[7: Primer beso]


Una semana había pasado desde aquella ocasión en que golpee a ese engreído en ese jardín, al parecer no le había contado a Jimin que había sido yo el causante de su gran ojo morado, en cambio, sólo le había inventado una historia que a mi criterio, se escuchaba más falsa que el mito de que a los toros les gusta el rojo.
Sin embargo, no lo desmentí. Por la simple razón de que ¿Para que? ¿Volverme el héroe como en las malditas historias de romance? ¿Ganarme su cariño? ¿Tal vez un halago? Nah, no me importaba en lo mínimo, en realidad siento que sólo había actuado de manera impulsiva.

Sin embargo, podía notar un comportamiento extraño de parte de Park, quiero decir, él nunca dejaba de sonreír, de seguirme o preguntar cosas ridículas, y últimamente había evitado todo eso, lo podía ver más pensativo todo el tiempo, más nervioso y trataba de evitarme a toda costa. No lo entendía, no entendía la razón de su raro comportamiento, tampoco lograba comprender el porqué del mío, ese chico me confundía a más no poder, y me irritaba no saber con exactitud cuándo yo siempre sabía todo lo que sucedía conmigo.

Y así terminé, ahí me encontraba yo, tratando de despejar mi mente y despegar la mirada de la espalda de aquel rubio causante de todos mis enigmas. Ni siquiera me ponía atención, estaba ignorándome descaradamente, ¿No podía siquiera corresponderme la mirada?

Holainterrumpieron a la entrada del salón con entusiasmo y automáticamente desvíe la mirada hacía aquella personaVeo que aquí estabas.

¿Hola?respondí de cierta manera, indeciso, al ver a ese castaño quien al parecer estaba buscándome.

¿Estás libre está tarde?cuestiono acercándose a mi.

Observé como Park desviaba sus ojos de la libreta hacia él y no hizo otra cosa más que desordenar mis pensamientos.

¿Hoy? Ammmpensé un momento, necesitaba decir que no, que estaría ocupado toda la tarde pero era completamente falso, hoy no tenía nada que hacer y mi cabeza no pudo pensar en ninguna excusa decenteSi, hoy, debo pasear a Gureum, es mi perro.

Una fuerte carcajada se apreció por parte del contrario y en respuesta mi entrecejo se frunció.

Entonces ¿Podría acompañarte?solto y eso no me lo esperaba en absoluto.

¿Qué?
¿Por qué se estaba comportando así conmigo?
No me conocía y no creía que era necesario conocernos por el simple hecho de que actuaríamos juntos. Nunca había considerado necesario el hacer más amigos, (si, tenía un amigo aparte de Park, por si lo preguntaban) porque me sentía realmente bien estando solo.

A mi también me gustaría acompañarlosinterrumpió el rubio levantándose de su lugar para caminar hasta nosotros.

¡¿Qué!?
¿Tan de pronto?

¿Eh?lo miró el castaño sorprendido.

Yo...divagó un momentoSiempre quise conocer a Gureumsoltó.

¿Enserio estábamos haciendo todo esto por mi perro?

No. Espera.

¿Era buen momento para decirles que no tenía un perro?

De la que me había salvado.
Los astros estaban de mi lado el día hoy, pues al final, Min recibió una llamada y tuvo que retirarse, no sin antes comentar que pospondríamos esa salida para otra ocasión, cosa que negué causando que sólo una leve risa se hiciera presente de su parte.
A Jimin le gustaba sonreír, pero a ese chico le encantaba reír. ¿Por quien me tomaban? ¿Por alguna clase de bufón?

¿Vas a decirme qué pasa contigo?me atreví a preguntar mientras caminábamos sin rumbo alguno.

Quedando sólo Jimin y yo al término de la escuela, sin darnos cuenta ya nos encontrábamos rumbo a cualquier lugar uno al lado del otro. Aprovechando la ocasión, decidí ser directo y preguntarle de una buena vez la razón de su raro comportamiento.

Nada, no pasa nadarespondió mirando la punta de sus zapatos y jugaba con sus pequeños dedos.

¿Sabes que puedo darme cuenta no?—le cuestioné mirándole de reojoTal vez te conozco lo suficiente como para saber que si pasa algo.

Un silencio nos invadió mientras aquel chico divagaba en pensamientos, quizá pensando en si era lo correcto decirme lo que sea que le estuviese afectando, pero en ese momento mi paciencia no fue mi mejor virtud.

Puedes decirme en lugar de darme dolor de cabeza, por favorpedí algo cansado mentalmente.

Yo...no quiero que actúes en esa obraconfesó por fin.

¿Que?exclame incrédulo ante esa confesión¿Si sabes que fuiste tú quien me metió en ella en primer lugar?

Lo sé, lo sé muy bien, pero nunca imaginé que a ese chico...le gustaras.

¿Hablas de Min Yoongi?respondí burlón¿Es una broma verdad?

¡Tal vez tú estes lo suficientemente ciego como para no darte cuenta!soltó elevando un poco el tono de su vozPero yo no...; conozco a Min, sé cómo actúa cuando alguien llama su atención, y es esa clase de persona dispuesta a hacer lo que sea para obtener lo que desea.

Bien, supongamos que eso es cierto, pero...dije tratando de controlar la situación como siempreSi sabes que estás hablando con la persona que siempre evade las relaciones sentimentales y las atrocidades que el amor trae consigo ¿verdad?

Tambien lo sé, pero tú debes entender bien Jeon, que no siempre podrá ser así.

¿De qué hablas?

Todo se me estaba saliendo de las manos.

Habló, de que no vas a poder evitar al amor por siempre, no sé puedecontinuó deteniéndose repentinamente y yo imite su acciónNadie es capaz de evitar el amor, y nadie es capaz de evitar que su amor se acabe, por el simple hecho de que no puedes evitar lo que es inevitable.

Bien, b-bastainterrumpí entrando en pánicoNi siquiera sé porqué estamos teniendo esta ridícula conversación, es culpa tuya.

Si, lo es, no encuentro motivo, pero, es solo que...se plantó frente a mi, lo suficientemente cerca como para hacerme retroceder un pasoLa idea de pensar que quien rompa esa bola de cristal en la que vives alejándote de todo, sea él y no yo. Me está matando.

En ese momento todo en mi cabeza se volvió blanco, no podía pensar en nada más que en lo que el chico acababa de decir.

Jimin...nombre inaudible.

Y en un efímero instante lo siento apropiándose de mis labios como si los suyos fueran míos, los saboree, los acaricie, no fui capaz de esquivarlo ni de leer esa acción antes de ser realizada. Mis ojos no pueden evitar ser abiertos a tope, contemplando su rostro invadiendo mi preciado espacio, uno que a él nunca le importó evadir en lo mínimo, sus ojos cerrados con serenidad mientras sus pestañas negras rozan la piel cerca de sus ojeras, en realidad todo pasó demasiado rápido pero no pude evitar vivirlo en cámara lenta.

En un instante aquel se alejó un poco y nuestras miradas se cruzaron indefinidamente. De pronto, su expresión se tensó al caer en cuenta de lo que había hecho.

Y-yo...susurró tropezándose con las palabras¡Lo siento!

Gritó con todas sus fuerzas y se echó a correr como fiera enloquecida, dejándome ahí, en medio de ese parque con un sólo pensamiento en mi cabeza:

"Aquel rubio acaba de robarme mi no deseado primer beso".

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