Está noche era fría, pocas estrellas eran visibles en el oscuro cielo nocturno, los faros que alumbraban las calles ya habían sido prendidos. Caminábamos a un ritmo lento, el silencio reinaba a excepción del cantar de los grillos, más no me era incómodo.
Jimin había insistido en acompañarme como mínimo hasta la mitad del camino, y por más que lo negué, terminó haciendo lo que quiso.

La tarde junto a él había sido lo bastante agradable y tranquila, primero comencé pasándole los apuntes de las últimas clases, luego realizamos tarea juntos, bueno...(tratamos al menos) pues estábamos más concentrados en temas triviales, para después terminar viendo una película donde en definitiva nuestras opiniones eras distintas. Pero...No importaba cuantas veces lo negara, o cuanto tratara de convencerme: Me gustaba pasar tiempo con el.

Su madre bajó casi al anochecer y aparentemente el efecto de la medicina ya había pasado. Ella era una señora de la mediana edad, cuya tes pálida combinaba a la perfección con sus mejillas rosadas, labios delgados y ojos cuyos desaparecían al sonreír, ahí supe de dónde Jimin había heredado ese bello gesto. Además era amable, muy, muy amable que en cierto momento llegaba ser algo empalagoso, insistió demasiadas veces en hacernos la cena, pero terminó quebrando dos vasos a causa del leve mareo que aún experimentaba, más eso no la detuvo.

—Me divertí mucho—corto aquel silencio como las tijeras al papel.

—Oh, si, debo confesarte que también yo—respondí con las manos dentro de mis bolsillos—Tú madre, es una mujer encantadora.

—Lo es, gracias—dijo y hasta ese momento el ambiente se volvió un tanto incómodo—Escucha Jeon, sobre lo qué pasó ayer...

¡Cierto!
El haber pasado tiempo con él, hizo que mi mente olvidara mi objetivo principal. No estaba listo, aún no me sentía preparado para enfrentarlo, para hablar de lo sucedido.

—Ah, yo...

—Cometí un error—interrumpió y me caló hasta en lo más hondo. Solo bastaron esas palabras para terminar de acuchillar mi pecho enfermo hasta matarme—Escucha, fue algo estúpido de mi parte, sé que tú, bueno...tratas de evitar eso a toda costa, y yo como un tonto lo ignoré y actué por impulso y...

—Está bien—le interrumpí antes de que dijera algo más hiriente, y no pude evitar sentirme ¿raro? ¿extraño? quizá desilusionado—Olvidémoslo, aquí no pasó nada.

Dije, más mi sentir expresaba otra cosa.

—Entonces...¿Todo bien entre nosotros? ¿Aún podemos seguir siendo amigos verdad?—continuo.

—Por supuesto Park, amigos—dije por último.

¿No era esto lo que quería?
¡Claro que era lo que quería! Pero entonces...¿Por qué no podía evitar sentirme así? Sentirme tan...fracasado.

No. Debía aprender a controlar este sentimiento.
Era lo mejor.

El amor no traía más que decepción, desilusión, dolor. Y no había disfraz que pudiera ocultar largo tiempo al amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo había. Inquietud, desconfianza es todo lo que el amor aportaba, era mejor evitarlo, y si podía...¿Por qué no hacerlo entonces?

No podía sublimar mi soledad con la estúpida idea de que el amor verdadero está para mi.
El amor no era para mi porque no lo comprendía, mi corazón no estaba hecho para poder querer a alguien con la misma intensidad, las relaciones no se daban porqué yo no las merecía y quizá nunca lo haría.

—¡Muy bien! Comencemos otra vez—anunció Taemin desde los asientos de la primera fila—Y...¡Acción!

Suspiré una última vez y llevé aquel teléfono de utileria a mi oreja.

—¿Habló con Birdy?—dije a través de él mezclando un tono con algo de ansiedad, temor y esperanza como decía el libreto—Birdy, ¡Birdy!

—Hola...—respondió Min casi en un susurro, completamente dentro de su papel.

Pero entonces, dónde se suponía debía llevar el walkman al teléfono y reproducir la dichosa canción que el protagonista utilizaría para confesar su sentir, aquel rubio se hizo presente a mi vista y no pude concentrarme. Él no hizo nada más que corresponder mi mirar con el entrecejo fruncido, como diciendo: "Idiota, ¿Qué estás haciendo? Debes continuar con la escena" mientras sostenía su libro al pecho, pero no podía, simplemente me había quedado completamente en blanco.

—¡Corte! ¡Alto!—gritó Taemin tallando sus ojos con cansancio—Kook ¿Sucede algo? Hoy has estado distraído, y enserio te necesito enfocado en esto, es muy importante para todos nosotros—soltó señalando todo el equipo de estudiantes presentes en el lugar—El estreno está a la vuelta de la esquina.

Entonces solté el teléfono y desvíe la mirada nervioso, lo miré sintiéndome completamente derrotado.

—Yo, amm, lo siento—dije frotando las palmas de mis manos en los costados de mis pantalones—Yo...

—Mejor terminemos por hoy—respondió con una ligera sonrisa—Descansa Jungkook, Min, los veré el lunes a la misma hora para terminar con esta escena, es una de las más importantes.

—No fallare, lo prometo—dije tomando mi nuca nervioso.

—Se que no lo harás—contesto brindando unas palmaditas en mi espalda—Y otra cosa.

—¿Si?—cuestionó Yoongi.

—Sobre el beso, lo modificaremos un poco—explicó escribiendo lo que sea que estaba escribiendo en su cuaderno.

—¡¿Beso!?—grité llamado la atención de todos, incluida la de Jimin—Nadie me dijo que habría un beso.

—¿No leíste el libreto completo Kook?—cuestiono Yoongi burlesco acercándose descaradamente a mi, muy, muy cerca, haciéndome retroceder exageradamente.

Inconsistentemente miré de reojo a aquel rubio, quien no sé qué tanto hablaba por lo bajo mientras seguía acomodando ciertas cosas con brusquedad.

—Bueno, como aún no lo terminaste de leer—hablo Taemin llamando nuevamente mi atención—Al principio se había pensado en un beso robado, ya sabes, para señalar la timidez.

—¿Pero...?—dije tragando en seco y mirándolo fijamente.

—Luego pensé en un beso más, apasionado—dijo utilizando unos ademanes realmente exagerados—¡Quiero un beso que produzca un aumento en la respiración, que los ojos se entornen, y que sea capaz de despertar el deseo!.

—Pero...el beso tímido me resulta más a-adecuado—dije tomando mi barbilla para evitar que notaran la ansiedad que poco a poco yacía dentro mío.

—No, yo considero que el beso apasionado complementará mejor con la obra—interrumpió Min y en ese momento quise golpear su bello rostro.

—¡Bien dicho! Despertara el bienestar y placer inigualable en la audiencia, ¡Esta dicho!—exclamó emocionado y luego continuó con su camino.

—Rayos—susurré para mi dejando escapar un suspiró.

Tenía que ser una maldita broma. Ya había tenido suficiente.

No había podido dormir bien la noche anterior, no había podido concentrarme en clases, no había tenido apetito durante todo el día. Realmente lo sucedido me estaba afectando de una manera que jamás había llegado a imaginar y odiaba que fuese así, enserio detestaba no poder controlarlo.

¡Y ahora esto!

—¿Estas bien?—interrumpieron llegando a mi lado.

No, no estaba absolutamente nada bien.

—Si, quizá sólo estoy un poco cansado—le respondí sonriendo levemente—Tú, hiciste un buen trabajo ahí arriba.

—Oh, te lo agradezco—contesto el castaño correspondiendo mi sonrisa—Amm, ¿Ya comiste?

—¿Perdón?—dije confundido tomando mis cosas.

—Bueno, hace un par de días abrieron un comedor bastante cerca y con precios accesibles—explicó.

Pero yo no presté demasiada atención, sólo podía enfocarme en aquel chico de rubios cabellos, quien seguía acomodando utilerias y de vez en cuando miraba hacia mi dirección.

—¿Te parece?—preguntó sacándome de mis pensamientos.

¿Qué había dicho? ¿Me parecía bien que...?

—¡Claro! Si—respondí esperando que mi respuesta fuese la correcta.

—¡Perfecto! Entonces, iré por mis cosas y te veo afuera—respondió dejándome aún más confundido.

¿Qué había pasado? ¿Hablaba de estar juntos?
¿Pero en qué demonios me había metido esta vez?