Los reyes huian con sus sequitos de la manera màs rapida que podrian y ademas algunos tuvieron exito en matar a sus enemigos o los màs osados matar a los herederos que significarian un obstaculo para tomar el trono.

Dentro de los limites al sur de la ciudad estaban las forjas de metal y estas habian sido evacuadas por la batalla contra las legiones del Sol invictus.

Las fuerzas del Rey Arturo a pesar de ser las menos numerosas fueron las màs rapidas para tratar de salir de la ciudad, ya que dejaron en su paso gran cantidad de muertos.

Despues de llegar y suministrarse en puntos estrategicos de alimentos para poder regresar a Camelot, asi que fueron a recoger uno de los personajes que trabajan para el reino de Camelot

-Herrero- dijeron los soldados corriendo a las instalaciones-debemos de partir inmediatamente, el rey ha ordenado que nos retiremos inmediatamente-

-Ire en tan solo 5 minutos- dijo mientras golpeaba unas barras de metal, era un joven alto y musculoso, tenia un protector en su cabeza.

-Mierda-gritaron los soldados al ver que el cuervo se dirigia a ellos, conocian que era una bestia sumamente poderosa.

-Preparense- el cuervo crecio y crecio de tamaño eran de sus habilidades lo que lo convertian en un ser odioso a la vista de todos

-Yo soy el final, yo soy ....- el ave recitaba con su horrenda voz

-Yo me hare cargo- el rey el cual era impresionante su aura, los hizo retroceder, los soldados iba a protestar pero una mirada de el fue suficiente para acallar cualquier duda. el ave se dirgia a ellos.

Arturo solo saco unos centimetros de su espada y emano una luz y energia tan potentes que todos cubrieron sus ojos y salio un potente espadazo que cerceno un ala del cuervo que cayo derribada, el rey metio de nuevo los pocos centimetros de la espada que habia liberado, todos quedaron callados sorprendidos por el inmendo poder de aquella legendaria espada.

-Nos vamos- ordeno de nuevo el rey.