𝟬𝟰. 𝖱𝗎𝗇𝖺𝗐𝖺𝗒
—C H A P T E R F O U R—
Escapar.
—No inventes—. La fémina miraba al dúo, negaba en desacuerdo.
Eddie había cuestionado a Venom sobre la rapidez con la que podía hacer que un caballo (que encontraron más adelante) se trasladara por el terreno desconocido hasta acercarlos lo más posible a Nueva York o alguna ciudad alrededor. Ya fusionado con el simbionte, el caballo relinchaba y gruñía ferozmente.
—Es nuestra mejor opción, ________—. Obvió el hombre a la mujer.
—Por estas razones los humanos viven menos, Eddie—. Atacó la mujer, cruzando sus brazos por debajo de su pecho.
"Aguafiestas".
—Esta vez estoy de acuerdo con él.
—¿Cómo dices?—. Inquirió ella, creyendo haber escuchado mal. Enarcó una ceja, sintiéndose ofendida—. Él fue quien dijo que fusionarse activa el Códex—. Señaló al castaño, queriendo realmente apuntar hacia el simbionte.
"Solo con Eddie, porque el Códex existe gracias a que él murió". Aclaró, de nuevo.
—Pues lo siento—. Dijo, ofendido—. ¡Wow!—. Exclamó el hombre luego de que unos tentáculos simbióticos lo tomaran por las caderas y lo subieran en el caballo.
________ no tuvo tiempo de reaccionar, cuando Venom ya la había colocado delante del castaño. "¡Sujétense!".
—¡¿De dónde?!—. Preguntaron ambos con cierto terror.
Su amigo no tuvo la cortesía de responderles y se limitó a tomar el control de su nuevo anfitrión, obligándolo a emprender el camino a una velocidad inimaginable para un animal.
El traslado era tan veloz, que parecía que ambos estaban siendo meneados por el aire cuál banderas en un estandarte.
"¡Móntame vaquero!". Dijo a Brock.
—¡ERES UN IDIOTA!—. Le gritó Eddie haciendo un sobre esfuerzo por no salir disparado, mientras se sostenía tomando algunos tentáculos que se desprendían.
—Todo está bien. Tranquila—. Eddie golpeaba ligeramente la espalda de la chica, mientras sujetaba su cabello.
Estaba vomitando.
"Lo siento". Se disculpó Venom con _________. "Qué raro, casi siempre es al revés. Eddie suele ser el debilucho de este equipo". Dijo, entrando a un estado de análisis al ver la actual situación.
—Eres un fastidio—. Se quejó el hombre.
__________ iba a responder, pero regresó su atención a su indeseada actividad creyendo que algo más escaparía de sus labios.
Sin darse cuenta, un helicóptero apareció en la distancia, acercándose rápidamente hacia ellos. A bordo, extraños individuos uniformados y armados maniobraban con precisión. De repente, una potente ráfaga de ondas sonoras los alcanzó, haciendo que el simbionte se agitara violentamente, sacudiendo su cuerpo con ferocidad y alboroto. Incapaces de alejar el movimiento, ambos cayeron al río que se extendía frente a ellos.
El impacto contra el agua fue como un muro líquido, frío y denso que envolvió sus cuerpos en un instante. Una sensación helada se clavó en sus pieles, mientras la corriente los arrastraba sin tregua, desorientando sus sentidos. El mundo se volvió un caos de burbujas y sombras borrosas.
Su instinto se activó de inmediato: el pecho se contrajo y los pulmones clamaron por aire. Cada fibra del cuerpo se tensó, luchando contra el peso del agua que parece presionar desde todas direcciones. La urgencia de salir a la superficie se convirtió en una necesidad primitiva. Los brazos y piernas se movieron con desesperación, golpeando el agua, pero parece que el líquido se resistía, ralentizando cada movimiento.
La presión en el pecho aumentó con cada segundo, y la mente se llenó de una sola idea: respirar. El frío parece arañar desde dentro, y la luz tenue de la superficie, distorsionada y distante, se convierte en su única esperanza. Finalmente, al romper el agua y aspirar una bocanada de aire, el alivio es tan intenso que casi se siente como una segunda oportunidad de vivir, aunque el corazón sigue latiendo con fuerza, y el agua aún se aferra al cuerpo, como si se negara a dejarlos ir.
—¡¿Estás bien?!—. Escuchó decir a Eddie a lo lejos. _________ jadeaba desesperadamente, mientras buscaba con sus ojos a Venom. Distingue cómo éste deshace la simbiosis con el caballo y se arroja al agua, antes de ser absorbida junto con Eddie.
Bajo el río, todo es confuso y frío. La corriente la arrastra sin piedad, empujándola en todas direcciones mientras la luz de la superficie se convierte en un brillo distorsionado y lejano. El agua parece envolverlo todo, presionándolos, dificultando cada movimiento. _________ mira las sombras de las rocas y ramas pasar rápidamente, pero apenas puede distinguirlas mientras luchas por orientarse. Cada segundo aumenta la urgencia de salir, mientras el río parece decidido a no soltarla.
Emanando un aura azulada que iluminó el río, la mujer empujó sus manos hacia abajo con la intención de salir; sin embargo, un golpe seco la sacudió: una roca oculta bajo el agua impactó contra tu costado. El dolor fue agudo, dejando una sensación punzante que la desorientó. La fuerza del impacto la dejó aturdida, y el instinto de nadar hacia la superficie se desvaneció por un momento crucial.
El agua invadió sus pulmones en cuanto intentó respirar, un ardor insoportable llenando su pecho mientras la desesperación se apoderaba de ella. La corriente no cedía, y el río parecía apretar su agarre, llevándola cada vez más lejos de la luz, mientras su visión se oscurecía poco a poco.
En ese estado de agotamiento y confusión, el simbionte se adhirió a su cuerpo, transmitiéndole una sensación de frescura y fuerza renovada. La presión en su pecho disminuyó lentamente, y el dolor en su cabeza comenzó a aliviarse, como si una capa protectora de energía la envolviera.
A medida que el simbionte se acomodaba en su sistema, sintió cómo su cuerpo respondía más rápido, como si hubiera recuperado algo esencial que había perdido. Su respiración se estabilizó, y la niebla mental comenzó a disiparse. La fuerza regresando a sus músculos le da la sensación de que puede seguir adelante, con la ayuda de su amigo.
—Bruja Tonta—. Insultó, con evidente preocupación, al asomarse por encima de la barrera de agua.
"Gracias, V". Agradeció aliviada. Su respiración se regulaba al igual que su tono de voz. "Ve por Eddie".
Sin darle tiempo de responder, la mujer expulsó a su compañero de su cuerpo, lanzándolo lejos con el fin de que se conectara con su anfitrión original. Rápidamente, voló por encima del agua hasta caer en unas piedras, que le brindaron estabilidad mientras veía detrás de sí el helicóptero, donde el piloto y un hombre moreno observaban en su dirección.
—Pero, ¿qué...?—. Pronunció el hombre cuando la mujer entró por la rampa que dejó salir a su ejército.
La mujer de porte enigmático, con una presencia que, aunque no alza la voz ni hace un solo gesto amenazante, lo llena de una inquietud inexplicable. Sus pupilas, de un azul brillante y casi antinatural, se clavan en él con una intensidad que hace que se sienta vulnerable, como si pudiera atravesar cualquier defensa que intentara levantar. No parpadea, y ese azul profundo parece expandirse, invadiendo su mente con una sensación de impotencia que no puede sacudir.
De sus manos emana un aura azul pálido, una neblina luminosa que serpentea como un vapor vivo, extendiéndose. Al contacto con esa energía, un escalofrío le recorre el cuerpo, acompañado de una sensación de vacío en el pecho. Sus propios pensamientos comienzan a dispersarse, como si esa luz drenara su fuerza de voluntad. Es como si toda su determinación se evaporara bajo su presencia, dejándolo con una mezcla de temor y fascinación, atrapado en la extraña y asfixiante aura que irradia.
—¿Qué eres?—. Preguntó él hombre a medias. De reojo, el piloto del navío observaba con emociones similares a la fémina.
Levantando su cabeza, meneándola hacia la izquierda con una mirada seria, responde:
—Alguien aún razonable.
—¿Qué?—. Pronuncia, incrédulo.
—Aléjate de mis amigos y de mí—. Demandó autócrata—. Porque esta es mi primera y única vez en que estaré siendo razonable. Ya tenemos un asunto mayor al que nos enfrentamos.
—¿Y cuál es ese asunto...?—. La cuestión del hombre se vio interrumpida al escuchar un rugir extraño en la superficie.
—Carajo—. Escuchó decir a sus espaldas a la mujer, al hombre dejó de parecerle importante cuando distinguió una extraña criatura inimaginable observando en dirección a la cascada por la que sus compañeros de equipo y sus "enemigos" caían.
—¡Mujer!—. Le gritó viendo cómo salía disparada del helicóptero.
Todo pasa tan rápido frente a sus ojos: el destello azul cayendo por la cascada, peleando contra la enorme criatura del espacio que intentaba acabar con sus compañeros de equipo; balas impactando contra la coraza de la monstruosidad y el agua; sangre siendo expulsada tras el monstruo succionar uno por uno a sus compañeros, para finalmente ver a lo lejos como el hombre y el simbionte que buscaba huían junto a la mujer.
Perdonen la demora😭
Pero aquí está un nuevo capítulo jsjs
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©-MANDALORIANA76
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