—C H A P T E R      F O U R—

Origen.

Parte Dos.

𝖤𝗌𝗍𝗈𝗒 𝖺𝗀𝗎𝖺𝗇𝗍𝖺𝗇𝖽𝗈.

𝖸𝗈 𝗇𝗎𝗇𝖼𝖺 𝖿𝗎𝗂 𝗌𝗎𝖿𝗂𝖼𝗂𝖾𝗇𝗍𝖾 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝗆𝗂 𝗆𝗂𝗌𝗆𝖺.

𝖳𝖾𝗇𝗀𝗈 𝗊𝗎𝖾 𝗌𝖾𝗋 𝖿𝗎𝖾𝗋𝗍𝖾.

—¿Recuerdas que dije que la uva no me transmitía confianza?—Eddie asintió con la cabeza a modo de respuesta—Pues tenía razón.

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Luego de que aquella masa viscosa ingresara en mi sistema y se hiciera invisible ante mis ojos, intenta sacarla, obviamente no pude hacerlo, no sabía cómo.

Hablaba conmigo, oía su tosca y horrorosa voz, pero yo sólo trataba de ignorarlo. Aún cuando sabía que realmente no lo estaba logrando.

Volví a casa, ahí estaban mis padres.

Cenamos, reímos. Todo estaba bien.

Todo estaba bien.

Fui a dormir. Era una costumbre que ellos se despidieran y dejaran un beso en mi frente.

Si, suena un poco cursi, quizás ridículo. Pero así eramos.

El siguiente día llegó.

No vi ni a Wanda, ni a la uva gigante.

Así que sólo decidí pasar un día "normal". Él seguía hablando e insistiendo tanto.

Su rostro se materializó frente a mí. Una cara plateada con enormes ojos y dientes.

—Yo soy Ryot. Y tú eres mía.

Y tomó el control de mi.

No sé cómo, en serio que no lo sé, yo dejé de ver, de respirar y de sentir. Es como si hubiese detenido mi cuerpo y hubiera tomado mis poderes.

Sólo sé que cuando volví de mi "transe" la aldea se quemaba. El fuego no se apagaba, se extendía por todos lados. Las personas corrían, ellos corrían.

Los cientos de simbionte corrían, arrancaban sus cabezas, sus piernas, sus brazos. Y se los comían.

No les importaba nada. Sólo comer. No les importaban los aterradores y escalofriantes gritos y súplicas de los niños.

Y luego, los vi.

Y hubiera preferido no hacerlo.

Dos simbionte trajeron a mis padres frente mí. Y cuando me vieron, me abrazaron.

Ellos temblaban.

Lloraban.

Y con los poderes que aún no sabía que tenía en ese momento, vi lo que pasó.

Thanos había hecho un trato con los simbiontes, comían la mitad de los seres vivos en el planeta y él conquistaba a la mitad sobreviviente.

Terminaron por comérselo.

Y en cuanto a mi, Ryot me usó para facilitarle el sucio y repugnante trabajo.

Volví a la normalidad y observé mis manos con miedo—¿Q-Qué fue lo que hice?

Mi madre negó—No, eso no fue tu culpa.

—¿Y Wanda?

Ellos se observaron de reojo con una mueca de desagrada que luego se transformó en tristeza, estiré mis manos hasta tocar sus frentes con las yemas de mis dedos y lo que vi no me agrado en lo absoluto.

Cómo nada de lo que recuerdo cada noche.

Yo la maté. Y Ryot se la comió.

Mis manos se volvieron plateadas, él nuevamente tomó el control, pero está vez fue diferente. Lo que él veía, también podía verlo.

Él pasó su asquerosa lengua por sus rostros y comenzó a reír sádico, se reía de ellos. De su miedo.

Se abalanzó y se comió la cabeza de mi padre. Grité. Desde el interior lo golpeaba y le pedía que parará, mientras lloraba y mi corazón quemaba con fuerza ante el dolor.

Luego vi a mi mamá. Rogué. Lo hice muchas veces.

Intenté salir.

Ella sonrió y asintió. Iba a decir algo.

Pero él no le dio tiempo.

Rasgó su brazo con sus enormes garras, ella gritó como reacción al dolor y para callarla le arrancó la cabeza.

Entonces no pude más. No pude contener el dolor que sentía.

Y todo explotó.

Ellos.

El planeta.

Todo.

Sólo quedaron algunas rocas de éste. Y yo quedé ahí con Ryot aún siendo mi titiritero.

Y en mi tristeza, él tomó el control de nuevo.

Y lo que ocurrió en mi hogar ocurrió en otros.

En los exactamente diez planetas que debía destruir.

Y más.

Para ellos no bastaba.

Fuimos a cada planeta plasmado en mi mente.

Y el que seguía era la tierra.

Esa cosa estuvo en mí durante 15 años.

Y cuando logré hacer que saliera de mi, una nave de tu planeta me capturó, igual que a cinco de ellos.

Llegué a la tierra, aunque el aterrizaje fue pésimo gracias a que la nave se estrelló.

Y me prometí que éste lugar no sería siguiente en la lista de ese hijo de simbionta.

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—Y aquí estamos. Al menos éste planeta se salvó de mi—Bromeó para después sonreír a medias y abrazar sus rodillas a modo de consuelo.

Eddie suspiró—Mmm, yo... —No era bueno con las palabras, y no tenía una idea sensata sobre qué podía decirle a la fémina luego de recibir tal información.

Movió la palma de su mano derecha, indicándole que se callara—No estoy esperando que lo entiendas. Jamás esperé que alguien lo hiciera. Tampoco contárselo a alguien en realidad—Corrigió soltando una leve risa ácida—Las personas que me han llamado un mounstro siempre han tenido razón...

—No, ______...

—Si, Eddie—Sentenció ella girando a verlo, sus ojos picando ante la amenaza de lágrimas por desbordar y crear un camino a recorrer en sus mejillas—Jamás quise hacerle daño a nadie, yo no quería nada de eso, sólo ser una más en mi planeta—Dijo con la voz entrecortada—Soy un agujero negro, todo lo que atraigo hacia mí lo destruyó.

Ella pasó saliva por su garganta y se mordió el labio inferior, lágrimas se deslizaban por sus mejillas mientras su corazón irradiaba un intenso ardor.

Nuevamente el dolor diario en su pecho. La culpa. La tormenta.

Venom estiró su lengua, haciendo que lamba la mejilla izquierda de la chica, quien arrugó su nariz mientras intentaba sonreír un poco, pero su labio terminó temblando.

—Nada de eso fue tu culpa. Como te pasó a ti, pudo haberle pasado a cualquiera. Deja de culparte.

Ella ríe con algo de esfuerzo antes de replicar—¿Creés qué no lo he intentado? Ese día siempre se repite en mi mente, una y otra y otra vez, sus gritos, todos corriendo—Colocó sus manos alrededor de su cabeza al sentir un dolor en ésta—Y entiendo si no quieres tener un mounstro bajo el mismo techo, así que me voy—Dijo moviéndose un poco.

Unos brazos rodearon su espalda y la hicieron retroceder.

La cabeza del castaño se recargo en su hombro mientras que ella tragaba saliva nerviosa.

—No importa quién seas, la vida siempre te dejará cicatrices de batallas—Musitó. Él lo entendía perfectamente—Tu pasado ya no importa, sólo tu futuro. Te esfuerzas por hacer lo correcto, salvaste a éste planeta, vengaste a tus padres y a todas esas personas inocentes—Le recordó. Cierto tono de orgullo se dejó escuchar—Estás haciendo un buen trabajo, sólo no pares—Insitó—Y estoy seguro de que tus padres están orgullosos de ti. Yo estoy orgulloso de ti.

El rostro de la fémina se arrugó un poco, dejó escapar un sollozo como reacción a las palabras de aliento y ánimo del castaño.

"Sólo déjalo salir".

—Ya eres libre.

Y lloró.

Todo el dolor acumulado en su interior salió.

Cada lágrima guardada en su interior salió.

Las disculpas.

La culpa.

—No han llamado desde hace tres días, estoy preocupada—Expresó Anne.

El par se encontraba ingresando en el apartamento de Eddie.

—Seguro que están bien, Anne. Ese par siempre olvida todo—Comentó Dan en un intento de tranquilizar a su pareja.

Anne hizo su mano un puño, indicándole que guardará silencio. Cosa que así hizo. Tiró cuidadosamente de la perilla metálica  de la puerta y sonrió.

Eddie abrazaba a la fémina, quien recargaba su cabeza en el hombro de éste mientras ambos se encontraban durmiendo.

—Falsa alarma, lo vez—Murmuró Dan observando al dúo.

Ladeó su cabeza pensativa—Toma una foto de ésto—Dan frunció el ceño—¡Sólo hazlo!—Ordenó en voz baja.

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04/06/2022

Que pena todo lo que escribí y escribo, sinceramente xD

DannaArleht
WOLIIII❤️❤️
Gracias por apoyarme en ésta historia🥺🥺

L@s amo 5 millones❤️❤️❤️

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©-mandaloriana76