04. 𝖤𝗒𝖾𝗌
—C H A P T E R F O U R—
Ojos.
Eddie, junto a la fémina se encontraban caminando por las transitadas calles de San Francisco.
La última portaba una nueva vestimenta, ya que según Eddie: "no debían llamar la atención".
—¿Tienes pareja?—Preguntó curiosa al observar la ropa que se encontraba dentro de una caja de cartón.
—No, no, no. Tenía una prima, venía de vez en cuando a visitar, murió el año pasado así que no creo que le moleste que tomes sus cosas—Explicó.
—Lo siento.
Alzó sus hombros—Te acostumbras.
Así que ahora llevaba una falda negra un poco arriba de la rodilla, una blusa negra manga corta, unos botines negros que llegaban hasta sus rodillas y un suéter azul marino que el castaño le había dado.
—¿Puedes contactarme con Anne Weying? ¿Puedes decirle que es una emergencia?—Pidió Brock a la persona con la que hablaba a través del celular.
"Comida".
—¡AAH!—Gritó sobresaltado, a lo que la fémina le observó extrañada—¿Quién dijo eso?, ¿fuiste tú?—Ella alzó una de sus cejas y negó con la cabeza, a lo que Eddie observó inquietado todo a su alrededor—No, si habló con usted. ¿Puede decirme dónde está? Excelente, gracias—Dijo antes de colgar y revisar un mensaje de texto que apareció en la pantalla de su celular.
Por otro lado, la ojos avellana se encontraba analizando con curiosidad a la multitud de personas que transitaban las calles y los enormes edificios a su alrededor, había una inmensidad de colores y el potencial que se veía en el exterior de las infraestructuras le parecían fascinantes.
Sin duda nada era como en su hogar natal.
Era un completo y absoluto ruido caótico.
Pero le gustaba.
"Seguro que a ti te encantaría mamá".
Se giró a ver a su amigo, ya que éste tiro de la manga de su brazo al ver que ella se distraía con facilidad.
Luego de unos minutos ambos llegaron a lo que parecía ser un restaurante lujoso y elegante. Eddie y _______ se adentraron en este, al ver algo de fila, al castaño no le quedó más opción que tomar nuevamente a la chica por el brazo y pasar rápidamente por el lugar.
—Perdón. Señor, señora—Habló una encargada del lugar en un intento de frenarlos, cosa que fue inútil.
—¿Eddie? ¿Qué estas haciendo aquí? —Preguntó una fémina de cabellos rubios—Ay no, no, no, no.
—Anne—Intuyó la castaña por lo bajo.
—Perdón—Se disculpó a la vez que arrastraba una silla y tomaba por los hombros a la fémina, para después sentarla en ella y él en otra que se encontraba a su lado.
—No, no, no, no—Negó la rubia repetidas veces, no tenía ninguna intención de hablar con el castaño, aún seguía resignada por lo sucedido hace varios meses.
—No, no, en tu trabajo me dijeron dónde estabas—Comentó—Eres la única en quien confío—Se acercó y le mostró su celular, mientras daba algunos clic's en éste.
—¿Estás ebrio?
—¿Qué es estar ebrio?—Murmuró curiosa.
—Es un trastorno del comportamiento o la función mental durante o después de ingerir alcohol—Responde el hombre a su lado.
—Ooh—Titubea—¿Qué es el alcohol?
El azabache a su lado abre un poco sus ojos y la observa extrañado—Es un compuesto químico orgánico que... Sabes qué, sólo no lo bebas y ya, es malo para la salud. Disculpa, creo que nunca te había visto con Eddie—Comenta curioso—Soy Dan, el novio de Anne—Se presentó.
Insegura aún y dudando de los seres humanos, se tomó unos segundos antes de hablar—___________, amiga de Eddie.
—Me infiltré en la Fundación Life—Habló Eddie captando la atención del par.
—¡¿Qué hiciste qué?!—Exclamó la rubia con notable asombro y molestia.
—Si, y creo que ahora tengo una infección.
—Tiene mucha fiebre—Comenta Anne después de colocar su mano en la frente de Eddie.
—Estas muy mal.
Eddie se pone de pie a la vez que eleva el tono de su voz—¡Si! ¡Estoy muy mal!
Un camarero, que casualmente pasaba a su lado con un plato de comida, fue sorprendido cuando el castaño tomó una langosta y le dio un mordisco, el cual escupió a lo lejos.
—¡Eddie! ¡¿Qué haces?!
—Está muerta—Le dice al camarero—Muerta.
—Eddie, siéntate—Ordena Anne.
El nombrado le ignora y se dirige hacia otra mesa buscando algún alimento, a lo que Dan se pone de pie dispuesto a interferir y lo sostiene por los brazos.
—Oye, ya—Exclama—Perdón..
—¡Eddie! ¡¿Qué estas haciendo?! ¡Deja eso! ¡Déjalo! ¡Eddie no!—Anne termina por darle una abofetada.
—Uuh—La fémina hace una mueca—Eso tuvo que doler.
—¡Reacciona ya!
Eddie pasa su mano por el rostro de Dan mientras comienza a gruñir.
—Ay no—Murmura a la vez que se acerca.
Conocía a los simbiontes, y ellos eran grandes amantes de la feniletilamina, cosa que los humanos tenían dentro de ellos.
—No, no quiero eso—Dice empujándolo—No sirve. Aaah, que calor, ¿nadie tiene calor?—Cuestionó quitándose su saco.
—Eddie—Le llamó mientras le seguía.
—Ésto es inaceptable, voy a llamar a la policía—Habla la encargada.
La fémina le toma con brusquedad por la muñeca—No—Amenaza con sus ojos tornándose azules, cosa que asusta a la encargada.
Le suelta y se acerca al castaño, quien ya se encuentra dentro de una pecera, completamente empapado.
—Voy a llamar a la policía—La castaña gruñe por lo bajo.
—No por favor, no los llame, llamé a una ambulancia, soy doctor ese hombre es mi.. —Dan hace una pausa en búsqueda de una oración convincente—Paciente.
—Mucho mejor—Asegura Eddie sacudiendo un poco la cabeza—¿Quieres entrar?—Pregunta a la fémina.
La castaña abre un poco sus ojos y tuerce una mueca, niega repetidas veces con su cabeza ante la propuesta emitida—Tenemos que...
—Estás loco—Habló la rubia entre dientes.
—Mata personas.
La fémina tragó saliva en seco.
—¿Quién mata personas?
—Carlton.
Suspiró aliviada, su secreto aún seguía a salvo.
Pero, ¿cuánto tiempo tardaría en salir a la luz?
—Ay no, no otra vez con eso...
—¡Si!—Exclama—Tengo pruebas—Afirma mientras señala a la castaña, quien sólo mueve su mano y sonríe nerviosa cuando Anne le observa.
Eddie termina por mover con brusquedad su brazo, tirándole agua a ambas y haciendo que se alejen, para después tomar una de las langostas de la pecera y comenzar a morderla, a lo que las personas en el lugar hicieron gestos de sorpresa y asco.
—Oye, Eddie—Habló Dan.
Algunos policías armados y paramédicos con maletines se hicieron presentes en el lugar.
La fémina, que se encontraba al lado de Anne, se aferró involuntariamente a su brazo mientras respiraba agitada.
Había adquirido un increíble pavor hacia esas personas, pues su trato para con ella había sido malévolo y desquiciado.
Anne observó su agarre y dirigió su vista al mismo lugar que la chica estaba viendo, a lo que abrió sus ojos sorprendida y formuló una leve "o" con su boca creyendo entender la situación, ya que al ser humana—según Anne—era normal temerle a las inyecciones o algo similar.
—Descuida, no vienen por ti—Murmura suave, a lo que ella le observa.
—Lo siento—Deshace el agarre en su brazo.
Ella niega restándole importancia al asunto y sonríe—¿Malos recuerdos?
—Los peores—Asegura mientras da un suspiro.
—¿De verdad vienes de la Fundación Life?—Pregunta en un tono bajo.
Ella observa de reojo como intentan sacar a Eddie de la pecera, quien se niega a salir y comienza a lanzarle pedazos de langosta a las personas; le es inevitable no reír por ello.
—Si—Finalmente respondió.
—¿Y qué hacías allí?
Abrió un poco su boca intentando decir algo, pero su mente no generaba las oraciones más factibles o adecuadas para su supervivencia, así que la cerró.
Tragó saliva con discreción.
Skirth confiaba en Eddie.
Eddie en Anne.
Anne en Dan.
Anne parecía no querer saber nada de Eddie.
Todo era un caos, había demasiado que procesar para ella, no entendía como funcionaban las relaciones o conexiones humanas. Creía que eran más simples pero al parecer les gustaba complicarse la vida.
La voz de la rubia insistiendo en obtener una respuesta la sacó de sus pensamientos.
Créeme, sí te digo la verdad, vas a entregarme.
Cualquiera lo haría.
—Sólo llegué de la nada—Dice—Estaba perdida y no sabía a dónde ir. Carlton me encontró y dijo que me ayudaría—Relató—Vaya humano mentiroso—Murmuró entre dientes—Pero al parecer las cosas son así, aquí les encanta mentirle a las personas o usarlas para sus beneficios.
Anne le observa con pena y le toma por el brazo, moviendo un poco su pulgar en señal de apoyo.
—Si, sé cómo se siente—Se gira a ver a Eddie.
Aquel gesto fue suficiente para que la curiosidad de la no terrestre se hiciera presente, ¿cuál era el problema entre ese par?
Una pequeña y tranquilizante música resonaba en la habitación médica en la que se encontraban ahora.
—Eddie. Eddie, ¿me escuchas?—Interrogó el azabache—Soy Dan, te estoy hablando.
—Hola... Dan—Responde un Eddie confundido y adormilado, con una bata como vestimenta y unas calcetas cubriendo sus pies.
—Bienvenido.
—¿Dónde estoy?—Preguntó analizando su alrededor.
—En una resonancia magnética, te dimos un sedante ligero—Explica.
—¿Dónde está Anne?
—¿Anne? No está aquí por ahora, pero tu amiga está ahí—Se gira a ver a la castaña, quien está dormida sobre un pequeño sofá—Te vamos a hacer pruebas, si, no te va a doler nada, trata de no moverte—Ordena—Ahora relajate y.... Ummmm—Hace una pausa—Si, aquí vamos.
Él, junto a un acompañante, presionan unas teclas que dan inicio a la tarea antes mencionada.
Eddie comienza a ser escaneado, a lo que comienza a gritar de dolor despertando a la chica, quien cayó de cara de su lugar.
—Estoy bien—Murmuró mientras se quejaba de dolor.
—Eddie, ¿qué te pasa? Eddie, ¿estás bien?—Interroga Dan con preocupación.
La fémina, quien recién se ponía de pie, observó la zona donde Eddie se encontraba, observando cómo sus piernas se movían rápidamente.
Algo dentro de su cerebro hizo clic.
—¡Apágalo!—Gritó.
—Apágalo—Ordenó Dan a su compañero, quien asintió.
Abrió la puerta y fue hasta el castaño.
—Oye—Le llamó mientras Eddie se impulsaba con sus manos y se sentaba—¿Estás bien?
—S-Si—Balbucea analizando su alrededor.
—¡Hey! Mírame, ¿estás bien?—Interroga de nuevo el pelinegro.
—Si—Responde observándole.
—Respira profundo—Indica—Estás bien, ¿okey?
___________ observó al compañero de Dan, quien se encontraba observando con preocupación y algo de miedo los resultados de la resonancia, donde un peculiar bulto oscuro se dejaba ver.
Tengo que sacarlo de ahí.
Dan, Eddie y ________ se encontraban caminando por uno de los pasillos del hospital, con algunos pacientes enfermos y médicos pasando por ahí.
—No eres el primero que se asusta. A mi también me da claustrofobia—Habla Dan en un intento de relajar a Eddie, quien le observa.
—Doctor Louis—Llama una señora de edad avanzada.
—Creí que se llamaba Dan—Susurra la fémina.
—Aquí puedes tener hasta 10 nombres—Menciona Eddie con una mueca.
—Hola Señora Manfreddy, ¿cómo está?
—Oh, acabo de ver a Morris y otra vez se está quejando y gimiendo como de costumbre—Explica mientras el cachorro en su mano le ladra al par.
—Es un placer.
Eddie y la chica le observan mientras el cachorro les gruñe, los ojos avellana de la chica se vuelven azules, a lo que el perro ladra con más fuerza.
Y para su sorpresa o mala suerte, el ex periodista notó eso.
—Ya habíamos hablado del perro. Sí, amo a su perro, pero no puede entrar.
—Perdón—Se disculpa mientras intenta callarlo.
—Voy a descubrir que tienes. Te lo prometo—Se dirige Dan hacia el castaño—Pero por ahora, ve a casa, descansa—Ordena—Te llamo cuando sepa algo.
—Está bien, gracias—Dice Eddie mientras avanza y se encoge de hombros.
—Tú—Señala el doctor a la chica—Cuida de él.
Ella asiente, da media vuelta y sigue a Eddie.
—Buenas tarde Doctora Skirth.
La nombrada suelta un suspiró al ver a un guardia y al guardaespaldas de Carlton.
Ellos ya lo sabían.
—Perdón por la interrupción. Creí que querría buenas noticias—Habla el guardaespaldas de Carlton sosteniendo del brazo a la Doctora Skirth.
—Perdona.
El par se encontraba abordó de un microbus, ambos sentados al lado de otro mientras la pierna de Eddie se movía con rapidez, como si tuviera un tic en esta.
"Tengo hambre".
Eddie repentinamente se levanta y sujeta con sus manos dos tubos a sus lados.
—Ay, ¿qué te pasa?—Pregunta asustado. Ríe al ver cómo las personas a bordo le observan extrañados—Estoy bien, no se preocupen por mi—Comenta a la vez que se gira y toma del brazo a la chica, quien se pone de pie al instante—Nos dejarían pasar. Disculpen, gracias, nos vamos a quedar aquí, ¿si?—Comenta—Hasta que el tren... Hasta que la vía pare.
El tren se detiene al instante, a lo que él sólo mueve un poco su cabeza antes de descender, junto a la fémina, del transporte.
Ya de regreso en el apartamento, Eddie se encuentra recalentando unos nuggets de pollo, toma su celular al recibir una llamada.
Por otro lado, la fémina se encuentra sentada en el sofá observando con curiosidad el televisor y algunos animales que se mostraban en la pantalla.
—¿Cómo puede entrar un animal ahí?—Pregunta recargando su barbilla en su mano.
—Ah, Hola, Anne—Saludó a la responsable de la llamada.
—Eddie, hola, ¿cómo te sientes?—Preguntó la rubia en un tono preocupado.
—Aaagh—Bufó él—Muerto. Enfermo.
—Bueno, Eddie, tienes un parásito—Soltó sin más rodeos—No saben con certeza dónde te contagiaste, pero eso explicaría la fiebre.
—Eso tiene sentido—Concordó el adulto moviéndose de un lado a otro—También otra cosa, oigo una voz.
—Aaah, las alucinaciones auditivas son muy comunes—Explicó una voz masculina.
—Aah. Hola, Dan—Saludó Brock notoriamente extrañado—No sabía que también estuvieras en la llamada.
—¿Son tus amigos?—Interroga la castaña, Eddie mueve su cabeza de lado mientras titubea.
—Si, aquí estoy.
—Oye Dan, este parásito sería capaz de hacer, hacerme, no sé—Balbucea—Subir un árbol muy, muy alto, pero super, super rápido.
"Si. Eso hicimos". Habla una voz áspera.
Eddie mueve su cabeza repetidas veces en un intento de ignorarlo—Si, eso suena a que está causando anormalidades metabólicas que le dificultan a tu cuerpo mantener la homeostasis.
—Dijiste, causando y me perdí—La castaña ríe por ello, aunque internamente ella tampoco había entendido las palabras del azabache.
—Escucha Eddie, te daremos medicamentos y te dejaremos sanos.
—Si...
—No, no es cierto—Asegura la fémina mientras niega con la cabeza.
"De mi no te libras".
—No me hagas eso ahora, no, ahora no—Repite.
—Sabés—Dice la fémina levantándose del sofá y caminando hasta él—Deberías sentarte un rato.
Y así te saco a la baba negra. Finaliza en su interior.
—Eddie, sólo queremos ayudarte.
—Ya sé, ya sé. En realidad no estaba hablando contigo.
—Está ebrio—Miente la castaña.
—¿________?, te pedí que lo cuidarás—Regaña Dan.
—Ummm... ¿Perdón?, ¿ellos están encerrados aquí?—Pregunta mientras le quita el celular, cosa que Eddie imita.
—Luego te llamo, ¿si? Gracias Dan, gracias, gracias a ambos—Dice antes de colgar.
El sonido de una guitarra causa molestias a Eddie, quien termina por tumbar un contenedor e inclinarse un poco, sobresaltando a la chica.
Eddie se lleva las manos a la cabeza tratando de no escuchar el sonido.
Entre más alto es el sonido, más lo molesta. Puedo usar eso a mi favor. Piensa la castaña, quien se acerca a la puerta y sale del apartamento.
Da varios golpes a la puerta de enfrente, a lo que la música se detiene. Un hombre de piel pálida y cabellos largos se deja ver cuando abre la puerta.
—¿Si?—Interroga escaneando a la chica con la mirada.
Idiota.
—¿Puedes dejar de hacer ese ruido?—Cuestiona de la manera más amable—A mi amigo le molesta—Señala detrás de ella a Eddie quien se acerca.
—Si como no—Respondió.
Eddie gruñe un poco, a lo que el tipo retrocede asustado, la chica se gira y abre sus ojos como platos al ver los ojos y la boca de Eddie totalmente distintos.
—Si, si vecinos, ahora le bajó, como no—Tartamudea.
—Gracias—Dice con una sonrisa mientras le da una patada en la pierna a Eddie, quien retrocede viéndola con el ceño fruncido.
—¿Y eso por qué?
—No quiero tocar a esa baba negra—Hace una mueca—Aunque técnicamente ya lo hice—Murmura.
Corregido 27/03/2022
Necesito un Venom.
▌│█║▌║▌║ ║▌║▌║█│▌
©-mandaloriana76
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top