Apuñalame con tus caricias.

Escribí muchas cosas bonitas,

para dejarme devastada.

Rompeme el alma con tu sonrisa.

Usá mis lágrimas.

Usá mis miedos.

Usá mis fantasmas.

Apuñalame con tus caricias.

Seducí con tus palabras,

a mí dejame hundida.

Remové las heridas con tu mirada.

Pero no mires abajo al crecer,

no te acuerdes de la tierra bajo tus pies,

porque de eso te vales.

Por eso, apuñalame con tus caricias,

escribí muchas cosas bonitas,

alimentate de mi dolor,

dejame bien abajo si eso te da color.

Pisame, destruíme, explotá.

Las flores más fuertes se nutren de la podredumbre.

Estás arraigado a mí.

¿Qué más da?