Fiji
Capitulo 2 Fiji
Los días habían pasado rápido después del encuentro con la “Sirena”, al verse cancelado el pedido, Usopp llevo el barco a aguas más frías, el calor ya los tenia fastidiados. Zoro se pasaba la tarde leyendo el Liber Monstrotum, cosa que desconcertó al cocinero que lo vigilaba de cerca.
El segundo a cargo leía detenidamente la descripción de ellas:
“Las sirenas son doncellas marinas que engañan a los navegantes con su gran belleza y dulzura de su canto; de la cabeza al ombligo tienen cuerpo de virgen y forma semejante al género humano, pero poseen una escamosa cola de pez, que siempre ocultan en el mar”.
Sus ojos viajaban por las páginas, casi comparable con la velocidad con la que bebía un tarro de cerveza.
-Veo que te interesan las sirenas-
Zoro dio un respingo y cerró el libro de inmediato escucho al cocinero. Sanji le quito el libro tomándolo justo en la página que Zoro leía.
-Las sirenas viven en Sirenum Scopulieran Frente a Grecia en el mar mediterráneo…. Umm estas muy interesado para ser alguien que no cree en seres marinos mitológicos.
Zoro se levantó y le arrebato el libro – No estés molestando – le grito exasperado – cocinero estúpido.
-Marimo de mierda – le escupió humo en la cara. Sanji sabía exactamente lo que le molestaba a Zoro, el peliverde apretó el puño y apunto estaba de asestarlo en la cara del cocinero pero el capitán le detuvo el brazo en el último momento.
-Necesito que todos estén en sus puestos, nos vamos a Fiji – le soltó la mano y paso en medio de ambos – Eleven anclas – Gritó, se le veía enojado ¡MUEVANSE!
Zoro a toda prisa corrió por la cubierta hasta el ancla, utilizando toda su fuerza el solo subió el ancla al mismo tiempo que Usopp desplegaba las velas y Sanji ajustaba el curso del barco rumbo a Fiji – Necesitamos un navegante, murmuraba Sanji mientras observaba un mapa de las corrientes marinas.
-Listo – Gritó el cocinero.
-A zarpar entonces – le siguió Luffy – Que tenemos que entregar el pescado hoy.
-¡HOY! – Gritaron los tres tripulantes al unísono.
-No se quejen… a duras penas conseguí comprador…
Luffy casi no mostraba ese lado serio y preocupado, pocas veces los clientes se arrepentían o quedaban mal con él. Mugiwara's Enterprise era una empresa compuesta por cinco personas, Brook el encargado de las finanzas y relaciones públicas, Luffy el capitán y sus tres tripulantes. Luffy sabía que tenía que crecer, necesitaba un carpintero y una bióloga marina, también un navegante y por supuesto un médico.
Todo esto lo tenía con sus niveles de estrés por las nubes. Ya no tenía 16 y ya no soñaba con tener una empresa pesquera, ahora tenía 21 y tenía una empresa que mantener. Suspiro y comento abiertamente los planes de navegación los cuales a duras penas entendió el “navegante” Sanji, también les comento que irían con Franky, supuestamente por reparaciones.
*
Tardaron dos días y tres noches en llegar tocaron puerto pasadas las 10:00 de la noche, Zoro se había quedado dormido en la cubierta al piel del mástil entre algunas sogas amontonadas.
No le prestaron atención ya que había permanecido despierto la mayor parte del viaje lo cual fue una gran Azaña. En el muelle una dama, alta, delgada, de tez blanca y hermoso cabello azabache a media espalda los esperaba.
-Pero que hermosura de mujer es la que está en el muelle – Canturreo el cocinero.
-Es… mi contacto en Fiji – sonrió Luffy mientras la saludaba – le debemos el culo…
-Querrás decirla vida… y no hay problema se la doy – guiño el ojo.
-No… nos salvó el culo, consiguió que compraran los peces, es bióloga marina, sabe lo valiosos que son.
-Bióloga-
-Así es… quiero que se una a la tripulación.
Usopp anclo el barco justo en el muelle, el abrupto movimiento hizo que Zoro se levantara como regla - ¿Ya llegamos? – Pregunto aun soñoliento.
-Hay no- Dijo Luffy – Quería que se quedara dormido – se tallo la frente con desesperación.
-Capitán… Todo listo… listo para descargar.
Los cuatro bajaron del barco y Luffy jalo a Robín lejos del resto.
-No quiero que le insinúes nada.
-De que hablas capitán san.
-Sabes a lo que me refiero, la última vez que estuvimos aquí, Zoro termino ahogado de borracho en la bodega y sabes lo difícil es que se ponga borracho y borracho no me sirve.
-Ya no pasara… esa vez terminamos… por eso su puso así.
-Tu… Robín, encontraste a alguien… o te aburriste…
-En comparación conmigo ustedes son unos niños, lo deje, es mejor que busque a alguien de su edad.
-Ya veo, pero están en buenos términos supongo.
-Claro… Jamás hemos peleado y termínanos de mutuo acuerdo.
-Genial – la tomo por los hombros - ¡Únete a mi tripulación!
-¿Qué? – ella quedó perpleja.
Del otro lado del muelle los tres tripulantes especulaban acerca de lo que estarían hablando.
-Oye Zoro… ¿Qué hablara con tu novia?
-Me dejo...
Sanji soltó una sonora carcajada, no podía creer que terminaron, la tan famosa y a la vez tan desconocida Nico Robín lo mando al carajo, Sanji la había “conocido” solo de palabra, jamás la había visto, ni sabía a qué se dedicaba y por lo que dijo Luffy de unirla a la tripulación, si ella accedía serían los viajes más divertidos de su vida – Me compadezco de ti amigo mío… Una dama, como ella debe de ser difícil de olvidar – soltó una bocanada de humo.
-¡Muevan el culo!… ¡Holgazanes! Los peces no se descargaran solos – Grito Zoro armando un escándalo que hizo que robín y Luffy dejaran de hablar para voltear a ver a los tres muchachos, que subían al barco a comenzar a descargar el famoso pescado. Cuatro horas des descarga y tres toneladas de pescado después Robín explico que las toneladas estaban divididas entre un centro de investigación, el mercado de una isla cercana y varios restaurantes.
Llegadas las 5am varios, quiero decir muchos autos llegaron al muelle.
-Camiones de carga – Dijo Luffy ante lo obvio.
-Harás una fortuna capitán – le dijo Robín, ciertamente el capitán no sabía a qué acuerdo llego, él solo le dio un precio y ella le llamo después.
-Mano a la obra – Dijo Usopp.
Para las 7am, una tonelada había sido vendida a todos los restaurantes de Fiji a precios exorbitantes, a las 7:30am llegaron dos representantes de dos centros de investigación los cuales compraron ½ tonelada entre ambos, tras un imprevisto y varias llamadas Robín logro que un acuario comprara la ½ tonelada que el centro de investigación no se llevó y les quedaba 1 tonelada más, que la venderían a los pequeños negocios, tiendas y pescaderías de Fiji.
Con el pescado aun congelado repartido en cuatro camiones se dirigieron al mercado local Zoro y Usopp, mientras Sanji, Luffy y Robín tomaron el camino al otro lado de la ciudad.
-Zoro, puedo preguntarte algo…
-umm… dime.
-De donde sacaste esas pulseras de Oro – soltó la bomba, mirando fijamente las muñecas de Zoro.
-Las encontré en Cliperton – No le mintió – Ahora ¿hacia dónde?
-Oh si, en esta esquina giras a la derecha y al fondo está la entrada… no sé cómo sabes conducir teniendo un pésimo sentido de orientación – se quejó.
-Existe el Gps, amigo mío.
Durante horas repartieron el pescado pre pagado basándose en una lista proporcionada por Robín.
-¿A quién se le ocurrió poner el pescado en estas jabas tan pequeñas?
-A Robín.
Terminaron de entregar las jabas y Usopp se adentró en el congelador del camión para revisar si no se les había olvidado algo, el calor era insoportable y después de cargar todo el pescado, apenar del equipo protector que usaron terminaron apestosos, sudados y muy sucios.
Zoro se sacó los guantes de plástico gruesos, retirándose la camisa azul de manga larga, quedándose solo en pantalones y botas industriales. Se sentó en la defesa trasera del auto mientras sentía el suave correr del viento… exhalo ruidosamente a manera de expresar su cansancio.
-Joven, disculpa – la dulce voz de una joven lo saco de su corto descanso, el peliverde levanto la mirada observando a la chica desde los pies hasta su rostro, era muy linda.
De inmediato Zoro peino su cabello hacia atrás, flexionando los músculos del brazo, obviamente mostrando su perfectamente trabajado abdomen.
-¿En que la puedo ayudar señorita?
-Escuche que vendían carpa dorada… me preguntaba ¿si aún tenían un poco que pudiera venderme?
La chica era sumamente bonita, 1.60, piernas largas, generoso busto, curvas de muerte y una cara angelical que hipnotizaba, sin olvidar su cabellera rojita y sus grandes ojos chocolate.
-Espere un momento – Zoro iba a subir al camión, pero Usopp se adelantó.
-Oye Zoro se cayeron algunas carpas y… - enmudeció al ver a la chica, calzaba unos zapatos de tacón beige, un brazalete en la muñeca, falda corta blanca y una blusa negra que dejaba ver su vientre – Buenas tardes señorita ¿En qué podemos ayudarle? – dijo amablemente.
-Quería un par de carpas, escuche que tenían y quisiera que mis hermanitos las probaran – sonrió dulcemente.
-Pero por supuesto – Zoro le arrebato de las manos los peces a Usopp – Tome cortesía de Mugiwara…
-Enterprise – añadió Usopp, era una pelea por la atención de la chica.
-Como tu oficial a cargo te pido que te pongas a limpiar el refrigerador y como tu amigo te pido que dejes de coquetear con la chica a la que intento conquistar – lo tomo por la camisa y le susurro – lárgate.
Usopp rodo los ojos y se adentró en el camión – 10 minutos y grito.
-Ustedes dos son muy unidos – sonrió la peliroja.
-Si hace mucho que nos conocemos – observo que la chica aun sostenía el pescado congelado – permíteme darte algo para que los lleves sin quemarte por el hielo – Le quito las carpas de sus congelados dedos.
-Espero no te duelan… ya estamos acostumbrados al hielo y se nos olvida que otras personas no, casi ya no tengo sensibilidad en la palma de las manos – rio – las envolveré en plástico y podrás librarte de mí – volvió a sonreír mostrando sus blancos y perfectos dientes.
Después de envolverle las carpas se despidió amablemente y se fue contoneando las caderas, atontando al peliverde que l observaba irse.
-Supiste como se llamaba casanova – Usopp lo saco de su embebecimiento.
-Que idiota soy no le pedí nada.
-De cualquier forma dolo estamos de paso, no sería bueno para ella que se enredara contigo.
-hmmp – desde que vio a Robín, recordó la última vez que estuvo con una chica… pasaba por un largo periodo de ayuno sexual que quería dejar de inmediato.
-Tenía un cuerpo de diosa, lastima de la cicatriz en el abdomen bajo… espero que fuera por operación y no de un ataque – el amigo de Zoro, comenzó a balbucear trayendo de nueva cuenta los recuerdo de la sirena a su mente.
-Mierda – Zoro corrió por el camino que había tomado la chica dejando a Usopp hablando solo “tengo que encontrar a esa chica” corrió por todos lados, era un mercado grande y estaba muy seguro que se perdería “Estoy seguro, que es ella… es la maldita sirena”.
Desesperado se subió a una tarima de un puesto de pescados, sería más fácil localizar a esa larga esa cabellera rojiza.
-Ahí esta – la vio saliendo del mercado – mierda – se bajó como pudo. Corrió a toda velocidad, todo lo que pudo, alcanzo a oler un dulce aroma combinado con la brisa del mar.
Las puertas detrás de ella se cerraron y cuando él logro alcanzarla y salir por la misma puerta que ella ya era demasiado tarde, había desapareció.
-¿Dónde demonios se metió?- Grito a todo pulmón. Solo veía agua a su alrededor, por donde había salido la joven era una salida a un muelle – Cada vez me convenzo más… era la sirena – murmuro.
Lamentos de la autora: agradezco todas sus lecturas, votos y comentarios. Que también los espero en este capitulo <3 muchas gracias por la espera. Y para los que leen y pese a todo ya esta listo el siguiente capitulo. Perdonen tanta espera. Saludos
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