9.

--Majestad, ¿no quiere algo mas?--. Kagami alzó la mirada hacia la Reina, esperando silenciosamente que dijera que si.

Una mujer de su edad debía comer mas, haciendo cuentas había notado que Marinette comía tanto como lo había hecho Longg a los seis años. ¿Qué no se daba cuenta del cambio en su dieta?, ¿qué no sabía que "enfermo que come no muere"?.

Aún sabiendo eso, Kagami no debería decirle nada. Marinette había demostrado ser amable, y así mismo era conocida por ser justa. Pero su presencia seguía intimidándola, y con razón, con una pequeña orden Marinette podría fácilmente acabar con ella.

Las dos no estaban en la misma página, y por lo mismo lo mejor para Kagami era aceptar todo tranquila. Después de todo no le pagaban para preocuparse por los hábitos alimenticios de la monarca.

--No gracias, no tengo mucho tiempo--

--¿Alteza está segura?, un poco de fruta sería un buen postre--. Eso no evito que la molestia siguiera ahí, así que quiso insistir un poco mas.

Mientras preguntaba se encontraba parada en frente de la monarca, quien la observaba desde su posición sentada. Donde ambas intercambiaron miradas, con la japonesa esperando la respuesta de la azabache contraria.

--El postre suena bien, pero realmente no tengo hambre--. En el momento en que Marinette respondió, su estómago vibro indicando lo contrario. A lo que Kagami enarcó una ceja inconscientemente, y Marinette se lamentó mentalmente. --De todos modos no tengo tiempo, y la merienda será pronto--

--La merienda será dentro de siete horas, Majestad--. Agregó suavemente Kagami, manteniendo la mirada unida con la de Marinette.

La misma que empezaba a sentirse extraña respecto a esa mirada.

No era gélida, ni cálida, o neutral. Parecía estarla fulminando, pero no realmente, y solo la miraba sin inquietarse o moverse. Era como ser regañada sin ninguna palabra, como lo habría hecho su madre en alguna reunión en donde se pasara de graciosa.

Bueno, no del todo. Sabine era mas expresiva, y mas obvia. La mirada de Kagami era mucho mas relajada, e incluso podría ser que solo era Marinette la que sobredimensionaba la situación.

Sea como sea, ya pasaron algunos minutos y debía responder.

--Podría comer un poco de fruta--. Marinette se sintió un poco cohibida mientras cedía, sobre todo por la mirada de Kagami. --Aunque tendría que ser rápido, me falta terminar algunos documentos--

Aún así no iba a dejar de lado su punto, tenía poco tiempo. Además, era la gobernante, no tenía sentido intimidarse por alguien que probablemente solo la miraba.

--Esta bien, se la traigo de inmediato--. Aunque cuando la mirada de Kagami cambió a una mas suave, se relajó considerablemente.

--Gracias--

Kagami salió tranquilamente de la habitación, agradeciendo mentalmente que la Reina haya cedido y comiera algo extra. No estaba segura si era por el hambre que ya traía, o algo más, pero no le importaba mientras que se alimentara bien.

Marinette por su lado sintió como sus mejillas ardían levemente, avergonzada de sentirse extraña por la mirada de la criada.

*

*

*

Marinette tarareó para sí misma mientras comía las frutillas que Kagami le trajo, disfrutando del sabor dulce y la sensación de llenar finalmente su estómago. 

Debía admitir que la idea de Kagami fue muy buena, aún cuando se sintió como una niña regañada por su mirada. Aunque por otro lado, eso significaba que la campesina se preocupaba por ella.

Eso la hacía feliz.

--Kagami, ven acá--. Dijo Marinette, dándole una señal a la mencionada.

Pese a su alegría frente a importarle a Kagami, quería una pequeña venganza por avergonzarla. Aun cuando la muchacha probablemente no lo hizo a propósito, y Marinette solo estaba siendo sensible.

--¿Si, Alteza?--. Kagami obedeció con su serenidad habitual.

La japonesa estaba conforme con como terminó la cosa, con Marinette comiendo algo extra que supliría (mas o menos) la porción faltante. Así que por hoy podría continuar con su trabajo sin preocuparse por la alimentación de Marinette.

Aunque ahora debería preocuparse por la expresión de la azabache menor.

No era agresiva, o cruel, o nada que indicara molestia. Era una media sonrisa con la mirada profunda de siempre. Sin embargo, había un brillo nuevo en ese azul cielo.

No lo podía identificar, por lo que asumiría que no era nada malo.

--Toma una fresa--. Tarareó Marinette cuando Kagami ya estaba cerca de ella, tomando ella misma una de las frutas para ofrecérsela. -- Adelante, son deliciosas--

Kagami estaba por negarse, después de todo acababa de limpiar las estanterías y tocar la comida con sus manos no era nada higiénico. Además, tomar la comida de un noble no era algo correcto para alguien como ella.

Con lo que no contaba era que la mujer mas joven colocara la frutilla directamente en sus labios. De manera que parecía como si le estuviera dando de comer.

--¿No me aceptaras la fruta?--. Preguntó Marinette, sonriendo suavemente. 

Era obvio que la criada no se esperaba esto, por lo que Marinette esperaba sacar aunque sea una mínima mueca de sorpresa. Y lo consiguió, puesto que la contraria abrió sus ojos mas de lo usual, y su boca se abrió levemente.

Era un expresión nueva, y hermosa. Se veía tan inocente que Marinette se tuvo que concentrar para no ser ella la sonrojada.

Kagami se limitó a tomar torpemente la fresa, permitiendo que la mas alta empujara la fruta en su boca. Para luego masticarla, sintiéndose extraña con respecto a lo que pasaba.

Y confundida, pero eso era usual cuando estaba con Marinette.

--Muchas gracias--. De todos modos agradeció educadamente, cruzando su mirada nuevamente con la Reina. Quien le ofreció esa sonrisa ladina de nuevo.

--No fue nada, ¿gustas otra?--. Marinette se levantó de su silla fácilmente, tomando otra frutilla en su mano y acercándola de nuevo a la boca de Kagami. La misma que esta vez lo aceptó mas fácil, comiendo tranquilamente la fruta. --Veo que si--

La japonesa se estremeció inconscientemente por el tono bajo que Marinette utilizó. Se sentía algo.. ¿travieso?, no lo podía describir bien.

--¿Mas?--. Kagami notó otra fresa de los dedos de la noble, entendiendo que quería seguir "alimentándola"

Sea como sea, volvió a tomar la fruta. Concentrándose en no rozar accidentalmente con los dedos de Marinette, ya que esta fresa era mas pequeña que las demás.

Por supuesto, la ojiazul se dio cuenta de esto.

--¿Son buenas, no?--. Mientras decía eso Marinette empujó sus dedos en la boca de la asiática, dejando la frutilla en la misma.

--Uhm, si--. Las mejillas de Kagami se sonrojaron de inmediato, sintiéndose torpe y pequeña en comparación de la Reina. Lo que era muy obvio siempre, pero no lo tenía tan presente como ahora. --Gracias, Alteza--

Pero antes de cualquier sentimiento de vergüenza o algo así, estaba ser educada. Porque tenía que seguir pagando cuentas, y seguramente la Reina solo estaba jugando.

--De nada, Kagami--

Un juego que no entendía, bueno, ella no entendía del todo a la monarquía. Así que probablemente era ella.

*

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Resumen del capítulo: situaciones que estuve pensando pero no terminé de organizar, y al final me valió y lo hice.

En fin, espero que les haya gustado. Duerman temprano, y hagan sus tareas.

(No sean como yo)





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