Y cuál es el orden correcto?

Jake: -Solo tosió-

Chico pelirrojo: Nosotros las solemos numerarlas empezando con las amenazas más fuertes, hacia las más débiles.

Jake: ¡Kaleb!

Kim: (Menos mal que ayer me he preparado. Recuerdo perfectamente: rojo con el nadador tachado, rojo, amarillo y verde. Es el momento más oportuno de poner a Jake a su sitio) Esto es sencillo...Rojo con el nadador tachado, rojo, amarillo y verde.

Jake: ¡Oh, así que hay esperanza! Puede que hasta no mates a nadie en tu primer día de trabajo.

Kim: ...

Ryan: Relájate, pajarito, es su manera de alabarte. No son conocimientos malos para un novato, ¿verdad, Jake?

Chloe: Ryan, ¿por qué la defiendes? Aquí somos todos iguales, ¿acaso no es así?

Kaleb: Pero algunos son más iguales que otros.

Ryan: ¡Chloe, cariño, relájate! Hace poco tu misma eras verde, apoya a la nueva.

Chloe: ...

Jake: Kaleb, tú estás en la segunda torre, Chloe en la cuarta. Es todo para hoy, que tengan buena guardia –abandonó rápidamente la habitación-

Zoe: ¡Oh, diablos! ¡He olvidado advertirte que tomes la crema solar!

Kaleb: Me quemo fácilmente, por eso siempre llevo una reserva.

Kim: ¿La compartirás conmigo?

Kaleb le tendió a la chica la crema y sonrió con timidez.

Zoe: Vamos, elegiré un uniforme para ti.

Ryan: Pero por qué tenéis tanta prisa, hay todavía tiempo para charlar.

Kim: ¿Y sobre qué charlar?

Ryan: ¡De dónde ha llegado tal pajarito, por ejemplo!

Chloe: ¡Pero a quién interesa esto! -tomó con fuerza a Ryan bajo el codo y lo arrastró consigo- ¡Tienes que agarras siempre cada falda!

Zoe: Bueno, que decía... ¡Ah, sí! El uniforme.

Kim: ¿Tenemos que ir al almacén?

Zoe: Yo iré seguramente al almacén, y tú mejor espérame fuera. Allí hay muy poco espacio y mucho polvo.

Zoe entro en el almacén, y Kim se quedó fuera. Pasaban los minutos, y Zoe no salía.

Kim: (¿Puede que se la haya comido el monstruo del polvo? Me duelen los pies...) -se apoyó en la puerta-

La puerta no estaba cerrada. Kim se sometió fácilmente y ella casi entró rodando en la habitación.

Kim: (Ups. ¿Y quién es el que no sabe cerrar la puerta?)

Desde la puerta se notaba que era la oficina de alguien. En los rayos de luz volaba el polvo, en las paredes colgaban diplomas y certificados en cantidades prácticamente indecentes. En la silla colgaba una blusa blanca con la inscripción roja: "Socorrista".

Kim: (¿Será de veras la oficina de Jake?) -entró y cerró la puerta, se dirige decidida hacia la mesa- (Sea quien sea el dueño de esta oficina, seguramente tiene secretos y las cerraduras de los cajones son muy débiles. Vamos a ver...)

Kim tomó de la mesa unas tijeras y metió uno de los cortes en la cerradura. La sacudió, hurgó un poco y el pestillo se abrió.

Kim: (¿Qué tenemos aquí?)

En el cajón del escritorio había una pila de cheques de salario.

Kim: (¿Quién guarda los cheques en el trabajo?) -examina el cheque superior de la pila- (Destinario-Jake Brown. Así que esta es realmente la oficina de Jake...Algo de este cheque no me gusta.) -lo observa atentamente- (Por el trabajo de consultante, ¿y sobre qué Jake podría ofrecer consultas? ¿Sobre alguna cosa de salvamento? El pago es extremadamente grande para el trabajo de socorrista. ¿Entonces para qué le han pagado tanto?) -suspiró y cerró el cajón- (es una pena que no pueda preguntar directamente)

La mirada de Kim se detuvo en algo que estaba en la mesa, era una fotografía, en la foto, Jake sonreía, agarrando de la mano a una chiquilla de unos diez años.

Kim: (Pero que despreocupado parece aquí y esta, por lo visto, es su pariente. Puede ser su hermana, las caras son bastante parecidas) -luego notó bajo el marco un trozo de papel colorido- (¿Y esto qué es?) -tomó con precaución el trozo de papel en las manos y lo miró- (que papel tan extraño...Se parece al de los anuncios y folletos)

Sobre el trozo de papel había algo escrito con una escritura rápida e incomprensible.

Kim: (¿Trabajo, 2100, piño? Bueno, con el trabajo está claro, ¿2100 es una dirección, una fecha o una hora? Hum, es poco probable que alguien planee algo para el siglo 22) -inclinó ligeramente el trozo de papel hacia la luz y vio dos puntos apenas visibles, casi unidos- (entonces es la hora, 21:00. Queda la última palabra. Piño, piño... ¿puede ser la piña? ¿Jake vende fruta? O.... ¿Es un establecimiento? Tengo que comprobarlo.) -tomó su teléfono- (El club "Piña", espectáculo vivo cada tarde... 4,6 estrellas, no está mal) ¿Pero qué trabajo puede tener Jake allí? ¿Puede que sea barman?

Zoe: ¿¡Qué haces aquí?!

Kim: Yo... -escondió rápidamente e imperceptible el trozo de papel en el bolsillo-

Zoe: ¡No tiene importancia! ¡Tú no estabas aquí, yo no vi nada! Vamos, tenemos que pasar un día entero sobre la torre –tomó a Kim por la mano y la sacó al pasillo- toma, prueba.

Kim: Me siento como un superhéroe.

Zoe: -Asintió contenta- Te queda genial. Como un guante.

Más tarde Kim y Zoe estaban en la torre. De la arena encanecida, el calor rodaba en ondas. El ruido del oleaje adormecía.

Kim: (Estoy aburrida. Hay que animarse) ¿Escucha, y Jake tiene esta actitud hacia todos los novatos o hacia mí en especial?

Zoe: -Sonrió ligeramente y apretó los hombros- Entiéndelo, no es porque seas nueva. Jake generalmente tiene una actitud difícil hacia los ayudantes potencialmente incompetentes.

Kim: Yo soy competente.

Zoe: Él es un incrédulo.

Kim: ¿Simplemente incrédulo?

Zoe: Bueno... No. ¿Has visto la foto en su mesa?

Kim: Sí.

Zoe: Aquella muchacha es su hermanita. Hace unos años tuvieron un accidente con el coche. Jake se libró, pero su hermana se rompió la columna vertebral.

Kim: Ou.

Zoe: Y mientras esperaban la ambulancia, la gente pasajera decidió ayudar y poner a la muchacha más cómoda y la paralizó.

Kim: ...

Zoe: En general, tendrás que demostrarle durante mucho tiempo que eres buena para el papel de socorrista.

Kim: ¿Y qué pasa con ella ahora?

Zoe: Su familia no es rica, el padre los dejó después del accidente. La madre cuida de la hermana. Y Jake tiene siempre unos cuantos trabajos.

Las dos chicas se callaron. Una nube tapó el sol. Kim tembló friolero.

Kim: ¿Le contarás a Jake que he estado en su oficina?

Zoe: No. Necesitamos personas, y tú eres una buena opción. Solo que...Por favor, POR FAVOR, no lo hagas nunca más.

Kim: Gracias, Zoe.

Zoe: -Sonríe ligeramente-

Las chicas charlaron durante mucho tiempo sobre nada. El sol bajó y en la playa no pasaba nada.

Zoe: Puedes irte, hemos acabado la guardia. Mañana te espero de nuevo en el estado mayor.

Kim: ¿A las ocho?

Zoe: Sí. Que tengas buena tarde.

Kim: Hasta mañana -se va- (me gustaría saber si Shelly se ha despertado...)

Kim entró en el piso.

Kim: ¡Shelly!

Nadie le contesto.

Kim: (Se habrá ido a alguna parte, o que. Tal vez estaría bien llamarla...) -sacó su teléfono y llamó a Shelly. Después de una larga espera, por fin, Shelly contestó-

Shelly: ¡Hola! ¡Estoy ocupada, llegaré tarde, hablaremos en casa!

Kim: Oooo.

Shelly: ¡Hasta luego! -colgó-

Kim: (Fíjate. Por lo visto, ha pasado algo, No quiero pensar en esto, me lo contará. Espero...Tengo que cambiarme, no puedo ir allá en ropa de socorrista)

La chica se guiñó a sí misma en el espejo.

Kim: (Justo lo que se necesita para un club) -se va del piso- (Aquí está la Piña)

La chica salió del taxi y entró decidida al club.

Kim: -Buscaba con la mirada un sitio libre- (no se ve nada mal, bastante digno)

A pesar de la hora relativamente temprana, prácticamente no había mesas libres...De repente alguien se chocó con la chica.

Kim: ¡Au! ¡Cuidado! -se dio la vuelta y vio a una chica guapa y elegante-

Muchacha: -Le sonrió encantadoramente- ¡Perdona, monada! Estaba mirando tu vestido y no he notado tu bonita carita, ¿quieres que te invite a una bebida?

Kim: Gracias, pero no estoy aquí para esto.

Muchacha: Aaaaaa...¡Bueno, diviértete, monada! -la saluda con la copa y desparece en la muchedumbre-

Kim: (Anda...) -notó un sitio libre cerca del pasillo- (un rincón tranquilo) -miró a su alrededor- (por ahora, nada especial. Y Jake no se ve en ningún lado...)

La música paró y los rayos de los sofitos se concentraron en un punto. En la mancha de luz había un portavoz.

Portavoz: ¡Y ahora! ¡El momento, que todos vosotros esperabais! ¡En el escenario...El Priiiiincipe Melocotón!

La muchedumbre estalló en ovaciones.

Portavoz: ¡Con su nuevo programa...La cesta de frutas!

Al escenario salió con delicadeza un chaval en traje extravagante. Los cinturones de cuero apretaban con fuerza su cuerpo musculoso, y la máscara brillaba en los rayos de los proyectores. El príncipe Melocotón echó una mirada penetrante a las personas de abajo.

Príncipe Melocotón: ....

Empezó a sonar la música y el chico empezó a bailar y a desvestirse.

Kim: (Así que es un club de striptease. Fenomenal) -el bailarín le parecía conocido, miró al escenario con más atención- (él me recuerda a alguien)

El príncipe Melocotón se quedaba con destreza al borde del desnudamiento completo. Su piel brillaba bajo los rayos de los sofitos.

Kim: (Debo reconocer que se mueve perfectamente)

La actuación acabó y la gente estalló en exclamaciones aprobatorias. La música empezó otra vez y las personas en la pista de baile empezaron a pillar el ritmo.

Kim: -Examinaba a la gente- (Por ahora, nada interesante, bueno, excepto la actuación estupenda del Príncipe Melocotón. Bueno, su nombre...) -su mirada se enganchó en algo- (¿Qué tenemos aquí?)

En la sombra del pasillo dos hombres muy sospechosos se apretaban las manos. Se veía que tenían algo en las manos.

Kim: (Vender droga con tanta insolencia, venga ya)

Después de esto, el primero se quedó en su sitio. El segundo, mirando convulsivo a todas partes, fue hacia la pista de baile. En su calle se abrió una puerta, con la que casi chocó. Por la puerta se asomó el Príncipe Melocotón. Ellos intercambiaron unas palabras y el Príncipe Melocotón salió al pasillo. El segundo despareció en la muchedumbre de la pista de baile. El Príncipe lo acompañó con una larga mirada, y después se acercó al primero, le tendió algo y empezó a hablar con él.

Kim: (¿Qué posibilidades hay de que este bailarín sea simplemente muy cortés? Cero) -se levantó decidida de su mesa y se dirigió hacia el pasillo, piensa en una forma de acercarse hasta que se le ocurre una idea- (A una chica borracha nadie le presta atención en un club. Les preguntaré dónde está el aseo o algo parecido. Solo tengo que andar como es debido) -tambaleándose, avanzó por el pasillo- (solo se puede envidiar mi talento de actor) -en ese momento su pie se dobló- (¡malditos tacones!)

La chica intentó mantener desesperadamente el equilibrio y casi que cayó, cuando unas manos duras la sostuvieron.

Kim: ¡Oh!

Príncipe Melocotón: ¿Estás bien?

Kim: (¿De dónde te conozco?)

El bailarín miró con atención la cara de la chica...Y se echó a correr por el pasillo.

Kim: (¡Oooooh!) -se echó a correr detrás de él- ¡para!

Pero él no pensaba pararse. El Príncipe pasó rápidamente a lo largo de los aseos, llegó a la salida de emergencia y despareció detrás de la puerta.

Kim: (¡Diablos!) -aceleró el paso y saltó detrás de él-

En el callejón estaba oscuro y no había nadie. Aguantando la respiración, la chica avanzaba con precaución por el callejón. En el callejón había un silencio sospechoso. Y luego...Kim pisó sobre algo firme.

Príncipe Melocotón: !!!! -salió de su escondite y se echó a correr por el callejón oscuro-

Kim: (¡Mierda!)

La chica se echó a correr detrás de él. La distancia entre ellos se reducía despacio, pero constante.

Kim: ¡Jaaaaa! -consiguió agarrar al bailarín por el cinturón del traje-

El bailarín se removió, intentando liberarse, pero la chica lo sujetaba con fuerza.

Príncipe Melocotón: ¡Suéltame!

Kim: ¡Sí, sí, ahora mismo! -extendió la mano y le quitó la máscara de la cara-

En la poca luz de los faroles la chica entendió enseguida a quién le recordaba el bailarín.

Kim: Ou.

Jake: ...

Kim: Así que eres el Príncipe Melocotón...

Jake: ¡¿Y a ti que más te da?! Y suelta ya está maldita correa.

Kim: Oh, pero no he acabado de hablar contigo.

Jake: Suelta, estropearás mi traje, y es caro. No vale la pena huir más, ya lo sabes todo.

Kim: Sí, sé que eres un bailarín de striptease y vendes droga en los clubs.

Jake: ¿Drogas? ¡¿Estás loca?!

Kim: ¡Lo vi todo! En el pasillo, hablaste con un tipo sospechoso y le estregaste algo.

Jake: Le he devuelto una deuda.

Kim: ¿Una deuda de sustancias ilegales?

Jake: ¡No! Él me prestó medicinas regulares.

Kim: -Se acuerda de la hermana de Jake- (claro, su hermana...) ¿Por qué huías entonces?

Jake: Temía por mi incógnito. Tengo demasiados trabajos.

Kim: ...

Jake: ¿Y qué quieres de mi exactamente?

Kim: -En ese momento se le ocurrió una idea excelente- (¿Y si lo reclutó? Otro par de ojos no estaría demás. Además, puede que él me dejará en paz, por fin) Oh, nada especial, pero necesito tu ayuda. No te preocupes, no le contaré a nadie sobre tu secreto.

Jake: -Mira callado a la chica- ¿Y en qué puedo ayudarte?

Kim: Primero prométeme.

Jake: ¿Me quieres arrastrar a algo ilegal?

Kim: Claro que no, todo es legal y oficial. ¿Entonces me ayudarás?

Jake: Dímelo ya, en qué quieres que te ayude.

Kim: En mi investigación. Investigo un asunto sobre drogas, bajo cubrimiento. (Y sobre que soy un agente del FBI, él no tiene que saber nada en absoluto)

Jake: ¿Bajo cubrimiento?

Kim: ¿Y para qué crees que quiero trabajar de socorrista?

Jake: Sabía que solo nos traerías problemas.

Kim: Necesito información y un par de ojos adicionales, nada difícil y criminal. Y no te meteré en problemas, te lo prometo.

Jake: -Sonríe calurosamente por alguna razón- bien, te ayudaré, ¿Qué opciones me quedan?




CONTINUARA.... 

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