Las vacaciones estaban por llegar.
Y para celebrar que ya estaban a la vuelta de la esquina, la escuela programaba tres grandes eventos.

•Final del torneo de fútbol.
•Una obra de teatro dirigida y actuada solo por alumnos.
•Una pequeña ceremonia.

Aquello era mi excusa para evitarle.
Necesitaba aclarar mi mente y dejar de confundirlo, si es que eso estaba haciendo con el. (Por qué en realidad lo estaba haciendo conmigo)

La final del torneo de fútbol había transcurrido exitosamente, más sin embargo, no deje que se acercara ni por un momento para felicitarme, la pase escondiéndome, y me maldecía internamente por hacerle algo así cuando no lo merecía. Seguido de ello, se dio la obra donde toda la escuela estuvo presente y fue testigo del beso que hubo entre Min Yoongi y yo, al que a pesar de tratar, no logré impedirlo, y esa fue otra de las razones por las que me odié tremendamente pues él también asistió al evento, después de todo, formaba parte del club. (Cabe recalcar que yo jamás me inscribí).

Pero, sabía que no podría evitarlo por siempre, estaba completamente consiente de que tendría que enfrentarle en algún momento, pero lo que no sabía, era que ese momento llegaría tan rápido.

Tan solo se encontraba a unos cuantos pasos de mi, se hallaba formado entre todos los alumnos de nuestra clase y una expresión seria adornaba su bonita cara mientras escuchábamos al director dar su discurso motivador como cada año. Trate de evadir su mirada todo el tiempo pese a que la sentía traspasar mi paliducho cuerpo, haciéndome flaquear al instante.
Cuando la ceremonia se dio por terminada, aceleré mi paso a la salida del auditorio, pero fue inútil.

—¿Puedes dejar de evitarme de una buena vez? Por favor—se escuchó a mis espaldas.

Y supe que me hallaba en un laberinto donde no había salida, ni más excusas, ni más opciones.

—Realmente no te entiendo Jungkook—continuo una vez me vio girar—¡Me confundes tremendamente!

Ni yo me entendía.

—Actúas como si no te importara, me besas, huyes, eres agradable conmigo y luego vuelves a actuar como si mi existencia te valieran tres hectáreas de...

—Lo lamentó ¿Esta bien?—le interrumpí sin saber exactamente qué decirle

Las personas no tardaron en murmurar, necesitaba salir de ahí lo más pronto posible, así que tomé su muñeca y lo llevé a rastras fuera del auditorio, caminamos unos cuantos metros hasta hallar un salón de clases vacío.

—¿Y entonces?—cuestionó soltándose de mi agarre una vez estuvimos solos.

—Es solo que yo...

—Esta bien tener miedo—interrumpió tomándome por sorpresa con ese comentario—Esto es nuevo para ti y lo sé, pero tú debes entender que yo...

Una frustración se apoderó de todo mi cuerpo.

—¡No le tengo miedo al jodido amor Park! ¡Yo tengo miedo al dolor!—admití por fin elevando la voz con la mirada puesta en la punta de mis zapatos—A que siga sonando la alarma que me advierte que todo lo que he estado evitando se desmorone, y que no pueda vivir con ese sonido espantoso y absurdo.

—Pero Kook...

—No le tengo miedo porque duele si es lo que te preocupa Jimin—continúe al momento en que un pesado suspiro abandonaba mi cuerpo— Temo al dolor porqué... ¿Por qué duele? ¿Qué sentido tiene? ¿Cómo voy a dormir tranquilo sabiendo que esa alarma va a despertarme en cualquier momento, impidiéndome dormir el resto de la noche?

—¿De que me estás hablando?—me miro realmente confundido.

¡Y es que ni yo sabía con exactitud qué acababa de balbucear!

—¡De que me estás volviendo loco!—exclame siendo exagerado con el tono de voz—Traté de no prestarle atención, creí que era una falsa alarma, o que mis sensores eran sensibles, tal vez mi sueño sea ligero...pero, no, soy yo, mi culpa... mía porque...

Frene en seco.

Justo en ese momento, la respuesta había llegado a mi. Esa respuesta a la que le había temido tanto, la que nunca pensé que llegaría a encontrar, la que había evitado a toda costa.

Me odie.
Me sentí enfermo, malo, un idiota.

Yo estaba enamorado.

—¿Por qué...?—cuestionó mirándome atento.

—Necesito, necesito irme...

Gire apresuradamente, necesitaba salir, huir de eso como lo había echo siempre, pero su agarre en mi muñeca me impidió si quiera dar un paso.

—¡No, no te alejarás de mi esta vez!—dijo a mis espaldas pero me negué a voltear—Tal vez, tú no dirás nada Jeon pero yo si, no esperaré ni un minuto más ¡Ya no!

No importaba cuanto tratara o cuanto esfuerzo pusiera en ello.

—Ya no puedo guardármelo más—continuo sonrojado.

"El amor no es algo que se pueda evitar"
Simplemente
...sucede.

—Jungkook—respiro profundo—¿Qué dirías si confieso en este momento que, me gustas?

Y aquella alarma a la que tanto le temí, detonó una enorme explosión en mi estómago haciendo que los malditos insectos aparecieran en el. Pero no eran mariposas, eran jodidas águilas devorándome.
Una sensación maravillosa me recorrió todo el cuerpo, como si fuese parte de mi sangre pasando por mis venas, mi corazón, fue golpeado por un boxeador profesional haciendo que girara repetidas veces, haciéndolo latir eufórico, como nunca antes lo había hecho., pero se sentía bien.
¡Maldición! Se sentía bastante bien.

—Yo—tragué en seco sintiendo los nervios en cada poro de mi cuerpo—Diría que, realmente tienes pésimos gustos en hombres.

Respondí provocando que una risa nerviosa se le escapará.

"Primer amor"

Para mi el primer amor, o el amor como tal no existía, sin embargo había llegado alguien a contradecir todo mi pensar.

Definir al amor como tal es sumamente complicado, así que solo concluiré esto:

El amor es firme, sólido, inquebrantable e intangible. Puedes conocerlo, puedes sentirlo, sin embargo no puedes explicarlo.
No puedes tomarlo pues se resbala como dos gotas danzantes en un parabrisas. No puede ser poseído, es libre. El amor, no conoce limitaciones, arrasa con todo a su paso, con cualquiera, e incluso si se intenta evitarlo, ablanda los corazones más ásperos.

Jamás llegaría a comprenderlo, a definirlo.
Sólo viviría sintiéndolo, sin saber explicarlo con exactitud.

Sin embargo, si alguien me llegara a preguntar: "¿Qué es el amor para ti?" Contestaría que es una alteración, una serendipia, es algo que no buscas, pero aparece por casualidad y acaba siendo algo muy valioso en tu vida.

No obstante, cada persona tiene un concepto, idea, o noción diferente de lo que el amor es.

Cada quien puede alterar el amor como le plazca.

—Antes que nada, quiero que sepas que...aún no soy capaz de corresponderte por completo Jimin—continué siendo sincero.

Él siempre mereció algo sincero

—Pero, si puedo pedirte un poco de...

—¿Tiempo?—completo acompañado de una sonrisa ladina, acercándose atrevidamente a mi—Debes saber Jeon Jungkook, que soy muy, muy paciente.

—Y yo quiero que sepas Park Jimin, que—también di un paso para acortar más esa distancia—...Puedo amarte más que esto.

Si.
Ahora mi corazón le pertenecía a aquel que lo hacía latir.
Ya no podía posponerlo o hacer como si no fuese verdad.
Había caído en las garras del amor, me había vencido, sin embargo, ya no pondría resistencia, lo aceptaba, lo sentía, me gustaba, me alteraba.

Ahora yo les pregunto...

¿Y ustedes en qué invierten sus latidos?