XV
Tomé tu mano,
esa que me tendiste
cuando te encontré.
Yo estaba caída,
buscando ayuda,
y así te acepté.
De tu brazo
conocí los cielos,
hasta los que no soñé.
Fue tal el hechizo,
que sin darme cuenta,
a tu esencia me arraigué.
Pero un día...
ya no llegabas,
como lo hacías en el ayer.
Era tanta mi angustia,
que desesperadamente
traté de hacerte volver.
Lo hiciste...
volviste a mí...
porque te lo imploré.
Pero ahora no te bastan
tan solo mis caricias,
¿qué mas quieres que te dé?
Si nunca tuve nada,
si te necesito,
si ya mucho te lloré.
Ya no quieres mi piel.
Ya no quieres mis venas.
E irónicamente, es tuyo todo mi ser.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top