Lovers never say goodbye
Con la respiración agitada como iba, ChanYeol apenas era capaz de pensar en lo que a su alrededor estaba pasando. No podía dejar de correr, pues, la multitud con ellos iba incluso empujándolos al hacerlo. Todo lo que escuchaba eran esas sirenas enloquecidas que andaban por las calles, junto a la gente que gritaba, y entre el bombear desesperado que llevaba su corazón, solo supo controlarse cuando la mano de BaekHyun había tomado su brazo.
La incertidumbre sobre lo que pasaba estaba inscrita en cada uno de sus gestos. De algún modo, alejados de los golpes que algunos propiciaban al movilizarse, consiguieron pararse. Y todavía sin saber qué sucedía o la razón por la que toda esa catástrofe se había dado de una manera tan repentina, ChanYeol miró a BaekHyun que permaneció con él detrás mientras el sonar de un helicóptero arriba lo distrajo.
¿Acaso podía ser la ayuda que estaban esperando?
A tantos días de ese recuerdo, ChanYeol miraba el cielo una vez más. Acostado como estaba entre el verde césped de aquella zona alejada de la ciudad, podía permanecer bajo la poca sombra del árbol junto al que había decidido descansar.
Esa luz del sol brillaba tanto como en aquellos días, pero ahora, al darle a la cara, no lo hacía de un modo que pudiera preocuparlo. Tal vez remarcaba el brillo con el que su rostro falto de limpieza y ligeramente marcado por la mugre era visualizado. A ChanYeol poco le podía importar. Incluso con el vello facial crecido como estaba, imposibilitado de tener una apropiada ducha, siquiera un momento para hallar algún espacio donde pudiera rasurarse, cambiarse esa playera sin mangas que más marcada por su sudor y la suciedad de tantos lados por los que había pasado no podía estar, no creía que hubiera modo de quejarse.
Era así como vivía su día a día después de que... esa catástrofe–que por alguna razón se había hecho pensar en esa tarde– había iniciado.
Entonces, al poder reincorporarse sabiendo que no podía quedarse mucho tiempo en un mismo lugar, despejó su mente de lo que consigo traía. Lejos fue de aquel lugar solo en la búsqueda de comida. Y solo como venía, se dio los momentos de encontrar otros espacios en aquella despejada vegetación entre la que se hallaba donde pudiera comer los enlatados que cargaba en su mochila y con los que apenas sobrevivía.
Si bien lo pensaba, eso realmente no era vida. Caminar día con día, en la esperanza de encontrar alguien con el que se pudiera apoyar, incluso un mínimo lugar donde permaneciera más de unas cuantas horas para descansar y comer o tener un cuidado propio... no era exactamente como esperaba pasar el resto de su vida.
Horas más tarde ese mismo pensamiento surgió mientras se hallaba sentado sobre aquella banqueta–al menos pavimentada, incluso junto a un auto viejo y evidentemente destrozado. ChanYeol no hizo más que pensar lo que desde hacía tanto no se podía sacar de la cabeza como en ese mismo día.
La pulsera morada que traía en la mano y con la que ahora jugueteaba entre sus dedos lo hizo dudar más. El solo recuerdo del modo en el que BaekHyun alguna vez la había tenido entre sus manos... en puntos como esos, solo lo hacían sacar la pistola que se había agenciado, y que, al quitarle el seguro, consiguiera ponerla sobre una sien en su cabeza.
Entonces, las respiraciones pausadas volvían. ChanYeol tan solo necesitaba jalar el gatillo y estaba seguro el dolor, la preocupación y todo lo que desde hacía meses había estado cargando podrían desaparecer. Tantas veces ya se lo habría podido imaginar, pero como siempre...
Suspiraba, y bajada la pistola una vez más, no hacía nada. Era demasiado cobarde para siquiera suicidarse al menos en aquellas circunstancias.
Por tanto, miraba al cielo, y tan solo con los labios mordidos y unas lágrimas contenidas, se podía recordar aquellos viejos días en los que ese mismo helicóptero sobrevolaba sobre ellos. No había sido ayuda lo que traía. Solo se había alejado del lugar del que sabían ya estaba perdido. Su mundo había quedado olvidado y sin esperanza para muchas personas.
En aquel tiempo, su corazón había estado bombeando como loco, tal como ahora, y la gente que gritaba estaba impresa en sus recuerdos. Las memorias de las personas que empezaban a atacarse, golpearse y que mostraban heridas expuestas en cuerpo y cara, no podían más que hacerlo temblar como en aquellos días, pues la sangre se marcaba en cada una de ellas.
En medio de todo ese desastre, BaekHyun aparecía junto a él, y al tomarlo de la mano con sus dedos entrelazados, su agarre solo se había afianzado intentando evitar el miedo a su lado de lo que encontraba poco más tarde; como flashazos, esos ataques que había visto antes ya no eran solo gente peleando. Ahora eran personas en el suelo, mientras se veían jaladas de cada extremidad por otras personas, las mismas que entonces se los estaban comiendo.
De ese modo todo había explotado. Desde aquellos primeros días, los infectados habían aparecido y hecho de su vida un caos. Como la de todos.
Más tarde, alejado de ese recuerdo, ChanYeol se encontró caminando fuera de aquella calle. Había querido adentrarse un poco más en la vegetación por la que estaba explorando antes. Entre el verde pasto y los árboles, ChanYeol había atravesado un pequeño sendero desconocido; entonces, frente a él había encontrado a unos metros un enorme establecimiento.
Si bien lo miraba, quizá era una mansión, pero debido al abandono y deterioro que debía haber pasado bajo todo el caos ya descrito, las paredes de esos bloques amarillos no se veían con el mismo brillo de antes. Los techos estaban destrozados, ventanas se veían rotas y por dondequiera que pudieras ver el inmenso lugar se estaba cayendo a pedazos.
ChanYeol no podía dejarlo pasar. Tenía que ir ahí para ver si acaso encontraba algo. Bien podía haber suplementos, quizá algo de comida que todavía no caducara, posibles prendas que utilizar para resguardarse de fríos posteriores... Era el perfecto lugar por allanar, pero por lo mismo, tenía que irse con cuidado. Nunca se sabía cuándo algún infectado podría dentro también hallarse...
Abrió una de las puertas tan pronto se acercó, y al ir apuntando con su linterna en aquel interior que parecía desolado, ChanYeol sostuvo con la otra mano su arma siempre lista para la acción; ya sabía que, ante las circunstancias que ahora estaba, nunca podía dejarse bajar la guardia.
De ese modo recorrió el largo pasillo que por esa puerta conducía al interior de la casa. Con los pasos lentos que llevaba, ChanYeol pudo permitirse inspeccionar cada alrededor ante el que se cruzaba. Habitaciones había a montones a su derecha, y mientras más y más avanzaba, el desastre solo seguía apareciéndose en cada una de ellas. Los tapices estaban destrozados, los pisos se hallaban repletos de tierra, hojas, piedras, vidrios; tantas cosas que poco podían importarle se mostraban tiradas por donde sea que pisara.
No quiso adentrarse mucho por esos lugares. Incluso el baño se mostraba derrumbado desde el lavabo. Algo muy malo debía ahí haber pasado, y tal vez ChanYeol por eso debería dar vuelta atrás, pero... por algún motivo se vio impulsado a continuar.
Entonces, pasado el pasillo por el que iba, muchos más vidrios fueron apareciendo en el suelo. Había llegado a un comedor donde un candelabro brillaba bajo la luz de su linterna con la que logró apuntarle. La mesa estaba en pie, mas, los cubiertos y platos rotos junto al polvo se desplegaban como un completo desorden en el lugar. Estaba todo tan callado que ChanYeol podía escuchar muy bien sus propias pisadas.
Con las botas que traía en ese momento, los vidrios tal vez no le hacían daño; pero vaya si hacían ruido. Tenía que irse con mucho más cuidado y esperar a que cualquier cosa que pudiera pasar, al menos fuera él el primero que llegara a advertirlo.
Finalmente salió de aquel espacio, y al encontrarse con un inmenso salón–terriblemente destrozado, hasta el espejo que debía recubrir la pared contraria estaba hecho pedazos–, ventanas abiertas (o rotas) conseguían hacer entrar la luz del sol de aquella tarde. ChanYeol pudo al menos bajar su linterna de ese modo, y al guardarla para salvar sus baterías, solo consiguió bajar la guardia cuando un recuerdo sobre esto llegó para azotarle.
Ese amplio espacio era tan similar al túnel por el que junto a BaekHyun había bajado hacía meses. Habían salido del disturbio de las calles, y aunque los gritos y destrozos se escucharan arriba, cuando ellos consiguieron encontrar un lugar solo y despejado de cualquier posible peligro, se detuvieron a solo unos pasos de las escaleras por las que habían bajado y cada uno se fue a recargar en una pared para respirar.
Recuperaron un poco el aliento, y aunque de momento pudieran escuchar sus respiraciones agitadas y todo el disturbio a solo unos pasos, cuando ChanYeol conectó su mirada con la de BaekHyun, la seguridad volvió a su persona.
BaekHyun debió haber pensado de la misma manera, pues, seguro de atravesar ese espacio que los separaba, llegó hasta él y se fijó con una rápida mirada que todo estuviera consigo en buen estado. Lo vio en seguida mirar a las escaleras por donde habían llegado, y aunque notó el ligero temor en sus ojos, cuando regresó con él ese ceño fruncido le dijo otra cosa.
Él podía estar muriendo de miedo en ese momento, pero BaekHyun, con su mano sobre su cara y el pulgar que acariciaba su mejilla, a ChanYeol no lo hizo pensar más que estaba seguro. Junto a él, siempre se podía sentir seguro.
"Lo lograremos," era justo como si supiera lo que necesitaba escuchar, pues, entre todo lo malo que en ese momento pasaba, BaekHyun había sido capaz de susurrarle eso. Y todavía, mientras buscaba su mirada, BaekHyun conectó sus negros ojos con los propios para asegurar aquello que tal vez él más podía desear justo en ese instante. "Créeme. Créeme, ChanYeol. Eres fuerte. Somos fuertes. Tú y yo. Juntos."
Escuchar cómo se repetían esas palabras muy dentro de su cabeza en la actualidad, traía en ChanYeol un ceño fruncido mientras se veía reflejado demacrado y derrotado como podía estar su propia imagen. E igual todavía acariciaba su mejilla con una de sus manos tal como BaekHyun le había hecho para asegurarse que él podía con eso. Tenía que hacerlo, ¿no? Porque BaekHyun se lo había asegurado, era fuerte. Solo... ya no estaban juntos.
No pudo pensar mucho más en ello o seguir perdido entre recuerdos cuando un crujido se escuchó cerca.
Entonces, activadas sus defensas como antes, ChanYeol se volteó de inmediato y alzó su pistola de nuevo. Alguien se estaba acercando, podía escucharlo. Sin embargo, no ubicaba por qué lado. Tuvo que asomarse un poco por la puerta que tenía a la derecha; al no ver nada, la única opción le llegó en la puerta que tenía enfrente, por donde él había pasado, y ahora...
Respiró hondo y avanzó lentamente. No obstante, nada llegó por aquella parte, porque en su lugar... el intruso que había como él allanado ya estaba detrás de sí. Las pisadas de vidrios rotos lo delataron. Él se volteó de inmediato, y al verlo todavía de espaldas, se preguntó si acaso podía confiar.
Poco le duró la duda cuando, aun bajo aquel cabello castaño alborotado, pudo ver en su cuello una piel grisácea, y las venas tan pronunciadas que le decían lo contrario: esta persona no era de confiar, porque se trataba de un infectado.
Lo vio tan pronto se volteó sobre sus zapatos. El infectado, con sus ojos amarillos y su piel pútrida, sobre el ruido que hicieron sus botas encima de los vidrios rotos, lo había ubicado. Y tan desafortunado como era, ChanYeol tuvo que enfrentarlo.
Fue bastante sorprendente el modo en el que se dirigió a él, lo atacó de una manera tan repentina que ChanYeol no tuvo modo de reaccionar como hubiera deseado. En su lugar, las manos del infectado habían conseguido tirarle en un golpe–de una obvia fuerza descomunal– su pistola. Ahora estaba desarmado, y por lo mismo, solo pudo apoyarse de sus manos para evitar cualquier otro golpe.
El infectado había sido rápido, de inmediato había buscado derribarlo, pero ChanYeol consiguió mantener sus pies fijos donde se hallaba; por consiguiente, aunque vio con ojos entrecerrados cómo el infectado intentaba acercarse a él, y sobre su cabeza que intentaba alejar, tan cerca de su oreja escuchó las mordidas que esperaba propinarle, fue capaz de librarse de él cuando halló una rápida escapatoria.
Había soltado el retén que tenía en los hombros del infectado para evitarle llegar hasta él, y al dejar que este se fuera por inercia en la dirección a la que sobre él iba, ChanYeol se alejó a tiempo para salir de su alcance y quedar nuevamente detrás. Ese era el momento justo que él podía tomar para salir corriendo y huir del posible problema que ahí le vendría.
No obstante, quedó nuevamente congelado cuando el infectado volvió a girarse, porque, tan pronto miró mejor la cara de aquel que lo estaba atacando, en ella detestó lo que pudo reconocer. Pues era BaekHyun con el que estaba peleando.
"No..." luego de tanto tiempo, ChanYeol llegaba una vez más a encontrarlo, y entre todas las posibles formas que podía verlo... jamás hubiera deseado que fuera en esa. Por lo mismo se habían separado, porque BaekHyun había sido infectado, y sin que ninguno de los dos fuera capaz de actuar sobre eso, la separación había sido lo más adecuado para ambos; ahora... ¿cómo podía nuevamente enfrentarlo?
Tuvo que hacerlo, porque en los ojos de BaekHyun no se mostró ese reconocimiento que él tuvo. Tan perdido como podía estar sobre lo que le había pasado, BaekHyun salió corriendo una vez más sobre él, y ChanYeol lo único que pudo hacer para evitarse algo malo, fue sostenerlo por el pecho.
Entonces, se vio empujándolo, porque necesitaba alejarlo de modo que evitara las mordidas con las que buscaba atacarlo. E igual BaekHyun no se rindió, volvió a ir contra él, y ChanYeol tuvo que detenerlo de nuevo. Empujarlo. Detenerlo y empujarlo. Detenerlo y empujarlo. Hizo eso una, dos, tres, hasta cuatro veces seguidas, porque no había más que pudiera hacer contra él.
Estaba harto. En medio de los empujes que le dio a BaekHyun, ChanYeol gritó impotente. Era demasiado cansado seguir de ese modo, luchar contra esto, pero... no podía siquiera pensar en matarlo. El solo imaginarlo lo estaba haciendo llorar en este momento.
Esta situación... era peor que haber tenido que dejarlo cuando fue infectado. ChanYeol no quería, no podía seguir de esa forma. Por tanto, tal vez se encontró ahí, sin poder empujarlo más, y cuando solo sostuvo a BaekHyun por los hombros de modo que evitara acercarse lo suficiente a él para morderlo (como la única intención que BaekHyun parecía tener sobre él en su deplorable estado), ChanYeol lo miró tal como ahora estaba.
Ese hombre al que se le veía la piel grisácea caer a pedazos, con los ojos de otro color, el cabello pegado a su rostro y enmarañado junto a la ropa destrozada, hecha girones... no era el BaekHyun que él había mantenido puro en sus recuerdos de aquella vez que todo eso había iniciado.
Él en esa misma posición podía rememorar cómo BaekHyun lo había sostenido entre sus brazos. Estos lo habían abrazado, y lo acobijaron con las caricias que, sobre su cabello negro y corto, le dieron la seguridad de que todo estaría bien, porque él era su refugio. Junto a BaekHyun había formado su vida, y ahora...
Por él pensaba entregarla.
Sin desear luchar más, seguir lejos de BaekHyun y cargar con todo ese dolor que le causó perderlo, ChanYeol solo dejó de empujarlo. Dejó de detenerlo, y lo sostuvo entre sus brazos, lo acercó a él tal como antes; abrazó ese torso menudo y más pequeño para terminar hundiendo su cabeza en el espacio que quedaba justo entre su hombro y cuello.
Al poco rato, sintió una mordida que lo hizo brincar de dolor, pero ChanYeol lo resistió. Por BaekHyun, pudo hacerlo, no importó el modo en el que le arrancó la piel y la sangre brotó, ChanYeol se permitió volver a sus recuerdos y mientras podía acariciar la cabeza de BaekHyun con una de sus manos, las lágrimas que cayeron por sus mejillas fueron lo último en lo que pensó al estar finalmente una vez más a su lado.
Nada más pudo importarle en ese momento más que recordarse en esa misma posición hacía meses, entre los brazos de BaekHyun y mientras escuchaba cómo con sus labios cerca de su oreja le susurraba aquellas dulces palabras.
"Te amo."
Entonces, cerró los ojos. Y al abrirlos de nuevo, ChanYeol respiró como si hubiera sido sacado del agua. Luego, miró frente a él y ahí se encontró a BaekHyun nuevamente. No tenía los ojos amarillos, tampoco la piel grisácea, ellos ya no estaban sucios, ni siquiera en el lugar destrozado. Se hallaban en un pasaje brillante, donde la sonrisa de BaekHyun era la que más lo deslumbraba cuando al fin pudo escucharlo hablar... como antes.
"Hola, ChanYeol."
FIN
Y luego de tanto... hemos llegado al último OS de esta compilación... con mi cortometraje favorito, porque, a pesar del dolor que tiene y pudo darme (incluso al volver a verlo y escribirlo), de verdad es tan profundo el significado que aquí se genera que...
Dios, solo puedo decir que lo amo. ¿Ustedes no lo amaron?
• ¿Qué les pareció este final? ¿Fue un buen corto para cerrar esta sección de ALTER?
• ¿Y qué tal la pasaron al leerlo? ¿Pudieron entender y captar bien lo que aquí ha pasado, verdad?
• Igual, quiero leer sus comentarios, saber lo que opinan sobre este OS, porque en serio es de mis favoritos, y estoy segura de que muchos pensamientos pudieron quedarles, así que... aquí ya saben, les doy momento para explayarse.
• De la misma manera, en este punto aparte, les permitiré también que me digan qué les pareció toda la compilación de adaptaciones. No sé si llegaron a ver todos los cortos una vez que hayan igualmente leído, pero espero que, si lo hicieron, pudiera darles justicia a las magníficas ideas que sus creadoras y creadores desarrollaron, pues, yo salí encantada de haber terminado esto.
Entonces, no me queda más que decirles que agradezco a las personitas que se animaron a leer esto por acá, a darle una oportunidad, que me siguieron en el proceso o llegaron más adelante y pudieron encontrarse hasta acá. Se aprecian mucho todos sus votos, comentarios y visitas, pues solo de esa manera he podido ir creciendo en este espacio que con ustedes comparto algo que me gusta. Como les dije, ya no voy a hacer más adaptaciones del canal ALTER, pero no por eso no los exhorto a que sigan dándole una oportunidad, vayan a revisar su canal, hay inmensa cantidad de trabajos que sacan y muchos realmente son buenos, así que... como a mí, espero que terminen enamorándoles, y disfruten como nunca todo lo que por allá puedan ver... así como por acá yo pueda darles ahora sobre mis propios trabajos.
Les recuerdo, yo también tengo cantidad de historias de terror, y si este género no es el que precisamente buscan ahora, tengo variedad que quizá les pueda interesar, así que, ahí pueden pasearse para ver si algo más les interesa.
¡Muchas gracias por llegar hasta aquí! Sin más, me he de despedir solo dejándoles el cortometraje que corresponde a esta historia. Y espero podamos leernos en cualquier otro trabajo que saque más adelante 🎃👻💙
[Aquí debería haber un GIF o video. Actualiza la aplicación ahora para visualizarlo.]
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