✒3. Celo𝄢
Kenzo seguía sumido en sus pensamientos más profundos, mientras se terminaba de limpiar y ponerse una muda de ropa nueva, o por lo menos limpia, con sus propios pensamientos todavía algo o hasta bastante confundidos como aturdido por la situación actual, traga duro para hablar en voz alta:
—Es imposible. Mi celo es hasta dentro de un par de semanas más, nunca se me ha adelantado. — dijo bastante seguro, negándose a creer las palabras del joven alemán.
Su período de calor mejor conocido como celo, jamás ha sido irregular. Nunca se le ha atrasado y mucho menos adelantando, por lo que le parece tanto extraño como imposible que haya entrado. Podría creerlo un poco si a lo mejor se diera la situación que, haya reaccionado ante un Omega en celo, es una situación que a veces pasa en la vida real. Las feromonas de un Omega pueden aturdir lo suficientemente a un Alpha hasta el punto de que se le adelanté su celo, pero estamos hablando de que Kenzo paso la noche con un Alpha, alguien de su misma casta.
—Usted entró en celo.— interrumpió el rubio sus pensamientos hablando seriamente.— Gemía y súplicaba por tener algo dentro, entró en una sumisión encantadora. — comentó en un tono inusual. Kenzo pensó que se estaba burlando de él.—¿Quién soy yo para negarle?— pregunto con cierta intención que al japonés no le agrado.
—¿Quieres decir que tú... Abusaste de mí estando cegado por el celo?— formuló la pregunta.
Viera por dónde lo viera y tal como lo sospechó desde un principio, sigue siendo abuso, porque es obvio que estando completamente cuerdo y en sus cinco sentidos jamás hubiera accedido a acostarse con el más joven, por muchas motivos, por lo que sí, fue tomado en un estado vulnerable. Quizás no a la fuerza y menos hubo amenaza o engaño, pero tampoco se encontraba en plenitud de sus facultades por lo que resulta un poco fácil que él haya sido accesible en acostarse con otro Alpha.
Sin embargo y algo que se le sigue haciendo bastante peculiar cómo extraño al doctor japonés, es que haya reaccionado de una u otra forma a alguien de su misma casta, otro Alpha masculino es quién lo tomó. ¿Cómo es eso posible? Para él naturalmente le parece improbable que haya reaccionado a feromonas tan fuertes de alguien de su misma casta hasta el punto de ceder sexualmente, ¿Será que el celo puede justificarlo?¿Es suficiente?
No se puede imaginar reaccionando y siendo embestido por otro Alpha, eso de alguna manera hiere un poco su orgullo, pero también le parece sospechoso que su Alpha interior haya reaccionado de tal forma hasta el punto de haber caído en la sumisión en el acto sexual.
—¿Realmente lo hice estando usted inconsciente?¿O tal vez no lo recuerda?— cuestionó Johan perturbando a Tenma. Ese joven gozaba de jugar un poco con su mente y sus algo borrosos recuerdos.— Es increíble que su memoria es muy buena cuando se trata de sus estudios de medicina o relacionado a estos, pero cuando es recordar otro tipo de sucesos, parece tener la memoria fallida. — explicó brevemente en un tono burlón, pero con una expresión seria en su rostro.—Solo diré esto, no cometí algo de lo que usted mismo se haya negado.
—Suponiendo que te creo, y que los moretones sean por qué tuvimos relaciones sexuales y que estuve parcialmente de acuerdo...— hipotéticamente formuló, ya que realmente sigue sin estar para nada seguro de las palabras de quién alguna vez fue su paciente.—¿Entonces no me tiene secuestrado?— inquirió con intriga.
Seguían hablando se de "usted". Johan más por respeto y porque está un poco distanciado, mientras que Kenzo porque realmente lo ve como alguien para nada cercano, menos por lo que pasó.
—En cualquier momento puede irse. No lo he privado de la libertad. Lo encontré casualmente en el bar, me acerque para hablarle, usted estaba muy borracho y cayó tan dormido que no me dio su dirección así que no se me ocurrió algo mejor que llevarlo a la residencia donde vivo.— explicó Johan los sucesos de aquella noche.
Kenzo analizó sus palabras esperando que el otro no le estuviera mintiendo. Puede encajar toda la situación en su cabeza, pero de todas formas, le duele el hecho de que se haya terminado acostando con un "desconocido". Aunque técnicamente lo conoce desde hace varios años, no es como si hubieran seguido en contacto tiempo después, no volvió a saber de él en mucho tiempo y en lo personal, no le atraen los hombres, más que nada.
—¿Residencia? Entonces, ¿Esto no es un hotel?
—No, doctor. Es una residencia privada, una casa.
—¿Dónde está mi ropa?— pregunto cambiando el tema saliendo del baño por fin.
—Se la entregaré.
El rubio dio medio vuelta para salir del cuarto, no pasaron ni dos minutos cuando regresó con su ropa bien doblada y entregándose la al doctor, quién la examinó de reojo y después la olió un poco.
—¿La lavaste?— cuestionó, el contrario sencillamente asintió. Kenzo dispuesto a marcharse sin decirle siquiera un adiós, fue hacia la puerta de la habitación para salir de ahí, sin embargo apenas tocó la perilla de la puerta, el otro lo abrazo por atrás y hundió su nariz en su cuello, sorprendiendo lo.—
¿Qué mierda haces?— dijo en medio de un jadeó, no supo de dónde salió eso, ni el escalofrío que recorrió toda su espalda ante el aliento del otro y el tacto de los labios del rubio sobre su cuello.
Fue tan raro y repentino.
—¿Ya le han dicho que bien huele, doctor?
—Apartarte. — advirtió severo. Aunque no hacía algún movimiento brusco para apartarlo de encima.
Se dio cuenta estando tan cerca y pegados que el rubio no es más alto que él. Pero piensa que también se debe a que todavía no ha terminado de crecer. Tenma es más alto porque tiene muchos años más que el contrario, pero él ya dejó de crecer. En cambio el rubio que es un par de centímetros más bajos apenas notables estando tan cercas, todavía puede crecer más en los siguientes años.
—¿Eres tan frío siempre por las mañanas?— preguntó, Tenma no supo que decirle. El contrario se alejo lo suficientemente de él.— Huele manzanilla y gramos de café.
Tenma lo miró despectivo, sin entender que buscaba el más joven de él con sus comentarios y oliendo de esa forma, como si fueran íntimos cosa que no lo son.
—Sea lo que sea que haya pasado hoy contigo, no se volverá a repetir y—, comenzó a decir seriamente, sin aguantar más estar a él y sentirse tan observado por la formaba en como el rubio lo miraba tan fijamente.
—Es una lástima, doctor. — suspiró con aparente decepción. Kenzo no sabía si podía aguantar estando más tiempo ahí.—Con lo bien que se sentía estar vinculados carnalmente.
Tenma no aguantó más. Su paciencia está por agotarse y no quiere terminar de odiar aquel joven que alguna vez fue su paciente y lo cuidó tanto de los otros doctores corruptos que solo querían un poco de fama por estar encargados de él.
—Me iré, si nos encontramos en algún momento en la calle o en el hospital y usted me saluda primero, por educación le correspondere. Pero no piense que lo trataré de una forma especial o amable, esto se debe olvidar. — explicó sin mirarlo.
—Si así lo desea.
—Bien, entonces me iré.— suspiró un poco más aliviado.—¿Puedo confiar en que olvidarás lo que pasó?
—No lo olvidaré.— admitió, Tenma frunció el ceño, ¿Este chico le seguirá causando problemas?— Pero si no quiere ser molestado por mi, está bien.
Kenzo salió del cuarto, como obviamente no conocía la salida, Johan terminó por guiarle solamente hasta salir de la residencia e ir al exterior, a la calle donde se puede familiarizar un poco más.
En su ropa doblada también estaba su teléfono y cartera, así que no tuvo problema en agarrar un taxi casi de inmediato. Aún con una expresión seria y preocupada, esperando que no se note algún chupetón en su cuello y ansioso de llegar a su casa a descansar.
La red regreso a su teléfono y tenía muchos mensajes, pero nada de algún caso urgente en el hospital.
El lugar donde más quería regresar era en su trabajo, ver pacientes, sus compañeros, incluso hasta el papeleo lo sentía fascinante con tal de distraerse de sus pensamientos sobre Johan. Es increíble como aquel sujeto en poco tiempo se metió tan profundo en su cabeza hasta el punto de ponerlo poco a poco nervioso y alterado.
Su casa, su departamento, es su único lugar seguro ahora junto al hospital en donde trabaja. Incluso durante el recorrido veía hacia atrás varias veces y a los lados, ya que temía que Johan lo estuviera siguiendo.
Solo respiró completamente en paz apenas entró al edificio y entro a su departamento. Dejó de sentirse esa sensación de ser perseguido.
Π Ω μ
Regresar a su vida normal y cotidiana para Tenma Kenzo no fue cosa difícil, después de aquello vergonzoso que le sucedió que solamente lo califica como un desliz provocado por su celo, se propuso a nada más que olvidarlo por completo y centrarse en cosas realmente importantes que esos ojos azules profundos observándolo.
Y aunque de vez en cuando sentía nervios cada que veía a alguien de cabellera rubia pasar a su alrededor, se tranquilizaba de inmediato al percatarse de que no es él y solo se estaba volviendo un poco paranoico con el paso de los días que transcurría en su vida.
Kenzo se siente aliviado de que no existe absolutamente nada, ni un vínculo ni algún compromiso que lo una a ese joven que hace muchos años atrás fue su paciente en estado crítico, y ahora solo es un ciudadano Alemán más del montón con peculiar mirada y extravagante aroma natural.
Su único y verdadero interés es su trabajo, el cual le ha dado una buena vida actualmente y ha recibido mucho reconocimiento como admiración tanto entre sus compañeros de trabajo, como pacientes del hospital que siempre le sonríen muy agradecidos por su verdadera hospitalidad y cuidado con que los trata.
Él es un doctor diferente a los demás, y no se refiere a cuánto su experiencia de trabajo, sus conocimientos y el puesto que tiene, sino a como tratas a las personas, como ve a sus pacientes.
Cómo iguales. No hace distinción entre ricos, clase media o pobres. Él los trata con la misma importancia con la que se debe tratar a un ser humano en estado delicado. Todavía recuerda con cierta molestia a sus ex compañeros y ex novia que siempre velaban por interés social y económico, la corrupción en aquel tiempo fue horrible.
¿Quién necesita tener pareja para estar feliz y tranquilo? Su verdadero hogar es ahí en el hospital. Con sus pacientes y compañeros de trabajos honestos y pendientes de su trabajo.
Nada más le hace falta y menos necesita a alguien con quién compartir intimidad.
Johan Liebheart no es nadie para él.
Palabras: 1,845
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Jueves 13 de octubre del 2022
Fandom: Monster
Au: Omegaverse
Nota del escritor:
Actualice aprovechando el mal tiempo, y que es mi cumpleaños XD.
Literalmente parece que la época de exámenes acá no termina, la próxima semana tengo otros dos exámenes más. En fin, nos vemos!
Hasta la próxima!
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