Los días habían pasado desde aquella salida inesperada con aquel extraño chico. Y desde ese suceso no lo había visto demasiado, a duras penas si hablaba con él durante las clases.

Decir "mucho tiempo" es poco para definir el tiempo que él y su tonto novio pasaban juntos, literalmente parecían muéganos.

Y me molestaba, me molestaba tremendamente.

¿Por qué?

No lo sabía, y no me importaba en realidad conseguir una respuesta, simplemente odiaba ver sus manos entrelazadas, aquellas que alguna vez tomaron mi muñeca, me enojaba verlo sonreírle abiertamente como lo hacia cuando estábamos juntos, y el hecho de pensar qué tal vez fueron a un estúpido parque de diversiones para tener una cita sin vomito de por medio, me ponía furioso. ¡Joder! Me ponía muy furioso.

—¡Jungkook!—gritó una voz a mis espaldas hasta alcanzar mi paso.

—¿Qué sucede?—cuestione lo suficientemente sorprendido al verlo hablándome nuevamente.

—Adivina—dijo actuando juguetón.

—No tengo la menor idea Park—le respondí seriamente, guardando mis dos manos en los bolsillos del pantalón. Estaba enojado con él.

Sólo quería irme a casa.

—Mis compañeros de teatro amaron tu actuación en la reunión del domingo—soltó y por supuesto eso me sorprendió bastante, es decir, según yo, había sido una de las mayores vergüenzas que pasé—Tendremos otra reunión más tarde en el jardín y quieren que te lleve.

—¿A mi? ¿No estás bromeando?—cuestione aún sin procesar por completo todo lo mencionado—Es decir, soy muy malo actuando, de hecho el domingo solo fui yo leyendo líneas—dije tomando mi nunca avergonzado.

—Entonces...tu personalidad queda perfecta para un personaje en la obra de la escuela—exclamó sin borrar la sonrisa de su rostro.

—A-aún así, yo, tenía planeado ir al parque con unos amigos—comenté divagando con la mirada.

—Jungkook tú no tienes amigos—comentó divertido—Así que, adelántate al jardín y en un momento te alcanzo, necesito ir por mis cosas.

«¡Claro que tengo amigos!» quise gritarle.

Pero sin esperar una respuesta por parte mía, (porque claramente diría que no) corrió hasta los salones para ir por su mochila. Entonces la idea de hacer más amigos, en ese momento no sonó del todo mal.

Resignado, caminé al jardín como me lo había pedido, y con pedir me refiero a casi imponérmelo. Al salir, una brisa fresca chocó contra mi rostro, el clima era frió está tarde y de alguna manera me agradaba bastante.

—Sólo pasamos el rato—se escuchó una voz detrás de los arbustos llamando mi atención, pues aún no había nadie en ese "solitario " lugar.

Mi curiosidad salió a flor de piel y me acerqué haciendo el menor ruido posible, baje un poco mi cuerpo y me escondí entre los arbustos de igual manera para evitar ser visto.

—Te he dicho que no terminamos—comentó casi en un susurro—Sólo necesito hablar a solas con él, le diré que tendré una cena con mis padres, Jimin siempre es así de ingenuo.

Fruncí el ceño al ver de quien se trataba y un enojo se apoderó de mi haciendo que explotará.

—Claro, no creo poder esperar más tiempo para poder volver a verte—dijo nuevamente por la bocina del celular.

"Volver y verte" dos palabras que al colocarlas en una misma frase podían darte a entender algo romántico y al mismo tiempo rompían tus ilusiones.

—Ash, esté chico—solté saliendo de mi escondite sin importarme en lo más mínimo qué notará mi presencia

—¿Kook?—se sobresaltó al verme—¿Tú qué haces ahí escondido?—preguntó colgando automáticamente la llamada.

En este caso, lastimosamente era lo segundo.

—Deja de hablar antes de que te muela a golpes—le reclamé levantando mi puño dramáticamente.

—Ah, entonces si eras tú —exclamó con una sonrisa ladina formándose en su perfecto rostro— Mi supuesto reemplazo. Ese día no pude reconocer bien tu rostro, pero ahora...

—¿Eh? ¿Reemplazo?—un pesado suspiró abandonó mi cuerpo, pero entendí todo al recordar el primer encuentro con Park—Escucha In, no voy a contestar a eso porqué realmente no tolero escucharte, y porqué me importa poco lo que digas de mi, pero Jimin, no te atrevas a hablar de el.

—¿Por qué?—soltó divertido—Está saliendo conmigo, puedo decir lo que yo quiera.

—El no es un juguete que puedes usar y luego desechar a tu antojo como si de basura se tratará—le reclame completamente atónito a lo que el tipo acababa de decir—Tiene sentimientos y unos muy bellos, el único que no lo sabe eres tú.

—¡Oye!—se quejó caminado hacia mi y como si no tuviese control total de mi cuerpo, le proporcione un fuerte puñetazo en el lado izquierdo de su rostro haciendo que cayera bruscamente.

Me sorprendí.

No sólo por el hecho de que lo había noqueado limpiamente sin mucho esfuerzo antes de que pudiese siquiera acercarse, sino, porque en mi vida había golpeado a alguien.
Pero ¡Caray! Se sentía increíblemente liberador, extrañamente bien, además, no podía dejar que jugara con lo sentimientos de aquel chico.
Si. Ese chico que aún estaba enamorado de él, aunque me costara aceptarlo.

Salí de aquel cubículo del baño caminó al lavabo para lavar mis manos y quitar la poca sangre seca de mis nudillos.. Decir que poca fue mi sorpresa al verlo afuera, definitivamente era mentira, pero no quería demostrarlo. Una vez había logrado mi cometido caminé hasta los lavabos.

—¿Ya terminó el ensayo?—cuestione como excusa, pues no sabía exactamente qué decirle.

—Si, recién terminó—respondió sonriendo ligeramente—Los chicos me pidieron que te dijera que mañana habrá otro, te lo dije, tu personalidad queda perfecto con el protagonista.

—No creo poder quedarme mañana—respondí acomodando un poco mi cabello con agua frente al espejo—Tengo practica de fútbol.

—No te afectará faltar a una, te vi y realmente eres muy bueno—comentó tomando su nuca algo avergonzado.

—Bueno, podría ir después de practicar, haré una excepción—comenté acompañado de un suspiro cerrado la llave—Por cierto, háblame más de eso—dije caminando fuera del baño secando mis manos en los costados de mi pantalón y por supuesto él siguió mis pasos.

—Bueno, es un guión de tragedia, drama y sobre todo romance, aún están buscando al otro protagonista y...

—Alto ahí—dije deteniéndome abruptamente—¿Romance? Yo...no, sabes que no puedo.

—¡Vamos Jeon!—exclamó tomando mi brazo haciéndome estremecer por completo—Sólo actuaras, no significa que deba ser así en la vida real.

Pero...¿Y si gracias a esto, todo lo que había estado evitando, se volvía realidad?
Quise preguntarle, pero preferí guardar silencio.