25.

Longg observó con cautela los pasillos de su estadía, moviéndose lo más cuidadosamente que pudo por ellos para llegar a la habitación de la reina.

En realidad estaba buscando a su 'Kāsan, era hora de ir a dormir y cómo estaban en un lugar desconocido preferiría hacerlo con toda su familia. No la encontró en ningún otro lugar, así que supuso que estaría con la reina, pues parecían llevarse bien.

Ya llevaba un buen rato andando, el sitio era gigante y no ayudó que la mayoría de la gente ahí lo ignorara. Por suerte, aún existía gente educada y una señorita le indicó hacia donde ir.

Ahora su problema era que, a juzgar por la cara de los guardias, no era bienvenido en la habitación real.

--¿Qué haces aquí niño?--. Gruñó uno, inclinándose.

No se asustó con eso, la abuela siempre dijo que tenía que ser valiente y él había visto cosas peores 

--Vengo a ver a mi madre, la Sra. Tsurugi--. De todos modos, cuadro sus hombros con firmeza.

--¿Tsurugi?, ¿la dama acompañante?--. El otro hombre habló, luciendo menos agresivo que el anterior. Ante su asentimiento, agregó desairado. --Que pena, parecía disponible--

Longg no tardó en fruncir el ceño, la audacia de este hombre, probablemente ni siquiera vio a su madre más de un minuto.

El guardia anterior, notó su molestia, y río entre dientes. --No te molestes hombrecito, es un cumplido a tu mami--

Antes de que pudiera decir algo, la puerta se abrió de repente.

--¿Qué está pasando aquí?--. La voz de la reina emanaba poder, junto a una leve molestia, era intimidante.

Era la primera vez en el viaje que veía actuar a la gobernante como la describían en su pueblo, le pareció curioso que haya tardado tanto en hacerlo.

--Nada, majestad--. Corearon como loros los guardias, retomando su postura rígida inicial.

--¿Qué haces aquí, jovencito?, deberías estar acostado--. 'Kāsan se asomó detrás de Marinette, avanzando hacia él.

Aceptó ser cargado de inmediato, aferrándose a Kagami. --No puedo dormir si no estamos todos juntos, aquí es extraño--

--En ese caso será mejor que ambos vayamos a la cama--. Le sonrío suavemente, frotando sus frentes.

Longg celebró mentalmente, por fin podrían ir a descansar y dejar de lado a desconocidos entrometidos.

--Veo que ya es hora de que descanses Kagami--. Marinette se dirigió a ellos, suavizándose en tiempo récord.

Su madre y ella intercambiaron un par de palabras después, probablemente se estaban despidiendo o algo así. No le importó mucho el contenido de su diálogo, sino el tono del mismo.

Como ya había evidenciado antes, se tenían confianza. No dejaba de llamarle la atención el hecho de que la noble parecía apreciar mucho a su mamá, siendo amable con ella todo el tiempo.

Al parecer era un tratamiento preferencial, pues a los guardias no dudó en fulminarlos con la mirada una vez que se alejaron lo suficiente.

Interesante.

.

.

.

El día de Marinette comenzó como la mayoría de sus días, lleno de papeleo, reuniones y gente corriendo detrás de ella con pedidos o acotaciones. Si bien a veces la abrumaba, ese no fue el caso de hoy.

Lo que la molestaba hoy era la conversación breve e inapropiada que tuvieron los dos guardias con el pequeño de Kagami. Claro, no dijeron nada muy grave, pero seguía siendo obvio que molestaron al chico.

Además, ella misma sintió una punzada de celos en su pecho cuando los oyó a través de la madera.

Dudaba que Kagami se haya enterado del tema, pues ella se apresuró a la puerta cuando oyó un murmullo afuera. Siempre había la posibilidad que Longg le haya contado, pero no creía que quisiera hacerlo, el infante parecía cansado.

Sabía que la Tsurugi era una mujer sumamente bonita, con sus ojos rasgados, pecas salpicadas y labios pequeños, entonces podía comprender que alguien lo apreciara. Ella misma pasaba una cantidad de tiempo importante admirándola.

Sin embargo, ello no significaba que no le molestara.

¿Estaba mal?, tal vez, eran amigas y no debería ser tan posesiva con la japonesa. ¿Podía evitarlo?, no realmente, no cuando muchos de sus pensamientos en el día se centraban en ella.

A eso último se añadió que en las últimas cinco horas han estado juntas todo el tiempo, haciendo más difícil alejarse de esa línea de pensamientos e impidiéndole centrarse en los deberes en sus manos.

Gruñiría de pura frustración si no fuera porque eso preocuparía a Kagami y no quería hacer eso.

--¿Está bien, alteza?--. Kagami la miró con curiosidad, ajena a que era el centro de su dilema.

Sus ojos avellanas la observaron atentamente, impasibles pero analíticos. Sus labios melocotón se fruncieron casi imperceptiblemente, un pucherito invisible que quería capturar de cualquier forma para verlo por siempre.

Lo que daría por besarlo una vez más.

Dios, el baño de ayer hizo realmente reavivó algunos de los pensamientos que había tratado de empujar al fondo de su mente.

--¿Majestad?--

Por supuesto se había quedado viendo como una idiota en lugar de responder. 

--Estoy bien, gracias--. Usó su mejor tono "formal pero amable", para cubrir su nerviosismo.

Kagami enarcó una ceja hacia ella, no creyéndolo del todo. Aún así la dejó en paz, seguramente creía que Marinette estaba cansada por las reuniones atrasadas que tuvo que reponer.

No sería una suposición del todo equivocada, las reuniones aburridas hacían que inevitablemente se desviara a lo que sea que estuviese haciendo Kagami detrás suyo.

En su defensa, la luz que entraba por la ventana hizo que su rostro prácticamente brillara.

--Si está cansada podría posponer su reunión antes del almuerzo, alteza--. Kagami se colocó detrás suyo, pasando sus manos delicadamente por sus hombros. --Descansar un poco le vendría bien para...--

Mientras la asiática continuaba hablando, a la vez que comenzaba a masajear, Marinette sintió que la duda lentamente se desvanecía en lo que la tranquilidad que la familiaridad la llenaba. Siempre encontraba una forma de ayudarla cuando se perdía en su cabeza.

Entonces comprendió que no importaba si cualquiera quisiera intentar algo con Kagami, porque era ella quien había establecido una relación más cercana con ella.

Era ella quien se había dedicado a memorizar cada ligero cambio en su rostro siempre estoico, y era ella a quien iba dirigidas sus pequeñas sonrisas tímidas. 

Kagami decidió que ella merecía esas sonrisas.

Y nadie le quitaría eso.

--Eres buena en esto--. Tarareó, ya lo suficiente tranquila como para realmente disfrutar del masaje. Suspiró visiblemente cuando continuó con su cuello, realmente estaba tensa.

La mayor le sonrío tranquilamente en respuesta, contenta con notar que la molestia abandonaba la mirada azul de la monarca. Hoy había estado diferente de lo habitual, si bien se comportó en las reuniones, notó que sus gestos eran... ¿flojos?, no podía describir bien que sucedía pero sucedía algo.

La preocupación por la joven creció en su pecho entre más avanzaba el día al no notar mejoría, y no poder identificar el inicio. Algo raro, usualmente podía intuir de donde provenía su malestar.

Debería estar más atenta.

Eso le recordó que Longg también había estado ligeramente molesto cuando pasaron cerca de un par de guardias. Aunque en ese caso era probable que lo hayan asustado ayer, los soldados no suelen ser las personas más amables.

No debería dejar que sus niños se acerquen tanto a ellos otra vez, sobre todo Longg.

Sea como sea, lejos de los guardias Longg estaba feliz, y Marinette recuperó la expresión despierta que la caracterizaba, no tenía porqué preocuparse. 

Bueno, más o menos, aún debía confirmar si Marinette quería que cambiara su agenda o no.

--Alteza, en cuanto a la reunión...--. Habló suavemente, tratando de no sobresaltar a la muchacha relajada.

Marinette se animó visiblemente, recuperando su postura recta de prisa. --No, no creo que sea necesario aplazarla, no se vería bien si lo hago dos veces en un mismo viaje--

No iba a dejar que esos nobles de pacotilla creyeran que sus comentarios sobre su soltería la intimidaran, por favor.

--En todo caso, debería prepararme para reunirme con Lord Tudor--. Se levantó decidida, evaluando su apariencia en el espejo. Estaba decente, el peinado que Kagami le hizo en la mañana seguía impecable. --¿Supongo que vamos juntas?...--

Kagami negó con la cabeza, acomodando distraídamente algunos pliegues en su vestido. --No esta vez, majestad, tengo que verificar su banquete nocturno--

--Oh, había olvidado eso--. Marinette cerró los ojos contemplativa, prefería tenerla junto a ella, incluso si se distraía por su culpa.

--No se preocupe, Thomas irá para tomar notas--. Murmuró distraídamente, reemplazando su collar actual por otro que a su parecer quedaba mejor con la luz actual.

La monarca asintió ante el cambio, Kagami aprendió rápidamente sobre la estética real. --Aún así, eres mejor que él--

No mentía, la mujer era la asistente más atenta que ha conocido.

--Estará bien, majestad--. Río entre dientes ante el puchero de Marinette, no perdiendo la oportunidad de acomodar un mechón detrás de su oreja.

--¿Deséame suerte?--. Devolvió la sonrisa, inclinándose en el espacio personal de la criada.

Kagami no pudo evitar sonreír abiertamente por la energía de la noble, apenas intimidada por lo cerca que estaban sus rostros. 

--Buena suerte, alteza--. Sin pensarlo mucho, plantó un pequeño beso en la mejilla de Marinette.

El peso de su acción resonó en su consciencia medio segundo después, su corazón se aceleró ansiosamente. No estaba segura si las amigas se besaban en las mejillas, no tenía amigas cercanas mujeres.

Además, esta no era una amiga cualquiera, era la reina, ¿Por qué hizo eso? Debería pensar más sus acciones.

Marinette no pareció molesta por ello, solo algo sorprendida. Supone que entonces no le disgustó y por tanto no hizo algo malo.

--Le irá excelente como siempre, excelencia--. Igualmente, por el momento preferiría huir de la tensa situación. --Nos vemos en unas horas--

La noble, que pareció salir de su sorpresa, le sonrió otra vez. --Si, te espero ahí--

Y con eso salió lo más rápido posible (sin correr) de la habitación.

Que vergüenza. 

.

.

.

.

Hola, para resumir todo: gracias a los que aún leen y siento desaparecer tanto pero no se pudo evitar.

Espero que estén bien, cuídense mucho y nos vemos en unos meses.

Y recuerden si tienen ideas sobre la historia o lo que sea, comenten :D




Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top